Obras completas, XVII - Alfonso Reyes - E-Book

Obras completas, XVII E-Book

Alfonso Reyes

0,0

Beschreibung

Los héroes, título inicial de este volumen XVII, completa los capítulos que Alfonso Reyes (1889-1959) consagró, en el tomo anterior, a los personajes de la mitología y la religión griegas. A partir de la consideración de puntos complementarios, desarrolla ahora el tema mediante el estudio de la "divinidad" de los héroes, y remata sus reflexiones en Junta de sombras, libro que se emparenta con los anteriores por la afinidad no sólo de los asuntos sino de la manera de abordarlos. Así, el juego de ideas, figuras y hechos, conservados tanto en la tradición oral como en los textos, halla cabal expresión en estas páginas que, en conjunto, constituyen un panorama en donde no falta la exposición de ningún rasgo fundamental referido a los remotos orígenes de nuestra cultura.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 969

Veröffentlichungsjahr: 2024

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



ALFONSO REYES

Los héroes

Junta de sombras

letras mexicanas

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

Primera edición, 1965    Segunda reimpresión, 1997 [Primera edición en libro electrónico, 2024]

D. R. © 1965, Fondo de Cultura Económica D. R. © 1997, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14110 Ciudad de México

Comentarios:[email protected] Tel.: 55-5227-4672

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la anuencia por escrito del titular de los derechos.

ISBN 978-968-16-1397-6 (rústico)ISBN 978-607-16-8233-8 (epub)ISBN 978-607-16-8237-6 (mobi)

Hecho en México - Made in Mexico

NOTA PRELIMINAR

POCAS veces el responsable de la edición póstuma de un autor predilecto habrá tenido que desdecirse tan violentamente sobre la existencia o no de tal o cual de las obras a su cuidado como hoy lo hacemos. Apenas ayer, en la nota preliminar al tomo anterior, se negaba que Reyes hubiera escrito la segunda parte de su Mitología; y, ahora, con vergüenza sólo superada por la alegría, publicamos esa parte consagrada a Los HÉROES. No es del caso referir los motivos de nuestro yerro, visibles al frente del tomo XVI, pero sí los de esta humilde y a la vez gozosa rectificación. A poco de aparecido el volumen, comenzamos a preparar el presente XVII, y, para llenar ciertas lagunas en la cronología de los trabajos helénicos de Reyes, hubimos de hacer una lectura detenidísima del ms. de su Diario inédito. El día 9 de agosto de 1953 nos dice, entre signos de exclamación: “¡Acabé la 1ª parte de la Mitología griega!” (vol. 12, fol. 38). Y al día siguiente, sin la menor alarma y como la cosa más natural: “Mitología. Ya empiezo LOS HÉROES: 2ª parte” (idem, fol. 39).

Con esta pista segura proseguimos la lección del Diario, hasta su último día. Poco más de seis años, que, sumados con los trascurridos desde la fecha inicial de la primera parte, pronto se nos volvieron diez, los diez años que justamente invirtió Reyes en los estudios mitológicos y religiosos de Grecia, los últimos de su fecunda vida. Son los que nos proponemos narrar a continuación, siguiendo en todo momento ese Diario; mejor dicho, haremos que Reyes nos los narre con sus propias palabras. Es la primera vez que se utiliza este inapreciable documento autobiográfico a ojos del público. No se crea, sin embargo, que obramos de manera indiscreta: aquí la vida y la obra corren parejas más que nunca, y, si a veces usamos los puntos suspensivos en las trascripciones, lo hacemos en pro de la brevedad y concentración del asunto, no por regatear aquella intimidad. La vida ojalá se muestre benigna en el futuro para dar a estas páginas diarias, que ya tienen nuestra gratitud, el tratamiento indispensable que requiere su publicación.

Reyes comenzó a redactar su Mitología en mayo de 1950, pero, según el Diario, el origen de ese proyecto parece remontarse a dos meses antes, pues el 14 de marzo nos refiere la coyuntura que hizo posible el encargo de la obra por parte del Fondo de Cultura Económica: “Almuerza conmigo [Arnaldo] Orfila [Reynal]: me trae a examen una Mitología griega de Peterich [Kleine Mithologie, Griechen und Germanen] ... con miras a los Breviarios. Le expongo mi deseo de pasar mi Ilíada al Fondo, que en principio acoge con gusto...” (vol. 11, fol. 34). El dictamen de Reyes debió de ser negativo y la oferta de Orfila Reynal inmediata, porque ya el 1º de junio Reyes escribía: “En estas noches he preparado 3 capitulitos de la Mitología clásica que preparo para el Fondo de Cultura, Breviarios. ¡Faena deliciosa!” (vol. 11, fol. 37). Por estos días las preocupaciones editoriales de Reyes son la edición de su traslado de las nueve primeras rapsodias de la Ilíada, postergada por la Imprenta Universitaria, y la redacción y retoque del manual encargado por el Fondo, que, por cierto, ha ensanchado sus límites y por tanto ha variado de nombre; hacia el 2 de julio, Reyes da razón de todo esto: “A mediodía, visita de Pablo González Casanova y de Sonia Henríquez Ureña su cuñada. Planes para estimular al Fondo a que acepte hacer mi Ilíada. Sugestión de dibujos de Diego Rivera. Tarde: sigo retocando mi breviario de Religión y mitología clásicas (ya cambió así de nombre)” (vol. 11, fol. 43).

Todo el año de 1950, a partir de julio, fue de intenso trabajo: refundición, corrección, factura de índices y parcelamiento de la obra en marcha, no obstante los golpes de enfermedad y los desfallecimientos del ánimo: “...me canso y me enfermo, pero trabajé en mi Religión y Mitología hasta las 3 a. m.” (4 de julio: vol. 11, fol. 44); “Escribiendo mi Religión y Mitología” (7 de julio: idem & ibidem); “Trabajo en Religión y Mitología” (8 de julio: id. & ib.); “Sábado, domingo y lunes de buen trabajo. Anoche leí a [José] Gaos las primicias de la Mitología griega. Llevo acabada la 1ª de las 3 partes” (17 de julio: idem, fol. 46); “Saco sumario de lo que llevo de mi Religión y mitología griegas” (23 de julio: idem & ibidem); “Trabajando siempre en la Religión griega” (8 de agosto: idem, fol. 47); “Trabajando con ahinco en mi Religión griega, aunque muy interrumpido por visitas” (17 de agosto: idem & ibidem); “Trabajando incesantemente en mi Religión griega” (id. & ib.); “...encerrado trabajando, pensando en reescribir, resumiendo y abreviando, todo lo que he hecho para el Breviario de Religión y Mitología griegas, pues es demasiado extenso y erudito” (2 de septiembre: id., fol. 48); “¡Mi tela de Penélope: Religión griega!” (13 de septiembre: id., fol. 50); “Sigue mi Religión griega” (18 de septiembre: id. & ib.); “Acabé algo de mi libro que traje de México. La fatiga me ha impedido continuarlo. Descanso. Es lo que necesito” (Cuernavaca, 5 de octubre: id., fol. 51); “Ayer pude escribir un poco, el prologuito del condenado Breviario de Mitología griega. Estoy muy desconcertado y deseoso de alejarme ya un poco de estos libros didácticos que me han absorbido tanto, y volver a lo mío” (2 de noviembre: id., fol. 53); “Acabé el complicado prólogo a la Mitología griega” (14 de noviembre: id., fol. 55); “Doy a copiar prólogo de la Mitología griega” (16 de noviembre: id., fol. 56); “Sigo escribiendo la Mitología griega y corrigiendo pruebas Ilíada” (18 de noviembre: id. & ib.); “Corrigiendo grafías de nombres griegos y de mi Mitología” (19 de noviembre: id. & ib.); “Voy en el cap. v de mi Mitología griega” (30 de noviembre: id., fol. 57); “En copia la Religión griega. Sigue la Mitología” (id. & ib.); “Tarde: Henrique González Casanova y su reciente esposa. Dr. Pascual y Sra. José Gaos, a quien leo algo de la Mitología” (2 de diciembre: id., fol. 58); “Estudié a Posidón hasta cansarme” (3 de diciembre: id. & ib.); “Por la tarde acabé el POSIDÓN de mi Mitología griega” (6 de diciembre: id. & ib.); “He comenzado, con desgano, el capitulito de la Mitología sobre HADES, dios infernal” (16 de diciembre: id., fol. 59); “Tras un paseíto matinal, he trabajado hasta cansarme en mi Mitología: LAS MANSIONES DE ULTRATUMBA” (17 de diciembre: id., fol. 60); “Corrijo algo de la Mitología en marcha” (18 de diciembre: id. & ib.); “Comencé el índice analítico de mi Mitología” (id. & ib.); “Seguí índice alfabético de mi Mitología e hice todo lo que tengo a máquina (la larga introducción y los dos primeros capítulos)” (21 de diciembre: id., fol. 61); “Trabajo en mi Mitología” (23 de diciembre: id. & ib.); “Mitología (HERA)” (26 de diciembre: id., fol. 62); “He acabado HERA, he comenzado ATENEA” (27 de diciembre: id. & ib.); “Acabé ATENEA” (29 de diciembre: id. & ib.); y “Sigo en mi Mitología, trabajando sobre ARTEMISA y las diosas vírgenes” (31 de diciembre: id., fol. 63).

En 1951 quiso Reyes continuar el mismo ritmo de trabajo, pero la salud dispuso otra cosa; en julio se vio obligado a suspenderlo y sólo pudo reanudarlo a fines de mayo del año siguiente, tras forzado reposo de varios meses. Nada de esto sospechaba Reyes al escribir el 1º de enero en su Diario: “Empezó el nuevo año. Acabé con ARTEMISA y su ciclo” (vol. 11, fol. 63); “Mitología: AFRODITA” (2 de enero: idem & ibidem); “Al fin me es dable empuñar otra vez la Mitología griega, comenzando a revisar lo escrito” (14 de mayo: idem, fol. 93); “Doy a copia unas paginitas de la Mitología griega... Sigo trabajando en Mitología griega (PROMETEO, etc.)” (15 de mayo: id., fol. 94); “Sigo la Mitología griega” (16 de mayo: id. & ib.); “Mitología griega: APOLO” (18 de mayo: id., fol. 95); “Acabé anoche el APOLO de la Mitología griega” (15 de junio: id., fol. 98); “...retocando mi APOLO” (16 de junio: id., fol. 99); “Trabajando en Cocina y bodega para descansar de la Mitología” (26 de junio: id., fol. 101); “Tarde: lectura de mi Introducción a la Mitología griega en El Colegio de México, ante unas 50 personas. Prólogo de mi libro” (27 de junio: id. & ib.); “Siguen copiándose las páginas acabadas de la Mitología griega” (4 de julio: id., fol. 102); “Comienzo a labrar el HERMES de mi Mitología griega” (8 de julio: id., fol. 103); “Copiada la ATENEA de mi Mitología griega” (12 de julio: id., fol. 104); “Trabajo en el HERMES de mi Mitología griega” (16 de julio: id. & ib.); y “Recibo copia de la ARTEMISA: Mitología griega” (18 de julio: id., fol. 105).

La tarea aquí suspendida se reanudó el 27 de mayo de 1952: “Manuelita me ayudó de tarde a seguir sacando índice alfabético de lo que va copiado de mi Mitología griega” (vol. 11, fol. 167); “Con Manuelita, saco índice alfabético de otro capítulo (a máquina) de la Mitología griega” (28 de mayo: id. & ib.); “Sigo índice Mitología griega” (31 de mayo: id., fol. 168); esta labor de índices y copias de la Mitología la prosiguió Reyes, en compañía de su esposa, durante todo el mes de junio de 1952 y llegó hasta el 19 de julio, en que acometió la redacción de nuevo, en el punto que la había dejado un año atrás: “He estado componiendo nuevas páginas del HERMES y no sé cuántas cosas más en el día” (vol. 11, fol. 178); “Acabo de ofrecer al IFAL tres conferencias, viernes 8, 22 y 29 de agosto de 7 a 8: 1ª EL MITO EN EL TEATRO FRANCÉS CONTEMPORÁNEO. 2ª y 3ª: INTRODUCCIÓN A LA MITOLOGÍA GRIEGA” (23 de julio: id., fol. 180); “Doy a copiar, para Asomante de Puerto Rico, GRECIA EN SUS DOCUMENTOS RELIGIOSOS” (7 de agosto: id., fol. 182); “Conferencia en el IFAL sobre Mitología griega” (22 de agosto: id., fol. 185); “Sigo corrigiendo y copiando Religión griega. Oigo por radio parte de mi conferencia en el IFAL sobre Mitología griega, leída el viernes [22 de agosto]” (24 de agosto: id. & ib.); a fines de agosto tenía Reyes en copia varios trabajos sobre Grecia, sin contar la Religión, que ya venía considerando como obra aparte y crecía paralelamente con la Mitología, y la primera redacción de la leyenda heroica de “Los Argonautas”, que incorporó después a Los HÉROES.

La Mitología, sin embargo, era el objeto principal de sus desvelos; de fines de 1952 al 9 de agosto de 1953, en que dio por terminada la primera parte, se aplicó a ella tenazmente: pasó de un año a otro trabajando en DIONYSOS, al que pronto llamará DIÓNISO: “Desde anoche pude —tras de abandonarla más de un año— volver a mi Mitología griega y he avanzado de muy buen humor en el dificilísimo DIONYSOS” (28 de diciembre: vol. 11, fol. 207); “Acabé el DIONYSOS de primera mano” (29 de diciembre: id. & ib.); “Trabajando en el tremendo DIONYSOS de mi Mitología griega” (31 de diciembre: id., fol. 208); “Trabajando en el DIONYSOS” (1º de enero de 1953: vol. 12, fol. 1); “Sigue DIONYSOS” (2 de enero: id. & ib.); “DIONYSOS” (3 de enero: id. & ib.); “Acabé de copiar a mano y en orden el DIONYSOS” (4 de enero: id. & ib.); “Acabo de copiar y fichar el HERMES” (10 de enero: id., fol. 2); “Copiando el DIÓNISO (que no DIONYSOS:)” (11 de enero: id., fol. 3); “Copiando el DIÓNISO” (15 de enero: id. & ib.); “Ando con la literatura latina. Copiando también el DIÓNISO” (19 de enero: id., fol. 4); “DIÓNISO, etc.” (24 de enero: id. & ib.); “Ya empecé con ARES y HEFESTO para la Mitología griega” (26 de enero: id., fol. 5); “DIÓNISO en marcha...” (27 de enero: id. & ib.); “Haciendo índice alfabético del DIÓNISO” (30 de enero: id., fol. 6); “Vienen Gaos y los Orfila. Aquél se va pronto. Leo a éstos el DIÓNISO” (15 de febrero: id., fol. 8); “Desde la madrugada con HEFESTO y ARES” (10 de abril: id., fol. 16); “Acabo ARES y HEFESTO” (11 de abril: id. & ib.); “Sigue Mitología griega...” (12 de abril: id. & ib.); “Tarde... Trabajo en la Mitología griega” (31 de julio: id., fol. 37); “Ayer y hoy, trabajando en la Mitología griega” (2 de agosto: id. & ib.); “Mitología griega” (3 de agosto: id. & ib.); “Mitología griega (PAN, CIBELES y ATIS)” (4 de agosto: id., fol. 38); “Sigo con la Mitología griega” (6, 7 y 8 de agosto: id. & ib.), y, por fin, “¡Acabé la 1ª parte de la Mitología griega !” (9 de agosto: id. & ib.)

Al día siguiente, ya lo hemos anticipado, comenzó la segunda parte y continuó trabajando diariamente en ella durante todo el mes. El día 24 anota en el Diario: “Fuerte trabajo sobre la Mitología, muy interrumpida por las tareas escolares de mis nietas...” (vol. 12, fol. 43), pues el buen señor no sólo practicaba las humanidades y los clásicos como El Calvo del Plano oblicuo, sino también l’art d’être grand-père tal cual hijo de vecino. Por lo mismo podía cansarse cualquier día y aun interrumpir la tarea por varios meses, según el humor o la salud. “Muy cansado desde ayer —escribe el 27 de agosto—, aunque sigo con [la] Mitología [desde la] madrugada...” (id., fol. 44). Todavía pudo trabajar un poco más el 29 de agosto (id., fols. 44-45), pero dejó la pluma mitológica por involuntario reposo, como otras veces, hasta recuperarse en el retiro de Cuernavaca, donde lo hallamos el 19 de diciembre: “Antes de ayer y ayer trabajo en la Mitología griega” (id., fol. 66). Allí retomó el hilo de “Los Argonautas”, que había dejado desde agosto de 1952 (vol. 11, fol. 186), el 29 de diciembre: “Trabajé mañana y tarde en [la] Mitología: Los ARGONAUTAS” (vol. 12, fol. 68); pero volvió a dejarlo, en espera de resolver ciertos problemas que habían surgido. Todo enero de 1954 estuvo en Cuernavaca ocupado en redactar otros pasajes de la Mitología y en anotar posibles correcciones. El 8 de febrero, ya en México, anota: “Hasta medianoche corrijo los puntos que anoté en Cuernavaca a mi Mitología griega” (id., fol. 74). Hecho lo cual continuó la redacción: “Gratísimo trabajo en mi Mitología” (9 de febrero: id. & ib.), “Delicioso trabajo en la Mitología” (10 de febrero: id. & ib.), y así hasta mediados del mes, en que lo suspendió de nuevo.

Entre julio y agosto pudo rematar “Los Argonautas”, tras muchos contratiempos y esfuerzos: “Tengo mi mesa llena con el material de Los ARGONAUTAS... La Biblioteca del Congreso de Washington me presta, por conducto de la Biblioteca Benjamin Franklin, el libro de Miss Bacon sobre Los Argonautas. Y aunque no esclarece mis dudas, hoy logré resolverlas para mi Mitología, con ayuda de éste y otros elementos, en grato trabajo vespertino” (28 de julio: vol. 12, fol. 116). El 1º de agosto escribe: “Al fin pude leerle mis ARGONAUTAS a Manuelita, que tanto me han costado de estudio y refundiciones” (id., fol. 117). De inmediato comenzó el índice de nombres de ese capítulo, pues el día 8 dice escuetamente: “...sigo índice de ARGONAUTAS: Mitología” (id., fol. 118). Pero nada más, hasta fines del año que decidió poner en limpio algo de la Religión: “A copia: LA HETEROGENEIDAD DE LA RELIGIÓN GRIEGA para Cuadernos Americanos” (7 de diciembre: id., fol. 147). A los tres días entregó su colaboración a la revista: “Doy a Cuadernos Americanos para el 1er. Nº de 1955, LA HETEROGENEIDAD DE LA ANTIGUA RELIGIÓNGRIEGA, que viene a ser el cap. II de mi libro en marcha sobre Grecia” (10 de diciembre: id., fol. 148). En efecto, ahí apareció en la entrega correspondiente a enero-febrero de 1955, año XIV, volumen LXXIX, Nº 1, pp. 83-98, de donde pasó a las Obras Completas, XVI, pp. 46-63, con el título reducido de “La heterogeneidad religiosa”.

Durante 1955 y 1956 Reyes se ocupó casi exclusivamente en preparar los Estudios helénicos (1957) y los primeros cinco volúmenes de sus Obras Completas; sólo el 6 de febrero de 1957 emprendió “confrontaciones [de las] copias [de la] Mitología” (vol. 14, fol. 15) y nuevas copias mecanográficas para la imprenta: “Sigue copia INTRODUCCIÓNMitología y LOS DIOSES: ORÍGENES, a rehacer porque cambiaron la paginación y así no corresponde a mi índice... Sigo preparando Triángulo egeo” (18 de febrero: id., fol. 20); “Preparo la copia y ejemplar de imprenta que enviaré mañana al Fondo de Cultura de mi Mitología griega, 1ª parte: Los DIOSES. Sigue copia de La jornada aquea, pero ya se va a injertar en la 2ª parte de la Mitología: Los HÉROES” (22 de febrero: id., fol. 21); “Le anuncio [a Orfila Reynal que] puedo enviarle Mitología griega, 1er. tomo: Los DIOSES, cuando guste...” (25 de febrero: id., fol. 22); “Comienzo a copiar a las 5 a. m. el índice alfabético del 1er. tomo de mi Mitología griega...” (26 de febrero: id. & ib.); “Sigo copiando índice nombres Mitología” (5 de marzo: id., fol. 24); “Trabajo en [La] Jornada aquea. Arreglo índices de Mitología y corrijo lo relativo a palabras que han de ir con redonda o con cursiva. Además, ÁRTEMIS en vez de ARTEMISA” (9 de marzo: id., fol. 26); “Trabajo todo el día intensamente: Mitología de Los HÉROES de la ARGÓLIDA PELÁSGICA” (10 de marzo: id. & ib.); “Voy al Colegio. De vuelta, DÁNAO” (11 de marzo: id. & ib.); “Trabajo en LEYENDAS LOCALES de [la 2ª parte de] mi Mitología” (12 de marzo: id. & ib.); “Desde las 6 a. m., con la Mitología” (14 de marzo: id., fol. 27); “Trabajo en HÉRACLES [de] mi Mitología, 2ª parte” (16 de marzo: id., fol. 28); y “Mitología” (19 de marzo: id. & ib.). Sobreviene otro descanso mitológico durante el resto del año 1957, interrumpido solamente el 2 de junio: “Buen trabajo con la Mitología” (id., fol. 62), nos dice. En 1958 preparó nuevos volúmenes de las Obras Completas y de su Archivo (El triángulo egeo y La jornada aquea), el Breviario de La filosofía helenística y hasta algunas “burlas veras” de tema helénico; no quedó tiempo más que para poner en limpio un capítulo de la Religión: “Corrijo, para la Memoria del Colegio Nacional (Homenaje a Diego Rivera), Los SACROS LUGARES” (28 de abril: id., fol. 145), lo que hacía tardíamente, pues el homenaje a Rivera por sus setenta años, cumplidos en diciembre de 1956, estaba en prensa en ese momento. Apareció en la Memoria correspondiente al año 1957; la colaboración de Reyes en las pp. 79-90, y en sobretiro de la misma Memoria con fecha de MCMLVIII. Véase ahora en las Obras Completas, XVI, pp. 136-148.

Entre el 10 de enero y el 31 de marzo de 1959, el último año de su vida, Reyes se dedicó por completo a mejorar y completar el tratado de Religión: “Corrigiendo la Religión griega” (10 de enero: vol. 15, fol. 3); “Seguimos retocando la Religión griega” (11 de enero: id. & ib.); “Trabajando en la Religión griega” (12 de enero: id., fol. 4); “Mañana: Religión griega” (14 de enero: id. fol 5); “Sigo con Religión griega” (16 de enero: id. & ib.); “Seguí la Religión griega. Hice LAS TORTURAS” (23 de enero: id., fol. 6); “Hice capitulito FUNDACIÓN DE CIUDADES [de] Religión griega” (24 de enero: id., fol. 7); “Sigo con la Religión griega” (26 de enero: id. & ib.); “Trabajando en Religión griega, breve temblor de tierra a las 4½ a. m.” (28 de enero: id., fol. 8); “Casi acabé PANEGIRIAS Y FESTIVALES de la Religión griega” (2 de febrero: id., fol 9); “Sigo con Religión griega” (4 de febrero: id., fol. 10); “Sigue Religión griega” (5 de febrero: id. & ib.); “Manuel Alcalá me trae prestado de la Biblioteca Central de la Universidad el libro traducido al español de Nilsson, La religiosidad griega (Greek Piety)” (12 de febrero: id., fol. 13); “Ayer trabajé mucho en la Religión griega” (14 de febrero: id., fol. 14); igualmente el 17, 18, 19, 20 y 21 de febrero, en que apenas escribe en el Diario el título de la obra: esa única actividad de cinco días pudo registrarla en un mismo folio (id., fol. 15). Tamaña labor se continúa hasta el 5 de marzo, donde se lee: “Sigo copiando la Religión griega... Después de meterme en cama, pude levantarme a corregir... algunas copias erradas de la Religión griega...” (id., fol. 18). Ya vemos que Reyes no se doblega con facilidad, pero ahora tendrá que dejar pasar veinte días para que vuelva a la Religión, el 24 de marzo (id., fol. 23). El 25 redactó, de una vez, “LOS MISTERIOS, ORFISMO, etc.” (id. & ib.) y el 31 consideró la Religión terminada (id., fol. 24); por lo menos no volverá a tocarla. Tampoco insistió más en Los HÉROES, la segunda parte de la Mitología.

La lectura sistemática del Diario vino a confirmarnos en la idea de que la Religión y la Mitología se iban escribiendo paralelamente y empujó la duda sobre la existencia de la segunda parte de la Mitología. Sobre el hecho de su redacción no podía dudarse: lo registra Reyes paso a paso desde el 10 de agosto de 1953 hasta el 16 de marzo de 1957. Pero ¿dónde estaban esas páginas? Antes de leer el Diario y habiendo revisado todos los cajones de la obra en marcha, nos inclinamos por la negativa. Ahora, conociendo la cronología de su composición y hasta calculando el monto de lo escrito, al no encontrarlas, el orden proverbial de su autor quedaba en entredicho. Tampoco podía descontarse la posibilidad de una autocrítica destructiva, aunque el modo de Reyes optaba más bien por el aprovechamiento corregido de lo fallido. Se impuso, pues, una nueva búsqueda, con el auxilio de Manuelita Reyes, la esposa y colaboradora del Maestro. Ella pudo localizar, entre mss. y copias ya aprovechados, una tercera copia de la Mitología conocida, seguida, ¡felizmente!, de los originales de la segunda parte ignota.

El estado en que se encontraban estos originales no interesa al público general, pero sí al estudioso del método de composición peculiar de Reyes. De cualquiera manera, quien se adentre en Los HÉROES, tal como aparecen en la presente edición, podrá tener, si lee las notas al pie de página y el “Apéndice”, idea clara del proceso de elaboración a que estaban sometidos cuando Reyes los dejó de su mano. El texto ha quedado limpio, tal como lo hubiera dejado su autor en último término, salvo algunos corchetes que se han intercalado para mejor inteligencia. Esta segunda parte de la Mitología se halla dividida, según el índice ms., cuyo orden conservamos puntualmente, en dos extensas secciones: 1) “Los Grandes Ciclos”, y 2) “Las Leyendas Locales”. De la Iª se encontraban ya en copia mecanográfica, con adiciones y correcciones manuscritas, los cinco primeros capítulos; el VI (“Héracles”) hubo de reconstruirse a base de numerosas páginas y notas autógrafas, y el VII (“Troya”), que ciertamente no llegó a bosquejar, se suple con el cuaderno del mismo título publicado en el “Archivo de Alfonso Reyes” (Serie D — Instrumentos, Nº 5, México, 1954, 104 pp.); este trabajo no es en su totalidad original de Reyes, sino que, como ahí se indica, “procede principalmente de Arthur M. Young, Troy and her legend, Pittsburgh, Penn., University of Pittsburgh Press, 1948” (p. 3); pero son suyas la traducción y otras no menores colaboraciones que Reyes aplicaba a obras ajenas de su mayor estima. En la Serie “Instrumentos”, de su “Archivo”, Reyes venía publicando “apuntes, notas, elementos de trabajo y estudio”, propios y ajenos, y aun dejó varios cuadernos listos para la imprenta. El cuaderno de Troya ejemplifica bien esa condición instrumental que Reyes les asignaba. De la obra de Young, profesor de latín y griego en la Universidad de Pittsburgh, aprovechó lo conveniente a los intereses del momento: de las 194 pp. de que consta, Reyes sólo utilizó las primeras 84, y éstas en sus manos se convirtieron en 104. Lectura, selección, traducción, reducción, corrección, ampliación, anotación, etc., constituyen la gama de labores que Reyes le imponía a la obra ajena. Una explicación previa a La jornada aquea (Serie D — Instrumentos, Nº 8 del “Archivo de Alfonso Reyes”, México, 1958, 32 pp.) deja en claro el propósito perseguido en estos trabajos:

Este cuaderno se relaciona con el D. 5 (Troya, 1954) publicado en este mismo Archivo, pero sobre todo con el D. 7 (El triángulo egeo, 1958), cuyo asunto continúa, al punto de repetir aquí algunas frases y conceptos. En dicho cuaderno expuse ya el porqué de estas notas, materia prima para mis cursos de El Colegio Nacional y para la elaboración ulterior de páginas más personales que han aparecido o aparecerán en mis obras. Por lo pronto, ésta es tarea preparatoria, donde se mezclan de modo indiscernible lo propio y lo ajeno: instrumentos de mi trabajo, no sus resultados finales.

Esta Troya, pues, se presenta en un estado preparatorio, “donde se mezclan de modo indiscernible lo propio y lo ajeno” y cumplen su función de instrumentos personales a la vez que prestan servicio público de información al neófito. No mucho después, Reyes llevó el cuaderno de Troya a “la elaboración ulterior de páginas más personales que han aparecido o aparecerán en mis obras”. Se presentó el caso en el “Prólogo” a La Ilíada (México, Porrúa Hnos., 1960), “que aprovecha pasajes de mi folleto Troya”, según declaró en la “Noticia bibliográfica” de La afición de Grecia (México, Editorial del Colegio Nacional, 1960, p. 7). De todos modos, el cotejo sistemático con la obra original arroja un saldo favorable. No queda más que contar la historia de la elaboración de esas páginas, tal como lo hicimos con la Mitología, siguiendo el Diario de Reyes.

“Sigo preparando curso para el Colegio Nacional: LA SAGA DE TROYA Y LA ILÍADA. Pero he decidido no comenzar en marzo, sino en abril. Estoy muy cansado” (15 de febrero de 1951: vol. 11, fol. 73); “Prácticamente acabé los apuntes para el curso del Colegio Nacional sobre LA LEYENDA DE TROYA” (18 de febrero: id. & ib.); “Retoco las notas de mi curso sobre LA LEYENDA DE TROYA” (19 de febrero: id. & ib.); “Acabo en el Colegio Nacional, a las 7 p. m., mi cursillo sobre LA LEYENDA DE TROYA, y dejo preparado el nuevo curso sobre EXPLICACIÓN DE LA ILÍADA, que iniciaré el jueves 28 de junio” (17 de mayo: id., fol. 94); “Doy a Alex [Alejandro Reyes, su hermano], para Todo, 19 artículos sobre LA LEYENDA DE TROYA” (23 de abril de 1953: vol. 12, fol. 19). En efecto, entre el 7 de mayo y el 10 de septiembre de 1953, aparecieron semanalmente las 19 inserciones en la revista Todo, de México.

Cuando Reyes, el año siguiente, decidió imprimir Troya por separado, como uno de los cuadernos de su “Archivo”, sólo agregó al texto el párrafo final. El 28 de marzo de 1954, dice: “Preparé otro cuaderno de mi Archivo: TROYA. Muy cansado” (vol. 12, fol. 86). Pero no lo envió a la imprenta sino hasta el 20 de mayo (id., fol. 100); el 2 de junio corrigió pruebas (id., fol. 104) y el 12 dio el “tírese” a la edición de 100 ejemplares (id., fol. 106). El 21 de junio, escribe: “Me entregan mis 100 ejemplares de TROYA de mi Archivo” (id., fol. 108). Estos comienzan a repartirse, dentro y fuera de México, entre los especialistas y amigos. Algún ejemplar queda todavía el 9 de junio de 1957; veamos su destino, aunque sea a título de anécdota: “Los hermanos González Casanova [de visita]. Les doy folletos, y entre ellos la Troya para que Pablo disipe dudas mitológicas que su hijito de 6 años me consultó ¡por teléfono!” (vol. 14, fol. 64).

La 2ª sección de Los HÉROES consta de cuatro capítulos, de los cuales únicamente los dos primeros más cortos se habían copiado a máquina; se incorporan las correcciones y adiciones manuscritas de Reyes en esas páginas mecanografiadas. Los dos últimos capítulos se encontraban en primera versión autógrafa y entre ellos, a nuestras luces, hay una laguna que intentamos suplir con la nota al pic que va al final del capítulo tercero y la “Genealogía aquea” que se imprime inmediatamente antes del cuarto. Con todo, la redacción de ambos es muy segura y no desmerece en el conjunto; tampoco han necesitado más notas o corchetes que el resto del original, y, estrictamente, mucho menos. Pero la ausencia de numeración en los párrafos del capítulo IV de la 2ª sección y en los del VI de la 1ª nos indica que Reyes no los daba aún por terminados, pues esa numeración, es de suponerse, era tarea de última hora. El propio capítulo IV de la segunda sección (“La Acaya Argólida”) no estaba en el índice ms., pero al encontrarlo autógrafo y junto a los otros tres, así lo numeramos y situamos, de acuerdo con el “Proemio” de Las Leyendas Locales.

Hasta es posible que Reyes hubiera pensado, conforme a la clasificación del “Proemio”, continuar “Las Leyendas Locales” con el material correspondiente a la Acaya Odiseana y la Egea. Una primera versión de “Los Argonautas”, bajo el título general de “Por los mares de Grecia”, se había publicado en la revista Humanismo, de México, noviembre y diciembre de 1952, Nos. 5 y 6, pp. 50-54 y 44-47, respectivamente, que fue continuada, bajo el mismo rubro, con “Las aventuras de Odiseo”, en la misma revista, enero-febrero, marzo-abril y agosto de 1953, Nos. 7-8, 9-10 y 13, pp. 34-36, 53-56, y 71-73, respectivamente; pero Reyes las dejó pendientes con un “continuará” en la última entrega, y por noviembre de 1958, en carta enviada al autor de estas líneas, ya clasificaba esas páginas entre sus trabajos exclusivamente geográficos. Ya comenzaba a considerarlas así desde la época de su redacción, pues en el Diario, a 28 de agosto de 1952, anota: “Lo de Los ARGONAUTAS se juntó al ODISEO, haciendo ensayo mítico, histórico geográfico, que ofrecí ya a Humanismo...” (vol. 11, fol. 186). Otras páginas relativas a “Leyendas griegas del mar” elaboró Reyes en julio de 1957 (vol. 14, fols. 71, 73, 74 y 78), de las cuales sólo dos vieron luz pública: “El cuento de Proteo”, en El Diario, La Paz, Bolivia, 21 de junio de 1959; en La Prensa, Buenos Aires, y en México en la Cultura, México, el mismo día 5 de julio de 1959; y “La Atlántida”, enviada el 11 de mayo de 1959 al almanaque Previsión y Seguridad, de Monterrey, N. L., para el volumen de 1960. Infortunadamente, una disposición testamentaria de Reyes suspende la publicación de este material por razones de imposibilidad física de desentrañar “lo propio y lo ajeno” que ahí se mezcla. Sólo un trabajo de equipo discerniría lo suficiente para salvar millares de páginas alcanzadas por tan severo ordenamiento.

Las siete piezas del “Apéndice”, que a continuación se declaran, se reconstruyeron con la regla adoptada de no perder rasgo de la pluma de Reyes. Entre el cúmulo de notas, apuntes y páginas en ms. no utilizados por su autor en el orbe mitológico precedente, se aprovechó todo lo aprovechable, desde una traducción anotada, muy significativa, hasta los desarrollos laterales, proyectos discontinuados y notas sueltas. Aquí nuestros asteriscos y adiciones entre corchetes son más numerosos, a fin de relacionar dichas piezas con el cuerpo de la Religión y de la Mitología, de las que son desprendimientos o semillas: I) “Mitología”, traducción del ensayo francés de Marguerite Yourcenar, la erudita novelista de las Mémoires d’Hadrien (1951), constituye por sí sola una aportación novedosa y funcional con la que Reyes mostró afinidad; la simpatía con que la vio aparecer en 1944 se patentiza en la traducción y anotación inmediatas, como también en su conferencia sobre “El mito griego en el teatro francés contemporáneo”, dictada en el Instituto Francés de la América Latina el 8 de agosto de 1952. No debe olvidarse que Reyes aceptó el desarrollo troyano de Young, que llega a nuestros días, y que aquí mismo, en “Los Argonautas” (§ 38, p. 70), miraba con buenos ojos el tratamiento que “el moderno dramaturgo Anouilh” da a su Médée (1946). A este respecto también debo declarar, aunque parezca inmodestia, la aprobación que dio Reyes a nuestro trabajo sobre “Hércules y Onfalia, motivo modernista” (1959), investigación histórico-literaria que subraya el valor del mito como lenguaje simbólico (Memoria del IX Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana. New York, Columbia University, 1962, pp. 41-54). Las “simpatías y diferencias” de Reyes con la doctrina mitológica de Marguerite Yourcenar lo llevaron al caso de introducir reparos en varias notas y una enmienda en el propio texto, que, por lo demás, es prueba elocuente de apropiación simpatética. Cuando Marguerite Yourcenar se refiere a “l’horreur sacrée des dieux Mayas”, Reyes tradujo sobre la marcha: “el sagrado horror de nuestros dioses indígenas”, lo que no sólo salva una ligereza de la versión original, sino muestra también la identificación de la pluma mexicana. II) “Los Castigos Olímpicos” (título nuestro) son páginas mss. que figuraban en una primera versión de la Religión (Iª parte, III, 3); Reyes las conservó en espera de utilizarlas más tarde. III) y IV), proyecto no continuado por Reyes de publicar unas “Apuntaciones mitológicas” que iban brotando de las “páginas sacrificadas” de su Mitología; redactó únicamente y de manera fragmentaria la historia de “El rey Atamas”, pero en el ms. dejó una lista de su propósito: Protesilao, Los Gigantes, Las Mujeres de Lemnos, Glauco, Los Argonautas, con el apunte de las fuentes que utilizaría. V) “Ino-Leucotea: Melicertes-Palemón”, páginas retiradas de la Mitología (III, 3, II, 11-13), seguramente por considerarlas demasiado especializadas. VI) “Ascendencia de Jasón”, páginas desprendidas de “Los Argonautas” (Mitología, 2ª parte, IV, § 15), que aquí ilustran ahora el cuadro de la “Genealogía aquea”. Y VII) “Procne y Filomela”, fragmento de la fábula etiológica que Reyes dejó esbozada en diversos pasajes de la Religión y de la Mitología y que por seguro no pensó continuar.

Siguen a continuación los “estudios helénicos” de Junta de sombras, volumen nunca reimpreso en vida de Reyes y sólo hoy incorporado a sus Obras Completas. Junta de sombras significó un alto en el camino del Reyes helenista, entre La crítica en la Edad Ateniense (1941) y La antigua retórica (1942, ya en el tomo XIII de estas Obras, y los tratados póstumos de Religión y Mitología, cuya publicación hoy se concluye. No menos de diez años llevó Reyes en la redacción y organización de los 28 ensayos, sin contar el epígrafe preliminar, que formaron el volumen de Junta de sombras en 1949. Sus fechas de composición van de 1939 a 1945, pero el título que los agrupó aparece por primera vez en su Diario al referirse a un “librito que preparo bajo el título de Junta de sombras” el 9 de diciembre de 1943 (vol. 9, fol. 84) y sólo fue enviado a la imprenta en septiembre de 1948. Sin embargo, antes y después, la obra sufrió retoques en la redacción y en el ordenamiento de los ensayos. En la presente edición se incorporan todas las correcciones manuscritas por Reyes en su ejemplar personal y se hacen las exclusiones previstas por él, que adelante se declaran. En seguida, según el Diario de Reyes, las fechas al calce de los ensayos y los datos bibliográficos de las inserciones previas en publicaciones periódicas, referiremos la historia de este volumen.

“Fastos de Maratón”, la pieza más antigua, es el fragmento mayor del discurso de Reyes como miembro de número de la Academia Mexicana correspondiente de la Española. Electo el 20 de septiembre de 1939, redactó el discurso completo el 26 del mismo mes y año, tal como dice la fecha al calce. Pronunció el discurso en ceremonia pública el 19 de abril de 1940, pero éste permaneció inédito hasta su aparición en Junta de sombras; el exordio, que elogia a su antecesor en la silla académica Nº XVII, don Federico Gamboa, y celebra los méritos literarios de su padre, el Gral. Bernardo Reyes, fue excluido y aún permanece inédito, aunque sirvió de germen a las Parentalia (1954 y 1958) y a los póstumos Albores (1960). Reyes era miembro correspondiente de la Academia desde el 23 de octubre de 1918, a la sazón en Madrid, y en su última etapa mexicana llegó a ser Director de este instituto, a partir del 17 de mayo de 1957 en que tomó posesión. “Parrasio o de la pintura moral”, fechado en septiembre de 1940, en México, apareció en La Prensa, de Buenos Aires, el 27 del mes siguiente. “Un ateniense del siglo IV a. C.”, de 1941, es el capítulo 7 de la parte X de La crítica en la Edad Ateniense (1941), que aquí se excluye por estar ya en las Obras Completas, XIII, pp. 530-539, aunque Reyes a última hora pensaba que su lugar definitivo estaba en Junta de sombras; véase la primera nota a “La nave de Demetrio Faléreo”. “En el nombre de Hesíodo” y “Los Persas de Esquilo” se publicaron en El Nacional, de México, 1º de abril y 13 de mayo de 1941, respectivamente. “Hipótesis de Agatón” apareció en La Prensa, de Buenos Aires, 10 de mayo de 1942. Una primera versión más breve de “De cómo Grecia construyó al hombre” apareció como reseña de la Paideia de Werner Jaeger en El Noticiero Bibliográfico del Fondo de Cultura Económica, agosto de 1942. “El cuento del marsellés” fue la primera colaboración de Reyes en la revista Todo, de México, donde apareció el 22 de octubre de 1942; según el Diario, lo había escrito pocos días antes, el 13 de octubre (vol. 9, fol. 64). “La novela de Platón”, en la misma revista, 3 de diciembre; según el Diario, ya estaba escrita el 10 de noviembre de 1942 (id., fol. 65).

“La helenización del mundo antiguo” fue la lección inaugural de Reyes en los cursos de invierno de la Facultad de Filosofía y Letras, dictados entre el 26 de enero al 11 de febrero de 1943. Se incluyó en penúltimo lugar y a última hora en Junta de sombras; había aparecido poco antes en la Memoria de El Colegio Nacional correspondiente a 1948, pp. 141-166, y ahora se excluye, de acuerdo con Reyes, por quedar absorbida en La filosofía helenística (México, Fondo de Cultura Económica, 1959, pp. 13-40), con excepción de los dos primeros parágrafos que explicaban “el presente curso” (Junta de sombras, pp. 346-348). “Elio Aristides o el verdugo de sí mismo” se escribió entre el 11 y el 28 de febrero de 1943 (Diario, vol. 9, fols. 67-69) y se publicó en La Prensa, de Buenos Aires el 25 de abril del mismo año. “Los últimos Siete Sabios”, para el 8 de marzo de 1943, ya estaban escritos, pues ese día los corrigió porque “necesitaban retoques”, con seguridad para enviarlos al 1er. Nº de El Hijo Pródigo, México, donde aparecieron el 15 de abril siguiente; éste es el único ensayo del libro que ha sido traducido al francés: La Licorne, París, otoño de 1948, III, pp. 169-182.

Doce ensayos de tema helénico llevaba Reyes en diciembre de 1943 cuando pensó reunirlos bajo un título común, pero quiso revisar el material acumulado hasta el día. El 9 de diciembre escribe en su Diario: “Estudiando la Paideia para corregir la reseña que hice e incorporarla en el librito que preparo bajo el título de Junta de sombras” (vol. 9, fol. 84). “Sigo lentamente corrigiendo recensión Jaeger, Paideia, para ver si la incluyo en Junta de sombras” (13 de diciembre: id. & ib.); “Decido reservar para otra cosa el estudio de la Paideia, y completo con otras cosas nuevas (EL MITO DE PROTÁGORAS, LA ESTRATEGIA DEL ‘GAUCHO’ AQUILES, etc.) el libro en preparación Junta de sombras” (27 de diciembre: id., fol. 85). Así llegó al final del año: “...y de tarde, trabajando en la teórica griega para Junta de sombras” (31 de diciembre de 1943: id. & ib.); la nueva versión de “De cómo Grecia construyó al hombre”, notablemente aumentada, se entregó a Educación Nacional, Nº 1, donde apareció a principios de 1944. Y “El mito de Protágoras” y “La estrategia del ‘gaucho’ Aquiles”, escritos a fines del año anterior, se publicaron en Todo, 20 de enero y 10 de febrero de 1944, respectivamente. Un nuevo ensayo, que habría de ser el inicial del volumen, redactó Reyes por estos días, puesto que el 6 de marzo escribe en el Diario: “Corregí copia [de] LA CUNA DE GRECIA” (vol. 9, fol. 97). Se publicó posteriormente, antes de aparecer en el volumen en Asomante, de Puerto Rico, enero-marzo de 1946, y en Todo, 13 de mayo de 1948, pero ahora se excluye, de acuerdo con Reyes, porque él lo pasó como primera pieza a El triángulo egeo (México, Archivo de Alfonso Reyes, Serie D — Instrumentos, Nº 7, 1958, pp. 5-10), estudio monográfico donde debe conservarse. Otro ensayo, “El despertar de Mileto”, fechado en 1944, no figura en el Diario ni en los registros bibliográficos ni en los recortes periodísticos de Reyes; al parecer pasó inédito a Junta de sombras.

Otros siete ensayos vinieron a sumarse este año de 1944: “El trágico destino de Melos”, aunque fechado en 1943, se publicó en Todo el 9 de marzo de 1944; “Aspectos de la lírica arcaica”, en Cuadernos Americanos, número de marzo-abril; “Un dios del camino”, escrito el 25 de julio, según el Diario (vol. 9, fol. 109), fue destinado a Multitud, revista de Pablo de Rokha, pero no apareció; en octubre fue remitido a Asomante, Puerto Rico, que lo publica en enero-marzo de 1945. “Sobre fundación de ciudades” vio la luz en la Revista de las Indias, de Bogotá, junio-julio de 1944; “Los filósofos de las islas”, en El Hijo Pródigo, en noviembre; “Contorno de Aristóteles”, en Occidente, también de México, noviembre-diciembre de 1944, pero ya estaba redactado en septiembre (vol. 9, fols. 124-125). “La historia antes de Heródoto”, ya fue escrita a fines del año y no se publicó sino hasta que estaba en prensa Junta de sombras. Por el Diario sabemos que el 14 de diciembre Reyes estaba “preparando conferencia de invierno para Filosofía y Letras [curso de] invierno, sobre LA HISTORIA ANTES DE HERÓDOTO” (id., fol. 129). “A las 6 [p. m.] en la Facultad de Filosofía y Letras leí mi conferencia sobre LA HISTORIA ANTES DE HERÓDOTO” (16 de enero de 1945: id., fol. 131).

“La aurora de la investigación” también es de 1944, pero sólo apareció el año siguiente, en Orbe, México, 1º de julio de 1945. Lo mismo “La nave de Demetrio Faléreo”, publicada en La Prensa, de Buenos Aires, en agosto de 1945. El “Prólogo a Bérard”, del propio 1945, se publicó en Cuadernos Americanos, número correspondiente a julio-agosto, con el título completo de “En torno a Homero (Prólogo a Bérard)”, como que, efectivamente, fue escrito para abrir la obra Resurrección de Homero, en traducción de Alfonso Alamán (México, Editorial Jus, 1945, pp. 11-36). “Eurínomo y la venganza de Ulises”, del mismo año, salió en Todo, el 16 de agosto, y “Hacia la Edad Media” fue leída, pero permaneció inédita hasta la aparición del libro, el 28 de agosto de 1945: “Doy una conferencia HACIA LA EDAD MEDIA en el seno de la Sociedad de Alumnos de Filosofía y Letras” (vol. 9, fol. 137). Esta pieza, que fue la última del volumen, cerró por el momento los planes editoriales de Reyes. Sólo volvió a ellos tres años más tarde.

Por mayo de 1948 escribe en su Diario: “Organizo Junta de sombras, libro para El Colegio Nacional” (16 de mayo: vol. 10, fol. 155); “Copiando páginas de Junta de sombras” (17 de mayo: id. & ib.); “Examiné entre ayer y hoy copias de... Junta de sombras” (25 de mayo: id., fol. 156); “Copias... Junta de sombras” (2 de julio: id., fol. 160); “El Colegio Nacional acepta publicar mi Junta de sombras, que estoy copiando” (8 de julio: id., fol. 161); “Dejo a J[osé] L[uis] Martínez, para El Colegio Nacional que ha de imprimirla, el texto de Junta de sombras. Empiezo a preparar... también para edición en folleto [que] queda en manos de Joaquín Díez-Canedo, PARRASIO O DE LA PINTURA MORAL” (21 de agosto: id., fol. 164); “Varios días en Cuernavaca. Acabé LECTURA Y ANÁLISIS DE LA ‘ILÍADA’ para futuro curso. Sigo mi traducción de la Ilíada... Al volver a México, digo a Joaquín Díez-Canedo que ya no quiero hacer el PARRASIO suelto, puesto que ya di a imprenta todo el volumen Junta de sombras, que lo comprende” (4 de septiembre: id., fol. 165); “Encerrado con la Ilíada. Voy en el verso 750 de la Rap. II. Me falta un centenar para acabar esta Rapsodia. Es la más dura, por los catálogos de tropas. No la tradujo por eso Lugones.—Inauguro lectura de Junta de sombras llamándole Momentos e imágenes de Grecia en el Colegio Nacional” (septiembre: id., fol. 167); “Doy datos para [la] nueva Memoria [del] Colegio Nacional y LA HELENIZACIÓN DEL MUNDO ANTIGUO, que también podrá ser penúltimo ensayo de Junta de sombras” (21 de octubre: id., fol. 169).

Mientras el libro estaba en la imprenta llegó el nuevo año de 1949. Entre el 3 de marzo y el 19 de mayo, Reyes dio a la revista Todo la versión definitiva de su antigua reseña de la Paideia, XII inserciones consecutivas que van del Nº 808 al 819. Quizá la acogida del público lo hizo pensar de nuevo en incluirla en el libro en prensa, como en efecto lo hizo, bajo el título primitivo de “De cómo Grecia construyó al hombre”. El día de la última inserción, 19 de mayo, recibió “Pruebas de Junta de sombras. José Luis [Martínez] se queda a cenar conmigo” (vol. 10, fol. 194), seguramente para ayudarlo en la corrección. El 14 de julio, dice, “De tarde, acabé en El Colegio Nacional mi curso Figuras e imágenes de Grecia, que dará al libro (ya en prensa) Junta de sombras” (id., fol. 201). Entre las pruebas y la aparición todavía tuvo oportunidad de publicar en la revista Todo 8 inserciones más con el ensayo sobre “La historia antes de Heródoto”, del 26 de mayo al 14 de julio, Nos. 820-827. La conclusión del curso coincidió con la última inserción. Pero la impresión del libro iba muy despacio, por cuidadosa, y la salud de Reyes no era buena. El 21 de septiembre apunta en su Diario: “En la tarde logro levantarme y corregir pruebas de Junta de sombras” (vol. 11, fol. 5). “Acabé la corrección de pruebas de Junta de sombras. Recibí carta del patriarca del helenismo contemporáneo, Gilbert Murray, agradeciendo mi traducción de su Eurípides” (23 de septiembre: id., fol. 6), publicada por el Fondo de Cultura Económica este mismo año, en su colección de “Breviarios”, Nº 7. En los meses de octubre y noviembre, Reyes pasó varios días de recuperación y retiro helenista en Cuernavaca; el 24 de noviembre, a su regreso a México, escribe: “Allá me llevaron José Luis Martínez y Sra. 3 primeros ejemplares de mi libro Junta de sombras, Colegio Nacional” (id., fol 10). La edición, en verdad lujosa, pero sobria, había sido proyectada y cuidada con esmero por el discípulo José Luis Martínez, quien encargó especialmente al pintor Ricardo Martínez ilustraciones originales para cada uno de los ensayos. El pintor, que entonces iniciaba su madurez y es internacionalmente valorado por sus dotes de serenidad plástica no exenta de dramatismo, ejecutó un número de dibujos muy superior al del encargo a fin de que los necesarios fueran seleccionados con exigencia. El resultado, de singular compenetración de temas y artes, puede hoy volver a percibirse, gracias a la opinión concorde de la casa editorial y del presente editor de las Obras de Reyes, de que aquel todo armónico no debía perderse, antes se ha reforzado, extendiéndolo a la totalidad del actual volumen, como luego se indica. La descripción bibliográfica es la siguiente:

JUNTA DE / SOMBRAS / ESTUDIOS HELÉNICOS / por Alfonso Reyes / MIEMBRO DE EL COLEGIO NACIONAL / [escudo de El Colegio Nacional y monograma] / EDICIÓN DE EL COLEGIO NACIONAL / Calle de Luis González Obregón, Núm. 23. / MÉXICO, D. F. / M-CM-XLIX.

4º, 394 pp. + 1 h. de colofón. En la p. 4, s. n. hay esta razón: “De esta obra se han impreso mil ochocientos ejemplares en papel Biblios y doscientos en papel Chamois, estos últimos numerados y reservados para los miembros de El Colegio Nacional y las instituciones científicas. Ejemplar Número ***”. El epígrafe, que consta en e índice, cae en la p. 7, s. n. El índice corre en las pp. 393-394. El colofón, p. 395, s. n., dice: “Este libro que publica El Colegio Nacional se acabó de imprimir el día 22 de octubre de 1949, en los talleres de Gráfica Panamericana, S. de R. L., Pánuco 63, México, D. F. Se encuadernó en Encuadernación Zenzontle, Pánuco y Usumacinta. La edición estuvo al cuidado de José Luis Martínez.” Uno de los primeros ejemplares numerados fue remitido por Reyes al autor de las ilustraciones, con la siguiente dedicatoria autógrafa: “A D. Ricardo Martínez de Hoyos, / que acompañó este libro / con arte tan exquisito, / con la gratitud de / Alfonso Reyes / 1949.”

A diferencia de lo acostumbrado con otras obras de Reyes, la crítica que despertó la aparición de Junta de sombras fue poco numerosa, pero incluye, ciertamente, firmas de calidad. No faltaron lectores cuidadosos, que incluso estuvieron atentos al decoro tipográfico y textual, como lo revela una nota del Diario de Reyes, del 4 de febrero de 1950: “Me señala Pepe Moreno Villa una línea entera caída en la pág. 15 de mi Junta de sombras” (vol. 11, fol. 19). Se trata de la línea 4ª, error insalvable ocurrido ya durante el tiraje, que Reyes repuso manuscrita en su ejemplar y que se ha tomado en cuenta en la presente edición. La lista de comentarios bibliográficos y críticos se detalla a continuación:

Medardo Vitier, “Valoraciones: Junta de sombras”, en el Diario de la Marina, La Habana, 19 y 28 de abril de 1950. Reproducido en Páginas sobre Alfonso Reyes, II, Monterrey, N. L., Universidad de Nuevo León, 1957, pp. 133-141. En una nota del Diario de Reyes, que adelante se transcribe, parece aludirse a este trabajo.

Anónimo, “Junta de sombras por Alfonso Reyes”, en La Prensa, Buenos Aires, 23 de abril de 1950.

Anónimo, “Libros. Admirable ejemplo: Junta de sombras. Estudios helénicos por Alfonso Reyes”, en Tiempo, México, 26 de mayo de 1950. A 25 de mayo, se lee en el Diario de Reyes: “Tiempo publica una nota muy elogiosa para mí sobre Junta de sombras, pero tan incomprensiva y provinciana por la incultura de México y el atraso mental que revela. ¡Hasta en Cuba han sido capaces de entenderlo mejor!” (vol. 11, fol. 36).

Anónimo, “Libros: Junta de sombras. Estudios helénicos, por Alfonso Reyes”, en México en la Cultura, Buenos Aires, abril-mayo-junio de 1950, Nº 5.

Azorín, “Alfonso Reyes”, en A B C, Madrid, 22 de julio de 1950, Nº 13 849, p. 1. Reproducido en Páginas sobre Alfonso Reyes, II, pp. 147-149.

Carlos de Saravia, “Madrid al día: Junta de sombras. Estudios helénicos de Alfonso Reyes”, en Novedades, México, 30 de julio de 1950. Es la noticia enviada desde Madrid el 23 de julio por el corresponsal de Novedades sobre el artículo anterior de Azorín.

A. F. G. Bell, “Alfonso Reyes, Junta de sombras”, en Books Abroad, Norman, Oklahoma, Summer 1950.

En esta edición se utilizan todas las correcciones, adiciones y supresiones que Reyes creyó necesarias en el ejemplar de Junta de sombras de su propiedad. Esto incluye todo lo relativo a la trascripción y acentuación de nombres griegos, en lo que estaba el autor atento a unificar y poner al día su sistema. Las supresiones de textos se reducen a tres ensayos: “La cuna de Grecia”, “Un ateniense del siglo IV a. C.” y “La helenización del Mundo Antiguo”. Antes hemos declarado su ubicación definitiva. Nuestras notas se refieren a la cronología y bibliografía periodística de los ensayos reunidos bajo este título y los relacionan con los materiales afines diseminados en el resto de la obra de Reyes. Alguna nota trata de llenar omisiones anteriores, como la dedicada a José Enrique Rodó, en el § 1 de “De cómo Grecia construyó al hombre”. La supresión de los tres ensayos mencionados nos ha permitido utilizar sus respectivas ilustraciones en otros lugares del volumen. Asimismo, la generosidad de Ricardo Martínez puso a nuestra disposición todos los dibujos originales no aprovechados en la primera edición, que él conservaba inéditos, para ilustrar con ellos todas las piezas aquí publicadas.

Quiero dar las gracias una vez más a las instituciones y personas que me han otorgado la confianza y el tiempo necesarios para la ejecución de este trabajo, que ahora permiten al lector tener en sus manos uno de los volúmenes más arduos y bellos de la obra de Reyes.

ERNESTO MEJÍA SÁNCHEZ

Instituto Bibliográfico Mexicano.

I

MITOLOGÍA GRIEGA: LOS HÉROES

I. LOS GRANDES CICLOS

I. PROEMIO

1. HEMOS dicho que los héroes son criaturas terrestres y, en principio, mortales; antepasados de jurisdicción más vasta que los simples abuelos, y algo como unos santos patronos de los pueblos y los lugares; pero nunca, como los dioses, unos amos del universo. Homero ignora todavía, o finge ignorarlo, el culto de los héroes, y también el culto de los difuntos. Pero adviértase que, aunque de condición sobrehumana por este o el otro concepto, no todos los héroes pertenecen al culto: sólo algunos que ascienden a la categoría de dioses menores —Héracles, Asclepio, Anfiarao—, o que conservan el resabio de su categoría divina anterior, doblada al peso de la religión olímpica invasora: las ninfas en que se refracta Ártemis, los tipos de Jacinto y Trofonio. No todos los héroes llevan, pues, en la mochila el bastón del mariscalato. Quienes alcanzan este honor se conforman con situaciones modestas, adoraciones locales, fama de provincia. El único héroe que subió al Olimpo fue Héracles, pero todavía por la escalera de servicio y como pinche de las celestes cocinas. La gran mayoría de los héroes pertenece solamente al folklore, al fondo étnico de la imaginación griega, y muchas veces suple así, con leyendas más o menos poéticas, la ignorancia de los antiguos sobre su prehistoria. Y como los mitos heroicos eran la memoria de los desmemoriados, ya se comprende que domina en ellos el carácter commemorativo.*

Al narrar los mitos de los dioses, nos vimos llevados a anticipar, de pasada, algunas leyendas heroicas. Sólo volveremos sobre ellas cuando se ofrezcan desarrollos que lo justifiquen. Como no lo pretendimos para los dioses, tampoco aquí nos empeñaremos en contar de una vez todos los episodios que atañen a cada personaje. Encontraremos a los héroes aquí y allá en nuevas posturas, al igual de lo que acontece en la vida, antes o después de sernos presentados en una ceremonia especial. Y, como los héroes pisan siempre la tierra, a veces habrá que recordar ciertas circunstancias terrestres o casi históricas que los rodean y explican. En cambio, desde ahora cabe notar que la filosofía y los principios del mito han quedado ya descargados en los dioses: los héroes —independientemente de interpretaciones subjetivas o de esclarecimientos técnicos— sólo nos proveen cuentecitos y amenidades, o ejemplos para repetir las reflexiones ya hechas.

2. Los héroes provienen: 1) del ayuntamiento entre deidades y héroes, o entre deidades y figuras míticas consideradas como humanas; 2) de padres que también son ya héroes; y 3)