Bioconocimiento de la flora ecuatoriana. Algunas plantas medicinales y sus usos - Omar Vacas Cruz - E-Book

Bioconocimiento de la flora ecuatoriana. Algunas plantas medicinales y sus usos E-Book

Omar Vacas Cruz

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Beschreibung

El Ecuador cuenta con 3118 especies de plantas medicinales, algunas de ellas han constituido la base para iniciar investigaciones formales con aplicabilidad en la etnofarmacología. Presentamos 30 especies distribuidas en todo el Ecuador y que han sido utilizadas ancestralmente por la medicina tradicional. Además incluye una guía de ilustraciones botánicas y una navegación a través de mapas interactivos.

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Presentación

Introducción

Área de estudio

Contenido por enfermedad/síntoma o efecto/utilidad

Estructura del libro

Fichas botánicas

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Bibliografía

Presentación

Desde 2016, el Instituto Coreano de Biociencias y Biotecnología (KRIBB, por sus siglas en inglés) mantiene una colaboración permanente con la Escuela de Ciencias Biológicas de la Pontifica Universidad Católica del Ecuador (PUCE). El objetivo de esta cooperación es contribuir a la conservación de la biodiversidad a través de la generación de nuevo conocimiento y de su uso responsable.

Con estas premisas se desarrolla el proyecto “Exploración de recursos biológicos del Ecuador en el marco de investigación colaborativa internacional”, que tiene como meta principal profundizar el conocimiento de algunas especies de plantas útiles, contemplando actividades que permitan la identificación de sus capacidades bioactivas.

El proyecto comprende dos etapas: la primera terminó con la publicación impresa de este libro —ahora presentado en versión digital—, que incluye la recopilación de información sobre algunas plantas útiles que crecen en los bosques circundantes a la Estación Científica Yasuní, localizada dentro del Parque Nacional Yasuní. Se incluyen además algunos datos sobre los usos ancestrales encontrados en la literatura. La segunda etapa consiste en la exploración de los posibles usos de los extractos de estas plantas que ahora se sabe tienen propiedades bioactivas. Una selección de estas especies es presentada en esta obra. Se aspira a descubrir en el futuro nuevas propiedades bioactivas y probablemente se encontrarán nuevos usos. Este proceso, nada simple, tomará con seguridad algunos años para producir resultados que puedan ser transferidos de tal forma que sean útiles para la sociedad. Está claro que durante todo este proceso se respeta el “conocimiento ancestral”, así como las regulaciones nacionales e internacionales que aplican para estos casos.

Este libro presenta información de 30 especies de las 80 investigadas y, como se mencionó anteriormente, constituye una base para otras exploraciones relacionadas con los usos de las plantas y sus aplicaciones en beneficio de la sociedad en general.

Introducción

El uso de las plantas medicinales para tratar dolencias humanas es una práctica que empezó hace miles de años y aunque no está claro cuándo se inició. Con seguridad los primeros hombres se fijaron en los hábitos de los animales y, a través de un proceso de prueba y error, se habría llegado a entender los efectos de las plantas en los seres humanos. En el siglo XVI, en el Renacimiento, surgió un gran interés científico, comercial y médico por las plantas, no solo como resultado de la voluntad de recuperar las drogas “perdidas” utilizadas en la antigua medicina griega y romana, sino también debido a las exploraciones en el Nuevo Mundo.

Con el surgimiento de la necesidad de conocer, un elemento importante en lo que a plantas medicinales se refiere, son los saberes denominados “ancestrales” ya que han constituido la base para iniciar investigaciones formales que finalmente, en algunos casos, han conducido a la síntesis artificial de moléculas usadas en la medicina. Ejemplos de esto son el ácido acetilsalicílico y la quinina. Tal información ancestral, o sabiduría de un pueblo, que por lo general funde el saber antiguo y moderno, es una mezcla ecléctica de anécdotas, tradición, magia, cosmovisión, mito, y en ocasiones algo de información objetiva. Este conocimiento ha sido transmitido oralmente de generación en generación. Pocos son los casos en que ha quedado documentado, como en las obras compiladas por los médicos griegos Teofrasto de Ereso (372–288 a.C.) y Dioscórides (40–90 d.C.) que incluían información sobre la tradición del uso de las plantas, o lo que se podría llamar el “folclor médico”.

En el territorio que ahora ocupa Ecuador, la llegada de los Incas, la conquista española y el arribo de los africanos no solo ocasionaron un sincretismo en materia de religión, música y cultura, sino que también conllevaron el desarrollo de una práctica particular de medicina natural. Así, hasta la actualidad las plantas medicinales desempeñan una función destacada en algunos sistemas terapéuticos, que se diferencian entre sí por sus principios teóricos, su concepción de acción general, la forma de preparación de los medicamentos y la calidad del remedio.

Entre las escuelas más importantes se pueden citar: la fitoterapia, la homeopatía, la medicina antroposófica, la terapia de flores de Bach, la terapia de Kneipp (fitobalneología), la aromaterapia, el ayurveda (medicina hindú), la medicina tradicional china (MTC) y la medicina Kampo (Japón).

Hoy en día existe en todo el planeta un renovado interés por las plantas medicinales y el rescate de sus usos, debido al gran crecimiento de lo que se ha denominado la “medicina alternativa” y de la medicina tradicional, así como a la opción de muchas personas de llevar un estilo de vida que privilegia lo natural y los usos tradicionales de las plantas en general. Según la Organización Mundial de la Salud (OMC), cerca del 28 % de las especies de plantas tienen una aplicación médica y el 80 % de la población mundial depende de los medicamentos elaborados con sustancias naturales.