La reconquista autoritaria - Ariel Goldstein - E-Book

La reconquista autoritaria E-Book

Ariel Goldstein

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Beschreibung

¿Se ha convertido la derecha en una "gran familia global"? ¿Hay conexiones entre los movimientos europeos y estadounidenses y los nuevos grupos "libertarios" de América Latina? La derecha en el mundo, hasta hace pocos años un espacio de trayectorias heterogéneas y culturalmente divergentes, parece ir encontrando de forma repentina cauces comunes.   El sociólogo Ariel Goldstein analiza cómo, mediante una red internacional que incluye think tanks vinculados al Partido Republicano, medios de comunicación, universidades y ONGs, los principales partidos de la ultraderecha europea (Vox, de España; Ley y Justicia, de Polonia; Fidesz, de Hungría; Chega, de Portugal y Hermanos de Italia) se articulan con los representantes de las derechas radicales en América Latina (Bolsonaro, Kast, Uribe, López Aliaga, Fujimori, Milei, entre otros). Esta "familia global" se une en un programa común que retoma la retórica de la Guerra Fría, a partir de la contraposición de supuestas ideas de "libertad" y "democracia" con lo que ellos denominan "comunismo". Esto deviene en la configuración de un sentido común que favorece el crecimiento de procesos autoritarios y antidemocráticos y de líderes que se presentan como anti statu quo, pero que en el fondo representan los intereses de las clases dominantes.   La crisis social y económica, potenciada por la pandemia, profundizó la desconfianza en las instituciones democráticas, los partidos políticos tradicionales y las elites gobernantes en América Latina. En este contexto surgen candidatos outsiders que promueven ideas disruptivas, reivindican abiertamente el autoritarismo y pregonan un individualismo feroz, un "todos contra todos" casi apocalíptico. A partir de una investigación exhaustiva, que incluye entrevistas a líderes y referentes de estos espacios, Goldstein analiza la situación en los distintos países de América Latina, con especial énfasis en Argentina, Chile, Perú, Colombia, Brasil y México. ¿Quiénes son estos personajes y cómo logran disfrazar sus discursos conservadores de ideas antisistema y transgresoras que generan identificación entre los jóvenes? ¿Qué papel juega el partido de ultraderecha Vox, y su reivindicación del pasado imperial de España, en el fomento de estas ideas en nuestro continente?   La reconquista autoritaria es un libro imprescindible para comprender el avance de las derechas radicales y reflexionar sobre las acciones posibles para frenar la amenaza que representan para la democracia en la región.

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Contenidos

A modo de introducción - América Latina y la derecha global

Capítulo 1 - Desde Europa hacia América - La derecha como familia global

Hermann Tertsch y el grupo EuroLat Por una Europa y una América Latina “anticomunistas”

Fidesz, Viktor Orbán y el mcc

El papel de Ley y Justicia de Polonia

Ley y Justicia en el grupo EuroLat

Hermanos de Italia

La Carta de Madrid y la Fundación Disenso A la reconquista de la Iberosfera

Capítulo 2 - La radicalización del Partido Republicano

Americano Media, gettr y el papel de María Herrera Mellado

El giro “liberprogre” de Atlas Network y el viraje hacia Acton Institute

Capítulo 3 - La narrativa de la derecha radical:

Cuba y Venezuela

Cuba

Venezuela

Capítulo 4 - Las elites y las derechas en oposición al gobierno de Pedro Castillo en Perú

La derecha empresarial y financiera

La sociedad civil de derecha y el ataque a los “caviares”

La derecha en los medios de comunicación

La derecha política

Capítulo 5 - José Antonio Kast y la frustración del revival pinochetista en Chile

Capítulo 6 - Javier Milei y el crecimiento de los libertarios argentinos

Capítulo 7 - El encuentro entre Vox y el bolsonarismo

Capítulo 8 - Las derechas mexicanas en su relación con Vox

Capítulo 9 - La derecha uribista y sus alianzas con Vox en Colombia

Postfacio

¿Qué hacer con la nueva derecha radical?

Agradecimientos

Puntos de referencia

Tapa

Goldstein, Ariel Alejandro

La reconquista autoritaria : cómo la derecha global amenaza la democracia en América Latina / Ariel Alejandro Goldstein. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Marea, 2022.

Libro digital, EPUB - (Historia urgente / Constanza Brunet ; 97)

Archivo Digital: descarga

ISBN 978-987-8303-98-7

1. Ideologías Políticas. 2. América Latina. 3. Derecha Política. I. Título.

CDD 320.5098

Dirección editorial: Constanza Brunet

Coordinación: Víctor Sabanes

Asistencia editorial: Ángeles Prisco Cosulich

Corrección: Brenda Wainer

Comunicación: Fernando Brovelli

Diseño de tapa e interiores: Hugo Pérez

© 2022 Ariel Goldstein

© 2022 Editorial Marea S.R.L.

Pasaje Rivarola 115 – Ciudad de Buenos Aires – Argentina

Tel.: (54 11) 4371-1511

[email protected]

www.editorialmarea.com.ar

ISBN 978-987-8303-98-7

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

Depositado de acuerdo con la Ley 11.723.

Todos los derechos reservados.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento sin permiso escrito de la editorial.

A modo de introducción

América Latina y la derecha global

El 24 de enero de 2022 falleció en Virginia, Estados Unidos, el filósofo y astrólogo brasileño Olavo de Carvalho. Este ex izquierdista transformado en célebre anticomunista visceral cautivaba a sus estudiantes con sus cursos de filosofía online. Admirador de Donald Trump, pronosticaba la decadencia de Occidente y era reconocido por las derechas alternativas en el mundo. Había decidido irse a vivir a Estados Unidos durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (pt y de Lula, al considerar que su país había sido invadido por “comunistas”. “Era un filósofo con más seguidores que cualquier think tank de Brasil” lo definió Alejandro Chafuen, argentino residente en Estados Unidos, ex presidente de la red Atlas Network.

En sus intervenciones, Olavo difundía teorías conspirativas sobre el dominio del “comunismo” en la universidad y en los medios de comunicación. Tras el impeachment a Dilma Rousseff y la llegada de Bolsonaro, logró, durante ese Gobierno, designar importantes funcionarios en Educación y Relaciones Exteriores.

En su primer live en Facebook como presidente electo, Bolsonaro se había mostrado con un ejemplar de la Constitución, una biblia y el best seller de Olavo, Lo mínimo que usted precisa para no ser un idiota. En su visita a Washington en 2019, acompañado en una cena por el ex asesor de Trump, Steve Bannon, Bolsonaro le había dedicado las siguientes palabras: “Lo que siempre soñé fue liberar a Brasil de la ideología nefasta de izquierda. Uno de mis grandes inspiradores está sentado a mi derecha, el profesor Olavo de Carvalho. Gran inspirador de muchos jóvenes en Brasil. En gran medida le debemos a él la revolución que estamos viviendo”.1 Tras su fallecimiento, Bolsonaro decretó un día de luto nacional para honrar su memoria con este mensaje: “Nos deja hoy uno de los mayores pensadores de la historia de nuestro país […]. Un gigante en la lucha por la libertad y un faro para millones de brasileños. Su ejemplo y sus enseñanzas nos marcarán para siempre”.2

Pero hubo más. La influyente cuenta de Twitter Visegrád 24, que defiende a los gobiernos europeos conservadores del Grupo de Visegrado, conformado por Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia,3 reivindicaba a Olavo ante su fallecimiento con estas frases suyas: “El comunismo no es un gran ideal que ha sido pervertido. Es una perversión que se ha vendido como un gran ideal. […] Cuando un comunista quiere calumniar a alguien, no tiene que inventar crímenes: le asigna uno de los suyos, y ya está”.4 También Hermann Tertsch, uno de los principales articuladores de las relaciones internacionales del partido de derecha radical5 Vox de España, se hacía eco de este homenaje y decía: “¡Cuántas verdades ha dicho en su vida Olavo de Carvalho! Se le echará de menos”.6

La derecha global, hasta hace pocos años un espacio de trayectorias heterogéneas y culturalmente divergentes, parece ir encontrando de forma repentina cauces comunes. ¿Se ha convertido la derecha en una “gran familia global”?7 ¿Qué influencia está teniendo esta situación en América Latina? ¿Cómo se están desarrollando estas conexiones? ¿Qué papel desempeña el partido Vox de España en este proceso?

El internacionalismo de la extrema derecha no es una novedad en la región. Durante la Segunda Guerra Mundial, simpatizantes del fascismo en Argentina buscaban unirse con España y Portugal para reconstruir la hispanidad. Se trataba de una alianza fascista que prometía neutralidad ante la guerra, pero que se vino abajo tras la derrota del nazismo.8

Durante las dictaduras del Cono Sur, participaron en operaciones de represión fascistas italianos como Stefano Delle Chiaie, agentes de la cia como Michael Townley o criminales de guerra nazis como Klaus Barbie, apodado como “el carnicero de Lyon”. Las dictaduras estaban alineadas con Estados Unidos y laOperación Cóndor fue una herramienta clave en la persecución conjunta y el asesinato de opositores políticos. Este contexto fue propicio al fortalecimiento de los lazos entre grupos de extrema derecha. Los fascistas y nazis, acorralados en Europa por los crímenes cometidos, encontraron en América Latina un lugar donde continuar sus tareas y donde sus conocimientos sobre estrategias de represión, persecución y asesinato fueron valoradas.

A su vez, tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, el chileno Augusto Pinochet viajó a España para manifestar su admiración por el “Caudillo”, a quien señaló como aquel que “nos ha mostrado el camino a seguir en la lucha contra el comunismo”. En su visita al Congreso, el dictador chileno fue aclamado por los militantes de la Falange española, que lo vitoreaban y le lanzaban sus boinas rojas.9 Las dictaduras del Cono Sur sostenían que combatían un “enemigo interno”, contra el cual las mayores violencias estaban justificadas para salvar al país de la “subversión” y el “comunismo”. Las derechas hoy, al designar un nuevo “peligro comunista”, repiten esta retórica.

Así como durante el siglo pasado, en la época de los gobiernos fascistas europeos, el influjo de estas ideas sobre América Latina encontró fuertes expresiones, es esperable que, en la actualidad, con una ideología de derecha radical que cobra fuerza en Europa, estos movimientos encuentren su propia expresión también en suelo americano.

Desde las transiciones a la democracia, la herencia de las dictaduras y los autoritarismos se ciernen como una sombra sobre América Latina.10 La posibilidad de regresar a los viejos fantasmas del pasado se encuentra latente. Un régimen democrático es una construcción social e institucional que puede desmoronarse si cambia la correlación de fuerzas y las condiciones sociopolíticas que lo hacen viable. El autoritarismo y la regresión democrática son posibilidades abiertas.

Uno de los principales problemas en la legitimidad de los regímenes democráticos latinoamericanos resulta del poder concentrado que reside en las elites, quienes toman decisiones que afectan la vida de la mayoría de las personas.11 En América Latina, las fuerzas de derecha suelen representar los intereses y deseos de las elites, que buscan conservar el orden existente en el cual dominan las fuentes del poder: militares, medios de comunicación, mercados y ejercen la dominación de formas alternativas a la representación política tradicional.12

En los últimos años, asistimos a una pérdida de legitimidad de las instituciones y de los regímenes democráticos en la región, situación que la pandemia ha deteriorado. Lo que muestran recientes encuestas como Ipsos (2021) y Latinobarómetro (2021) es que el fuerte cuestionamiento hacia las elites gobernantes ha derivado en el descrédito del régimen democrático. Cuando las elites gobernantes y los funcionarios son percibidos como alejados del destino de las mayorías populares, el régimen democrático pierde legitimidad y se vuelven más aceptables soluciones autoritarias y/o outsiders a la clase política, que aparecen con propuestas disruptivas. La percepción generalizada del distanciamiento entre las elites y las masas populares, un aspecto característico de la vida social latinoamericana y el mundo actual, genera una pérdida de legitimidad democrática y la llegada al poder de políticos disruptivos y ajenos a los partidos tradicionales por izquierda (Andrés López Obrador en México, Pedro Castillo en Perú o Gabriel Boric en Chile) o por derecha (Jair Bolsonaro en Brasil o Donald Trump en Estados Unidos).

Existe una creciente desconfianza en los políticos, los órganos legislativos y la democracia, reforzada por el desastre originado por la pandemia en la región. Perú y Brasil lideran la profunda desconfianza en los políticos y en las instituciones, mostrando una alta decepción y desconfianza en la democracia y la aceptación potencial de soluciones autoritarias. Argentina y Chile también se van sumando a este contexto. Por distintos motivos –la asamblea constituyente chilena, las protestas en Colombia, la crisis política en Perú, el deterioro económico-social en Argentina, el autoritarismo y la crisis económica en Brasil, las protestas cubanas y los autoritarismos venezolano y nicaragüense– la legitimidad de los regímenes en los países latinoamericanos pareciera estar cayendo. Hay cuatro países de la región, Paraguay, Guatemala, Perú y Honduras, donde el 40% o más contesta que “apoyaría un gobierno militar en reemplazo del gobierno democrático si las cosas se ponen muy difíciles”.13

Más que ser analizada como un sector limitado en busca de representación política, la derecha latinoamericana debe ser comprendida como grupos de poder que se expresan de forma simultáneamente localizada en distintos puntos de la sociedad civil y política con una extendida hegemonía que conecta niveles de lo económico, político, mediático, en lo nacional, regional e internacional.14

En los últimos años hemos visto la emergencia de una derecha radical en la región, que sintoniza con sus versiones en Europa y Estados Unidos.15 A su vez, se ha acentuado, en los grupos derechistas, una competencia entre facciones radicales y moderadas. En este contexto, no pocos liberales que anteriormente se ubicaban en la centroderecha, por oportunismo y/o convicción, han pasado a engrosar las filas del nuevo nacionalismo conservador. Muchos de estos denominan a sus antiguos compañeros de ruta como “liber-progres” por predicar una defensa de las libertades individuales y el libre mercado sin adherir al conservadurismo ni la defensa de las instituciones religiosas y la “familia tradicional”. Para los conservadores, estas instituciones son defendidas como pilares frente al efecto disgregador que ejercerían influencias externas como el “globalismo” sobre el tejido social en la posmodernidad.

Para entender a las derechas radicales hay que considerar a las derechas tradicionales. Muchos de los líderes de las derechas radicales de hoy han nacido de fuerzas de derecha más moderadas y por distintas razones han ido fluctuando hacia el espectro de la derecha radical: Santiago Abascal, que pertenecía inicialmente al Partido Popular (pp) de España o José Antonio Kast, con su pertenencia a la Unión Demócrata Independiente (udi) chilena, han evolucionado hacia posiciones de derecha radical que han sido provechosas para sus carreras políticas personales. Esto se ha producido porque en el marco de la crisis del régimen democrático, de los partidos políticos tradicionales y de las elites gobernantes, las propuestas de derecha radical anti statu quo se vuelven atractivas como estrategia capaz de lograr desempeños electorales exitosos. Hay una demanda anti statu quo del electorado y, además, la construcción de candidatos outsiders es menos costosa en términos de recursos y tiempo que la formación de un partido político tradicional.

Las ideas de derecha en la región son principalmente la defensa del libre mercado y las posturas morales conservadoras.16 Distintos autores coinciden en que las expresiones más claras de la derecha radical en América Latina son José Antonio Kast en Chile y Jair Bolsonaro en Brasil:17

Los llamamientos culturales populistas que construyen al pueblo en torno a identidades nacionales, étnico-raciales o religiosas particulares son especialmente atractivos porque permiten que los partidos de derecha compitan con la izquierda por los votantes de las clases bajas, sin tener que alterar las plataformas económicas que atraen a sus partidarios de elite.18

Los líderes de derecha con mejor desempeño en la región son aquellos que logran situar en el centro de la agenda cuestiones de seguridad, culturales, de valores o religiosas y no temas económicos. En la medida en que la vida cotidiana de los sectores populares y las clases medias de las sociedades latinoamericanas se encuentra atravesada por la violencia, la defensa de “la ley y el orden” se convierte en una agenda sustentable para las derechas.19 Fue el caso de Bolsonaro en las elecciones brasileñas de 2018.

A diferencia del pasado, los nuevos liderazgos se proponen no como una derecha tradicional elitista, sino popular, capaz de movilizar votantes y realizar grandes actos en las calles. La derecha radical de América Latina que, a diferencia de la europea, es neoliberal sin ambigüedades en economía, ha encontrado en las iglesias evangélicas espacios privilegiados de influencia sobre las masas.

Actualmente se está desarrollando una red internacional –con la derecha europea y estadounidense– que, teniendo entre sus principales protagonistas a Vox de España, Ley y Justicia de Polonia, Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), Chega de Portugal y think tanks vinculados al Partido Republicano, alimenta la radicalización y unión de la derecha radical latinoamericana en un programa común, en defensa de las “libertades” y la “democracia” contra el “comunismo”. Con esta retórica, se retoma un lenguaje propio de la Guerra Fría que parecía perimido en América Latina,20 y que sobrevivía únicamente en declaraciones de la derecha colombiana o peruana capitaneada por Álvaro Uribe o Alberto Fujimori.

Esto define un aspecto inédito y novedoso que debe ser estudiado. Se está configurando una nueva cosmovisión política de derecha radical en el mundo amparada en nuevas relaciones internacionales y organismos creados por estos grupos. En este esquema, los think tanks, o tanques de pensamiento, entidades de la sociedad civil financiados por empresas o donantes particulares para la difusión de ideas, cumplen un papel importante.

La reivindicación de la hispanidad y la reconquista de América son parte de la narrativa del partido español Vox, que pretende conectar con las derechas que promueven el libre mercado y el conservadurismo en la región. En la portada de La Gaceta de la Iberosfera, el portal de medios de la Fundación Disenso, de Vox, se cita al intelectual conservador español Ramiro de Maetzu, admirador del militar Primo de Rivera, que cultivó el concepto de hispanidad, la idea que uniría la tradición católica y el idioma castellano con las antiguas colonias:

El retorno a la tradición cristiana es en el Occidente la vuelta de la Iglesia de Santiago […]. Nosotros lo simbolizamos en el caballero que va a defenderse bajo la cruz del Apóstol e invocando su nombre. Porque ser es defenderse. Todo lo que vale: la fe, la patria, la tradición, la cultura, el amor, la amistad, tiene que ser defendido, para seguir siendo. No hay vacaciones posibles ante la necesidad de la defensa. […] Ser es defenderse. Y los maestros de la defensa son los caballeros. Esa es su función y su razón de ser”.21

De Maetzu fue embajador en Argentina y popularizó estas cuestiones a través de la revista Acción Española. Postulaba una vinculación indisociable entre catolicismo e hispanidad. Durante la dictadura de Primo de Rivera, este hispanismo conservador había devenido el proyecto de la política exterior española.22

Las derechas seducen al prometer el sueño individual de progreso personal, donde la propiedad privada y las posesiones aparecen como la consagración del esfuerzo y el éxito. Las nuevas iglesias evangélicas pentecostales articulan con estos sentimientos en el marco de la caída de instituciones amplias de contención social y de utopías colectivas.23 De este modo, se presenta una “afinidad electiva”24 entre la visión conservadora de la familia y la defensa del libre mercado promovido en las iglesias evangélicas pentecostales y las fuerzas y liderazgos de derecha radical emergentes.

Esto se combina con nuevos fenómenos tecnológicos con un impacto específico en América Latina. El avance de las criptomonedas favorece la emergencia de nuevas subjetividades con la utopía de abolir la colectividad a través del individualismo tecnológico de libre mercado, sin bancos y sin Estado. Es la utopía de una desaparición del Estado y el fin de la comunidad a través del individualismo tecnológico. Las nuevas aplicaciones como Rappi, Glovo y Tik Tok se sustentan en nuevas formas de subjetivación, creando la ilusión de libertad de “ser tu propio jefe” y a través de estas plataformas, la derecha puede “humanizarse”, mostrarse cálida y cercana. Quienes participan en el mundo de las criptomonedas y la “uberización” de la economía, encuentran en las propuestas utilitarias de derecha su propio espacio de representación de los descreídos. Son representantes de un mundo hobbesiano, del sálvese quien pueda y todos contra todos, donde “el hombre es el lobo del hombre”. Florece así el “individualismo radical” y “transgresor”.25

Este libro busca analizar, en este contexto, la viabilidad de la propuesta defendida por Vox para América Latina y sus articulaciones con los personajes de la derecha radical que han aparecido en los últimos años en la región.

Quienes estudiamos la derecha solemos ser de izquierda o progresistas en la mayoría de los casos. Hay que tener cuidado de, al tanto escuchar los cantos de sirena derechistas, no empezar a pensar como ellos. Pero también es importante no perder la objetividad y ver los sesgos que hay que controlar. Intentar entenderlos no significa defenderlos, pero es necesario estudiar no solo lo que otros que piensan como nosotros dicen de ellos, sino lo que sus documentos dicen, lo que ellos dicen de sí mismos. Entrevistar a sus seguidores y líderes, leer sus manifiestos y utilizar una multiplicidad de fuentes de ideologías distintas.26

Se ha sostenido que “el poder como realización de la voluntad humana es el eje crítico en torno al cual gira el bienestar público”.27 Se trata de llevar al plano de la conciencia social y a la racionalidad los mecanismos de dominación y del poder para mejorar la democracia. Es preciso retomar la promesa de la ciencia social. La indagación central y el planteo de los problemas de las ciencias sociales se relaciona con los valores de la razón y la libertad, y quienes o qué amenazan esos valores.28 En principio, la tarea del investigador en palabras del sociólogo Charles Wright Mills consiste en:

Su política, en primer lugar, es la política de la verdad, porque su función es el mantenimiento de una adecuada definición de la realidad. En tanto que es políticamente hábil, el objetivo principal de su política es descubrir la mayor parte de verdad que le sea posible y decirla a la gente precisa, en el momento preciso y de la manera precisa. O, dicho negativamente: negar públicamente lo que sabe que es falso, siempre que aparezca en las afirmaciones de cualquiera; y ya sea una mentira directa o una mentira por omisión, ya sea en virtud del secreto oficial o un error honesto. El intelectual debe ser la conciencia moral de su sociedad, cuando menos por referencia al valor de la verdad, porque por definición, esa es su política […] El poder y la autoridad suponen la toma efectiva de decisiones. Suponen también la legitimación del poder y las decisiones mediante la doctrina y generalmente llevan implícitos la pompa y la aureola, las representaciones de los poderosos. Es en relación con las legitimaciones y las representaciones del poder y la decisión que el intelectual –lo mismo que el artista– resulta políticamente importante.29

Las condiciones para la prosperidad de las ciencias sociales son y han sido antagónicas con el fascismo. Los procesos autoritarios se basan en una creencia en las cualidades mágicas del líder y en la negación de la autonomía del individuo.30 Por el contrario, la tarea de las ciencias sociales consiste en brindar a los ciudadanos perspectivas críticas sobre los acontecimientos de su tiempo.

1 “Jantar de Bolsonaro em Washington teve Olavo de Carvalho e Steve Bannon”, Poder 360 (18.3.2019).

2 Jair Messias Bolsonaro, cuenta de Instagram (25.1.2022).

3 Se trata de una asociación entre cuatro países donde la derecha radical es fuerte y aparece ligada a la Iglesia Católica, especialmente en Hungría y Polonia. Forman parte de la Unión Europea y se oponen a las políticas de migración de la Unión Europea que son más receptivas respecto de la entrada de migrantes externos a esta entidad.

4 Cuenta de Twitter de Visegrád 24 (26.1.2022 y 1.2.2022). Disponible en twitter.com/visegrad24

5 Mudde establece una distinción entre “derecha radical” y “extrema derecha”. Mientras la derecha radical se desarrolla dentro de la democracia aceptando ese juego, pero en tensión con el liberalismo, la extrema derecha está por fuera y cuestiona el régimen democrático, como el Ku Klux Klan y otros grupos. Ver Cas Mudde: The Far Right Today, Cambridge, Polity Press, 2019.

6 Cuenta de Twitter de @hermanntertsch (2.2.2022). Disponible en twitter.com/hermanntertsch

7 Steven Forti: Extrema derecha 2.0. Qué es y cómo combatirla, Madrid, Siglo XXI, 2021.

8 Uki Goñi: Perón y los alemanes. El espionaje nazi en Argentina, Buenos Aires, Ariel, 2017.

9 Alejandro Torrús: “Pinochet, el triunfo del fascismo de mercado y su admiración mutua con el general Franco”, Público, (11.9.2019).

10 Alain Rouquié: A la sombra de las dictaduras. La democracia en América Latina, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2011.

11 Charles Wright Mills: Poder, política, pueblo, México, Fondo de Cultura Económica, 1964. Mills habla de la “irresponsabilidad generalizada” de los hombres de poder: toman decisiones que afectan la vida cotidiana de millones de personas sin sufrir las consecuencias. Mills sostiene que lo que define a las elites es su capacidad desmesurada de decisión frente a los hombres comunes. El poder está arriba en las elites, invisibilizado muchas veces, pues esa “invisibilidad” forma parte de las condiciones de eficacia y reproducción de ese poder. La elite del poder también se define por un origen social y estilo de vida similar. Ver C. W.Mills: The Power Elite, Oxford, Oxford University Press, 1956. Las elites se resisten a pagar más impuestos, no reconocen que la desigualdad sea provocada por ellos o que puedan hacer algo para revertirla (Elisa P. Reis: “Elite Perceptions of Poverty and Inequality in Brazil” en Merike Blofield (ed.): The Great Gap: Inequality and the Politics of Redistribution in Latin America, Pennsylvania, Penn State University Press, 2011, pp. 89-109). Para Mills el proceso decisorio de las elites interrelacionadas en el poder se mantiene oculto a la discusión pública, y por lo tanto se presta a la manipulación. Mills busca volver consciente ese proceso a la luz de la ciudadanía para activar los mecanismos y la participación democrática para contrarrestar ese poder oculto. Para más información, ver el capítulo “State, Military, Business: The Trinity of Power: Mills” en Irving L. Horowitz: Behemoth: Main Currents in the History and Theory of Political Sociology, Nueva Jersey, Transaction Publishers, 1999.

12 Barry Cannon: The Right in Latin America: Elite Power, Hegemony and the Struggle for the State, Nueva York, Routledge, 2016.

13 Carolina Brunstein: “Crisis y poder en América Latina: menos de la mitad de la población apoya la democracia”, Clarín (8.10.2021).

14 B. Cannon: O. cit.

15 Lisa Zanotti y Kenneth M. Roberts: “(Aún) la excepción y no la regla: La derecha populista radical en América Latina”, Revista Uruguaya de Ciencia Política, vol. 30, núm. 1, pp. 23-48 (2021).

16 Juan Pablo Luna y Cristóbal Rovira Kaltwasser: “Castigo a los oficialismos y ciclo político de derecha en América Latina”, Revista Uruguaya de Ciencia Política, vol. 30, núm. 1, pp. 135-156(2021).

17 L. Zanotti y K. M. Roberts: O. cit., pp. 23-48.

18 Ib., p. 32.

19 J. P. Luna y C. R. Kaltwasser: Castigo a los oficialismos..., pp. 135-156 y J. P. Luna y C. R. Kaltwasser (eds.): The Resilience of the Latin American Right, Baltimore, Johns Hopkins University Press, 2014.

20 Desde 1959, con el temor provocado por la Revolución Cubana en la región, se fomentó la asociación entre clases altas y fuerzas armadas para promover golpes de Estado en distintos países (James Loxton: “The Authoritarian Roots of New Right Party Success in Latin America” en J. P. Luna y C. R. Kaltwasser: The Resilience...).

21 José Javier Esparza: “Ramiro de Maeztu: el único que entendió lo que pasaba”, La Gaceta (18.11.2017).

22 José Antonio Sanahuja y Camilo López Burian: “Hispanidad e Iberosfera: antiglobalismo, internacionalismo reaccionario y ultraderecha neopatriota en Iberoamérica”, Documentos de Trabajo núm. 69, Fundación Carolina (junio 2022).

23 Rosana Pinheiro Machado: “O que Lula deu e Bolsonaro abocanhou”, El País Brasil (21.6.2021).

24 Max Weber: La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2012.

25 Expresión del sociólogo peruano Julio Cotler.

26 Exposición de Tamir Bar-On en la presentación del libro de Tamir Bar-On y Barbara Molas (eds.): The Right and Radical Right in the Americas, Washington, Lexington Books, 2021.

27 I. L. Horowitz: “Introducción” en C. W. Mills: Poder..., p. 29.

28 C. W. Mills: La imaginación sociológica, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1994.

29 C. W. Mills: Poder..., p. 475.

30 Ana Germani: Gino Germani. Del antifascismo a la sociología, Buenos Aires, Taurus, 2013.

Capítulo 1

Desde Europa hacia América

La derecha como familia global

El largo régimen autoritario del “Generalísimo” Francisco Franco se apoyó en la Iglesia Católica como principal fuente de legitimación. Ante la crisis de posguerra, encontró en los católicos la base popular de su presunta democracia “católica e integral”. El caudillo se presentaba como símbolo de la unión autoritaria y católica de la nación.31

José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador Miguel Primo de Rivera, creador del grupo fascista Falange y admirador de Mussolini, fue uno de los personajes más reivindicados por el régimen franquista. José Antonio señalaba que “la interpretación católica de la vida es, en primer lugar, la verdadera; pero es, además, históricamente la española”. Esta asociación entre la “esencia” de la nación española con la religión católica, que en parte parecía enterrada con la transición a la democracia, encuentra cierto eco en las propuestas del partido Vox en los últimos años.

Las manifestaciones del 15 de marzo de 2011 evitaron en España una respuesta nacionalista, racista y xenófoba frente a la crisis. La crisis económica y financiera había golpeado a las clases medias y bajas. Sin embargo, la emergencia de un nuevo partido como Podemos y los municipalismos cambiaron la agenda política y el debate, lo que constituyó un bloque histórico de izquierda progresista a la ofensiva. Como nueva formación política de izquierda que rechazaba a “la casta” del Partido Popular (pp) y el Partido Socialista Obrero Español (psoe), Podemos aprovechó la crisis económica y social para sacudir el tablero ante la desconfianza en la clase política tradicional.32

Sin embargo, con el estallido de la cuestión independentista de Cataluña en 2017, se produjo un cambio en el clima político. Sumado al auge del feminismo, el gran movimiento social de los últimos años en España. El discurso de Vox, un partido surgido en 2013, se conecta con una masculinidad que se siente amenazada. También, se hace uso del tema de la “islamofobia”, centrado en los musulmanes, esbozando un discurso antinmigración. El clima antipolítico que inicialmente había logrado capitalizar Podemos fue luego utilizado por la derecha radical, buscando atraer a un segmento de la población que expresa un cansancio hacia la política.

De este modo, la cuestión de Cataluña aparece como un 15 de marzo, pero de la derecha.33 La gente que simpatizaba con el independentismo colocaba la bandera catalana y quienes estaban en contra colocaban banderas españolas en el balcón. Las situaciones de bloqueo en el Parlamento donde no se podía formar gobierno generaron hartazgo. El apoliticismo o antipoliticismo tiene una larga trayectoria en la cultura política española.34 Se nutre así de un “franquismo sociológico” que reza la consigna “usted haga como yo, no se meta en política” que se vale de la desconfianza hacia las instituciones, caldo de cultivo de expresiones como “qué cansancio tener que votar todo el tiempo”. Se proyecta entonces una “vuelta a la normalidad” donde la política no ocupe el centro de las preocupaciones. Hay personas, en la formación de Abascal, que han estudiado la campaña de Podemos en 2014, y lograron atraer el desencanto que había conseguido recolectar este último hacia la derecha radical.35

La crisis de Cataluña permite a Vox crecer y se convierte en articulador del descontento, al presentar la “unidad de España como sagrada”, mientras el primer ministro Mariano Rajoy aparecía como pusilánime. Cataluña crea una reacción y una polarización muy fuerte. Vox defiende la idea de que la “normalidad institucional” pasa por la unidad de España. Desde esta perspectiva, el nacionalismo catalán y vasco son presentados como rémoras del pasado, que no dejarían disfrutar el estatus europeizado de España. A raíz de Cataluña, Vox llevó el caso a los tribunales y tuvieron exposición en los medios. La acusación popular contra el gobierno de Cataluña la realizaron ellos como partido político, ganando prestigio entre los sectores conservadores por esa actuación judicial. Eso los puso como referentes para esa parte del electorado.36

Así, se pronuncian contra los autonomismos, al criticar lo que denominan como “la lógica autonomista del 78 de erosionar la soberanía nacional. Una doble tragedia que solo se superará abordando los problemas locales como nacionales”.37

Cuando Podemosse convierte en institucional, una parte de su electorado se desencanta y va hacia la derecha radical. Vox se alimenta de quienes defendían la unidad de España y habían pertenecido al pp. Se trata de una fuerza neofranquista, que milita contra una recuperación de la memoria histórica. Se denuncia una traición al “concepto de patria”. No sacan la bandera preconstitucional, no hablan de Franco abiertamente, pero hay una defensa de los valores franquistas, que representan un patriotismo excluyente.38 En este sentido, apunta a revivir el legado franquista de la tradición católica. Así, “se estaban sentando las condiciones para el éxito de un partido de extrema derecha que desenterrara el nacionalismo español más excluyente, el que se llena la boca hablando de la anti-España”.39

Vox tiene estrechos contactos con las elites económicas y políticas. Sin embargo, se presentan con la imagen de una “España que madruga y que trabaja”, aunque son parte de las elites.

Este partido existía desde 2013, pero reaparece con fuerza luego de 2017 articulando el sentimiento propio de los “balcones españolistas”, donde se colocaba la bandera de España en rechazo a las reivindicaciones independentistas de Cataluña. Se nutre de la percepción de que “los políticos son corruptos y no hablan de los problemas reales de la gente”. En Andalucía, Vox no hacía más que hablar de los problemas de la gente. Se nutre en su voto de la llamada “España vacía”, provincias poco habitadas que han sufrido la migración del campo a la ciudad, desatendidas en infraestructura, con una población mayor. Se destacan en Castilla León, Castilla La Mancha, Aragón, Extremadura, Valencia, parte del Levante, Alicante, Murcia, Madrid y Andalucía.

Vox tiene arraigo donde la derecha tenía históricamente más votos y muchos votantes son ex votantes del pp.40 Es fuerte en Murcia, región dedicada al turismo y la agricultura. En las regiones consagradas a la agricultura industrial, hay invernaderos donde se producen las hortalizas que se exportan a Europa. Se trata de pueblos grandes que se dedican a producir en invernaderos, donde se cultiva tomate, pepino, pimiento, con mano de obra inmigrante. En los pueblos donde hay un alto porcentaje de inmigración, Vox ha logrado un alto porcentaje de voto. Vox gana en Andalucía, donde más inmigrantes se recibieron. España es el país que más migrantes recibió en Europa en los últimos años.41

Ya la derecha era más fuerte allí y entró en los parlamentos regionales autonómicos. Este partido propone la elaboración de un muro en la frontera con Marruecos para evitar el paso de inmigrantes.42

Desde la salida de Mariano Rajoy del gobierno, el entonces líder del pp, Pablo Casado, imitó el discurso de Vox y han buscado competir en la representación de la derecha.43 Las contradicciones de su liderazgo han colaborado en el crecimiento de Vox.

Otro de los ejes supone hablar de las tradiciones, reivindicar los toros y la caza. Dicen hablar de los problemas reales, hablando de la “identidad” de la gente. Se presentan en este aspecto como un discurso similar al del Tea Party de Estados Unidos, que confronta a la “gente del pueblo auténtica” frente a los cosmopolitas “progresistas” de la ciudad, que desconocerían los problemas reales. Vox ha buscado representar la España rural. Hace una defensa de las tradiciones y la monarquía, y, mientras realiza un diagnóstico negativo de la “democracia española”, salva al Rey. El partido pide que se defienda “la identidad cristiana de Europa” en línea con otras formaciones de derecha.

Santiago Abascal fue uno de los vencedores en el debate de 2018 porque apareció como un “tipo normal” que “respetaba a los demás” y “no gritaba”. Es un político de origen vasco, hijo de un comerciante amenazado por la Euskadi Ta Askatasuna (eta). Luego se fue del País Vasco y se integró al pp. Fue víctima del terrorismo y creció apoyado por Esperanza Aguirre, la expresión más exitosa de la derecha del pp en Madrid.

Los ataques de la eta a su padre comerciante lo radicalizaron en su respuesta al acoso violento contra la propiedad y en la lucha contra el independentismo vasco.44 Según el propio Abascal, “que quisieran matarme por algo tan importante como España es una suerte que no todo el mundo ha tenido. Yo, ahora, miro hacia atrás y lo veo así, como una medalla que llevo en el pecho”.45 Esta declaración expresa una visión beligerante de la política que, como veremos, es una característica del principal líder de Vox y el partido en su conjunto.

Otro importante político es Iván Espinosa de los Monteros, secretario de Relaciones Exteriores de Vox. Su padre, Carlos Espinosa de los Monteros, fue nombrado presidente de Iberia Líneas Aéreas de España por Felipe González en 1983.46Su tío abuelo, Eugenio Espinosa de los Monteros, fue embajador de España en la Alemania nazi.

La estrategia de Vox, según este político de una familia que integra la elite, consiste en dirigirse a los jóvenes a través de las redes sociales, especialmente Instagram y Twitch, evitando los medios tradicionales que se consideran colonizados y tomados por la izquierda.47 Vox se presenta con una promesa anti statu quo, una alternativa al sistema de partidos establecido, y desde ese lugar planea seducir a los jóvenes. Espinosa de los Monteros considera que “tenemos que ser un interlocutor mucho más importante en Iberoamérica. […] En apoyo de la democracia, la libertad, la propiedad privada, las constituciones de cada uno de estos sitios”.48 Está casado con Rocío Monasterio, una arquitecta que es la presidenta de Vox en la Comunidad de Madrid. Ambos se consideran integristas católicos en lucha contra la ideología progresista.

Monasterio es la principal cara de Vox en Madrid y definida como el “azote del feminismo” por sus partidarios. Pertenece a una familia de latifundistas cubanos de origen español que, dueños de un ingenio azucarero y aliados al régimen de Fulgencio Batista, fueron expropiados por el gobierno revolucionario de Fidel Castro en 1971.49 Ella ha señalado que “parte de mi familia procedía de Cuba, donde fueron expropiados y perseguidos por sus ideas […] siento la necesidad de implicarme y de combatir ese mal que ya había hostigado a mi familia en Cuba”.50 Carlos Aurelio Caldito, ex presidente de Vox en la localidad de Badajoz, vincula el financiamiento del partido con el lobby cubano anticastrista en Estados Unidos y las buenas relaciones que Monasterio mantiene con estos grupos.51

Monasterio señala que “hace falta desmontar una a una todas las políticas de la izquierda” y explica en una entrevista el secreto del éxito de Vox:

Nosotros entramos en política por convicciones. A pesar de los titulares y el ataque brutal de los medios, nosotros ante la adversidad crecemos y embestimos con más fuerza. Y nosotros ante los titulares engañosos y manipulados, atacamos. Y nosotros ante los que nos insultan, nos defendemos. Y donde nos dicen que no debemos ir, es donde estamos, aunque nos tiren piedras. Y nosotros, ante los adoquines, verdades como puños. Ese es el espíritu de Vox.52

Esta misma concepción beligerante de la política se encuentra en Abascal, quien ha señalado que “para mí la política es la guerra; la guerra por unas ideas que imperarán, pero la guerra”.53 Esta visión de grupo que se presume excluido e identifica los ataques de los adversarios como aquello que reafirma los propios valores y comprueba la validez de lo que se sostiene, en una lucha contra lo establecido, recuerda las actitudes de la izquierda revolucionaria.

Juana Inés, coordinadora de Vox, señala que “en Vox ofrecemos a nuestros ciudadanos seguridad, mantenimiento de las tradiciones, protección de la familia, amor a la patria, a nuestra cultura, a nuestra historia y a nuestra patria. Valores que los gobiernos actuales durante cuarenta años han destruido”.54

Otra figura importante es Macarena Olona, diputada y portavoz de Vox en el Congreso, que cuenta con una gran popularidad y parece la referente femenina más importante del partido. También se encuentra Rocío de Meer, hija de un general del ejército español. Su abuelo, Carlos de Meer, también militar, gobernador de las Islas Baleares durante la dictadura franquista, se reunió en 1986 con el ex dictador de Libia Muhammad Gadafi con el propósito de conseguir financiamiento para un golpe de Estado de extrema derecha en España.55 De Meer, como diputada, lleva el discurso de extrema derecha franquista religioso.56

El círculo central del partido está compuesto también por Javier Ortega Smith, secretario general, quien establece una puesta en escena militar y mantiene las relaciones exteriores del partido. Perteneció a las Fuerzas Especiales del Ejército, y manifiesta una abierta admiración por el franquismo, además de que mantiene conexión con la Fundación Franco, que reivindica el legado del dictador.

Otro cuadro de importancia en el partido es Rafael Bardají, un sociólogo ligado al pensamiento neoconservador de Bush, ex director internacional de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (faes), una fundación perteneciente al pp. Bardají, quien pronostica una crisis del pp y el crecimiento de Vox, ha sido importante en la vinculación del partido español con los halcones del Partido Republicano de Estados Unidos.57 También ha sido consejero para el ascenso político de Abascal. Al igual que varios miembros de la derecha radical, Bardají, que hoy se reconoce como “conservador libertario”, se identificaba en su juventud como trotskista.58

El discurso de Vox encuentra eco en periódicos como El Mundo, de centroderecha, y ABC, tradicionalmente monárquico. Libertad Digital, un medio del periodista Federico Jiménez Losantos, vinculado a Alejo Vidal Quadras, primer presidente de Vox, es uno de los pocos medios con presencia que defiende a Vox59 y cercano al ex primer ministro y dirigente del pp, José María Aznar.60 Los dirigentes principales del partido están estrechamente vinculados al “aznarismo”.61

El partido presenta afinidades ideológicas con el partido Ley y Justicia de Polonia, aliado de la formación española. Representan una combinación entre nacionalismo, neoliberalismo económico y conservadurismo moral.62

Marion Marechal Le Pen es otra referente, sobrina de la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen. Marion dejó la política formal para fundar en Lyon el Instituto de Ciencias Sociales, Economía y Política (issep). Han colocado una sede en España, dirigida por Miguel Ángel Quintana Paz y asociada a Vox. Miguel Suárez Arca, procurador por Vox en las Cortes de Castilla y León que cursa en issep, ha definido que “lo mejor que se puede aprender en el issepes la diversidad de ideologías y de personas que compartimos trinchera en esta batalla cultural que estamos dando”.63

Quintana Paz, director de issep, ha identificado actualmente en España una nueva derecha “sin complejos” que disputa la cultura y tendría tres corrientes: rojipardos, neocatólicos y los nuevos conservadores. Reivindican la familia, la comunidad y el catolicismo como forma de mantener cohesionada a la sociedad, preservando rituales y tradiciones frente a los “efectos disgregadores” que tendrían las filosofías posmodernas. También, es un conservadurismo que renuncia a una alianza per se con el liberalismo ya que este dejaría el ámbito cultural a la izquierda, y entonces se buscan nuevos compañeros de viaje.64

El surgimiento y la razón de existencia de Vox se vincularían a la existencia de una España cuya entidad va más allá de las leyes y que debe enfrentar a los independentistas de Cataluña para preservar su unidad. Vox hace una reivindicación de la historia y las tradiciones que otorgarían la identidad “sin complejos”, como la “colonización” de América.65 En esta reivindicación del pasado imperial aparece también el concepto de “Iberosfera”.66

Inicialmente Vox no hacía una defensa del Estado de Bienestar, no hay “bienestar chauvinista”, y el programa era neoliberal, parecido al pp. Sin embargo, en los últimos tiempos, han comenzado a girar hacia una política de “chauvinismo de bienestar” en la búsqueda de aumentar su crecimiento electoral. Esto se ha expresado en su nuevo programa titulado “Agenda España”, en el que abandonan los principios neoliberales para adoptar “una encendida defensa de la función asistencial del Estado, pero limitada a los nacionales y las familias tradicionales”.67

El financiamiento de Vox no está del todo claro. HazteOir es una organización católica creada en España, pero luego pasó a llamarse CitizenGO, entendida como la “rama europea” de la organización.68 Ha estado liderada por Ignacio Arsuaga Rato –amigo íntimo de Santiago Abascal y sobrino del banquero español Rodrigo Rato, de familia con títulos nobiliarios y vinculado al pp–,69 y recibió financiamiento de distintos países de América Latina y Europa. Hay documentos que la vinculan con la organización fundamentalista católica mexicana El Yunque. HazteOir parece haber tenido un importante papel en el nacimiento y financiamiento de Vox en España.70 Su director, Ignacio Arsuaga, ha señalado que su accionar ayudaría de forma indirecta a Vox.71 Otras fuentes atribuyen a Vox haber recibido dinero a través de donaciones de organizaciones iraníes de dudosa legalidad.

Distintos informes e investigaciones vinculan las campañas en CitizenGO afines a Vox con el dinero de oligarcas rusos cercanos a Vladimir Putin, promotores de una agenda cultural conservadora, como el caso del religioso llamado “oligarca de Dios”, Konstantín Maloféyev.72 Putin ha mantenido durante años relaciones cercanas con importantes miembros de la derecha radical como Donald Trump, Viktor Orbán, Marine Le Pen y Mateo Salvini quienes, ante lo sucedido con la invasión a Ucrania, buscan borrar las huellas de estos vínculos.73

Entre los donantes de los congresos organizados por HazteOir figuran nombres de los grandes grupos económicos como Esther Koplowitz (fcc),74 Isidoro Álvarez (El Corte Inglés) o Juan Miguel Villar-Mir (ohl).75 Esta organización contaba también con el beneplácito de Jorge Fernández Díaz, ex ministro del Interior del ex primer ministro Mariano Rajoy, quien declaró a la organización como “asociación de utilidad pública”. HazteOir defiende el legado del dictador Francisco Franco, y había señalado su desafiliación del pp en función del nacimiento de un partido más a la derecha, que luego se supo que sería Vox.76

Jorge Buxadé es el vicepresidente de Acción Política del partido. Ex militante de la organización de extrema derecha Falange Española, es el jefe de la delegación de Vox en el Parlamento europeo. Buxadé sostiene que el mayor enemigo es el “globalismo” y un “consenso progre” del cual la Unión Europea es su mayor expresión y defiende alianzas con Italia, Polonia y Hungría como aquellos países donde existen fuerzas que piensan parecido.77