2,99 €
"El pintor de su deshonra" es una destacada obra teatral escrita por el dramaturgo español Pedro Calderón de la Barca. La obra pertenece al género de teatro del Siglo de Oro español y se destaca por su compleja trama y exploración de temas como el honor, la venganza y la justicia.
La historia se centra en la figura de César, un pintor que regresa a España después de una larga ausencia debido a sus viajes artísticos. Al regresar, descubre que su esposa, Marcela, ha sido acusada de adulterio. A pesar de que César ama a su esposa y duda de su culpabilidad, la presión de la sociedad y su propio sentido de honor lo llevan por un camino oscuro. César toma medidas extremas y se involucra en una trama retorcida de venganza para defender su honor y limpiar el nombre de su esposa.
La obra explora temas de celos, desconfianza, obsesión por el honor y los peligros de la venganza. A través de los personajes y sus acciones, Calderón de la Barca plantea preguntas sobre la naturaleza del honor y la justicia, así como las consecuencias devastadoras de ceder a la ira y los celos.
"El pintor de su deshonra" es una obra que ofrece una visión profunda de la psicología humana y los dilemas morales. Calderón de la Barca utiliza su maestría en el lenguaje y el drama para presentar una historia cautivadora que sigue siendo relevante en la actualidad.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Copyright 2023
Cervantes Digital
All rights reserved
Pedro Calderón de la Barca
EL PINTOR DE SU DESHONRA
Personajes:
DON JUAN ROCA.
JUANETE, su criado.
DON LUIS, viejo.
PORCIA, su hija.
DON ÁLVARO, su hermano.
DON PEDRO, viejo.
SERAFINA, su hija.
EL PRÍNCIPE DE URSINO.
FLORA, criada.
JULIA, criada.
CELIO.
FABIO.
[BELARDO, vejete.]
Sale DON JUAN vestido de camino por una puerta y DON LUIS por otra.
DON LUIS
Otra vez, don Juan, me dad,
y otras mil veces los brazos.
DON JUAN
Otra y otras mil sean lazos
de nuestra antigua amistad.
DON LUIS
¿Cómo venís?
DON JUAN
Yo me siento 5
tan alegre, tan ufano,
tan venturoso, tan vano,
que no podrá el pensamiento
encareceros jamás
las venturas que poseo, 10
porque el pensamiento creo
que aun ha de quedarse atrás.
DON LUIS
Mucho me huelgo de que
os haya en Nápoles ido
tan bien.
DON JUAN
Más dichoso he sido 15
de lo que yo imaginé.
DON LUIS
¿Cómo?
DON JUAN
Ya os dije, señor
don Luis, cuando por aquí
pasé, que aunque siempre fui
poco inclinado al amor, 20
de mis deudos persuadido,
de mis amigos forzado,
traté de tomar estado;
siendo así que divertido
en varias curiosidades, 25
dejé pasar la primera
edad de mi primavera.
DON LUIS
Ya sé las dificultades
que hubo en vuestra condición
para esa plática; y que 30
siempre que en ella os hablé,
hallé vuestra inclinación
muy contraria, habiendo sido
de vuestro divertimiento
lo postrero el casamiento, 35
pues en libros suspendido
gastabais noches y días.
Y si para entretener
tal vez fatigas del leer,
con vuestras melancolías 40
treguas tratábades, era
lo prolijo del pincel
su alivio, porque aun en él
parte el ingenio tuviera;
de cuyo noble ejercicio, 45
que en vós es habilidad,
o gala, o curiosidad,
pudiera otro hacer oficio.
Pues es tanta la destreza
con que sus líneas formáis, 50
que parece que le dais
ser a la naturaleza;
cuando vuestro huésped fui,
y en esto ocupado os vía,
me acuerdo lo que os reñía. 55
DON JUAN
Pues siendo todo eso así,
ya rendido a la atención
de mis deudos, o a que fuera
lástima que se perdiera,
faltándome sucesión, 60
un mayorazgo que creo
que es ilustre y principal
y no de poco caudal,
correspondí a su deseo;
y dando, lo que no había 65
hecho en mi menor edad,
lugar a la voluntad
que hasta entonces no tenía,
tomar estado traté
dando a mi prima la mano, 70
que es hija del castellano
de Santelmo.
DON LUIS
Ya lo sé;
y ya os dije, cuando aquí
al pasar mi huésped fuisteis,
la buena elección que hicisteis. 75
DON JUAN
Pues más lo es hoy.
DON LUIS
¿Cómo así?
DON JUAN
Como aunque mi pecho ingrato,
por las noticias que tuvo
desde allá, inclinada estuvo
de Serafina al retrato, 80
después que vio a Serafina,
tan del todo se rindió
que aun yo no sé si soy yo.
DON LUIS
Es su hermosura divina,
es su ingenio singular: 85
de uno y otro soy testigo.
DON JUAN
Hoy, en fin, viene conmigo
a ser Venus deste mar
o Flora de sus riberas,
por no perder la ocasión 90
para nuestra embarcación,
en llegando las galeras.
Su padre con ella viene,
que hasta Gaeta ha querido
acompañarla. Esta ha sido 95
la causa porque previene
mi amistad adelantarme;
porque, como os ofrecí
ser vuestro huésped aquí
cuando volviese a embarcarme, 100
he querido prevenirlos
del forzoso inconveniente
de venir con tanta gente;
y así, me atrevo a pediros...
DON LUIS
¿Qué?
DON JUAN
Que licencia me deis 105
para ir a mi posada,
que estará ya aderezada.
DON LUIS
Notable agravio me hacéis.
¿Soy hombre yo que pudiera,
igual dicha deseando, 110
nada embarazarme1, cuando
todo Nápoles viniera
con vós?
DON JUAN
Ya sé lo que os debo
pero...
DON LUIS
No hay qué responder:
o a mi casa o a no ser 115
más amigos.
DON JUAN
No me atrevo
a aventurar amistad
tan segura y verdadera.
DON LUIS
¿Tan gran desaire pudiera
hacerse a mi voluntad? 120
Más y más, cuando por solo esto,
si os digo verdad, estoy
en el gobierno hasta hoy.
DON JUAN
¿Cómo?
DON LUIS
Como había dispuesto
retirarme a mi hacenduela, 125
postrado a los desengaños
de mis ya prolijos años;
que como no me desvela
en adquirir, desde el día
que a don Álvaro perdí, 130
estoy ya violento aquí.
DON JUAN
Confieso que no querría
hablaros en esto, pero
ya la plática salió:
¿nunca dél supisteis?
DON LUIS
No, 135
sino el aviso primero,
que fue, habiéndose embarcado
a negocios que en España
tuvo, que esa azul campaña
le sepultó derrotado 140
del bajel. Desto tuvimos
aviso porque una nave,
que de la tormenta grave
venir a abrigarse vimos,
contó cómo a pique había 145
visto irse su bajel.
DON JUAN
¿Y cómo supo ser él?
DON LUIS
Como era desdicha mía.
Venía de Barcelona,
donde el viaje había de hacer, 150
y lo confirma el no haber
noticia de su persona;
mas no hablemos más en esto.
¿Cuándo decís que vendrá
vuestra esposa?
DON JUAN
Ya estará 155
cerca de aquí.
DON LUIS
Pues id presto
a esperarla y a decirla
de mi parte que ir no puedo
a servirla, porque quedo
ocupado acá en servirla. 160
DON JUAN
De esa suerte lo diré,
pues vós...
DON LUIS
No me digáis más.
(Vase, y sale PORCIA.)
¿Porcia?
PORCIA
¿Señor?
DON LUIS
Ya sabrás
(mil veces te lo conté) 165
las grandes obligaciones
que a don Juan Roca he tenido.
PORCIA
Que eres su amigo te he oído
decir en mil ocasiones.
DON LUIS
Pues has de saber, que ya 170
con su esposa por aquí
vuelve.
PORCIA
¿Serafina?
DON LUIS
Sí,
y hasta embarcarse, será
mi huésped.
PORCIA
Yo lo agradezco
de mi parte.
DON LUIS
¿Qué te obliga? 175
PORCIA
Ser Serafina mi amiga,
y pensará que la ofrezco
el hospedaje.
DON JUAN
Está bien;
y supuesto, siendo así,
que por ti, Porcia, y por mí 180
agasajarlos es bien,
te ruego que a tus criadas
las mandes aderezar
ese cuarto en que han de estar.
PORCIA
Prevenciones excusadas 185
son: ¿cuándo no está, señor,
uno y otro apercebido
para huéspedes, si has sido
aun más que gobernador,
hostelero?
DON JUAN
Mi contento 190
es festejar a quien pasa.
(Sale JUANETE de camino.)
JUANETE
Paz sea en aquesta casa,
y a ese propósito un cuento.
«Llegando una compañía
de soldados a un lugar, 195
empezó un villano a dar
mil voces en que decía:
'¡Dos soldados para mí!'.
'Lo que excusar quieren todos
-dijo uno-, ¿con tales modos 200
pides?'. Y él respondió: 'Sí,
que aunque molestias me dan
cuando vienen, es muy justo
admitirlos por el gusto
que me hacen cuando se van'». 205
Con esto, pues, y con que
mi amo aquí manda esperar,
dadme los dos a besar,
vós la mano y vós el pie.
DON LUIS
Juanete, seas bien venido, 210
que ya te echaba mi amor
menos viendo a tu señor.
PORCIA
¿Cómo de boda te ha ido?
JUANETE
«Convidole a merendar
un cortesano en el río 215
a un forastero, y muy frío
le dio un pollo al empezar.
Pidió de beber y estaba
tan caliente la bebida
como fría la comida. 220
Viendo, pues, que nada hallaba
a propósito, cogió
el pollo, y con sutil traza,
le echó dentro de la taza.
El amigo que tal vio, 225
'¿Qué hacéis?' dijo. Él impaciente
respondió: 'Así determino
hacer que el pollo enfríe el vino
o el vino al pollo caliente'».
Lo mismo me ha sucedido 230
en la boda, pues me han dado
moza novia y desposado
no mozo; con que habrá sido
fuerza juntarlos fiel,
porque él con ella doncella, 235
o él la refresque a ella
o ella le caliente a él.
PORCIA
Deja locuras y di:
¿cómo Serafina viene?
JUANETE
En coche.
PORCIA
Y eso, ¿qué tiene 240
que ver con lo que yo aquí
te pregunto?
JUANETE
Mucho, puesto
que quien dice en coche, dice
contenta, ufana y felice.
DON LUIS
¿Por qué lo dices?
JUANETE
Por esto: 245
«Murió una dama una noche,
y porque pobre murió,
licencia el vicario dio
para enterrarla en un coche.
Apenas en él la entraban, 250
cuando empezó a rebullir;
y más cuando oyó decir
a los que la acompañaban
'Cochero, a San Sebastián'.
Pues dijo a voces: 'No quiero; 255
da vuelta al Prado, cochero,
que después me enterrarán'».
DON LUIS
¿A quién tu lengua perdona
con aquesos cuentecillos?
JUANETE
«A cuatro o cinco chiquillos 260
daba un día en Barcelona
de comer su padre...»
[VOCES]2
(Dentro.)
¡Para!
PORCIA
Ya parece que han llegado.
JUANETE
[Aparte.]
De la boca me han quitado
el cuento.
(Sale JULIA.)
[JULIA]
Señor, repara 265
en que ya el huésped que esperas
llega.
DON LUIS
A recibirle vamos.
JUANETE
En los chiquillos quedamos.
PORCIA
Ya suben las escaleras
y llegan hacia esta parte. 270
(Sale DON JUAN, que trae de la mano a SERAFINA vestida de camino, DON PEDRO y FLORA.)
DON LUIS
Dadme, ¡oh bella Serafina,
cuya hermosura divina
rayos con el sol reparte!,
a besar la mano, en muestra
del contento y alegría 275
que hoy tiene esta casa mía
en solo parecer vuestra.
Y perdonad, si no es
capaz esfera, señora,
de las luces del aurora. 280
PORCIA
Eso a mí me toca, pues...
pues mía la obligación
y la vergüenza de ver
que no pueda merecer
dichas que tan grandes son: 285
tú seas muy bien venida.
SERAFINA
Habiendo de responder
a los dos, bien menester
será que partido os pida;
que a dos favores, ¡ay Dios!, 290
estilo no hallo oportuno;
y así, no respondo al uno
por no agraviar a los dos.
DON PEDRO
Mucho me pesa de que
don Juan no os haya excusado, 295
señor don Luis, este enfado.
DON LUIS
No me corráis; pues en fe,
señor don Pedro, de ser
yo tan vuestro servidor,
me hace don Juan este honor. 300
JUANETE
¿Hay paciencia para ver
una plática molesta
de cumplimientos?
FLORA
¿Peor
no es oír a un preguntador?
(Disparan dentro.)
DON JUAN
Vamos. Mas, ¿qué salva es esta? 305
(Sale FABIO.)
FABIO
La atalaya ha descubierto
de Nápoles dos galeras
que costeando sus riberas
vienen ya tomando el puerto.
DON LUIS
¡Qué placer me da el oír 310
que vienen!
JUANETE
Es gran placer
al ver los huéspedes, ver
la recua en que se han de ir.
DON LUIS
Junto viene todo el bien,
pues en ellas imagino 315
que el Gran Príncipe de Ursino
vuelve a Nápoles, a quien
es forzoso que reciba,
y aun que en mi casa le hospede,
si quien no es su dueño puede 320
disponer della.
DON JUAN
Así viva
que me hagáis merced de darme
licencia.
DON LUIS
No hay para qué
volver a esto, que yo sé
que sabré desempeñarme: 325
Porcia, lleva a Serafina
bella a su cuarto, y los dos
esperadme en él.
DON PEDRO
Con vós
saldremos a la marina.