Historias de niños
que aman
las estrellas
Juana Restrepo
Historias de niños
que aman
las estrellas
© 2020 Juana Restrepo
© 2020, Sin Fronteras Grupo Editorial
ISBN: 978-958-5191-25-9
Coordinador editorial:
Mauricio Duque Molano
Edición:
Juana Restrepo Díaz
Diseño y diagramación:
Paula Andrea Gutiérrez R.
Ilustraciones:
Nicolle Cuéllar Betancourt
Impreso en Colombia, mayo de 2021
Multimpresos S.A.S.
Reservados todos los derechos. No se permite reproducir parte alguna
de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado:
impresión,
fotocopia, etc, sin el permiso previo del editor.
Sin Fronteras, Grupo Editorial, apoya la protección de copyright.
A Martina, mi niña arcoíris,
a Guadalupe, mi río de amor,
a León y M., dos estrellitas en el cielo, y
a todos los otros niños buscadores
de estrellas en el Universo.
H
istorias de niños que aman las estrellas
es
un libro inspirado en esos niños que, desde
sus ventanas, patios o camas, se imaginan
a los seres celestes y entablan conversaciones con
ellos, en cualquier lugar del mundo, incentivando
con su imaginación todo un universo que sabemos
está ahí afuera y nos asombra a grandes y niños.
Este libro nació frente al deseo de descubrir, sen-
tir y explorar aquellos seres celestes que existen,
o podemos inventar, en el universo. Es una invita-
ción a que niños y adultos sueñen juntos y se dejen
llevar por la magia del espacio exterior.
H
ace mucho que la
veo desde mi venta-
na, o desde el techo
de mi casa, y he soñado
varias veces con sus visos
luminosos y con su fresco
rostro. Llevo días y noches
admirándola en mi ventana
mientras ella se reúne con sus ami-
gas, las otras estrellitas. Soy feliz viendo
el espectáculo de sus vecindades.
Aunque ella se parezca a sus amigas eso no me lleva
a confundirla: es la más luminiscente y grande del firma-
mento. Aunque las luciérnagas, sí, aquí en la Tierra, quie-
ran imitarla (claro, con gran hermosura y prudencia) su
tintineo y belleza no se pueden igualar. Seguro que ella
tendrá vecinas más grandes, extrovertidas, espontáneas,
y hasta fugaces, pero es que tiene un no sé qué de no sé
dónde.
Me encantaría invitarla a cenar alguna de estas
noches. Tal vez con todas sus amigas, con un cielo ple-
namente estrellado, pero en el que ella esté reluciente y
se vea como siempre en la parte izquierda de mi ventana,
justo encima de un árbol de mangos que crece hace años
en mi patio. En aquella cena yo le pediría que bailáramos,
a la distancia, mientras sus amigas nos admiran y me to-
maría el atrevimiento de prepararle una sorpresa: presen-
tarle a mis padres y cocinarle una comida. ¿Cuál será su
favorita?
Miguel.
Estrellita
del cielo
9
Datos curiosos:
El color de las estrellas
depende de su temperatura:
las más calientes brillan con
un color blanco, verdoso y
azul. Las templadas brillan
en amarillo. Las más frías
brillan en rojo.
Lunita
consentida
C
uando ella está gorda, gor-
da, gordita, la verdad se ve
muy linda. Solo hay un pro-
blema: me cuesta dormir. Sí, así es,
no puedo. No sé si será su lindura, la
luz resplandeciente que emana o mis
ganas de seguir jugando bajo su su-
pervisión. Esas curvas la hacen ver
más majestuosa de lo que normal-
mente es, pero esa luz incandescente
que propaga, y que mueve hasta las mareas,
a mí me tiene en un desvelo constante. Es verdad que
es su estado más bello, pero tanta luz no me deja dormir y
por eso me levanto a verla y a jugar con mis dinosaurios.