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Este libro es un libro único
No te enseñará a cerrar una venta, no te ayudará a levantar tu negocio, no te convertirá en millonario de la noche a la mañana. Sin embargo, sí que te dará las semillas para que todo eso (y mucho más) pueda ocurrir en tu vida. Te mostrará la manera de controlar tu destino, controlando el poder de tu mente. Mediante ejercicios muy fáciles de llevar a cabo, te convertirá en un experto en pensamiento y mirada magnética; elementos con los que podrás influir positivamente en los demás y en tu propia realidad, diseñándola a tu propio gusto. Te enseñará a poner la energía en aquello que deseas, en lugar de hacerlo en aquello que temes. De hecho, borrará de tu vocabulario la palabra miedo. ¿Quién puede tener miedo de lo que pueda ocurrir cuando es él mismo el que crea lo que va a ocurrir?
Una guía completa para hacer de tu mente una fuerza inquebrantable
SOBRE EL AUTOR:
William Walker Atkinson fue un prolífico escritor estadounidense que desarrolló a lo largo de toda su carrera la idea de que nuestros pensamientos y creencias determinan en gran medida los logros que conseguiremos en la vida. Por esa razón creó un sistema de superación que experimentó consigo mismo, reportándole beneficios casi inmediatos en cuestiones de salud, dinero y éxito personal.
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Hay quien cree que para triunfar en el mundo de los negocios es preciso tener suerte. No digo yo que no. Pero la suerte nunca es algo aislado de nosotros mismos, sino que es una consecuencia de cómo pensamos, de cómo sentimos y de cómo actuamos. El quid de la cuestión está en nuestros pensamientos. Hoy en día sabemos, gracias a la ciencia, que todo lo que hay en el universo es energía que vibra y que atrae a sus “iguales”: aquello que vibra en la misma frecuencia. Los “iguales” se atraen. Nuestros pensamientos vibran y atraen exactamente lo que pensamos. Es por eso que para tener éxito profesional o personal, de alguna manera, uno debe convertirse en aquello que quiere atraer, aquello que quiere ver en su realidad.
El libro que tienes en tus manos, es un libro único. No te enseñará a cerrar una venta, no te ayudará a levantar tu negocio, no te convertirá en millonario de la noche a la mañana. Sin embargo, sí que te dará las semillas para que todo eso (y mucho más) pueda ocurrir en tu vida. Te mostrará la manera de controlar tu destino, controlando el poder de tu mente. Mediante ejercicios muy fáciles de llevar a cabo, te convertirá en un experto en pensamiento y mirada magnética; elementos con los que podrás influir positivamente en los demás y en tu propia realidad, diseñándola a tu propio gusto. Te enseñará a poner la energía en aquello que deseas, en lugar de hacerlo en aquello que temes. De hecho, borrará de tu vocabulario la palabra miedo. ¿Quién puede tener miedo de lo que pueda ocurrir cuando es él mismo el que crea aquello que ocurrirá?
Te enseñará cómo desarrollar cualidades necesarias: la Energía, la Ambición, la Determinación, el Coraje, la Confianza, la Perseverancia, la Paciencia, la Prudencia…, al tiempo que te ayudará a focalizarte mediante la concentración y la fuerza de voluntad, en visualizar tu futuro mucho antes de que llegue.
William Walker Atkinson pasa por ser uno de los máximos exponentes del movimiento denominado “Nuevo Pensamiento”. Una persona adelantada a su tiempo y a la historia. En estas páginas te empujará a enamorarte de las personas, circunstancias y cosas que faltan en tu existencia, te ayudará a atraerlas de una manera fácil y te demostrará que mereces todo lo mejor y que ya nunca más te faltará nada de lo que necesites -ya sea dinero, amor, salud, etc.-, siempre y cuando, sigas sus sencillas recomendaciones.
Aquí no hay truco. La vida tiene sus propias reglas y si nos adaptamos a ellas, seremos capaces de conseguir cosas que a día de hoy nos parecen imposibles.
El primer cambio debería ser interior. Nuestros pensamientos nos bombardean, nos llevan, la mayoría de las veces, por caminos que no queremos transitar y nos impiden ver la luz. Tenemos que conseguir acallar nuestra mente y dominar nuestra conversación interior, puesto que nuestros pensamientos dominantes se convertirán en nuestra realidad, como bien nos hace entender Atkinson a través de sus ejemplos.
Recuerda: lo semejante atrae a lo semejante. Por eso no es difícil entender por qué inundamos nuestra vida con tantos elementos negativos. ¡Nos pasamos el día pensando en ello! Quejándonos, juzgando, temiendo lo peor. ¿Cómo nos puede extrañar que después nos pase lo que nos pasa?
Debemos diseñar nuestra vida adquiriendo el hábito de pensar en positivo, silenciando todo el ruido que nos desvía del camino necesario para conseguir nuestras metas. Para ello tenemos que eliminar el miedo, matarlo de hambre, dejando de alimentarlo con esa vocecita interna que nos está taladrando la cabeza todo el día. Debes ser valiente, tener fe en la vida y aceptar todo aquello que te pertenece por el simple hecho de haber nacido.
Aquí descubrirás el poder que ejercen las emociones y los sentimientos. Y que vivimos en un mundo donde hay un suministro inagotable de energía, esa energía que te atraerá con la fuerza de un imán todo aquello que tu corazón necesita para sentirse plenamente feliz, ya sea en el ámbito de los negocios o en el plano personal. Entenderás la importancia que tiene dominar tus hábitos de conducta y de pensamiento para conseguir una conexión fluida con la fuente inagotable del universo.
Así que ya sabes, ¿de verdad quieres triunfar? ¿De verdad lo deseas?
Si es así, da el primer paso y decide hoy mismo que vas a cambiar tu vida, tu forma de pensar y sentir, y que vas a crear esa energía vibracional que magnetizará tus sueños más profundos, acercándolos día a día, segundo a segundo, ante tus ojos, para que los veas y los disfrutes desde este preciso instante. El futuro ya es tuyo, si consigues controlar el poder divino que ya tienes dentro de ti. Y con este libro conseguir eso te resultará fácil, ameno y divertido. ¡Disfruta, pues! Vuelve a ser como un niño y se abrirá ante ti el más brillante e imponente paraíso.
El editor
Creo que es bueno decir que este trabajo se ha realizado a partir de las notas utilizadas en algunas de las conferencias que he llevado a cabo en los últimos años, aportando a este libro mis enseñanzas y reflexiones, siendo prácticamente el plan de estudios de dichas conferencias.
En las ponencias, y en este trabajo, mi único objetivo ha sido dar a conocer a los estudiantes el inmenso poder que tienen en su interior (el Magnetismo Personal y la Influencia Psíquica).
Con este fin he simplificado todas las pretensiones de estilo literario. He sentido que tenía un mensaje que entregar, y me he esforzado en ofrecerlo de la manera más clara y simple posible, sin ningún intento de “escribir bien”. Si el argot más común hacía que mis ideas se entendiesen mejor, lo utilizaba sin ningún tipo de remordimiento.
Confío en que mis críticos se ahorrarán la molestia de señalar mis numerosos defectos de estilo y composición; soy plenamente consciente de ellos. He subordinado todo lo demás, en mi esfuerzo para hacer este trabajo de manera sencilla y práctica. Y esto es una explicación, no una disculpa.
Espero que puedas disfrutar de esta obra y sacarle el máximo rendimiento. Y que te ayude a cambiar ese “no puedo” por un “PUEDO Y LO HARÉ”. Ése es el fin último de todo mi esfuerzo.
El autor
“Las teorías son sólo poderosas pompas de jabón con las que los niños adultos de la ciencia se divierten”. La mayoría de los escritores han dedicado casi todos sus esfuerzos a este tema, así como su espacio, para demostrar, en primer lugar, que el Magnetismo Personal realmente existe, y, en segundo lugar, que el fenómeno puede ser explicado mejor con su teoría predilecta.
Algunos atribuyen el poder de influir en las personas al uso de una dieta vegetariana, a pesar del hecho de que parte de la mayoría de los individuos “magnéticos” parecen hacer “cementerios de sus estómagos”.
Otros insisten en que con celibato y absteniéndose de relaciones sexuales se puede encontrar el secreto, pese a que la mayoría de las personas “magnéticas” no difieren en sus costumbres sexuales del resto de personas menos magnéticas. Otros sostienen que la fuerza “magnética” abunda en el aire que nos rodea al absorber grandes cantidades del líquido vital, cargándonos con la fuerza en forma de batería de almacenamiento. Y así sucesivamente, cada uno toma su pequeña teoría preferida.
Yo, aunque no lleve una vida de celibato, veo bastante bien la doctrina de la continencia; además, soy un firme defensor y creyente de la “respiración profunda”, y creo que si respirásemos mejor muchas enfermedades y debilidades físicas desaparecerían de la faz de la tierra.
Todas estas cosas son buenas, pero una pequeña reflexión le mostrará a cualquiera que ellos no son los factores principales de la cualidad conocida como “Magnetismo Personal”. Los expertos sobre el tema, por lo general, concluyen que son maravillosas las posibilidades que se le abren a cualquier persona que pueda adquirir este poder y aprenda a usarlo. Sin embargo, dicen poco o nada de cómo puede adquirirse esta fuerza, es decir, más allá de afirmar sus teorías, no aportan nada de nada. Lanzan discursos, pero no instruyen.
Son predicadores, no docentes. Habitan en las teorías, y descuidan los hechos.
Se han hecho progresos reales en esta rama de la investigación científica, no por escritores o teóricos, sino por unos pocos investigadores serios que han llevado a cabo innumerables experimentos, y han explorado todas las vías de información, y han sacado a relucir este tema maravilloso de los dominios de meras especulaciones y lo han colocado sobre una base científica.
Yo he sido un estudiante cercano y el principal investigador de este tema durante muchos años, y la presente obra es un intento de dar a mis seguidores algunos de los principios fundamentales que se derivan de las investigaciones y experimentos prácticos que hemos llevado a cabo en este campo.
Por lo tanto, nuestras lecciones se limitarán, en la medida de lo posible, a las declaraciones de hechos probados y a la instrucción práctica, haciendo referencia a la teoría sólo cuando sea absolutamente necesario.
En mi opinión, sería insultar tu inteligencia si tuviera que presentarte un elaborado y maniqueo argumento, cuya finalidad fuese intentar probar la existencia de esta fuerza maravillosa, latente en la persona, pero desarrollada solo por una minoría, aunque sea posible de adquirir por todos nosotros. Esta misteriosa cualidad llamada, a falta de un mejor nombre: Magnetismo Personal.
Empeñarse en demostrar su existencia, sería similar a un intento de convencer al personal común inteligente del hecho de que el imán influye en la aguja, que los rayos X penetran el cuerpo de la persona o, inclusive, en el objeto más sólido, que un mensaje sea transmitido mediante la electricidad, a lo largo de un haz de luz, o también por telegrafía inalámbrica, a través del aire sin la necesidad de cualquier otro medio. Cada persona inteligente es consciente de la existencia de los fenómenos mencionados anteriormente, y no preciso tener que demostrarlos. Si alguien está absolutamente interesado en el tema, lo que desea es que se le enseñe cómo impregnar estas fuerzas, de modo que pueda ser capaz de reproducir los experimentos por sí mismo. Esto es igualmente cierto para el estudiante de Magnetismo Personal. Es muy posible que dicho estudiante hace tiempo que se ha ya enterado de la existencia de dicha fuerza. Y que la vea a su alrededor todos los días, y sepa de las maravillas que proporciona. Debe ser consciente de que ha desarrollado la fuerza, hasta un cierto grado, y lo que quiere, en cualquier caso, es conocer los medios para que pueda desarrollarse plenamente y utilizar la fuerza latente en su interior de forma inteligente. Por lo tanto, no voy a hacer ningún intento de demostrar la existencia de la fuerza, pues creo que es bastante obvia su existencia.
También pretendo evitar una discusión aburrida de las numerosas teorías que han sido propuestas para explicar las teorías fenómeno del Magnetismo Personal. No tengo preferencia por ninguna de ellas. Yo me esforzaré para enseñarte cómo obtener resultados y, entonces, si los consigues, debes ser tú el que leas sobre el tema y formules tu propia teoría.
Te expondré brevemente mi propia concepción de la causa fundamental de los fenómenos aludidos en este trabajo, pero no voy a tratar de imponerte mis opiniones. Tienes libertad absoluta para aceptar o rechazar cualquier teoría, ya que el resultado de ninguna manera dependerá de alguna creencia en especial. Muchos de los que han obtenido los mejores resultados, han descartado una teoría tras otra, y dicen ahora que ellos no tratan de explicar la verdadera causa que subyace de los resultados, contentos de trabajar, sin una teoría dogmática, siempre y cuando sepan cómo obtener los resultados. Con esta explicación, dejaré el mundo de las teorías y me sumergiré en el terreno de la práctica. Me esforzaré por instruirte a lo largo de las líneas a desarrollar y utilizar. Podrás reproducir los resultados ya obtenidos por otros, y tal vez podrás llegar a ser investigador de esta poderosa fuerza.
Pero ante todo, te pido que no aceptes, de antemano, nada que no consigas demostrar. Ponlo en práctica, demuéstralo y acéptalo.
Para la mayoría de las mentes de la gente, el término Magnetismo Personal transmite la idea de una corriente que irradia del individuo magnético, atrayendo a él a todos aquellos que están dentro del radio de su fuerza magnética. Aunque, en general, esta idea es errónea, todavía contiene dentro de sí el germen de la verdad real. Existe una corriente de atracción de la fuerza que irradia la persona, pero no es una fuerza magnética en la medida en que el término magnetismo implica alguna conexión con el imán o la electricidad. La corriente magnética humana, aun teniendo algún parecido con estas dos fuerzas conocidas en sus efectos, no tiene ninguna conexión real con ellas en lo que se refiere a su origen o naturaleza intrínseca.
Eso que llamamos Magnetismo Personal es la corriente sutil de las ondas del pensamiento, o vibraciones mentales, proyectada desde la mente humana. Cada pensamiento creado por nuestra mente es una fuerza de mayor o menor intensidad, que varía en fortaleza según el impulso dado a la misma en el momento de su creación. Cuando pensamos, enviamos desde nosotros una corriente sutil, la cual se nos presenta como un rayo muchas veces muy alejado de nosotros por el espacio, un pensamiento intenso seguirá su misión cargado con un gran poder, y con frecuencia aumentará la resistencia instintiva de la mente de los demás a las impresiones externas, mientras que un pensamiento débil será incapaz de obtener una oportunidad de ingresar al castillo mental del otro, a no ser que sea un castillo mal vigilado. Los pensamientos reiterados a lo largo de las mismas líneas, enviados uno tras otro, a menudo efectuarán una entrada donde una sola onda de pensamiento, aunque mucho más fuerte, es rechazada. Es una exposición de una ley física en el Mundo Psíquico, y ejemplifica el viejo dicho sobre el goteo y el desgaste constante de la piedra que recibe ese goteo.
Todos estamos influenciados mucho más de lo que somos conscientes por los pensamientos de los demás. No me refiero a sus opiniones, sino a sus pensamientos. Un gran escritor sobre este tema, dijo, con mucho acierto: Los pensamientos son propósitos.
Son objetivos, y además, los objetivos más poderosos. A menos que comprendamos este hecho, estamos a merced de una fuerza poderosa, de cuya naturaleza no sabemos nada, y cuya existencia muchos de nosotros negamos. Por otro lado, si entendemos la naturaleza y las leyes que rigen esta maravillosa fuerza, podemos dominarla y hacerla nuestro instrumento y asistente. Cada pensamiento que creamos, ya sea débil o fuerte, bueno o malo, sano o insano, emite sus ondas vibratorias, que afectan, en mayor o menor medida a todos aquellos con quienes estamos en contacto o que pueden entrar en el radio de nuestras vibraciones mentales.
Pensamos que las ondas son como las ondulaciones en un estanque causadas por el lanzamiento de una piedra, que se mueven en círculos cada vez más amplios, irradiando desde un punto central. Por supuesto, si un impulso proyecta las ondas de pensamiento debido a la fuerza hacia un determinado objeto, su fuerza se hará sentir más fuertemente en ese punto.
Además de afectar a los demás, nuestros pensamientos nos afectan, no sólo temporalmente, sino también de forma permanente. Somos lo que pensamos que somos. La afirmación bíblica que dice “Así como una persona piensa en su corazón, así es él”, es literalmente correcta. Todos somos criaturas de nuestra propia creación mental. Tú sabes lo fácil que es pensar en ti mismo en un estado mental completamente “negativo”; lo sabes porque lo haces a diario. Pero quizás de lo que no eres consciente es que la reiteración de ese pensamiento o estado mental te convierte en aquello en lo que piensas. Éste es un hecho demostrable, y no tienes más que mirar a tu alrededor para darte cuenta de ello. Habrás notado miles de veces cómo la forma de ser de una persona se refleja en sus experiencias de vida y sus circunstancias. ¿Qué supones que ocasiona este fenómeno? Nada más ni nada menos que sus pensamientos.
Tu vida, tal cual la conoces, saca a relucir los pensamientos en los que te enfocas a diario, la mayoría del tiempo.
Los Pensamientos toman forma en la Acción.” Puede que nunca hayas tenido esta visión del asunto, pero sin embargo, es cierto, y puedes encontrar pruebas suficientes de su exactitud simplemente mirando a tu alrededor.
Una persona que piensa que Energía manifiesta Energía, consigue Energía; la persona que piensa que Coraje manifiesta Coraje, consigue Coraje; la persona que piensa, “Yo puedo y lo haré”, lo hace, lo consigue. Mientras que la persona que piensa “No puedo”, no podrá con total seguridad. Sabes que es verdad esto que te estoy diciendo. Ahora bien, ¿qué es lo que marca la diferencia? El Pensamiento, simplemente el pensamiento. Pero, ¿por qué? Porque la acción es el resultado natural del pensamiento vigoroso. Si crees de verdad, la acción se encargará del resto. Tú ya habrás hecho tu trabajo, que es pensar y creer en lo que piensas. El pensamiento es lo más grandioso en el mundo. Si no lo sabes ahora, lo sabrás antes de que hayas terminado este curso de lecciones.