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Imagínate en el Siglo de Oro español, sumergido en una comedia donde la pasión, el enredo y la fantasía se entrelazan en un torbellino de emociones. "Casa con dos puertas, mala es de guardar" de Pedro Calderón de la Barca es un viaje a través de las intrigas amorosas y las artimañas que te mantendrán al borde de tu asiento.
Esta obra maestra teatral nos transporta a un mundo de comedia y enredo donde nada es lo que parece. En esta casa, con dos puertas y múltiples secretos, la trama se desarrolla con giros inesperados y personajes cautivadores que te mantendrán adivinando hasta el último acto.
La pasión y la astucia son los ingredientes principales de esta historia, donde el amor se entrelaza con la complicidad y la magia de la intriga. Calderón de la Barca nos regala diálogos brillantes y situaciones cómicas que te harán reír y enamorarte del teatro clásico.
En la quietud de la lectura, sentirás la energía de la comedia clásica española, donde los personajes juegan al juego del amor y el destino. La dualidad de las puertas simboliza la dualidad de las relaciones humanas, donde a veces es difícil distinguir lo verdadero de lo falso.
"Casa con dos puertas, mala es de guardar" es más que una comedia; es una ventana al pasado lleno de vida y emoción. Es un recordatorio de que las artes escénicas son atemporales y que el ingenio y la maestría de Calderón de la Barca siguen conquistando corazones a lo largo de los siglos. ¡Prepárate para sumergirte en este fascinante mundo donde la risa y el amor se entrelazan en una danza inolvidable!
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Pedro Calderón de la Barca
CASA CON DOS PUERTAS, MALA ES DE GUARDAR
PERSONAJES
LISARDO, galán.
DON FÉLIX, galán.
CALABAZAS, criado.
UN ESCUDERO.
FABIO, viejo.
MARCELA, dama.
LAURA, dama.
SILVIA, criada.
CELIA, criada.
LELIO, criado.
Salen MARCELA y SILVIA en corto con mantos, como recelándose, y detrás LISARDO y CALABAZAS.
MARCELA ¿Vienen tras nosotras?
SILVIA Sí.
MARCELA Pues párate. -Caballeros,
desde aquí habéis de volveros,
no habéis de pasar de aquí,
porque si intentáis así 5
saber quien soy, intentáis
que no vuelva donde estáis
otra vez, y si esto no
basta, volveos, porque yo
os suplico que os volváis. 10
LISARDO Difícilmente pudiera
conseguir, señor, el sol
que la flor del girasol
su resplandor no siguiera.
Difícilmente quisiera 15
el norte, fija luz clara,
que el imán no le mirara,
y el imán difícilmente
intentara, que obediente
el acero le dejara. 20
Si sol es vuestro esplendor,
girasol la dicha mía,
si norte vuestra porfía,
piedra imán es mi dolor;
si es imán vuestro rigor, 25
acero mi ardor severo.
Pues ¿cómo quedarme espero,
cuando veo que se van,
mi sol, mi norte y mi imán,
siendo flor, piedra y acero? 30
MARCELA A esta flor hermosa y bella,
términos el día concede,
bien como a esa piedra puede
concederlos una estrella,
y pues él se ausenta, y ella, 35
no culpéis la ausencia mía;
decid a vuestra porfía,
piedra, acero o girasol,
que es de noche para el sol,
para la estrella de día. 40
Y quedaos aquí, porque
si este secreto apuráis,
y a saber quién soy llegáis,
nunca a veros volveré
a aqueste sitio, que fue 45
campaña de nuestro duelo;
y puesto que mi desvelo
me trae a veros aquí,
creed de mí que importa así.
LISARDO De vuestro recato apelo, 50
señora a mi voluntad,
y supuesto que sería
no seguiros cortesía,
también será necedad.
Necio o descortés, mirad 55
cuál mayor defecto es,
veréis [que] el de necio, pues
no se enmienda, y así a precio
de no ser, señora, necio,
tengo de ser descortés. 60
Seis auroras esta aurora
hace que en este camino
ciego el amor os previno
para ser mi salteadora:
tantas ha que a aquella hora 65
os hallo a la luz primera,
oculto sol de su esfera,
de su campo rebozada
ninfa, deidad ignorada
de su hermosa primavera. 70
Vós me llamastis, primero
que a hablaros llegara yo;
que no me atreviera, no,
tan de paso y forastero.
Con estilo lisonjero, 75
áspid ya de sus verdores,
no deidad de sus primores,
desde entonces fuistes; pues
áspid, que no deidad, es
quien da muerte entre las flores. 80
Dijístisme que volviera
otra mañana a este prado,
y puntüal mi cuidado
me trujo como a mi esfera.
No adelanté la primera 85