El reto de Analí Gómez E-Book

Mishell Salazar Abarca

• Herausgeber: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)
• Kategorie: Geisteswissenschaft
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2019

Beschreibung

En el año 2016, Analí Gómez, campeona nacional e internacional de surf presentó una denuncia que se viralizó. Ella declaró que no recibía apoyo suficiente de grandes marcas comerciales para poder participar en competencias de surf. A raíz de este episodio, Mishell Salazar relata, a modo de crónica, la historia de la surfista peruana y sus contantes desafíos entre las olas y fuera del mar. La publicación recoge testimonios que narran distintos eventos en la vida de Analí Gómez, su infancia, sus inicios en el surf hasta convertirse en una de sus máximas representantes en el Perú. Sin embargo, en el camino ha encontrado obstáculos con las que, como ella, muchas mujeres peruanas lidian a diario: la discriminación. Ya sea por sus orígenes humildes, su género o el color de su piel, la protagonista atraviesa estos impases y nos permite analizar lo que significa ser una mujer afroperuana en una sociedad tan diversa que, a la vez, mantiene prejuicios.

Leseprobe

© Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Autor:

Mishell Salazar Abarca

Editora:

Diana Félix

Corrector de estilo:

Luigi Battistolo

Diseño de cubierta:

Gerson Huaman Segil

Diagramación:

Gerson Huaman Segil

Fotografía de portada:

Archivo fotográfico de Analí Gómez

Editado por:

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas S. A. C.

Av. Alonso de Molina 1611, Lima 33 (Perú)

Teléfono: 313-3333

www.upc.edu.pe

Primera edición: junio de 2019

Versión ebook: junio de 2019

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Centro de información

Salazar Abarca, Mishell. El reto de Analí Gómez

Lima: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), 2019

ISBN (versión impresa): 978-612-318-230-4

ISBN (versión PDF): 978-612-318-232-8

ISBN (versión EPUB): 978-612-318-233-5

SURFISTAS, MUJERES DEPORTISTAS; BIOGRAFÍAS; RACISMO; PERÚ

797.32092 SALA

DOI: http://dx.doi.org/10.19083/978-612-318-230-4

Registro de Proyecto Editorial en la Biblioteca Nacional del Perú n.° 31501401900559

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú n.° 2019-06542

La publicación fue sometida al proceso de arbitraje o revisión de pares antes de su divulgación.

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de la editorial.

El contenido de este libro es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente la opinión de los editores.

ÍNDICE

Agradecimiento 5

Prólogo 7

Preámbulo 9

Capítulo 1. Analí no le tiene miedo al mar 11

Capítulo 2. Una chica afroperuana que hace surf 29

Capítulo 3. El surf es para todos 53

Una sociedad del siglo XIX 67

Línea de tiempo 71

Fuentes testimoniales 73

Referencias 75

Álbum fotográfico 79

Agradecimiento

Quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas que me apoyaron en el desarrollo de este proyecto. A mi familia por brindarme soporte en cuanto a las amanecidas que tuve para escribir este manuscrito. Especialmente a mi padre, Enrique Salazar, quien fue mi principal compañía en esta travesía. Te agradezco infinitamente por haber sido parte de cada entrevista que realizaba en el distrito de Punta Hermosa. A mis amigas, con quienes debatimos el tema principal de mi libro. También a Elda Cantú, quien me orientó en esta investigación y me acompañó por más de ocho meses en la construcción de mis relatos.

Analí Gómez fue mi personaje principal en este ejemplar y aprecio la amabilidad que me mostró en cada reunión que tuvimos, como también agradezco que me haya enseñado a surfear. A mis hermanas, quienes estaban al tanto de la información que recaudaba en cada entrevista, ya que les parecía interesante el tema del racismo en nuestra sociedad y en el deporte. A mi madre, quien se emocionó cuando le conté que había surfeado con la campeona mundial de surf. A mis más allegados, quienes me alentaron a conseguir mis propósitos sin mirar lo dificultoso que puede resultar. Finalmente, a los personajes que colaboraron con el libro. Gracias a ellos pude construir una historia para así lograr concientizar a la población y dejar atrás las ideas de racismo y exclusión hacia los afroperuanos.

Prólogo

El reto de Analí Gómez nos brinda una notable oportunidad de conocer a través de la historia de vida de una destacada deportista afroperuana cómo se interseccionan el racismo, la pobreza, el sexismo, en la sociedad peruana y se vuelven en obstáculos para el desarrollo personal y profesional.

Siempre he tenido un gran interés por el deporte. Eran el tenis y el surf. Aunque el primLa obra utiliza elementos de la literatura para acercarnos a pasajes clave de la vida de Analí, que dan cuenta de hechos que desde la perspectiva de la autora marcan la vida de Analí, quien de manera valiente narra pasajes de su vida que no necesariamente son aquellos a los que nos tiene acostumbrados.

En la actualidad cobra particular importancia El reto de Analí Gómez, por la manera cómo se presenta la dimensión dramática de la vida de la deportista, sin alejarse de hechos reales contado con especial agudeza y sensibilidad.

El Pueblo Afroperuano es invisibilizado en distintos espacios y la literatura no es ajena a esta situación que redunda en la calidad de vida de hombres y mujeres afrodescendientes. Por este motivo, el que la biografía de Analí sea construida desde una mirada interseccional provoca en el lector y la lectora, reflexionar sobre las diversas vulneraciones que afronta una mujer afroperuana en su interrelación con una sociedad que muchas veces le da la espalda.

La autora con un ritmo consistente no recurre a la ficción y, si bien es cierto da cuenta de momentos dramáticos de la vida de Analí, no la limita y presenta la manera en que los contrastes persisten a lo largo de toda la obra, no silencian las voces de quienes colman de calidez y esperanza la vida de la surfista.

Asimismo, el conocer la vida de Analí nos abre una gran oportunidad de graficar al Perú y al mundo, las dificultades que debe afrontar una mujer afroperuana o de etnias históricamente discriminadas para lograr sus metas. Es una historia de resistencia y de lucha que se puede convertir en ejemplo y motivación para muchas personas en similares condiciones.

La investigación de la autora nos permite también identificar lo determinante que puede resultar para nuestras vidas el contar con un entorno cercano saludable y que se convierta en referente; más allá de los cuestionamientos que pueda haber tenido Analí a lo largo de su carrera, las acciones positivas y el apoyo que tuvo prevalecieron para alcanzar el triunfo que ahora disfruta.

Un triunfo que no es gratuito, que ha requerido que la deportista alce su voz con indignación y dolor ante el racismo que– en la mayoría de veces― es normalizado; que van desde el hecho de reducirla a “La Negra” o “La Negrita”, hasta encontrar a Analí como poco “atractiva” para ser imagen de marcas publicitarias; una violencia simbólica que afrontan mujeres afrodescendientes e indígenas en el país y el mundo.

La obra presenta historias llenas de contrastes, brechas, sensibilidades y anhelos. Finalmente, El reto de Analí puede ser el punto de inflexión para que como lector o lectora, nos demos cuenta que este reto debemos asumirlo todas y todos: luchar contra el racismo, el sexismo y la pobreza.

Sofía Carrillo Zegarra

Periodista afroperuana

Defensora de derechos humanos, contra el racismo y la discriminación

Preámbulo

De lunes a viernes llegaba a la oficina de la Unesco en Lima. El plan del día dependía de la fecha que se celebraba y así mi trabajo comenzaba. Las redes sociales tenían que ser llenadas con pequeñas notas, fotografías y videos interactivos. El proyecto de la Unesco encajaba perfecto en el proyecto más grande de mi vida como estudiante de Periodismo. En aquel momento, se impulsaba la diversidad cultural con el arte de uno de los pueblos más lejanos de Ayacucho, Sarhua. Y para el acontecimiento, la surfista Analí Gómez encajó con los intereses del Ministerio de Cultura, la Federación Peruana de Tabla y la Unesco. La primera vez que la vi fue en los pasillos de la oficina, lista para ser homenajeada por el evento que se realizó.

Siempre he tenido un gran interés por el deporte. Eran el tenis y el surf. Aunque el primero surgió luego de ver a mi tío enseñar a manejar la raqueta a uno de sus alumnos, mi inclinación no fue tanta. Las prácticas de surf se dieron por el simple afán de visitar las playas de Lima en verano e invierno. Veía cómo los deportistas salían con sus tablas de surf luego de que el pito de un campeonato en Punta Hermosa sonaba. Esto significaba que un participante había culminado su tiempo dentro del torneo y tenía que salir del agua.

Mis ganas por conocer este deporte persisten, así como mi deseo por relatar la historia de la afroperuana y campeona mundial de surf Analí Gómez.

Fue en una tarde de trabajo que la deportista se acercó a mi centro laboral para recibir la tabla que el Ministerio de Cultura, la Federación Peruana de Tabla y la Unesco le habían hecho junto al artesano Pompeyo Berrocal y al artista de surfboards Wayo Whilar. Encuadré mi cámara por unos largos minutos para tenerla a ella como la protagonista principal en ese momento, pero a la media hora era yo quien debería tomar protagonismo ante la vida de la surfista y proponerle contar su historia. Entre mis ideas, Analí era la encargada de abrir las puertas al conocimiento y la ilusión que me produce la combinación de las olas del mar y las prácticas de surf.

Sabía que la historia de la atleta me arrastraría a experimentar el surf. Claro, cómo contar una historia que relata torneos acuáticos sin antes conocer la euforia y satisfacción de dominar la marea. Nunca me atreví a subirme a una tabla, pues la fuerza del agua me atemorizaba, aunque me enamoraba a la vez.

Fue en el mes de abril que me subí por primera vez a una tabla de surf. En ese momento experimenté la sensación de libertad que percibía en los deportistas cada vez que visitaba los balnearios. Al ingresar al mar y enfrentar esas olas, también conocí lo que Analí Gómez enfrenta a diario, y más desde que se volvió campeona de surf: indiferencia, discriminación, racismo y desinterés en una sociedad donde se batalla para lograr los sueños y el talento no tiene el reconocimiento merecido, aunque haya ganado torneos deportivos. Así fue como conocí la lucha de Analí tanto en el mar como en la vida terrenal.

Capítulo 1

Analí no le tiene miedo al mar

La denuncia trascendental de Gómez

¡Arriba, Perú! ¡Arriba, Perú! Una mujer vestida de rojo y blanco estaba de pie en un escenario. “¡Vamos, Punta Hermosa!”, dijeron por ahí y la misma mujer seguía parada en el escenario. Sus ojos almendrados comenzaron a lagrimear otra vez, con una sonrisa que titubeaba por segundos. Sus rizos esponjosos se habían secado, ya que el sol que iluminaba el día le había dado el color real a esa melena dorada y muy quebradiza, producto del tinte.

Al lugar asistieron aficionados al deporte de surf. Otros solo eran espectadores que llegaban al balneario de Punta Rocas del sur de Lima en la época de primavera, en noviembre del año 2014. Y algunos tenían un propósito, cubrir el campeonato World Surfing Games, premio mundial de surf. La lucha por el triunfo duró por un par de días y los países que competían se iban descalificando. Australia, Ecuador y el Perú quedaron como los últimos rivales en la competencia.

No muchos conocen cómo se convierte uno en ganador de un torneo de surf. Son cinco los jueces que califican. La puntuación se define en una escala del 1 al 10 para cada ola maniobrada. Veinte segundos faltaban para que el torneo terminara y triunfara Dominic Barona, surfista ecuatoriana que en ese momento tenía como puntuación 12.53.

La cuenta regresiva zumbaba en la cabeza de la deportista de ojos almendrados. Esos últimos segundos significaban cada año que Analí Gómez Quiroz había luchado por obtener el premio mundial de surf. Su última ola maniobrada obtuvo como puntuación 5.3, logrando un 12.86 en el torneo. Esa calificación la llevó a la cima aquel día.

Los periodistas nacionales presenciaron el triunfo de una mujer afroperuana. Fotógrafos y visitantes de la playa se acercaron cuando salió del agua. Los flashes iluminaron su primera lágrima. Luego, se sacudió un poco el cabello para las cámaras. Fue todo un festín. Mientras elevaba su premio, soltaba otra lágrima. A ello se sumaron las dos competidoras extranjeras que tenían el segundo y el tercer premio. A su derecha e izquierda, dos mujeres de tez blanca con cabellos rubios y castaños naturales estaban cantando el himno nacional del Perú con la conocida surfista.