WALT WHITMAN - Hojas de Hierba - Walt Whitman - E-Book

WALT WHITMAN - Hojas de Hierba E-Book

Walt Whitman

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Beschreibung

Hojas de hierba es una celebración poética de la individualidad, la naturaleza y la interconexión de toda la humanidad. En esta obra, Walt Whitman rompe con las tradiciones literarias de su tiempo, empleando el verso libre para expresar una visión expansiva y democrática del mundo. A través de una exploración profunda de sí mismo y de su entorno, Whitman exalta la igualdad, la libertad y la espiritualidad inherente a la experiencia humana, conectando lo cotidiano con lo trascendental. Desde su publicación inicial en 1855, Hojas de hierba ha sido reconocida como una obra innovadora que redefinió la poesía estadounidense. La obra creció a lo largo de la vida de Whitman, con ediciones sucesivas que expandieron y refinaron sus temas principales. Poemas como Canto a mí mismo y Oh capitán, mi capitán destacan por su estilo único y por su capacidad para capturar las emociones colectivas y personales de una nación en evolución. El impacto de Hojas de hierba radica en su universalidad y en su capacidad de resonar con lectores de distintas épocas y contextos. Su énfasis en la unidad del ser humano con la naturaleza y la sociedad sigue siendo relevante, ofreciendo una perspectiva optimista y profunda sobre la conexión entre lo individual y lo colectivo. La obra continúa siendo un pilar fundamental de la literatura universal y un testimonio duradero de la visión poética de Whitman.  

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Walt Whitman

HOJAS DE HIERBA

Sumario

PRESENTACIÓN

HOJAS DE HIERBA

PARA TI

YO CANTO PARA MÍ MISMO

TÚ, LECTOR

AL COMENZAR MIS ESTUDIOS

NO ME CIERREN SUS PUERTAS

POETAS FUTUROS

IMÁGENES

A LAS NACIONES EXTRANJERAS

A LOS ESTADOS

EL HIMNO QUE TODAVÍA CANTO

VENIDO DE PAUMANOK

CANTO A MÍ MISMO

SALUT AU MONDE

HIJOS DE ADÁN

HACIA EL JARDÍN DEL MUNDO

DESDE LOS RÍOS ACORRALADOS Y DOLIENTES

UNA MUJER ME ESPERA

ESPONTÁNEO SOY

UNA HORA DE LOCURA Y DE PLACER

¡OH HIMEN! ¡OH, HIMENEO!

YO SOY AQUEL

NATIVOS INSTANTES

TIEMPO HA QUE ATRAVESÉ UNA POPULOSA CIUDAD

CARA AL OESTE

DIOSES

COMO ADÁN

EN LAS SENDAS NO HOLLADAS

¿ERES LA NUEVA PERSONA ATRAÍDA POR MÍ?

FRAGANTE HERBAJE DE MI PECHO

CUALESQUIERA QUE SEÁIS LOS QUE AHORA

PARA TI, ¡OH DEMOCRACIA!

CANCIÓN A LA PRIMAVERA

CONTEMPLAD ESTE CURTIDO ROSTRO

NI AGITANDO SÓLO MI OPRIMIDO PECHO

EN ESTE MOMENTO...

CON LA TERRIBLE DUDA DE LAS APARIENClAS

LA BASE DE TODAS LAS METAFÍSICAS

SE QUE SE ME HA ACUSADO

ARCHIVEROS DEL FUTURO

CUANDO REPASO LA FAMA CONQUISTADA

CUANDO SUPE AL CABO DEL DÍA

UNA PROMESA A CALIFORNIA

RAÍCES Y HOJAS SOLAMENTE

EL ARDOR DE LAS LLAMAS NO SE ELEVA NI SE CONSUME

¡ESCURRÍOS, GOTAS!

CIUDAD DE ORGÍAS

HE VISTO EN LUISIANA CRECER UN ROBLE

AQUÍ, LAS FRAGILÍSMAS HOJAS MÍAS

A UN EXTRANJERO

SEPARANDO LAS HIERBAS DE LA PRADERA

NOSOTROS, DOS MUCHACHOS, ABRAZÁNDONOS

NADA DE MÁQUINA PARA ECONOMIZAR TRABAJO

A TRAVÉS DEL INTERSTICIO

UNA HOJA

¡OH TÚ, AL QUE A MENUDO Y SILENCIOSO ACUDO!

TIERRA, MI SEMEJANTE

HE SOÑADO EN UN SUEÑO

A UN MUCHACHO DEL OESTE

¿PARA QUE CREÉIS QUE TOMO MI PLUMA?

HACIA EL ESTE Y HACIA EL OESTE

ALGUNAS VECES, CON UNO QUE AMO

ETERNO AMARRADO AL ANCLA, ¡OH, AMOR!

ESTA SOMBRA, A MÍ SEMEJANTE

ENTRE LA MULTITUD

LLENO DE VIDA, AHORA

CUANDO LAS ÚLTIMAS LILAS ESTABAN EN FLOR

OH, CAPITÁN, MI CAPITÁN

PRESENTACIÓN

Walt Whitman

1819-1892

Walt Whitman fue un poeta, ensayista y periodista estadounidense, considerado uno de los más grandes e influyentes poetas de la literatura universal. Nacido en West Hills, Nueva York, Whitman es conocido por su innovador estilo de verso libre y su celebración de la democracia, la naturaleza y la humanidad. Su obra principal, Hojas de hierba (Leaves of Grass), revolucionó la poesía al explorar temas universales con una voz personal y lírica.

Primeros años y educación

Whitman nació en el seno de una familia humilde, el segundo de nueve hijos. Desde joven, mostró interés por la lectura y la escritura, trabajando como aprendiz en imprentas y más tarde como periodista en periódicos locales. Aunque no recibió una educación formal avanzada, su curiosidad intelectual y su amor por la literatura lo impulsaron a leer vorazmente y a observar con atención la vida cotidiana de su país en plena transformación.

Carrera y contribuciones

La publicación de Hojas de hierba en 1855 marcó un hito en la poesía estadounidense. Whitman autofinanció la primera edición, que contenía solo doce poemas, pero ya reflejaba los temas y el estilo que lo definirían: el verso libre, una voz inclusiva y una visión optimista de la humanidad. A lo largo de su vida, Whitman revisó y expandió esta obra en múltiples ediciones, convirtiéndola en un testimonio evolutivo de su pensamiento y su arte.

En poemas como "Canto a mí mismo" y "Oh capitán, mi capitán", Whitman exploró la conexión entre el individuo y la colectividad, así como su amor por Estados Unidos y su gente, a menudo en medio de tensiones y conflictos como la Guerra Civil. Como enfermero voluntario durante esta guerra, sus experiencias marcaron profundamente su visión humanista y se reflejaron en poemas que honran el sacrificio y la resiliencia.

Impacto y legado

Whitman transformó la poesía al liberarla de las estructuras formales rígidas, abriendo camino a una expresión más directa y personal. Su influencia se extiende a autores como D.H. Lawrence, Allen Ginsberg y Pablo Neruda, quienes encontraron en su obra una inspiración para explorar la individualidad, la sensualidad y la conexión espiritual con el mundo.

Su capacidad para capturar la esencia de la vida cotidiana y los contrastes de la experiencia humana lo convirtieron en una figura central en la literatura estadounidense, conocido como el "poeta de la democracia". A través de su lenguaje inclusivo y su visión universal, Whitman buscó unir a las personas, celebrando sus diferencias mientras reconocía su humanidad compartida.

Walt Whitman falleció en 1892 en Camden, Nueva Jersey, dejando un legado que sigue resonando en la poesía y la cultura contemporánea. Hojas de hierba continúa siendo un texto esencial para entender no solo la literatura estadounidense, sino también las aspiraciones y contradicciones de la modernidad.

Hoy, Whitman es recordado como una voz revolucionaria que abrazó la diversidad y la complejidad de la experiencia humana, ofreciendo una visión optimista y profundamente espiritual que sigue inspirando a generaciones de lectores y escritores.

Sobre a obra

Hojas de hierba es una celebración poética de la individualidad, la naturaleza y la interconexión de toda la humanidad. En esta obra, Walt Whitman rompe con las tradiciones literarias de su tiempo, empleando el verso libre para expresar una visión expansiva y democrática del mundo. A través de una exploración profunda de sí mismo y de su entorno, Whitman exalta la igualdad, la libertad y la espiritualidad inherente a la experiencia humana, conectando lo cotidiano con lo trascendental.

Desde su publicación inicial en 1855, Hojas de hierba ha sido reconocida como una obra innovadora que redefinió la poesía estadounidense. La obra creció a lo largo de la vida de Whitman, con ediciones sucesivas que expandieron y refinaron sus temas principales. Poemas como Canto a mí mismo y Oh capitán, mi capitán destacan por su estilo único y por su capacidad para capturar las emociones colectivas y personales de una nación en evolución.

El impacto de Hojas de hierba radica en su universalidad y en su capacidad de resonar con lectores de distintas épocas y contextos. Su énfasis en la unidad del ser humano con la naturaleza y la sociedad sigue siendo relevante, ofreciendo una perspectiva optimista y profunda sobre la conexión entre lo individual y lo colectivo. La obra continúa siendo un pilar fundamental de la literatura universal y un testimonio duradero de la visión poética de Whitman.

HOJAS DE HIERBA

PARA TI

Desconocido, si al pasar, quieres hablarme, ¿por qué no has de hacerlo?

Y, ¿por qué no te hablaría yo?

YO CANTO PARA MÍ MISMO

Yo canto para mí, una simple y aislada persona,

Sin embargo pronuncio la palabra democracia, la palabra Masa.

Canto al organismo humano de pies a cabeza,

No son la fisonomía sola ni solo el cerebro los motivos

únicos de mi Musa,

Yo digo que la Forma completa es la digna,

Y canto a la mujer lo mismo que canto al Macho.

La Vida inmensa en pasión, pulso, poder,

La vida feliz, formada en la más libre acción, bajo el imperio de las leyes divinas

Canto al hombre Moderno.

TÚ, LECTOR

Tú, lector, tú te estremeces de vida y orgullo lo mismo que yo;

En consecuencia, para ti son los cantos que siguen.

AL COMENZAR MIS ESTUDIOS

Al comenzar mis estudios, el primer paso me agradó mucho,

El mero hecho consciente, las formas, el poder moverme,

El menor insecto o animal, los sentidos, la vista, el amor,

El primer paso me dominó y tanto me agradó

Que me costó proseguir y si me detuve fue

Porque quise detenerme allí, holgazaneando para cantar eso en mis extasiados cantos.

NO ME CIERREN SUS PUERTAS

No me cierren sus puertas, orgullosas bibliotecas,

Porque todo cuanto está ausente de sus colmados anaqueles y es, por lo tanto, lo más necesario, lo traigo yo;

Hice de la guerra un libro.

Las palabras de mi libro no interesan.

La finalidad que se propone constituye el todo

Es un libro diferente, desvinculado de los otros, no concebido por intelecto alguno,

Pero ha de remover las energías latentes que duermen en las páginas de todos los otros.

POETAS FUTUROS

¡Poetas del futuro! ¡Oradores, cantantes, músicos futuros!

No es el presente el que me justifica ni el que asegura que yo esté un día con vosotros,

Son ustedes, la raza nueva y autóctona, atlética, continental, la mayor de cuantas son conocidas;

¡Arriba! Porque ustedes me justificarán.

Yo no hago más que escribir una o dos palabras para el futuro,

Sólo me adelanto un instante, para retornar luego a las sombras.

Soy un hombre que, vagabundo, siempre sin hacer alto, echo sobre ustedes una mirada al azar, y sigo,

Dejándoles la encomienda de probarla y definirla,

Aguardando de vosotros la realizacíón de la magna obra.

IMÁGENES

Tropecé con un vidente,

Que menospreciaba los matices y las cosas de este mundo,

Los dominios del arte y del saber, placeres, sentidos,

Para buscar sólo imágenes.

No influyas en tus canciones, me dijo,

Ni la hora ni el día enigmáticos, ni fragmentos, ni partes superpuestas;

Pon, primero, como una luz para los que siguen,

Como un canto de introducción para todos,

La canción de las imágenes.

A LAS NACIONES EXTRANJERAS

Yo sé que buscan ustedes la explicación de este enigma del Nuevo Mundo,

Y que definen a América, su atlética Democracia;

Pues bien; yo les envío mis poemas para que ellos vean lo que quieren aprender.

A LOS ESTADOS

Consentida sin discusión la obediencia, se ha caído en el servilismo absoluto:

Una vez sometida, totalmente, no hay nación alguna, ningún Estado o ciudad de la tierra que encuentre en lo sucesivo su libertad.

EL HIMNO QUE TODAVÍA CANTO

El himno que canto todavía,

(Hecho todo él de contradicciones) yo lo dedico a la nacionalidad,

Yo abandono en él la rebeldía,

(¡Oh latente derecho a la insurrección! ¡Oh, reina, indispensable fuego!)

EUROPA

El 72º y 73º años de estos Estados

1

De pronto, fuera de estos viejos y amodorrados cubiles, guarida de esclavos,

Semejante a un relámpago, ha surgido casi de ella misma espantada,

Hollando cenizas y harapos y sus manos han apretado gargantas de reyes.

¡Oh, esperanza y fe!,

¡Oh, dolorido final de las vidas de los patriotas exilados!

¡Oh, los infinitos corazones asqueados!

Volved hacia este día, y consideradlo vosotros mismos.

¡Y, vosotros, los pagados para corromper al pueblo!

Vosotros, mentirosos, ¡tenedlo en cuenta!

No por innúmeras agonías, asesinatos, concupiscencias,

Por robos cortesanos perpetrados en las formas más ruines, el misérrimo salario del pobre que en su simplicidad se deja explotar.

Por las muchas promesas juradas por los reales labios y tantas veces burladas y quebrantadas,

Pese a su poder, no por todo esto ha soplado la vindicta ni han caído las cabezas de los nobles;

El Pueblo desprecia la ferocidad de los reyes.

2

Pero, la melosidad de la clemencia preparó su amarga destrucción y los espantados monarcas regresaron;

Cada uno a su estado, con su cortejo verdugos, sacerdotes, recaudadores,

Soldados, leguleyos, señores, carceleros y sicofantes.

Sin embargo, detrás de todos, sombría, furtivamente he aquí que una forma se perfila,

Vaga cual la noche, cubierta continuamente su cabeza, frente y formas, por escarlatas pliegues,

Cuyo rostro y cuyos ojos nadie logró ver,

De sus ropas sólo esto: el rojo manto recogido por el brazo,

Y un dedo, corvo, que aparece apuntando en lo alto, cual la testa de una sierpe.

3

Entretanto, cadáveres yacen en recién abiertas fosas ensangrentados cuerpos de adolescentes;

La cuerda de la horca pende tristemente, han volado las balas de los príncipes, los poderosos ríen estrepitosamente,

Y las cosas todas producen frutos y ellos son buenos.

Esos cadáveres de adolescentes,

Esos mártires que penden de las horcas esos corazones horadados por las balas arteras.

Fríos e inmóviles, aunque así aparezcan, reviven en otros con grotesca vitalidad.

Ellos viven en otros adolescentes, ¡oh, reyes!

¡Ellos viven en los hermanos, dispuestos de nuevo a desafiaros!

Ellos están purificados por la muerte ellos fueron adiestrados y exaltados.

No en la fosa del asesinado por la libertad, pero sí en la que fructificará para la libertad, y en la que a su turno madurará la simiente

Que los vientos llevarán y esparcirán lejos, y a los que nutrirán las lluvias y las nieves.

Ni un espíritu será desencarnado por las armas de los tiranos,

Y sus majestuosos pasos invisibles cubrirán la tierra susurrando, aconsejando, previniendo.

4

¡Libertad! ¡Deja que otros de ti desesperen! Yo jamás desesperaré.

¿Está cerrada la casa? ¿Está ausente el amo? Aguardad, aun así no os canséis de mirar;

Él pronto regresará sus heraldos al instante llegarán.

VENIDO DE PAUMANOK

1

Salido de la isla que tiene forma de pez, Paumanok, en que he nacido,

Engendrado por todo un hombre, mi padre, y educado por una madre perfecta,

Luego de haber errado por muchas tierras, amante de los caminos populosos,

Morando en Manhattan, mi ciudad, o en las praderas sureñas,

Un soldado acampado, o partiendo con mi fusil al hombro, o como minero en California,

O llevando una rústica existencia en mi casa, en los bosques de Dakota, comiendo sólo carne y bebiendo agua de los manantiales,

O retirado para meditar y cavilar en lo profundo de cualquier caverna,

Donde, lejos del ruido mundano, transcurre el tiempo entre éxtasis dichosos,

Teniendo en evidencia al generoso, al abundante Misuri, contemplando al pujante Niágara,

Teniendo en evidencia las manadas de búfalos que pacen en las praderas, el hirsuto bisonte de robusto pecho,

La apariencia de la tierra, las rocosas montañas, las flores de mayo, las estrellas, la lluvia, la nieve que me maravillan,

Habiendo estudiado los trinos del pájaro burlón y el vuelo del gavilán de la montaña,

Habiendo escuchado al rayar el alba el pájaro incomparable, el tordo, entre los cedros de los pantanos,

Solitario, cantando al Oeste, entono el himno de un Nuevo Mundo.

2

Victoria, unión, fe, identidad, tiempo,

Los lazos indisolubles, riquezas, misterios,

Progreso eterno, el cosmos, y las modernas invenciones.

Esta es la vida.

He aquí lo que ha subido a la superficie luego de tantos tormentos y convulsiones.

¡Cuánta curiosidad! ¡Cuánta realidad!

Bajo mis plantas el suelo divino, sobre mi cabeza el sol. Veo girar al mundo,

Los continentes ancestrales lejos, agrupados, juntos,

Los continentes futuros, al norte y al sur, con el istmo entre ambos.

Mirad las vastas llanuras, sin caminos

Como en un sueño se prolongan, y rápidamente se colman,

Innúmeras multitudes en ellas desembocan,

Cubiertas están por la gente más avanzada que se, conoce en las artes, en las instituciones.

Mirad, proyectado a través del tiempo,

Para mí, un auditorio interminable.

Con paso firme y regular avanzan sin detenerse jamás,

Sucesión de hombres, americanos, cien millones,

Una generación pasando luego de desempeñar su papel,

Una generación desempeñando su papel y pasando a su vez con el rostro vuelto hacia un lado o hacia atrás, para escucharme,

Con ojos retrospectivos, contemplándome.

3

¡Americanos! ¡Conquistadores! ¡Avanzadas humanitarias!

¡Las más avanzadas! ¡Centenarias avanzadas¡ ¡Libertad!

¡Masas!

Para vosotros un programa de cantos. Cantos de las praderas,

Cantos del Mississippi a lo largo de su curso y hasta el mar de México

Cantos del Ohío, Indiana, Illinois, Iowa, Wisconsin y Minnesota,

Cantos partiendo del centro, de Kansas, y equidistantes de allí,

Brotando como llamaradas, vivificándolo todo.

4

Recoge mis hojas de hierba, América, recógelas al Sur y recógelas al Norte,

Dales la bienvenida en todas partes, porque ellas son la progenie.

Rodea las del Este y las del Oeste, porque ellas querrán rodearte,

Y vosotros, precedentes, vinculados tiernamente con ellas, porque ellas se vincularán con vosotros.

He estudiado los viejos tiempos,

Me he sentado para estudiar al pie de los grandes maestros,

Ahora, si, puedo ser elegido.

¡Oh! ¡Ahora pueden venir los grandes maestros y estudiarme a su vez.

Acaso, en nombre de esos Estados, ¿puedo despreciar lo antiguo?

Y es que esos Estados son los hijos de lo antiguo y lo justifican.

Poetas muertos, filósofos, sacerdotes,

Mártires, artistas, inventores, gobernantes de hace mucho tiempo,

Forjadores del lenguaje en remotas tierras,

Naciones antaño pujantes, ahora reducidas, apartadas, o desoladas,

No me atrevo a anticipar lo que respetuosamente yo os acredito de lo que habéis aportado y dejado aquí.

Yo reconozco que es admirable (¡me ha conmovido tanto!).

Lo he contemplado atentamente durante un largo instante, y luego lo he despedido;

Aquí estoy, en mi puesto, con mi propio tiempo.

He aquí las tierras, hembras y machos,

He aquí la herencia masculina y la herencia femenina del mundo, he aquí la llama de la materia,

He aquí la espiritualidad, que es la traductora, que está plenamente dedicada,

Es el movimiento constante, el final de las formas visibles,

La satisfacción, avanzando ahora, luego de la prolongada espera,

¡Sí, he aquí que llega mi señora, el alma!

6

El alma,

Por siempre, siempre, por más que el suelo deje de ser pardo y estar duro, hasta cuando las aguas dejen de fluir y refluir.

Yo quiero trazar los poemas de las cosas materiales, porque considero que serán los poemas más espirituales,

Y haré los poemas de mi cuerpo y de la inmortalidad, Porque creo que entonces yo mismo me halagaré con los poemas de mi alma y de la inmortalidad.

Haré un canto para estos Estados, a fin de que ni un solo Estado, en circunstancia alguna, esté supeditado a otro,

Y haré un canto que brindará dilecta amistad, noche y día a todos los Estados, y entre todos los Estados, y entre cada uno y todos los Estados,

Y haré un canto para las orejas del Presidente, lleno de armas y amenazadoras puntas,

Y en pos de las armas, innumerables rostros descontentos,

Y haré un canto del Uno formado por todos estos Estados,

El Uno armado de dientes y chispeante, cuya cabeza está por sobre todos,

El Uno resuelto y guerrero, involucrándolos a todos, (Por más alta que esté la cabeza de cualquiera, otra habrá por encima de todas).

Encontraré los países contemporáneos,

Seguiré toda la huella geográfica del globo, y saludaré cortésmente a toda ciudad, grande o pequeña.

¡Y los oficios! Yo pondré en mis poemas lo que para ti es heroísmo sobre la tierra y el mar,

Y relataré tu heroísmo desde un punto de vista americano.

Yo entonaré el cántico de la camaradería,

Yo mostraré qué es lo único que finalmente debe unir a los Estados.

Yo creo que estos Estados deben fundar su propio ideal de amor viril, y yo en mí lo indicaré,

Yo dejaré entonces que la llama que de mí brota se convierta en el fuego que me consumirá,

Yo removeré lo que ha permanecido largo tiempo bajo ese fuego generador,

Yo lo abandonaré completamente,

Yo escribiré los poemas evangelios de los camaradas y del amor.

¿Por qué, entonces, no comprenderé al amor con toda su tristeza, con toda su alegría?

¿Por qué, entonces, no me convertiré en el poeta de los camaradas?

7

Yo soy el hombre que cree en las cualidades, en los siglos y en las razas.

Yo marcho al frente del pueblo según su propio espíritu,

He aquí lo que canto sin restricción alguna.

¡Omnes! ¡Omnes! ¡Qué otros ignoren lo que puedan ignorar!

Yo también hago el poema del malo, también conmemoro esa parte,

Yo mismo soy tan malo como bueno, y tal es mi nación,

- y digo que, en efecto, nada de malo hay en ello,

(O bien, si hay algo malo, digo también que esto, para ti, para el país, o para mí es tan importante como

cualquier otra cosa).

Yo, también, voy en pos de muchos hombres y también me siguen muchos hombres, inauguro una religión, Yo desciendo a las arenas,

(Es probable que esté destinado a lanzar los gritos más fuertes y las aclamaciones ensordecedoras del vencedor).

¿Quién sabe? Estos gritos pueden aún escapárseme y repercutir por sobre todas las cosas.

Nada existe por sí mismo,

Yo digo que la tierra entera y todas las estrellas en el cielo existen gracias a la religión.

Yo digo que ningún hombre hasta el presente ha sido suficientemente devoto,

Nadie ha adorado aún lo suficiente,

Nadie ha comenzado a pensar cuán divino es él mismo, y cuán certero es el futuro.

Yo digo que la real y permanente grandeza de estos Estados debe ser su religión.

De otra manera no hay real y permanente grandeza;

(Ni carácter ni vida dignos de tal nombre fuera de la religión,

Ni país, ni hombre o mujer sin religión).

8

¿Qué haces tú, mancebo?

¿Eres tan serio, tan dedicado estás a la literatura, a la ciencia, al arte, a los amores?

¿A estas ostensibles realidades, políticas e ideales?

¿A tu ambición o tus negocios, sean cuales fueren?

Está bien: contra esto yo no digo una palabra, que yo también soy poeta.

Pero, ¡mira! Todas estas cosas poco subsisten, arrasadas por la religión,

Porque no hay materia más combustible para ese calor

- impalpable llama, vida esencial de la tierra-,

No hay materia que se resista al fuego de la religión.

9

¿Qué buscas, tan pensativo y silencioso?

¿Qué necesitas, camarada?

Hijo querido, ¿no crees que es el amor?

Escucha, hijo querido, Escucha, América, hija o hijo:

Cosa penosa es el excesivo amor por un hombre o por una mujer; pero, no obstante, es grande.

Mas, si existe otra cosa aún más grande, ella debe coincidir con todo,

Y Ella, magnífica, más allá de las cosas materiales, con sus manos asiduas tendrá que abarcar y proveer para todos.

10

Sabe que, sencillamente, nada más que para dejar caer en la tierra los gérmenes de una religión más grandiosa,

Yo entono los cantos que siguen, cada cual para su especie.

¡Camarada mío!

A fin de que tú compartas conmigo dos grandezas, y una tercera que se eleva, incluyendo las que aún son más resplandecientes,

La grandeza del Amor y de la Democracia, y la grandeza de la Religión.

Mezcla para mí, lo invisible y lo visible, Misterioso océano en el que los ríos se vacían,

Profético espíritu de las cosas materiales que alrededor mío se agitan y conmueven,

Seres vivientes, identificados indudableniente con nosotros, que nos rodean en el aire, y a los cuales no conocemos,

Contacto diario y de todas las horas que no quiere abandonarme Y al que yo echo mano cuando las necesidades lo exigen.

No es el que, desde la infancia, me besa con su cotidiano besar,

No es lo que me rodea y me abraza, Lo que a él me liga.

Ni siquiera lo que me liga a los cielos y a todo el mundo espiritual

Después de lo que ellos me han hecho, inspirándome los temas.

¡Oh! ¡Qué temas, la igualdad! ¡Oh, divino término medio!

Melodiosos bajo el sol, penetrando en mí como ahora, o al mediodía, o al declinar el día,

Acentos musicales flotando a través de los siglos, y llegando ahora hasta aquí,

Yo me aferro a vuestros irregulares acordes y composiciones, los agrego, y, gozoso, los trasmito a los que marchan adelante.

11

Cuando realizaba yo, en Alabama, mi paseo matinal, Vi a la hembra del pájaromentiroso echada, en su nido, entre las zarzas, empollando.

Yo vi también al macho,

Yo me detuve para escucharlo mientras hinchaba su pecho y cantaba alegremente.

Y mientras estaba allí, se me ocurrió que no se hallaba allí sólo porque cantaba,

No sólo por su compañía, ni por él mismo, ni por todo cuanto los ecos repetían,

Sino por algo más sutil, más clandestino, más lejano,

Un precepto transmitido, un don oculto para aquellos que van a nacer.

12

¡Democracia! Muy cerca de ti hay ahora una garganta que se hincha y canta alegremente.

¡Mi mujer! Por la progenie que está más atrás de nosotros y por la que nos sucederá,

Por los que aquí miran y los que han de venir,

Yo, entusiasmado de estar listo para ellos, haré brotar ahora cantos más fuertes y altivos como jamás fueron escuchados sobre la tierra,

Yo compondré el canto de las pasiones para entonarlo en el camino,