Centenario de Lima Barreto - Leticia Goellner - E-Book

Centenario de Lima Barreto E-Book

Leticia Goellner

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Beschreibung

Lima Barreto (1881-1922), afrodescendiente, pequeño funcionario, habitante del Río de Janeiro de la Belle époque, no solo publica una de las novelas más leídas y comentadas de la literatura brasileña, El triste fin de Policarpo Quaresma, sino también cuentos, crónicas y columnas que son un testimonio perspicaz y, al mismo tiempo, un juicio implacable sobre las clases dominantes de la sociedad brasileña de la época. Con ironía, con sarcasmo, a veces con cinismo, escribe sobre el trato de las clases que muchas veces se creen superiores por su color de piel, por su situación económica o por su aplomo cultural, hacia los que consideran como inferiores. La traducción de esta representativa selección de cuentos de Lima Barreto —se incluye la crónica No las maten como ejemplo de su trabajo periodístico— constituye una estimulante invitación para leer a este gran escritor brasileño. No es solamente una invitación al placer de la lectura. Llama nuestra atención para que reconozcamos algunos prejuicios que pertenecen al pasado y a otra nación, pero que están vigentes hasta hoy día en todas partes. Dr. Horst Nitschack, académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile.

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Santiago de Chile, junio de 2022 Centenario de Lima Barreto Antología de cuentos brasileños Obra patrocinada por la Dirección de Artes y Cultura (DAC), Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, mediante el Concurso de Creación y Cultura Artística 2021, Línea de Investigación. Ensayos: Dra. Dirce Waltrick do Amarante - Universidade Federal de Santa Catarina - Brasil Dra. Alessandra Ramos de Oliveira Harden - Universidade de Brasília - Brasil Coordinadora del proyecto: Centenario de Lima Barreto. Antología de cuentos brasileños. Investigación y traducción de cuentos y crónicas del autor brasileño Lima Barreto (1922, centenario de la muerte del autor) Dra. Letícia Maria Vieira de Souza Goellner Pontificia Universidad Católica de Chile Equipo de traducción: Letícia Maria Vieira de Souza Goellner Vicente Menares Jiménez Pablo Saavedra Silva Ignacia Montero Casado Imagen de portada de Marc Ferrez, “Rua do Ouvidor”, 1890. Marc Ferrez / Coleção Gilberto Ferrez / Instituto Moreira Salles. ISBN: 978-956-317-687-2 Diseño y diagramación: Sergio Cruz Edición electrónica: Sergio Cruz Lectura y revisión: Rodrigo Suárez Pemjean Edita y distribuye: Editorial MAGO Merced Nº 22 Of. 403, Santiago de Chile Tel.: (+56-9) 7216 [email protected]

Agradecimientos

En primer lugar, quiero agradecer enormemente al equipo de traducción que hizo posible este proyecto: Vicente Menares, Pablo Saavedra e Ignacia Montero Casado.Tras un sinfín de discusiones, negociaciones, revisiones y, por supuesto, traducciones, podemos, un siglo después de la muerte de Lima Barreto, llevar al público hispanohablante a recorrer las calles del Río de Janeiro de principios del siglo XX y explorar sus particularidades a través de los textos del autor carioca.

Asimismo, quisiera expresar mi sincera gratitud a las investigadoras brasileñas del área de la traducción, la Dra. Dirce Waltrick do Amarante de la Universidade Federal de Santa Catarina y la Dra. Alessandra Ramos de Oliveira Harden de la Universidade de Brasília, quienes aportaron conocimientos y reflexiones esenciales sobre el autor brasileño. Del mismo modo, quisiera reconocer la generosidad del Dr. Horst Nitschack, prestigioso académico de la Universidad de Chile, por presentar nuestra edición al público chileno.

Agradezco igualmente al Decanato de la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, específicamente al decano Patricio Lizama y a la vicedecana Rosa María Lazo, por su constante apoyo en todos nuestros proyectos de traducción, así como a los colegas y académicos del Magíster en Traducción de la Universidad Católica del que formo parte, Dr. Carles Tebé y Dra. Luciana Pissolato, a quienes además agradezco por la amistad y su ayuda incesante en los últimos tres años desde que llegué a Chile. Además, quisiera reconocer a la Dirección de Artes y Cultura (DAC) de la Vicerrectoría de Investigación UC por el patrocinio de esta obra mediante el Concurso de Creación y Cultura Artística 2021, Línea de Investigación, así como a Miryam Singer y Yasna Cabrera por su constante apoyo.

La difusión de la obra es posible gracias a la colaboración de la Embajada de Brasil en Santiago, el Centro Cultural Brasil-Chile (CCBRACH) y Centro Cultural La Moneda (CCLM), que confiaron en la seriedad del proyecto y vislumbraron el alcance que Lima Barreto puede tener en lengua castellana y, específicamente, en Chile.

Quisiéramos reconocer la gentileza del Instituto Moreira Sallespor permitirnos usar la fotografía de Marc Ferrez, de 1890 (Marc Ferrez / Coleção Gilberto Ferrez / Instituto Moreira Salles). Con este paratexto visual introducimos al público hispanohablante la “Rua do Ouvidor”, uno de los escenarios fundamentales en los que Lima Barreto retrata la realidad de su época.

Me despido con un reconocimiento también a mis estudiantes de pregrado, magíster y diplomado, que desde hace años son testigos de mi proceso de traducción y revisión de los textos literarios, y que han escuchado pacientemente ejemplos de las estrategias de traducción y diferentes posibilidades de enfoque, quizás menos convencionales o comerciales, pero que buscan conservar el Otro en cuanto Otro, en su extranjeridad y especificidad. Muchas gracias especialmente a mis alumnas Viviana Rojas y Monserrat Becerra por su cuidadosa y entusiasta revisión y también a Carolina Muñoz, por su contribución como lectora de prueba.

Ojalá las y los lectores hispanohablantes disfruten de esta obra como la hemos disfrutado nosotros durante el proceso de selección, traducción y revisión de Lima Barreto. Nos alegra compartir esta antología que ahora ve la luz a este lado de la Cordillera y nos lleva hasta Brasil.

Santiago, 03 de junio de 2022. Dra. Letícia Goellner Pontificia Universidad Católica de Chile Coordinadora del proyecto: Centenario de Lima Barreto.Antología de cuentos brasileños

Lima Barreto en Chile: la traducción como memoria histórica de un Brasil que no debe ser olvidado

Dra. Alessandra Ramos de Oliveira Harden

Este ensayo parte de la siguiente premisa: todo es política. Gramsci (2017) incluyó en este “todo” la filosofía y la historia “en acto”, que sería la propia vida. Estoy segura de que, incluida en esa “historia en acto”, está también la traducción, esa actividad que, aunque invisibilizada, está en todo. Traducción y política: son inseparables, caminan juntas. Desde la decisión de traducir y la selección de qué traducir, hasta el arduo trabajo de filigrana de escoger palabras y establecer conexiones lingüísticas que van poco a poco revelando autores y realidades en una nueva lengua, todo es político.

Esto, por supuesto, aplica a la publicación de los cuentos de Afonso Henriques de Lima Barreto en esta edición chilena, cuidadosamente organizada por la Dra. Letícia Goellner. Este proyecto nació de la certeza de que Brasil y Chile deberían conocerse mejor. Estrechar lazos culturales (y, por lo tanto, políticos) por medio de la literatura traducida es una estrategia exitosa como lo ha comprobado la historiografía de la traducción, área que la Dra. Goellner, quien ideó este proyecto y organizó este volumen, conoce bien. No cabe duda de que la relación entre estos dos países vecinos, con un pasado de colonización que tiene muchos puntos similares, se va a beneficiar de la iniciativa de mirar al pasado, materializada en la traducción.

La decisión de traducir, con el deseo de ampliar el conocimiento de los chilenos sobre la cultura literaria brasileña está, por lo tanto, motivada, no es neutral. Como tampoco lo es la elección sobre lo que debe ser traducido: Lima Barreto. De lenguaje y opiniones políticas fuertes, el autor carioca de inicios del siglo XX es cada vez más reconocido como alguien cuya obra describe la problemática de los que sufren discriminación racial. La negritud del autor, negro y pobre entre miles de negros y pobres de Río de Janeiro, es la clave que permite e impone una vivencia particular, mediada por el prejuicio de una sociedad que se cree cosmopolita y progresista, pero que, hasta el día de hoy, no ha logrado liberarse del racismo que produjeron 300 años de trabajo esclavo.

Víctima del “exílio da pele” (Bosi, 1988), Lima Barreto era consciente del potencial devastador que podía tener la discriminación racial, una lucidez que probablemente nace del contacto temprano con las letras, con su padre empleado de la prensa local y su madre profesora. Su pluma cínica y certera no perdonó a mucha gente. Ni a los políticos y burócratas, ni a los antiguos dueños de haciendas esclavistas, ni a los negros y mestizos que adoptaban el discurso discriminatorio de la élite blanca en el triste proceso de mimetismo ya descrito por Bhabha (1998). Si bien hoy se discute acaloradamente sobre el blanqueamiento de otro gran brasileño, Machado de Assis, a Lima Barreto nunca se le perdonó el pecado de su color, probablemente porque él nunca formó parte de la élite cultural carioca, a diferencia de su contemporáneo Machado (véase Duarte, 2020).1

Así, la decisión de presentar la prosa incisiva del autor carioca a los chilenos no es desinteresada ni neutral, sino que tiene como motivación la premisa de que las voces de muchos autores y autoras de ascendencia africana son silenciadas al no traducirse, a pesar de la calidad literaria o estética de sus trabajos (véase Hamilton; Malta, 2021). Aunque no se quiera caer en el juego de la victimización, la realidad, demostrada en las investigaciones, es que parece haber una fuerza invisible que separa a esos autores y esas autoras de las editoriales, un obstáculo (más) en su camino hacia la publicación y comercialización de sus textos (véase Oliveira, 2019; Valente, 2021).

El proyecto de traducción que se materializa en esta edición nace de la voluntad de contribuir a cambiar esa realidad. La opción político-literaria en favor de grupos que enfrentan diariamente los efectos de discriminación e injusticias históricas, se concreta cuando el autor y la obra seleccionados tienen tanto que mostrar sobre esa realidad.

Lima Barreto era un hombre negro. Si hoy es difícil entender la complejidad que supone reconocerse negro, la situación debió ser mucho más angustiante en los días en que Lima Barreto paseaba por las calles de Río de Janeiro. Ciertamente sufrió diferentes exclusiones, provocadas por diferentes “pecados” que cometió: su situación económica poco envidiable o el hecho de no ser “doctor” o licenciado, su posición como funcionario público de poca jerarquía, su domicilio fuera de los barrios nobles. Todos ellos, sin embargo, remediables. Lo irremediable, el mayor pecado, como el de P. L.C., el portero de 48 años y “meigo como o próprio Cristo” (Barreto, 2010),2 era imposible de ocultar: estaba impreso en su piel, el color de los que viven en el purgatorio aun cuando merecen el cielo.

Parte de ese purgatorio es la negación de la integridad de la propia historia y existencia. En ese sentido, Lima Barreto puede ser un representante de muchos. En el texto introductorio de la colección de Lima Barreto que organizó Lilian Schwarcz (2010), la investigadora habla sobre las muchas ambigüedades vividas o evidenciadas por el autor. Un rasgo importante para la comprensión de lo que fue la vida del cuentista carioca, sin duda, es la ambivalencia con respecto a su rol social, que es particularmente interesante. Si, por un lado, dejaba claro su rencor y desprecio por las convenciones sociales y costumbres urbanas que imponían un papel subordinado a la población negra, por otro, parecía estar siempre a la espera de la aceptación por parte de grupos selectos de la élite cuya existencia y praxis ciertamente dependían, en muchos aspectos, de la estructura económica determinada por el régimen esclavista.

Esta ambigüedad, claro, no era exclusiva de Lima Barreto, lo que solo aumenta la necesidad de conocer su obra. En cierto modo, la ambivalencia es característica de la psique de los pueblos que pasaron por un proceso de colonización en el que su autoconciencia y su propia afirmación o reconocimiento como personas fue aplastada. Para estos pueblos, la violencia naturaliza la gama de adjetivos utilizados para describirlos: primitivos, incivilizados, feos, ignorantes, animales. Fanon (2008) y otros autores ya han dicho mucho sobre esto, pero recuerdo aquí la perspectiva de Boaventura Souza Santos (2003), para quien los latinoamericanos sufren un doble problema de autorrepresentación, una doble subalternidad, en vista del complejo de inferioridad del que ya eran víctimas Portugal y España frente a “naciones civilizadas” como Francia e Inglaterra.

Por ello, Lima Barreto vive la ambigüedad de la lucha de quien se ve dos veces desplazado. Sin duda, se trata de un caso grave de cracked looking glass, el espejo roto, condición que James Joyce (2012) reconoce en los irlandeses, también en situación de colonizados: un reflejo en un espejo imperfecto, una imagen distorsionada. No se parece a lo que quiere reflejar, ya sea el colonizador rico (y blanco) o el colonizado. No tiene cómo parecerse: su historia es otra, su color es otro, su alma es otra. Es un desdichado que corre tras un estatus inalcanzable.

La lectura de sus historias deja entrever, al mismo tiempo, la sagacidad del autor respecto a esta condición. La crítica aguda a las prácticas de Río de Janeiro en la época de la Vieja República es una crítica que, en el fondo, golpea al propio autor (y a todos los brasileños) en su imperfección de colonizado y en su altivez de quien quiere ser el colonizador. Es el the same but not quite de Bhabha (1984). Lo perverso de eso es que no hay cómo conciliar el deseo de ser el Otro con el propio origen étnico, cultural y social. Nadie lo consigue, Lima Barreto tampoco.

No es una acusación, sino una constatación triste. No podemos negar nuestro pasado. En el caso de nuestro autor, el pasado estaba también en el color de la piel, en los rasgos faciales, en el cabello. Estaba en una situación económica precaria, en la vida construida en un barrio pobre de la periferia, incluso en el fantasma de la locura de su padre que, irónicamente, acaba ganando la batalla con el ingreso de Lima Barreto en la misma institución psiquiátrica en la que estuvo su progenitor.

Así, es fácil entender que nuestro escritor transparentase una inquietud, una impaciencia irónica. Tal vez estuviese cansado de intentar encajar, aparentemente en vano. La no pertenencia es una condición que es coherente con la noción de ambigüedad. Barreto no es ni una cosa ni la otra de forma definitiva. Está en el medio, justo en el encuentro entre África, Europa y América; en el cruce entre la cultura popular y la cultura de la intelectualidad carioca; en la línea entre el suburbio casi rural y el bullicio de las calles concurridas del centro de Río de Janeiro. Mestizo en todo.

Por esta razón, reconocía la necesidad de usar su escritura como forma de denunciar los absurdos prejuicios sufridos por quienes compartían su situación de moradores del entre-lugar. Y lo hizo de una manera única, como lo demuestran los textos que forman parte de esta edición y que fueron traducidos por Letícia Goellner, Vicente Menares, Pablo Saavedra e Ignacia Montero Casado, con la difícil misión de llevar a los chilenos un poco de la riqueza y la inquietud de Lima Barreto.

Para abordar específicamente la traducción de Lima Barreto parece conveniente tratar aquí la noción de textos sensibles y su relación con la traducción. No es fácil definir qué es un texto sensible, porque la sensibilidad está estrechamente ligada al contexto de recepción. Una buena idea es pensar en situaciones en las que un texto crea malestar o conflicto por su contenido o por su mera existencia. Mientras que las publicaciones pornográficas o eróticas pueden obviamente considerarse sensibles en muchas partes del mundo, otros textos con temas como la religión, la igualdad de género o el reconocimiento de una u otra situación o acontecimiento político, pueden entrar fácilmente en la lista de posibles problemas para las y los traductores. En esta lista, por supuesto, están los textos sagrados, cuya traducción puede ser en sí misma un tabú, como ocurre con el Corán.

Obviamente, no se trata aquí de igualar los textos de Lima Barreto a los textos sagrados, que son el epítome de lo que se entiende por textos sensibles. No obstante, hay que reconocer que, en muchos aspectos, las elecciones de traducción escapan de la libre decisión de las y los traductores: dependen de factores externos a los textos, limitaciones de la expresión lingüística debido a su potencial de ofender. Según Simms (1997), la sensibilidad depende más del contexto de recepción del texto que del contenido o tema expresado por la lengua, y su naturaleza (lo que puede ser considerado ofensivo) puede cambiar en función del tiempo o del lugar. De esto se desprende, teniendo presente que la traducción siempre se hace en el desplazamiento temporal y espacial, que la sensibilidad es un concepto clave para las y los traductores. De hecho, está presente en cualquier situación en que el texto a traducir tiene o puede asumir relevancia en escenarios políticos y/o ideológicos.

Ante la riqueza de posibilidades de la vida social, puede ser difícil prever qué tipo de material puede ser sensible. Incluso un manual de instrucciones puede tener alguna marca visual o expresión cuyo uso sea considerado poco recomendable en cierta cultura. Es necesario que las y los traductores estén atentos. Muchos grupos minorizados, ya hace tiempo, se dieron cuenta del poder del lenguaje y han exigido que pongan atención al uso de las formas lingüísticas. Los temas ligados al prejuicio racial y sus muchas expresiones en las lenguas tienen, ciertamente, el potencial de poner a las y los traductores entre la espada y la pared.

En el caso de los escritos de Lima Barreto, su grandeza y actualidad se deben también al hecho de que el autor toca temas que hieren. Las obras hirieron cuando fueron publicadas, y siguen hiriendo porque las heridas no cicatrizaron. Siguen siendo profundas y sin esperanza de cura. Todos los días nos hacen recordar que están ahí y que seguirán causando dolor a la mayor parte de la población brasileña: negra, pobre, despojada de los bienes culturales y del acceso a salud y educación. Estas son situaciones ya vividas y denunciadas por Lima Barreto, no siempre de la manera más matizada o disimulada.

Entonces, la inquietud que las y los lectores pueden sentir, se complejiza aún más para quienes traducen, especialmente para quienes están atentos a los pecados que las sociedades ya no quieren asumir o ver descritos tan abiertamente. La sensibilidad y el cuidado por el otro lleva a las y los traductores a preguntarse: “¿Cómo voy a escribir este horror en mi lengua?”. La autocensura es la reacción que surge más rápidamente: “No puedo escribir eso, voy a cambiar esto, es terrible”.