Landismo - Marcos Pereda - E-Book

Landismo E-Book

Marcos Pereda

0,0

Beschreibung

Esto no es la biografía de un ciclista. Tampoco, quizás, una obra de ciclismo. Libros de Ruta cumple 10 años publicando libros de lo que nos apasiona, y queríamos celebrarlo. Divertirnos. Esto no es una fiesta, pero podría serlo. Una celebración del ciclismo a la que hemos invitado a otros chiflados de las bicis. En un mundo serio usted no tendría este libro entre las manos. Porque en un mundo serio no existiría este libro sobre Mikel Landa. En un mundo serio una doctora en Filosofía no iba a escribir sobre el fenómeno fans, el cristianismo y un ciclista vasco. Y un historiador del arte tampoco reflexionaría sobre qué significa ser bertsolari a día de hoy. En un mundo serio los políticos politiquean, los periodistas periodistean y las sátiras no llegan a las bicis. En un mundo serio no habría relatos que hablan sobre cuentas a saldar, ni tendríamos árboles genealógicos, ni mockumentarys, ni encuentros en la tercera fase, ni listas sobre nuestros amores, nuestros cariños. En un mundo serio Mikel Landa solo sería su palmarés. Pero el nuestro, afortunadamente, no es un mundo serio. Y, como no es un mundo serio, hemos reunido a doce autores de muy diferentes ámbitos para que nos hablen del landismo. De lo que es el landismo, de qué piensan sobre el landismo. O de lo que quisieran, porque eso también es landismo. Pedalear, escribir lo que te dé la gana, disfrutar el viaje. Soñar con el Tour. Atacar la vida agarrado de abajo.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 264

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



LANDISMO

Autores/as: Ander Izagirre, Peio H. Riaño, María Sirvent, Elena Alcalde, Marc Cornet, Ana Rosa Gómez Rosal, Peio Ruiz Cabestany, Ramón Espinar, Txani Rodríguez, Guille Ortiz, Carlos Arribas.

© Libros de Ruta Ediciones, S.L., 2023.

Gordoniz 47B

48012 Bilbao

[email protected]

www.librosderuta.com

Primera edición: junio 2023

Coordinación del proyecto y prólogo: Marcos Pereda

Edición: Eneko Garate Iturralde

Diseño portada y maquetación: Amagoia Rekero García

Ilustración portada: Alberto Aragón – Local Estudio (www.localestudio.com)

ISBN: 978-84-125585-6-2

eISBN: 978-84-125585-7-9

Depósito legal: BI 00046-2023

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

ÍNDICE

Prólogo. Once personajes en busca de autor (y todos se llaman Mikel)

Marcos Pereda

1. Apuntes para una genealogía del fenómeno landista

Ander Izagirre

2. Un bertsolari libre en una España con mordaza

Peio H. Riaño

3. El abuelo era landista y nadie lo sabía

María Sirvent

4. Solo sé que no sé Landa

Elena Alcalde

5. El otro Bikila: de Roma a París

Marc Cornet

6. #FreeLanda

Ana Rosa Gómez Rosal

7. Encuentros (landistas) en la tercera fase

Peio Ruiz Cabestany

8. Lo de Landa

Ramón Espinar

9. Los audaces

Txani Rodríguez

10. Mikel Landa y el landismo entendidos como un documental a lo Spinal Tap

Guille Ortiz

11. Queremos tanto a Mikel

Carlos Arribas

Marcos Pereda

Marcos Pereda tiene pinta de bajar bastante bien, pero ni eso. Escribe en un montón de sitios como Jot Down, Público o El Confidencial, con poca vergüenza y referencias continuas a Corín Tellado, Iron Maiden o Gert-Jan Theunisse. De su pluma e inconsciencia surgieron libros como Arriva Italia, Periquismo. Crónica de una pasión, Una pulga en la montaña, Bucle o Rojos sobre ruedas, palomas en maillots. Actualmente entrena sin potenciómetro y cuida regular su alimentación. Ah, tiene pelazo.

ONCE PERSONAJES EN BUSCA DE AUTOR (Y TODOS SE LLAMAN MIKEL)

Esto no es un prólogo.

No.

Si esto fuera un prólogo sería demasiado largo, como la etapa de Finestre o aquella salida suya tan cuqui, que debió llamar al padre y volver a casa en coche.

No.

Esto es, creo, una especie de presentación. De presentación-prólogo. De prolosentación. Aproximadamente. Prolosentación es un término inventado, como soigneur, o esprínter.

También landismo.

Esto no es un prólogo. Empezar un libro sobre Mikel Landa con un prólogo sería ordinariez y falta de respeto (además de echarte desventajas encima antes de la página quince, porque perder minutos en las cronos es de guapos). Es, si quieren, un grandes éxitos. Y un grandes fracasos. Yujus y pifias. El contraste, el qué duro es este deporte, Pedro, qué duro. Lo que ustedes deseen, pero que sea carismático. Hablamos de Landa. Que gane o pierda, pero sea carismático.

Ah, también es una breve presentación de los auténticos protagonistas. De quienes están aquí tirando, haciendo abanicos, descolgándose con Mikel cuando Mikel se caiga, o atropelle un tasugo, o le digan que ha palmao el Alavés, coño, el Alavés, ni ganas tengo de sufrir, tú, el Alavés. Once más Landa. Doce, como en las selecciones de los Tours clásicos.

Esta es de las buenas, advierto.

Así que… abramos el álbum de cromos.

#FreeLanda

#FreeLanda, se escucha por los aires.

Bueno, por los aires de internet, que no son aires de verdad, no son aires de aspirar y decir, «joer, qué aire más puro», pero ustedes me entienden.

#FreeLanda, y los niños se emocionan, la chavalería suelta berridos, hay desmayos, adolescentes de ambos sexos, ancianos con cachavas y dos o tres escritores luchan por mantenerse en pie, por aguantar sin que fallen las piernas, por controlar el estremecer de manos y carnes ante la cercanía del ídolo.

#FreeLanda, oigan. En la gala de la UCI. Hay que ser puto amo, si me permiten la expresión. Hay que ser puto amo. Luego, disfrazao de presidiario, con cartelito y todo. Fotos, posteridad, el carisma que rebosa, el carisma que no te cabe dentro, Mikel, que no te cabe dentro todo ese carisma que me llevas, Mikel.

#FreeLanda. Escrito en los muros, bandera de poetas y soñadores, la mejor forma de perder, la única que reconoce, sí, lo muy hortera que es terminar ganando. Es el ciclista de los versos y los besos, de los vasos y los vascos. Es sonreír sin hacerlo del todo, es mirar al mundo desde atalaya irónica y distante, un poco «a mí qué me cuentas», un poco «¿pedimos otra y me cuentas más?».

#FreeLanda.

Solo las causas perdidas merecen que las defiendas.

#FreeLanda.

Ander Izagirre es un escritor peripatético.Y pedaleante, solo que para «pedaleante»no hay palabra tan chula como «peripatético»,así que compramos lo otro. Ander es, también,genealogista… hace árboles con mil nombresen sus ratos libres. Y, travieso, le sacó el suyo a Landa.

Contrarreloj de Chianti

Una blasfemia.

¿Hay algo más vasco que una blasfemia?

Órdago a pares (blasfemia), aunque lleves sietes-sotas. Marino era el puto amo (blasfemia), solo que no tenía esprint. Pero ¿cómo que a tu ama le sale mejor el bacalao que a la mía? (blasfemia). Mira, en este caserío comió una tortilla de champiñones Zumalacárregi (blasfemia). Y etcétera.

También con Mikel. Qué coño, también Mikel.

Mikel va subido a una cabra de contrarreloj. A Mikel doblarse en las contrarrelojes le parece algo de horteras, le parece un sacrilegio, le parece una cosa feísima. Pero es que su equipo, los british, dicen que al tajo, que puede ganar el Giro, que esto y aquello. Y preparan un misil de color negro, y maillots especiales, y visitas al túnel del viento, y un DeLorean, por si acaso. Amanece el día con lluvia, y Mikel se sale, Mikel se sale, en una crono, perfecto, pero en una crono por Chianti, que es algo muy Mikel Landa, oigan, hacer la crono de su vida por Chianti, con lo rico que es el Chianti, con la de bien que entra el Chianti.

Y, entonces… ocurre.

(Blasfemia).

Una bajada. Cielo gris, árboles a los lados, todo tan verde, todo tan Mikel. Pero quién controla esta puta máquina, tú, que se encabrita, que trae reprises como las motos de mis colegas. Ay, ay, ay, se viene la hostia. Solo que no, solo que corrige, solo que no besa el suelo, esta vez no besa el suelo, bien por Landa, tú, que no ha besado el suelo. Y mientras retorna hacia el asfalto…

(Blasfemia).

Se escucha diáfana en un video que rula por ahí. Que es la pena de nuestros días, porque antes blasfemias… a mogollón, pero ahora es que te pillan. Y eso, Mikel blasfemando, Mikel que se cierra el reino de los cielos, pero eso no importa, porque una palabra suya bastará para sanarme.

Tan del pueblo, Mikel Landa. Tan euskaldun, Mikel Landa.

(Blasfemia).

A Peio H. Riaño le gustó la blasfemia de Landa.Creo que le gustó, seguro que le gustó.Porque él nos habla del Mikel más mundano,del que representa el sentir de muchos, del que,mitad travesura y mitad descuido, juega a transgredir.

Lagunas de Neila

Vaya, tendré que hacerlo yo todo. Joer, qué pereza. En fin, para eso estamos, que somos jovencillos y aprendices. Oye, me gusta a mí esto de las Lagunas, eh. Me gusta Burgos, así, en general. Menudas juergas, tú, por Burgos, así, en general. Tiene un montón de bares, Burgos, y muchas verbenas de esas por agosto, banda perruguera, canciones de Los Suaves, ponme alguna más lentita, ponme alguna más lentita, cachis gordísimos de calimocho, lo que molan los cachis gordísimos de calimocho, olor a carne quedándose fría sobre platos de plástico, petricor de madrugada, esos ojillos lindos que te han mirado dos o tres veces de más. Sí, me gusta mucho esta carrera. Porque hablamos de la carrera, ¿eh?

Pero, vaya, a lo mío… Controlar para el Samu. Eh, Samu, que lo tenemos amarradete, Samu, que está todo decidido, Samu… ¿Samu? ¿Samu? Anda, no me jodas, pues no va ahora y se queda, el tío. Si ya decía yo que… Pues nada, para arriba. Jo, qué bien se va cuando se va bien, parece que no costase. Qué cosas, vaya patas. Mira, mira, acelero y ya me ven duchándome. Es un decir, no me vengáis con dobles sentidos. Qué gusto, macho. Brazos arriba, salir guapín en las fotos, no gritar demasiado, que luego se te distorsiona el gesto.

Sí, creo que podría triunfar aquí, en la Vuelta a Burgos, más veces. Y soy joven, vete a saber si…

El abuelo de María Sirvent vio eso de las Lagunas.Fijo que lo vio. Bueno, no sé si el abuelo de María Sirvent,pero sí el abuelo que sale en el relato de María Sirvent.Qué gran hombre, qué tipo más cojonudo,el abuelo que sale en el relato de María Sirvent.

Mirada de reojo

Putas cámaras, ya.

Antes todo esto era más sencillo. Antes, cuando no teníamos setecientas catorce lentes enfocando cada gesto. Entonces te llegaba un poco de bajona, se te ponía cara de domingo a las cuatro, después de la ensaladilla, y, pumba, a disimular, porque este deporte consiste, sobre todo, en disimular. Disimular cuando vas fortísimo, disimular cuando no puedes con los pedales.

Sobre todo eso.

Y ahora nada, imposible, todo monitorizado hasta el extremo. Que está guay, no te digo yo, pero es que acaba cansando. A ver, con sinceridad… a mí, a veces, también me gusta cuando enfocan mucho. Es que salgo atractivo en la tele, con esos ojos tristes y esa sonrisa pícara, que siempre me lo decían los colegas, el truco es tener los ojos tristes pero la sonrisa pícara, Mikel, tú tienes ojos tristes pero sonrisa pícara, qué suertudo. No sé, quizá. O cuando hice lo de la boca con Carapaz, qué risas, tío, cuando hice lo de la boca con Carapaz. Pero es que hay otras que…

Porque a mí me pasa algo, y es que siempre miro a cámara. Siempre. Igual es coquetería, pero no sé. La cosa es que cuando voy un poco así, regular, pedaleando hasta con los dientes, y encima vamos subiendo, y encima he puesto a los míos con ritmo, porque los escaladores tenemos que poner a los nuestros con ritmo en cada etapa de montes, es lo que se espera, es para lo que vinimos aquí… El caso, digo, es que entonces miro un poco de esta forma, de reojo, y se me pone cara de bueno, y parezco un muñecote de internet, uno que es un mono, y hasta me han sacado meme, que a mí no me importa, lo del meme, qué coño me va a importar, lo del meme, si me río mogollón de mí mismo, pero ya uno se cansa, uno se cansa, que me dejes de filmar, hostias, tira para adelante, fijo que Vingegaard va derrochando carisma…

Yo creo que a Elena Alcalde la miraron así,como de reojo. Mikel Landa, sí, el mismo.Creo que pasó, y que algún día nos lo contarábien contado. Entre delirios de cine setenteroy dos o tres referencias culto-freaks…

Nivolet

Jo, qué bonito el puerto. Al final es que Italia tiene estos asuntos, que hay puertos a mogollón, y algunos con paisajes de quedarte embobao. Que en Euskadi también gastamos cosas guapas, eh… anda que. Lo de la costa a mí me vuelve loco, porque vengo del interior, y todo ese olorcillo a mar, a anchoas con vino blanco, pues…

Ay.

Y es duro, eh. El puerto. Como que no acaba nunca. Mira, mira allá arriba… todavía se ven tifosi en las laderas del monte. Es que los tifosi son la leche, salen por cualquier lao. Y eso, que Lago Serrú, o Nivolet, aunque nosotros nos quedamos en Lago Serrú. Venga, ataque. Para qué vinimos al Giro, tú, si no atacamos. Anda ahí delante el Zakarin… menudos recuerdos, con Ilnur. Ilnur y yo uña y carne, uña y carne. Lo de Finestre, que une, qué te voy a contar. Y eso, que atacamos, de lejos, agarrados abajo, AGARRADOS ABAJO. Yo creo que a veces iríamos más deprisa sin agarrarnos abajo, pero es que la afición quiere lo que quiere, y aquí bancamos a la afición, porque sin afición menudo muermo lo de las bicis.

Hacemos hueco. Están el esloveno y Nibali mira que te mira, vigilándose como en una peli de Tarantino antes del tiroteo. A ver si todavía hay rato para recuperar lo de la primera semana. Que vaya puta gaita, tú, lo de la primera semana. Yo no entiendo que haya primeras semanas en las grandes vueltas, si solo sirven para caerte, para trincar abanicos, para que te tiren, para que te ataquen mandriles o mapaches, para pillar pájaras rarísimas, para caerte otra vez, para quedar el ciento veinte en una crono. Sentido ninguno, lo de las primeras semanas. Putos teloneros de las pelotas… yo vine por los Guns N´Roses.

Venga, va, un descansillo, herradura, descansillo, herradura, trinco el manillar como se debe (como los grandes), creo que esto funciona. Pal parcial ya no me llega, pero igual rondo cerquita de la maglia, y queda mogollón, quedan Mortirolos, y Manghens, y San Marcos, y todo eso. Madre mía, ganador del Giro, ganador del Giro de Italia. Qué guapo, qué honor.

¿Cómo? ¿Que ha atacado quién? No jodas, otra vez el mismo cuento. En fin…

Pon buena cara, Mikel, pon buena cara. Si tu reino no es de este mundo, deja que los otros amasen palmareses.

Pobres…

La maratón es una prueba atlética que exigeenorme disciplina física y mental, entrenamientosespartanos, autocontrol absoluto para darlo todo en elmomento preciso. Qué hace esto en un libro sobreMikel Landa es algo que solo puede explicarnos Marc Cornet.

Aprica

Jajaja, es que es la leche. Las patas que llevo, tú, son la leche. Mira, mira, si voy frenando en las curvas, si subo el Mortirolo que parece Altube. A ver, una ojeadilla para atrás, que viene Fabio. Pero Fabio… Fabio, joder, agarra rueda, que estamos atizando el Giro, que va Contador pinchao, que le metemos hoy matarile. Matarile en el Mortirolo, ya imagino el titular de Marca. Fabio, Fabio, qué te pasa en la boca, Fabio, por qué pones esas muecas de ir comiendo limones, Fabio. Cómo… ¿Que no puedes?… Pero si vamos a ritmo suave, Fabio, si yo podría meter aquí un arreón que ríete de Laiseka en las entrevistas, si ni me despeino, Fabio, igual estamos equivocando el caballo ganador, eh, Fabio, igual, eso me parece… Pero no andes retorciéndote, Fabio, que no pasa nada, que yo te quiero mucho, Fabio, que sí, que espero, cómo no voy a esperarte, si soy el gregario más fiel y leal del mundo, Fabio, si yo jamás jugaría mis propias opciones, Fabio, si respeto a Martinelli como puedo respetarte… no sé, al Drogas de Barricada, o a Kutxi Romero, ¿no conoces a Kutxi Romero, Fabio?, joder, pues ya te voy a dejar un disco de Marea, hombre, tienes que escucharlos, igual el de Besos de Perro, que mola mucho… Venga, Fabio, que ya queda poco, Fabio, mira, dos curvas llevamos a Contador, parece que remonta, parece que recupera… Yo no miro a nadie, eh, Fabio, pero parece que recupera Contador, Fabio, aprieta, Fabio, que se nos echa encima, que lo tenemos ya aquí, que nos ataca, qué cabrón, que nos ataca, qué hago, qué hacemos, mira el espatarre, Fabio, mira el espatarre, que andas más forzao que Paco Mancebo en un concurso de estética ciclista, que te marcan las rótulas las diez y diez, Fabio, qué hago, qué hacemos, espera, que llamo por el pinganillo, qué hago, qué hacemos, ¿en serio?, joder, para eso lo habíamos hecho antes, ¿no?, en fin, nada, Fabio, que me piro, eh, Fabio, me piro, ya lo siento, colega, pero es que te van las babas arrastrando por el suelo, Fabio, y eso no puede ser, no puede ser.

Tiro, eh, tiro.

Yo creo que hasta puedo ganar la etapa.

Ramón Espinar fue político de izquierdas,que es algo muy similar a ser landista, y teneresperanzas. Así que se pone a hablar de Mikel Landa,y de su evolución como deportista y como hype.

Andorra

Los hacen fatal, estos pinganillos modernos. Pero fatal, fatal. Mira, se caen… Giuseppe, tío, que se caen. A ver, no puedes pensarte que me lo he quitado yo, ¿no? Hombre, con lo que os quiero a todos… a ti, a Tanel, a Fabio, a Tiralongo… a todos, tío, a todos. Hasta a Vinokourov. Bueno, a este lo quiero y además me da algo de miedito, para qué engañarnos. Y eso, que no me voy a quitar yo el auricular de las pelotas, hombre. Lo que pasa es que… en fin, mira, Andorra es como es. Que estamos en 2015, que aún no han llegado los youtubers, que las comunicaciones van fatal. Y en Andorra subes, bajas, vuelves a subir, un valle, otro… así que la radio… pues nada, todo ruido de ese, crssss, como masticar papel Reynolds. Y eso es inaguantable Giuseppe, eso es inaguantable. Así que se me habrá caído, o me lo habré quitado, pero es por los ruidines, que prefiero hasta un disco de Bisbal antes que los ruidines, que yo aquí a muerte con Fabio, a que gane la Vuelta Fabio, a destronar ese holandés grandote de culo bien gordo, que entre Cantabria y Asturias lo hacemos, Giuseppe, tío, te lo prometo, o, si no, en la Sierra de Guadarrama, en Morcuera, que dicen siempre por la tele que la Morcuera es acojonante, que Morcuera esto, que Morcuera lo de más allá… si se da todo regulero pues ventilamos en Morcuera, ¿vale?, así que sin enfados, eh, Giuseppe, sin enfados, que se cayó el pinganillo, que yo no pude, que yo no quería.

Mira, Giuseppe… vale, confieso… te voy a ser sincero… me lo quité, me lo quité porque quería ganar etapa. Y lo hice. Así que no me comas la oreja, que va fenómeno el asunto… Y, además, hemos salido guapísimos en las fotos, ahí, repartiendo besines, estirando la espalda, con cara de esforzarnos regular, con rostro de no querer sufrir porque sufrir es algo que ni siquiera necesitamos…

Así que vale, Giuseppe… el del pinganillo fui yo. Y me tomé el día libre. Deberías darme más.

Ana Gómez Rosal piensa. Piensa mogollón.Piensa cosas sesudísimas, porque es filósofa,que es algo súperserio, tanto como el ciclismo.Solo que ella te lo cuenta así, con toda la gracia.Como hace sus asuntos Landa. Que, bien mirao,puede ser un fenómeno fans, ¿no creen?

Foix

Tiene ganado el cielo.

Landa, digo.

Con lo de Foix, digo.

Tiene ganado el cielo.

Imagina la chapa que le pudo meter Contador aquel día. Sí, tío, imagínatelo. Que si ataca a Froome, que si estás más fuerte que ellos, que si no te dejes chulear, que si yo con el yanqui esto, que si yo con Andy Schleck lo otro, que si vi cómo se le salía la cadena, claro, solo faltaba, lo vi pero miré para otro lado, jaja, tío, te lo cuento como fue, miré para otro lado, y luego ya, por la noche, todo eso del video, ¿te he contado lo del video?, y la caruca de estar triste, y de he sido malo, y de lo siento mucho, me he equivocado, no volvedá a ocudid. Los cojones, a la mínima… zas.

Y así durante kilómetros, y kilómetros, y kilómetros. Landa por delante, su equipo tirando por detrás. Las risas. Que trinco pódium, que me veo de jaune, imagina, uno de Murgia allí, con el jaune.

Y bueno, que no colaboró, Mikel. O igual dio dos o tres relevos, pero casi de na, casi sin querer, relevos mentirosos. Para que luego te vayan contando, los haters, que si Mikel corre para sí mismo. Pongan, pongan eso de Foix.

Pongan eso de Foix.

A ver, yo creo que Froome anduvo un ratito bien cagao, que se puso nerviosete, oigan, y eso que Froome es frío como el hielo (salvo en su estilo sobre la bici, o cuando se pone a correr por el Mont Ventoux).

Mira, no voy a mentirte… Moló.

Moló de cojones.

Peio Ruiz Cabestany anda en bici. Antes andabamás, y más rápido, porque era pro, y de los buenos.Ahora sigue andando mucho, y se para a charlar con gente.Porque es la mejor manera de conocer el mundo.Y porque te encuentras landistas en todos lados.

Puto Yates

Puto Yates / Puto Barguil. Puta rotonda / Puta zanja. Puto Mikel, también, que a quien se le ocurre ponerse a beber agua camino de Roubaix, no me jodas, Mikel, al menos no bebas agua mirando al cielo, Mikel, que son traicioneras las carreteras en el Tour, Mikel.

Ay, Mikel, ay.

Puta moto / Puto Blockhaus (¿o era puto Etna?). Vale, me quedan opciones chulas. La montaña, que me gusta a mí mucho, la montaña. Y parciales. Los parciales son algo bien guay. Mira, mira, en Bormio, lo bonito que es Bormio, la de leyendas que hay en Bormio. Bares no, bares no sé, porque ando centradete, pero leyendas… bufff, mogollón. Y subimos… no veas lo que subimos. El Mortirolo… sí, sí, el Mortirolo, ese donde chuleé a Alberto, donde iba moviendo el culo como si pedalear no costase esfuerzo. Ese, ese. Y luego el Stelvio. Y luego otra vez el Stelvio, que a mí no me engañas, que es otra vez el Stelvio. Así que… hop, a escalar como los ángeles. ¿Cómo? ¿Que Dumoulin ha hecho qué? Jo, jo, jo, menuda cagada. Ah, mira, viene Nibali, al esprint con Nibali. El último esprint que ganó Nibali fue a Martín Farfán, aproximadamente, así que… chupao… Bueno, igual chupao, chupao no… Mecagonlaleche, la cagada al final fue mía. Y mañana lo mismo, en Ortisei, que me gana Van Garderen, que quién es Van Garderen, no recuerdo yo a ningún Van Garderen. En fin. Piancavallo no se escapa, no.

Ah, y puto Nairo, y puto Valverde, y puto Unzué, hostias, ya, que qué es eso de la tricefalia, que yo no soy de tríos, Eusebio, que yo soy vasco, y aquí somos muy tradicionales para ciertas cosas, Eusebio, que nada de inventos, Eusebio, ni de swingers, ni de poliamor, ni de lideratos porosos.

Puto Yates / Puta rotonda / Puto Barguil / Puta zanja / Puta ponchera / Puta montonera / Puto abanico / Puto Froome / Puto Nibali / Puto van Garderen / Puto Nairo / Puto Valverde / Puto Unzué / Puto todo.

Un consejo… no vayan con Mikel a pasear por el monte. No, al menos, si hay barrancos cerca. Porque le pasan… le pasan cosas.

Y mejor que te pillen lejos.

Txani Rodríguez se ha sacado de la mangaunos personajes muy landistas. En el humor,en el mal humor, en el estar y el recordar.La protagonista de su relato no dice «Puto Yates»,pero también tiene cuentas pendientes con el mundo,que es algo que nos pasa a todos. Solo que ella mola más.

Finestre

Mira, mira qué puerto tan colosal. Hay que ver, cuando tiras fácil es que todo va mejor. Joder, si no me doy ni cuenta… ¿Tiene pendiente, esto? Un momentuco, que pregunto al viejales del coche… Martinelli… oye, mira, que nos han metido por otro lao, que esto no es Finestre, que por aquí voy como subiendo hasta el bar que tiene un amigo allí, a las afueras de Murgia. Putos italianos, hacen de todo para que no gane… ¿Cómo? ¿Que sí que es Finestre? Pues nada, arranco, que me voy quedando sin tiempo. Contadooor, colega, dónde vas, parece que te pesa el culo, que no puedes con el culote ese tan feo, color rosa. En fin… hala, agur, nos vemos en Sestriere. Luego, si tal, me haces un video.

Oye, que me gano esto… que me lo gano, que me lo gano. Espera, que cojo al Zakarin. Menudo personaje, el Zakarin, parece que se desmonta en cada curva, tú. Hola, Ilnur, qué tal, ponte a rueda, si me aguantas te dejo etapa, pero no creo que me aguantes, buajajá. Ya verás el recibimiento en Euskadi, nos vamos a poner ciegos de bacalao. Y luego, ya, lo que venga. ¿Siete minutos de ventaja? Bueno, es un decir, pero dame ratito.

Un momento, que coge estática la radio. Menuda pesadilla, tú, ahora me va a venir el Giuseppe a contarme no sé qué de Pantani. A ver, espera… Giu… hola, Giu, sí… pues nada, aquí, tirando para arriba, que voy facilísimo. ¿Cómo? ¿Que espere a quién? Vamos, Giu, no me jodas, debes estar de coña. Interferencias, sí, seguro que son interferencias. Espera, pregunto. Míster… lo de Aru… ¿va en serio? ¿Pero cómo me haces esto, míster, cómo me haces esto? Espera, que encima ahora pone de fondo el Nessun Dorma… será cabrón, si sabe que a mí me gusta Su Ta Gar, hor sugar damatxoarekin / gaur berriro larrutan, y todo ese rollo. Que me gusta, a mí, esa canción. Nada, el viejo insiste, ¿te lo puedes creer, Ilnur?, el viejo insiste. Vamos, espera, que hago aspavientos. Eh, ¿echamos una quiniela a medias, Ilnur? ¿Cómo? ¿Eibar-Las Palmas dos? Es que estáis todos confabulaos, tío, yo no me explico na. Si mira qué piernas, qué fácil voy. Espera, el coche de director de carrera, se lo cuento… dónde vas, empanao. ¿Pues no ha pasado de nosotros? Ilnur, tío, es que es una injusticia. Sabes qué… a tomar por el culo auricular, etapa y lo de ir dando pedales. Si, además, el Martinelli me estaba contando unos chistes de Jaimito que daban pena, (que daban pena). En fin, allá a lo lejos van llegando Aru y otros. Mira, no viene Contador… menuda caraja. Ay, en fin, que me pongo a tirar. Eres majísimo, Ilnur, a ver si nos vemos en otra, ¿eh?

Lo de ganar el Giro ya lo dejo para el año que viene.

Me imagino a Guille Ortiz ahí, viéndolo por la tele,pensando, «hostias, no puedo creérmelo,menudas patas lleva el amigo, qué horror Martinelli,menuda carita de ir haciéndose caca lleva Alberto.Si casi parece que estuviera todo preparao,si casi parece un guion. Espera… ¿un guion?».Lo imagino de esa forma.

Confinamiento

Cómo de grande tienes que ser para arrancarle sonrisas a desconocidos en los días más extraños, opresores, preocupantes y, sí, tristes de la historia reciente. O, al menos, de la historia compartida por todos, que luego cada ser tiene su novela, y las hay con escalofríos…

Pero eso… cómo de grande tienes que ser. Cómo de grande.

Mikel Landa con un hacha, Mikel Landa mirando el puto rodillo (mirando con ese mirar que todos tenemos hacia el puto rodillo… bueno, todos menos los flipaos de vatios y videoconsolas), Mikel Landa que sonríe, que sabe lo que va a hacer, que sabemos lo que va a hacer, Mikel Landa fundiendo su rostro con los chicos esos de Ghana, los bailongos que cargan ataúdes y flow. Y sucede.

Viva Mikel.

Porque hay más. Lo de la trikitixa. Las fotos fuera de temporada. Landa con un copardo bien gordo. Landa con un puro. Landa con sombrero mexicano, Landa bailando, Landa con mirada de brillo vitral, Landa y su caruca de «ven pacá, que te cuento lo del Mortirolo». Ese Landa.

No busquen «carisma» en el diccionario…

Carlos Arribas juega con las palabras comosi no costase, como si escribir fuese lo mismo queandar respirando. Y, para él, lo es. Con estilojuguetón, con un punto de felicidad traviesa.Por eso quiere tanto a Mikel. Por eso lo queremos tanto todos.

Ander Izagirre

Ander Izagirre (Donostia-San Sebastián, 1976) es un periodista que pedalea para escribir, porque si no, no le sale. Así ha publicado libros ciclistas como Plomo en los bolsillos, Cómo ganar el Giro bebiendo sangre de buey o Pirenaica. Su último libro, Vuelta al país de Elkano, da una vuelta geográfica, histórica y mental al país de los vascos: en bicicleta, por supuesto.

Es autor de otros libros de viajes y de reportajes periodísticos, como Cansasuelos, Los sótanos del mundo, Regreso a Chernóbil o Potosí, una crónica de las minas bolivianas que han traducido a cinco idiomas y ha recibido el Premio Euskadi de Literatura en 2017, el English Pen Award en 2018 y el Premio Ryszard Kapuscinski de Reportaje Literario en Polonia en 2022.

APUNTES PARA UNA GENEALOGÍA DEL FENÓMENO LANDISTA

Al contrario que en el fútbol, donde los seguidores de un equipo se enfrentan a los del otro, los de mi ciudad contra la tuya, los de nuestro país contra el vuestro, donde el enfrentamiento entre tribus es el combustible de la pasión, en el ciclismo los aficionados son gentes nobles que aplauden a sus favoritos pero también a los rivales, reconocen el esfuerzo y respetan a todos.

Sí, sí, ya.

El ciclista Alfred Faure atacó a las tres de la mañana del 11 de julio de 1904, durante la segunda edición del Tour de Francia, en la subida al col de la République. Había ideado una estrategia imbatible. Él era de Saint–Étienne, la ciudad que acababan de atravesar, conocía aquellas carreteras tan bien como para escaparse en plena noche y contaba con el apoyo de los espectadores. «Contaba con el apoyo» es una manera de decir que se había compinchado con una panda de hooligans armados con palos y piedras: dejaron un pasillo estrecho para que circulara su ídolo Faure, mientras lo aclamaban y vitoreaban, y luego se cerraron formando una muralla humana que impidió el paso a los demás ciclistas. Al campeón italiano Giovanni Gerbi, que intentó cruzar el tumulto, le dieron un bastonazo en la mano y le rompieron un dedo. Maurice Garin, ganador del primer Tour en 1903, recibió una pedrada, cayó al suelo con el brazo ensangrentado y sintió que alguien intentaba quitarle la bici. Entonces estalló un tiroteo. Eran los policías que venían en los coches de la organización, disparando al aire para dispersar a los fanáticos.

Resuelto el incidente, los ciclistas pedalearon otros trescientos kilómetros hasta Marsella y nueve de ellos se jugaron la etapa al esprint. Nadie sabía muy bien dónde quedaba la meta. Jean–Baptiste Dortignacq se lanzó y se creyó ganador, pero la raya estaba en alguna otra parte y los jueces otorgaron la victoria a Hippolyte Aucouturier. Lo mejor de todo es que la etapa la acabó ganando cuatro meses después el mismísimo Faure, el de los hooligans. El 30 de noviembre de 1904, la Unión Velocipédica Francesa descalificó a los cuatro primeros de aquel Tour por una rica variedad de trampas (por pedalear a rueda de amigos ciclistas que se metían en carrera, por subirse a los coches durante largos tramos nocturnos, por compincharse con saboteadores para que sembraran clavos en ciertas partes del itinerario…). ¿Por qué esperaron hasta el invierno para descalificarlos? Porque temían reacciones violentas de los furibundos seguidores de los ciclistas y prefirieron esperar a que se calmaran las aguas. Los cuatro primeros del Tour, los cuatro descalificados, Maurice Garin, Pothier, César Garin y Aucouturier, habían sido precisamente los cuatro primeros en la etapa de Marsella. De manera que el triunfo de aquel día se deslizó hasta el quinto: Alfred Faure. Había organizado la batalla campal en el col de la République y ya tenía su victoria de etapa.