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«Continúan sorbiendo el café mientras la escena se desarrolla en el apartamento de enfrente. La suave brisa hace que las cortinas se abran más, y ahora tienen una vista completa de la hermosa pareja que entrelaza sus cuerpos. Hannah y Fabian empiezan a temblar de excitación mientras contemplan la escena que se presenta ante ellos. El hombre, que solo lleva una toalla en la cintura, empuja contra la espalda de la mujer. Sus manos le acarician el cabello y se deslizan hacia abajo por su largo cuello, hasta sus pechos».A Hannah y Fabian les encanta disfrutar de la terraza de su precioso apartamento en la Costa Azul, sobre todo los fines de semana. Mientras desayunan tranquilamente, ven a una apasionada pareja en el apartamento frente al suyo. Ella lleva ropa interior, él tan solo una toalla... el espectáculo está a punto de comenzar.-
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Seitenzahl: 21
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Nicolas Lemarin
LUST
Que comience el espectáculo
Original title:
Vies à vue
Translated by Raquel Luque Benítez
Copyright © 2020 Nicolas Lemarin, 2020 LUST, Copenhagen.
All rights reserved ISBN 9788726462654
1st ebook edition, 2020. Format: Epub 2.0
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Hannah y Fabian son muy felices en su apartamento de la Costa Azul. La terraza con vistas al Sur siempre está bañada por la luz del sol. Durante las perezosas mañanas de sábado, les encanta relajarse ahí mientras disfrutan del café del desayuno.
Este sábado ha comenzado como cualquier otro, excepto porque hace algo más de calor que los días anteriores; el verano se acerca a pasos agigantados. Como de costumbre, Hannah y Fabian se han despertado a una hora razonable y han disfrutado de agradable sexo mañanero antes de instalarse al sol en la terraza. Mientras disfrutan de la adrenalina posorgásmica, comienzan la lenta mañana de sábado echando un vistazo a los apartamentos de los vecinos. En el apartamento de enfrente, en la tercera planta, algo llama la atención de Fabian. Le da un codazo a Hannah y esta se gira a mirar hacia la ventana que está a unos cincuenta metros de distancia. Apenas se puede vislumbrar una mujer. No lleva puesto nada excepto la ropa interior y, por la forma en la que se mueve, parece estar bailando al ritmo de la música. Fabian y Hannah se quedan fascinados por su exuberante cuerpo, mientras la mujer da vueltas, perdida en el tiempo. A continuación, una nueva figura aparece en la habitación.
—Mira, ¡hay un hombre! —señala Hannah con entusiasmo— Parece que está excitado… ¿crees que van a empezar su día como nosotros?
—Tiene pinta —contesta Fabian—. No parece que tenga prisa por vestirse.
—¡Eso es verdad! —ríe Hannah.