Stock, procesos y dirección de operaciones - José Agustín Cruelles Ruíz - E-Book

Stock, procesos y dirección de operaciones E-Book

José Agustín Cruelles Ruíz

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Beschreibung

Es necesario aclarar los conceptos de proceso de producción y de dirección de operaciones. El proceso define cómo fabricar algo y los pasos a seguir, se trata de diseño. La dirección es hacer que en el largo plazo y en el corto plazo la fábrica produzca lo que le demanda el mercada y al menor coste posible. Existe una grave laguna en el sistema educativo español acerca de la gestión de las operaciones. No se estudia en profundidad ni en las facultades de ingeniería ni en las de empresariales, quedando huérfana de formación una de las funciones más importantes de la empresa industrial. Con este libro aprenderá: -Conceptos básicos de la gestión de stocks y su importancia en los costes de producción y en el diseño de procesos para la correcta evolución de la producción. -A construir y mejorar procesos de producción a partir de una serie de criterios básicos. -A conocer el ciclo de la dirección de operaciones: ·La planificación a largo plazo ·A medio plazo ·Y a corto plazo ·La implicación de la alta dirección hasta los mandos intermedios ·Los ciclos de supervisión y corrección. ·Los principios del Just in Time y el Lean Manufacturing Una de las grandes cualidades de esta obra es que, a diferencia de otras de la misma temática, aporta una gran cantidad de ejemplos prácticos y relatos reales que ayudan a la asimilación de los conceptos.

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Título de la obra:Stocks, procesos y dirección de operaciones: Conoce y Gestiona tu fábrica

1a edición, 2012

 

Autor de la obra:José Agustín CruellesIngeniero industrial por la Universidad de Zaragoza

Maquetación:Pol Creuheras Borda

Editoriales:

© 2012 MARCOMBO, S.A.Gran Via de les Corts Catalanes, 59408007 Barcelonawww.marcombo.com
© 2012 INDUSER, ORGANIZACIÓN INDUSTRIAL, S.L. (ZADECON)Inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual de Toledo(N° TO-170-2012 el 21 de junio de 2012)C/ La Vega n° 12, 45500. Torrijos de Toledowww.zadecon.es

Reservados todos los derechos. La reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, queda rigurosamente prohibida, salvo excepción previa en la ley. Asimismo queda prohibida la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos, la comunicación pública y la transformación de cualquier parte de esta publicación (incluido el diseño de la cubierta) sin la previa autorización de los titulares de la propiedad intelectual y de la Editorial. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) vela por el respeto a los citados derechos.

ISBN: 978-84-267-2040-5

A todas las personas que han confiado y contado con nosotros para mejorar sus industrias

A todos nuestros alumnos, que siempre nos han devuelto el regalo de haber aprendido

Agradecimientos

A mis compañeros de Zadecon, quienes me han ayudado intensamente en el duro trabajo de elaborar estos materiales.

Y a Jeroni Boixareu, por confiar en dichos materiales para hacer una colección editorial y contribuir así a nuestro fin: la difusión de la cultura de la productividad.

Acerca del Autor

José Agustín Cruelles es Ingeniero Industrial por la Universidad de Zaragoza y es el fundador y gerente de la ingeniería de organización industrial Zadecon. Ha participado en numerosos proyectos de mejora de la productividad industrial, administrativa y gerencial a partir de la ingeniería y las implantaciones y de la capacitación en sectores como: automoción, aeronáutica, consumo, alimentación, plástico, químico, etc.

En esta disciplina de la ingeniería, imparte cursos y seminarios y es autor de contenidos orientados a la formación en los departamentos de producción.

Además, en este libro han colaborado los técnicos de Zadecon que se listan a continuación: Gregorio Ordóñez, Raúl Álvarez, Agustín Lizasoain y José Fuentes. Todos ellos con una amplia experiencia en las aplicaciones prácticas de la organización industrial.

Acerca de Zadecon

Zadecon es una ingeniería de organización industrial que se dedica a proyectos para mejorar la productividad:

Estudios de métodos y tiempos.

Control de la productividad y sistemas de incentivos.

SMED: Cambio rápido de máquinas.

Mejora de procesos administrativos.

Productividad gerencial.

Gestión de la producción.

Formación específica en este área.

 

www.zadecon.es

ÍNDICE

1. Introducción y estructuración

1.1. Objetivo del libro

1.2. La producción dentro del marco de la empresa

1.3. Definición de la gestión de la producción

1.4. Estructuración del curso

PARTE I

CONCEPTOS PREVIOS

2. Introducción a la teoría de la medición del despilfarro

2.1. Definición del despilfarro

2.1.1. Bases y supuestos para esta teoría

2.1.2. Estructura de un producto

2.1.3. Coeficiente de despilfarro y teoría de la medición del despilfarro

2.2. Desglose del despilfarro

2.2.1. Despilfarros por improductividades causadas por la mano de obra directa y cálculo de Cact

2.2.2. Despilfarros por fallos de gestión y cálculo de Cg

2.3. Cálculo del despilfarro y sus coeficientes

2.3.1. Requisitos mínimos para el cálculo del despilfarro

2.3.2. Control de la productividad como método de toma de datos para el cálculo del despilfarro

3. Gestión de stocks

3.1. Parámetros de entrada de la gestión de stocks

3.1.1. Ritmo de venta o de consumo (tipo de demanda)

3.1.2. Plazo de Entrega (Lead Time)

3.1.3. Nivel de Servicio (calidad)

3.1.4. Costos asociados a la Gestión de Stocks

3.2. Modelos utilizados para la gestión de stocks

3.2.1. Stock de partida para aprovisionamiento

3.2.2. Stock de fluctuación (modelos revisión continua y revisión periódica)

3.3. Clasificación de los productos en los inventarios (Método ABC)

3.3.1. La clasificación ABC como técnica de gestión de inventarios

4. Procesos de producción. Diseño y criterios de mejora

4.1. Introducción y definiciones

4.2. Construcción de un proceso de producción

4.3. Metodologías y criterios de diseño del Layout de la fábrica

4.3.1. Disposición por línea (Flow shop)

4.3.2. Distribución por secciones (Job shop)

4.3.3. Puesto fijo

4.3.4. Distribución híbrida (célula de producción)

4.4. Criterios para la mejora de procesos

4.4.1. Principios básicos

4.4.2. Eliminación de los desequilibrios

4.4.3. Reducción del stock en proceso

4.4.4. Reducción del tamaño de la planta. Eliminación de almacenes de semielaborados

PARTE II

GESTIÓN DE LA PRODUCCIÓN

5. Plan agregado de producción (PAP)

5.1 Definición del problema mediante ejemplo

5.2. Alternativas para la creación del PAP

6. Plan maestro de producción (PMP)

6.1. Creación del Plan Maestro de Producción

6.2. Pasos para obtener el PMP

7. MRP

7.1. Introducción al MRP

7.2. La estructura del producto

7.3. Elaboración del MRP

8. MRP II

8.1. Capacidad

8.1.1. CRP – Carga de trabajo

8.1.2. Capacidad disponible

8.2. Salidas MRP II

8.2.1. Comparación CRP vs CD (carga de trabajo vs capacidad disponible)

8.2.2. Simulación y ajuste CRP vs CD

8.2.3. Salida MRP II

8.3. Cómo equilibrar capacidad y carga de trabajo

8.4. Gestión de los cuellos de botella

8.4.1. Introducción

8.4.2. Soluciones a los cuellos de botella

9. Programación, lanzamiento y control de ejecución

9.1. Programación de la producción

9.2. Órdenes de fabricación

9.3. Lanzamiento y ejecución

9.4. Supervisión y corrección de avance

PARTE III

DISTINTAS POLÍTICAS DE SUMINISTRO Y DE PROCESO

10. Just in time (justo a tiempo – JIT)

10.1 MRP y JIT

10.2 Sistema Kanban

10.2.1. Principales tipos de Kanban

10.3. Aspectos a tener en cuenta para el JIT

11. Lean manufacturing

11.1. Acciones Lean

11.1.1. Reducir los materiales y piezas

11.1.2. Reducir el espacio necesario

11.1.3. Reducir el tiempo de las operaciones

11.1.4. Reducir los equipos

11.1.5. Mejora de procesos

Anexo I - Cursos de interés y bibliografía recomendada

Capítulo 1

Introducción y estructuración

1.1. Objetivo del libro

1.2. La producción dentro del marco de la empresa

1.3. Definición de la gestión de la producción

1.4. Estructuración del curso

La gestión de la producción es un término muy genérico, tanto que no se sabe muy bien realmente qué abarca, dónde empieza y dónde termina. La gestión de la producción, en una empresa industrial, es casi equivalente a la gestión de la empresa. Esto se debe a que la fabricación queda afectada por todos los departamentos.

Uno de los problemas más grandes que tienen los libros y cursos de dirección de operaciones existentes es precisamente la falta de pedagogía, debida a la no focalización hacia el alumno o lector objetivo. El problema de todos los puntos necesarios para la gestión de la producción es el siguiente: ¿Quién es el responsable de cada uno de ellos? ¿Cuándo se llevan a cabo?

Si no conseguimos focalizar y hacer que el lector se concentre en lo que le corresponde no será posible la asimilación o el aprendizaje, ya que el nivel de conocimiento es tan amplio y extenso que se trata de una carrera de una especialidad de ingeniería industrial. Por otro lado, las soluciones que se dan a la gestión son demasiado complejas, por lo tanto no se entienden o son inviables. La gestión de la producción debe basarse en soluciones sencillas ya que, de lo contrario, no se podrán aplicar.

1.1. Objetivo del libro

Este manual está dirigido a estudiantes de ingeniería, de empresariales y, para empresas industriales, a gerentes, jefes de producción, responsables de procesos y mandos intermedios.

El objetivo de este libro es formar de manera práctica en el ciclo de gestión de la producción, desde las decisiones a largo plazo hasta el control y corrección diario, y en la gestión de stocks, diseño y mejora de procesos.

Los relatos que se incluyen están basados en casos reales y con nombres y sectores de empresas ficticios. En la mayoría de los casos estos han sido modificados con fines pedagógicos.

1.2. La producción dentro del marco de la empresa

Como se puede ver en las siguientes figuras, la producción es uno de los tres pilares del proceso empresarial e interactúa en serie con otros dos departamentos: comercial y finanzas. Se comentan a continuación solo algunas de las interferencias e incidencias que pueden tener entre sí.

Figura 1.1

A modo de esquema, la «fábrica» de la figura anterior tendría esta forma:

Figura 1.2

Según la figura anterior, en la empresa podemos distinguir a 6 grandes agentes, 3 internos y 3 externos:

Internos:

Comercial

Finanzas

Fabricación

Externos:

Mercado (Oferta – competencia y demanda)

Proveedores

Clientes

A parte, dentro de la empresa hay más departamentos, pero son todos ellos accesorios o auxiliares de los tres departamentos que «fabrican» beneficios.

El departamento de Fabricación u Operaciones es el encargado de suministrar al cliente, es decir, de su satisfacción en todos los aspectos: calidad, plazos, etc. De tal manera que toda no conformidad en el suministro expresada por el cliente, siempre será interpretada por parte de la dirección de la empresa como una negligencia del departamento de fabricación (o casi siempre). Pero eso no es así. Como se puede ver en el esquema, fabricación está en serie con finanzas y con comercial, de tal manera que cualquier error que cometan cualquiera de las dos secciones anteriores provocarán un error en el suministro, ya que el departamento de fabricación, normalmente, ya no podrá solventarlo.

Lo que ocurre es que lo más tangible es fabricación y es lo que el cliente ve, entonces siempre se responsabiliza a los mismos. Pero reflexionemos. ¿Qué pasa si un vendedor promete unos plazos inviables por parte de la fábrica en función de las capacidades de esta? Pues pasa que el cliente ve que no se ha suministrado a tiempo. ¿Qué pasa si el departamento comercial no ha hecho unas previsiones correctas acerca de la demanda y esta sobrepasa a la capacidad de la fábrica? Lo que ocurriría en este caso es que la fábrica serviría no uno, sino todos los pedidos y encargos fuera de plazo. Podríamos seguir haciendo una lista de los posibles daños que causaría el departamento comercial a producción, pero con esos ejemplos vale.

Por otra parte, el departamento financiero también debe estar correctamente sincronizado con producción ¿Qué pasaría si hubiera tensiones de tesorería y se pagara tarde a los proveedores? Pues que los proveedores suministrarían tarde y, por tanto, la fábrica serviría tarde. Aunque una vez más se culpará a la fábrica.

Lógicamente, si lo que falla es la fábrica, los pedidos tampoco saldrán adelante.

Hasta aquí se ha hecho un breve resumen de cómo puede afectar cada departamento interno al servicio a los clientes. No obstante, existen factores externos, fuera de nuestro control, que también afectan al servicio al cliente:

Mercado

Proveedores

Clientes

De tal manera que existe una cantidad demasiado grande de agentes estorbándose, o lo que es peor, trabajando los unos contra los otros como para que las cosas salgan bien por sí solas, lo que es muy difícil, o imposible. Estamos en medio de un auténtico caos.

1.3. Definición de la gestión de la producción

Por eso surge la gestión de la producción y, debido a las necesidades que parece que hay, se puede dar una primera definición a esta disciplina:

La gestión de la producción es la disciplina cuyo fin es el de coordinar a los distintos agentes y recursos disponibles implicados en la empresa y entorno para poder servir a los clientes en función de los acuerdos adoptados con estos.

Bueno, esta primera definición ya es algo; no obstante, si bien es necesaria, no es suficiente, ya que según lo indicado podría interpretarse que la prioridad es servir, pero no es así. La prioridad es ganar dinero, recordemos el libro La Meta de Eliyahu Goldratt. Efectivamente, el hecho de querer servir bien a los clientes no es por amor hacia ellos, sino por dinero.

Teniendo esto en cuenta, nos podemos encontrar con la siguiente situación, algo totalmente normal, que son las empresas que lo sacrifican todo por el servicio, hasta los beneficios. El problema de estas empresas es que no tienen calculados o medidos sus costes y debido a esto no les prestan importancia, las cosas se entregan y se acaban «como sea», hasta que un día la empresa cierra.

Cuando se dé este escenario, producción habrá dejado de ser responsable del mal servicio a los clientes y pasará a ser responsable de los altos costes y de la baja competitividad de la empresa. Comercial alegará que le es totalmente imposible vender con lo caro que se fabrica y que la competencia siempre (absolutamente siempre) oferta mucho más barato. No obstante, los costes de producción no son siempre responsabilidad de producción; comercial y el departamento de finanzas también tienen algo que ver en todo esto. Veamos:

Imaginemos que comercial vende «lo que sea», por ejemplo, lotes de pedido muy pequeños. Esto implicará que producción tendrá que estar haciendo muy frecuentes cambios de utillaje disminuyéndose drásticamente la productividad. O que comercial se deja presionar por los clientes de tal manera que estos transmiten la presión a la fábrica y producción tiene que estar rompiendo constantemente la programación establecida que era la óptima. O que simplemente nadie le ha presionado, pero es el comercial quien quiere apuntarse el tanto de las ventas a fin de mes y para ello destroza la planificación en fábrica.

Pero todavía hay más. Igual que un exceso de pedidos por encima de la capacidad de la fábrica provocará servicios fuera de plazo, como se ha comentado anteriormente, el extremo contrario también provocará y aportará problemas de costes. Es decir, si el departamento comercial provoca pedidos muy por debajo de la capacidad de producción, se tendrá un despilfarro por desequilibrio entre carga y capacidad de trabajo y habrá pérdidas y sobrecostes por recursos ociosos.

En cuanto al departamento financiero, el hecho de que haya malas políticas financieras y de pagos puede provocar altos costes de compra que repercutirán en el producto final.

Además, si la fábrica se gestiona mal y no existe en ella una cultura de la productividad, los costes se dispararán.

Como se puede ver, el problema no es solo el servir a tiempo a los clientes sino hacerlo a un coste competitivo, y por tanto, a la primera definición que se ha dado se podría añadir:

… al menor coste posible.

Entonces, la definición completa queda como:

La gestión de la producción es la disciplina cuyo fin es el de coordinar a los distintos agentes y recursos disponibles implicados en la empresa y entorno para poder servir a los clientes en función de los acuerdos adoptados con estos al menor coste posible.

La gestión de la producción también abarca la calidad, prevención de riesgos laborales, medio ambiente, etc., pero este manual no entra en estas áreas.

El objetivo de este manual será pues formar en gestionar la producción para:

Suministrar a los clientes según los acuerdos adoptados.

Hacerlo al menor coste posible.

En el cumplimiento de estos dos puntos están implicados casi todos los agentes de la empresa, incluso algunos ajenos a la misma.

En este manual se formará en herramientas para reducir el despilfarro por fallos de gestión.

Figura 1.3

La gestión de la producción toca sobre todo dos grandes puntos:

Gestión de materiales.

Gestión de mano de obra y máquinas.

Los materiales son transformados por la mano de obra y las máquinas para añadirles valor, y si faltan o sobran, existirán despilfarros.

Entonces, para producir lo que los clientes han pedido será necesario tener los materiales y mano de obra y máquinas necesarios. Para hacerlo al menor coste posible habrá que tener los necesarios y solo los necesarios. Y esto es:

Mínimo stock posible.Capacidad de mano de obra y máquinas ajustada a la necesidad.

Por otra parte, entra en juego otra variable más, el escenario temporal, es decir, si se gestiona a largo, medio, corto o muy corto plazo. Una parte de la gestión consiste en la revisión de la planificación y lanzamiento de órdenes de trabajo, así como la corrección de las desviaciones, necesarias para la toma de una decisión acertada.

1.4. Estructuración del curso

El manual se dividirá en tres partes:

Parte I: conceptos previos

Parte II: gestión de la producción

Parte III: distintas políticas de suministro y de proceso

La estructuración de la documentación es fundamental para que el lector pueda alcanzar el nivel de comprensión necesario y tener una idea general correcta de lo que se está tratando en cada punto.

PARTE I: CONCEPTOS PREVIOS

Los conceptos previos necesarios para entender el ciclo de gestión de la producción y su posible mejora son:

Introducción a la

Teoría de la medición del despilfarro.

Gestión de stocks.

Procesos de producción.

En resumen, la gestión de stocks se encarga de disponer de los materiales (materias primas, producto intermedio y producto terminado) para el servicio a los clientes según lo comprometido. Además, se debe disponer en la mínima cantidad posible. Es importante esta introducción ya que, como se ha comentado anteriormente, una parte fundamental de la gestión de la producción es la gestión de los materiales, y los stocks son una herramienta fundamental para este fin. En este capítulo se mostrarán los parámetros necesarios para la gestión de los inventarios y para reducirlos.

Los procesos de producción definen qué pasos siguen los materiales, desde los proveedores hasta la entrega a los clientes. No hay que confundir procesos de producción con gestión de la producción, algo muy habitual. Para un mismo producto e incluso unas mismas máquinas, el proceso de producción puede ser diferente, y esto depende, tal y como se verá, de la política de gestión de stocks, stock de producto intermedio sobre todo. Las tareas de cualquier proceso pueden clasificarse según la siguiente tabla:

De todos los tipos de tareas anteriores, la única que aporta valor al producto es la operación, por realizar cualquiera de las otras tareas el cliente no paga nada. Según esto, se puede decir que la mejora de procesos persigue eliminar de los procesos definidos y existentes todas las tareas de no valor añadido sobre el producto o del operario, es decir, eliminar todo lo que no sea operar o reducirlo todo lo posible.

PARTE II: GESTIÓN DE LA PRODUCCIÓN

Como ya se ha mencionado en el apartado anterior, en la gestión de la producción se tendrá en cuenta el escenario temporal (largo, medio, corto o muy corto plazo) sobre el que estemos trabajando. Es por ello que la estructuración de este manual se realiza partiendo de la planificación a largo plazo (períodos de 1 o varios años), hasta llegar a la planificación a muy corto plazo (períodos de 1 día, o incluso de horas).

El ciclo de planificación y control de la producción puede describirse, a grandes rasgos, como se muestra en la siguiente figura.

Figura 1.4

Cada fase del proceso de planificación supondrá un capítulo o un punto del manual de relevancia, tal y como se puede ver en el índice.

El Plan de Producción a Largo Plazo se fija en función de los objetivos estratégicos de la empresa y de las previsiones de venta a largo plazo, todo ello contrastado con la condición financiera de la organización. Contiene la producción para un período de entre 3 a 5 años, expresados en tipos de productos, y lo que se va a producir se expresa en años (o a veces en trimestres).

Los Pronósticos son el primer paso dentro del proceso de planificación y control de la producción. Constituyen el hito inicial no solo para la elaboración de los planes estratégicos, sino además para el diseño de los planes a medio y corto plazo. Mediante los pronósticos las organizaciones pueden estimar de manera aproximada situaciones futuras y eliminar en gran parte la incertidumbre para reaccionar con rapidez a las condiciones cambiantes con algún grado de precisión, son, por tanto, procesos críticos y continuos que se necesitan para obtener buenos resultados durante la planificación de la producción en una empresa.

Los pronósticos pueden hacerse a corto, medio y largo plazo.

Al disponer de una predicción acerca de la demanda a largo plazo, el siguiente paso es calcular la cantidad de recursos que serán necesarios, desde: Mano de Obra, Máquinas, Superficie de Planta, etc. Se trata de un planteamiento que debe hacer el director de operaciones en función del plan estratégico de la organización y la información que le entrega la dirección comercial.

En base a estos cálculos el director de operaciones deberá planificar qué plantilla y otros recursos necesitará a lo largo del período pronosticado, qué trabajo subcontrata o cómo tiene que hacer subir la carga de trabajo en momentos valle o viceversa. Para ello se elabora un plan agregado de producción.

El Plan Agregado de Producción (PAP) determina los recursos que son necesarios para satisfacer la demanda de un determinado período. Dichas demandas corresponden tanto a la información suministrada por los pronósticos como a órdenes reales de los clientes. Normalmente se hace para un plazo medio, es decir, para un período de 6 a 12 meses. Su función principal es especificar la combinación óptima de tasa de producción, nivel de mano de obra e inventario disponible. La planeación agregada de la producción se hace para familias de productos, con similares materias primas, insumos y procesos, y no para productos individuales. En general está para, en función de la demanda prevista, trazar un plan de actuación y dimensionar la fábrica. No existe un plan agregado único, como se verá, hay distintas alternativas, debiendo elegirse la de menor coste (recuérdese la definición de gestión de la producción).

Con el conocimiento de lo que hay que fabricar para un plazo de, por ejemplo, un año desglosado por meses, el siguiente paso es la planificación de la producción para esos espacios de tiempo más periodificados.

Esta nueva planificación se trata de un trabajo a corto plazo, cuyo responsable es el director de operaciones y el cual nos devuelve el plan maestro de producción.

El Plan Maestro de Producción (PMP) especifica qué, cuándo y cuántos elementos o productos terminados deben producirse en un determinado período. Se basa en los resultados arrojados por la planeación agregada de la producción, pero la programación se hace para productos terminados concretos en vez de familias de productos y se programa para lapsos de tiempo más cortos, normalmente días o semanas.

En este plan las cantidades representan producción y no demanda, es decir que las cantidades a producir no necesariamente coinciden con la demanda, ya que pueden influir estrategias o políticas que tome la compañía en cuanto a niveles de inventarios, fuerzas de trabajo y tamaño de los lotes de producción, entre otros. Dichas cantidades a producir pueden ser una combinación de pedidos de clientes y datos pronosticados.

Una vez elaborado y aprobado un PMP válido, según demanda y estrategias de la empresa, pasaremos a desarrollar la planeación de los requerimientos de materiales, MRP, en función de los resultados obtenidos en el PMP. Se trata, por tanto, de una planificación a muy corto plazo.

La Planificación de Requerimientos de Materiales (MRP - Material Requirements Planning) es un sistema de planificación de producción y compras. Un sistema MRP trabaja en base a dos parámetros básicos del control de la producción: plazos y cantidades. El sistema debe ser capaz de calcular las cantidades a fabricar de productos terminados, de componentes necesarios y de las materias primas a comprar para poder satisfacer la demanda. Además, debe considerar cuándo se deben liberar órdenes de compra o producción para cada artículo con el fin de entregar la cantidad completa en la fecha indicada.

El MRP nos define la necesidad de materiales en cada momento, y en base a ello se realiza el aprovisionamiento, aunque los materiales hay que adquirirlos de proveedores o prefabricarlos internamente y tener una disponibilidad de estos. Tanto los proveedores como las secciones internas tienen unos plazos de entrega a partir de la fecha de pedido y, en mayor o menor medida, una incertidumbre en las entregas, así como unos lotes de entrega mínimos, y por tanto, se hace necesario tener un stock de materias primas y productos semielaborados. De igual manera, en función de cómo nos pidan los clientes se tendrá también un almacén de producto terminado.

Deberá haber un responsable de aprovisionamientos y almacén que debe abarcar a la función compras y su gestión debe ser de medio plazo. Este responsable deberá gestionar el stock y utilizar las herramientas existentes para este fin.

En resumen, la gestión de los stocks y aprovisionamientos está para hacer que el MRP se cumpla.

Para el desarrollo de un sistema MRP se deben tener en cuenta unos requerimientos de producto terminado que, como ya se ha comentado, corresponden a los resultados arrojados por el PMP. Además, es importante conocer la lista de materiales, el registro inventarios y el lead time o plazo de entrega para cada producto.

La estructura del producto es una ficha que muestra la secuencia en la que se fabrican y ensamblan las materias primas, las partes que se compran y los suben-sambles necesarios para formar el producto final. Cada elemento de la estructura del producto tiene asociado un número, el cual corresponde a la cantidad de unidades necesarias para la siguiente fase. A continuación se muestra una figura con una posible estructura de un producto.

Figura 1.5

Para poder calcular todos los planes de producción antes descritos, es necesaria la estructura del producto.

Los registros de inventarios corresponden al seguimiento que se realiza al inventario e indican la disponibilidad del producto en determinado momento. Estos registros incluyen tiempos de entrega, inventarios de seguridad, tamaños de lote; cada uno de estos factores se debe tener en cuenta para la planeación. El registro de inventarios retroalimenta constantemente el sistema.

La salida más importante de un sistema MRP es el conjunto de liberación de órdenes que se generan. Estas pueden ser de dos tipos: órdenes de compra que indican la cantidad y el período en que deben pedirse las materias primas e insumos; y las órdenes de producción que indican el período y la cantidad de piezas que deben comenzar el proceso de fabricación para obtener el producto final en la fecha requerida.

La planeación de requerimientos de capacidad (CRP - Capacity Requirements Planning) determina el nivel de capacidad necesario para completar el plan de producción y así determinar si el plan es factible o si se deben equilibrar los requerimientos de acuerdo a la capacidad disponible. Tengamos en cuenta que cada fase del proceso de producción requiere tiempo de máquinas y mano de obra. Utiliza la información del MRP, la cual ya ha considerado factores como tamaños de lote, lead times, niveles de inventario y stock de seguridad.

Planificación de Recursos de Manufactura (MRPII, Manufacturing Resource Planning). Al igual que con la gestión de stock y aprovisionamiento se facilitan materiales para que el MRP se cumpla, el CRP debe gestionar que haya recursos de manufactura suficientes para que el MRP II se cumpla. Y la comparación entre necesidades de capacidad y capacidad disponible constituye un ciclo de prueba y error, para, si es necesario, modificar la necesidad de recursos o las cantidades del plan maestro de producción.

Por aclarar conceptos (si bien se verán extensamente en el capítulo correspondiente), el MRP determina los materiales necesarios y las órdenes de compra y fabricación; el CRP indica cuales son las necesidades de capacidad para obtener estos materiales y el MRP II indica los recursos de los que se va a hacer uso y de qué manera para cumplir con el MRP. El CRP aprobado es el MRPII y este constituye una instrucción.

Por ejemplo, imaginemos que hay mucha más capacidad que necesidad. Entonces, quizás haya que modificar la necesidad aumentándola y haciendo que se fabriquen más piezas para luego intentar venderlas. O si no hay capacidad suficiente, quizás se pueda modificar la necesidad atrasando pedidos de común acuerdo con los clientes. Tanto para aumentar como para disminuir fabricación debe estar implicado en la decisión el departamento comercial, ya que no se puede aumentar fabricación de productos de los cuales no garanticemos una salida ni se puede disminuir o aplazar pedidos sin el consentimiento de los clientes.

Es que, de hecho, la definición del MRP es casi de Perogrullo: «Es una técnica para planificar la cantidad de materiales que se deben tener en cada puesto de trabajo y en cada momento para que la fabricación sea posible». Cualquiera pensaría: «¡qué menos!». Lo que pasa es que lo difícil es hacer que dichos materiales estén disponibles. Con el MRP II y los recursos de manufactura pasa lo mismo.

El CRP en este punto, al igual que el MRP II, se trata de una gestión a muy corto plazo y es responsabilidad de la dirección de operaciones.

Una vez que se han hecho todas las simulaciones necesarias y ya se han tomado decisiones, se pasa a lanzar las órdenes de trabajo.

Las órdenes de trabajo son internas de fabricación y externas (de compras a proveedores). Se realiza desde la dirección de operaciones. Si se deciden unas determinadas órdenes de trabajo es porque la dirección de operaciones ya tiene, más o menos, resuelto el aprovisionamiento de materiales y ha provisto de capacidades necesarias para que dichas órdenes, en función de los plazos establecidos, sean realizables.

En este punto ya se implica a los mandos intermedios, quienes son los receptores de las órdenes de trabajo y deben actuar en consecuencia. También los responsables de compras y almacenes recibirán las órdenes de aprovisionamiento.

La programación de la producción (Scheduling) es la última etapa dentro del proceso de planificación y control de la producción. La misma permitirá saber a cada trabajador o a cada responsable de un centro de trabajo lo que debe hacer para cumplir con el plan propuesto. Estas actividades se enmarcan dentro de la fase de ejecución y control.

Lanzadas las órdenes de trabajo es necesaria una supervisión diaria en la que los mandos intermedios deberán manejar herramientas para:

Supervisar la disponibilidad de materiales en el puesto de trabajo.

Supervisar la capacidad de las secciones: necesidad y capacidad.

En base a esta supervisión, diariamente se establecerán medidas correctoras. El motivo de este punto es que los planes nunca se cumplen, siempre hay eventos que deshacen lo que se tenía previsto: pedidos urgentes, averías en las máquinas, bajas inesperadas, anulación de pedidos, errores de cálculo.

Explicado todo lo anterior, una manera más completa de estructurar la Gestión de la Producción se puede observar en el siguiente gráfico.

Figura 1.6 Ciclo de gestión de la producción

Hasta aquí queda descrito el ciclo de gestión de la producción que se desarrollará en la parte II. El primer paso para la reducción de costes, o «hacer al menor coste posible», es desarrollar bien este ciclo.

Para la correcta comprensión de esta parte se dan a continuación una serie de definiciones que se utilizarán a lo largo del desarrollo del curso.

Definiciones y conceptos

Hora-hombre:

Unidad de medida que cuantifica el trabajo realizado por un hombre normal durante una hora.

Hora-máquina:

Unidad de medida que cuantifica el trabajo realizado por una máquina concreta durante una hora.

Si estas unidades se están utilizando para medir la capacidad nos indicarán las Horas-hombre de las que disponemos en la planta: este dato se obtiene de multiplicar el número de operarios por las horas de duración de su jornada laboral y por la cantidad de días en los que se quiere calcular la capacidad. Si, por el contrario, se están utilizando para medir necesidad, la cantidad de Horas-hombre se calcula multiplicando el tiempo estándar o tiempo objetivo (en Horas-hombre) por el número de unidades a fabricar.

Hora normal:

Horas correspondientes a una jornada normal o jornada regular (normalmente 8 horas).

Hora extra:

Horas realizadas fuera del horario normal (generalmente para aumentar la producción). Son más caras que las horas normales.

Tiempo estándar:

Tiempo requerido para que un operario de tipo medio, plenamente calificado y adiestrado, y trabajando a un ritmo normal, lleve a cabo una tarea. Se determina sumando el tiempo asignado a cada uno de los elementos que componen la tarea afectados por el correspondiente suplemento de descanso y la proporción de tareas frecuenciales. Se mide en Tiempo hombre (Horas-hombre o Minutos-hombre) y en Tiempo máquina.

Tiempo estándar de lote:

Es el resultado de multiplicar el tiempo estándar de la unidad por el número de unidades que componen dicho lote más el tiempo estándar de preparación del lote (cambio de máquinas y utillajes). También se mide en Tiempo hombre y en Tiempo máquina.

Tiempo objetivo:

Es el resultado de aplicar un coeficiente de mayoración al tiempo estándar. El motivo de este concepto es que el tiempo estándar es imposible de cumplir ya que en toda producción hay incidencias. Por tanto, para poder planificar y calcular costes hay que tener en cuenta que el tiempo será mayor del estándar. Este tiempo se emplea para cálculos a priori (antes de lanzar la producción) y para comparar desviaciones con los tiempos reales (después de realizada la producción).

Tiempo real:

Es el tiempo empleado en realizar una producción, no responde a ningún cálculo, es un dato de lo que ha sucedido.

Equilibrar:

Se entiende por equilibrado de líneas de producción la reducción de diferencias en los tiempos de producción de cada una de las sucesivas operaciones en la secuencia de una línea o entre secciones de una fábrica. La igualdad de tiempos de producción en todas las etapas del proceso se conoce como «equilibrado perfecto», objetivo imposible de conseguir. En su defecto, el ritmo de producción quedará condicionado por la etapa limitante (etapa con mayor tiempo de ciclo). El desequilibrio entre la carga de trabajo y la capacidad y entre las secciones y puestos en serie, es uno de los primeros causantes de improductividad.

Lead time:

Se denomina lead time de un producto al tiempo que transcurre desde que se inicia su proceso de producción hasta que se completa, incluyendo el tiempo de entrega de ese producto, ya sea al cliente o al siguiente proceso.

PARTE III: DISTINTAS POLÍTICAS DE SUMINISTRO Y DE PROCESO

Hasta este punto se habrá tratado cómo gestionar la producción en base a una demanda y a unas capacidades. No obstante, existen distintas formas de poder cumplir con el servicio al cliente, existen distintas políticas de suministro tanto interno como externo, y dichas políticas afectan al nivel de inventario y, como consecuencia, al diseño del proceso.

El objetivo de este capítulo es tratar metodologías existentes para mejorar los costes operativos a partir de la reducción de los stocks y la mejora de los procesos:

JIT (Just In Time): significa que los materiales entran a la fábrica «Justo a Tiempo», ni antes ni después. Esto hace que se eliminen grandes cantidades de inventario.

Lean Manufacturing: es una filosofía que persigue hacer una fabricación esbelta, y para ello hay que hacer un proceso esbelto y tener un nivel de inventario también esbelto.