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Dinero y felicidad siempre han estado reñidos, y no son un terreno exclusivo de expertos y gurús
SER FELIZ y VIVIR BIEN está al alcance de cualquier persona. En este libro encontrarás recetas sencillas y trucos útiles que te permitirán acercarte pasito a pasito a tu vida soñada y alcanzar tu libertad financiera.
¿A qué esperas para revolucionar tu mundo y conseguir las cosas que realmente deseas en el fondo de tu corazón?
La vida tal y como la conocían nuestros padres y abuelos ha cambiado. El mundo actual está en constante movimiento, pero hay reglas que siguen siendo universales, sencillas y prácticas. Usarlas correctamente hará que te rías de las crisis y las burbujas económicas. Aprende, por fin, cómo hacer que tu dinero y tu corazón vayan de la mano; que tu dinero se multiplique cada día y tu felicidad aumente en cada instante. Es muy sencillo. En estas páginas descubrirás algunas claes que te ayudaran a conseguirlo... ¿Te atreves a intentarlo?
"Emprende un viaje hacia la vida de tus sueños en un tiempo récord, con este manual práctico, lleno de ejemplos y ejercicios"
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Seitenzahl: 350
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(Israel Pardo)
A mis amigos y familia, que me han enseñado tanto y de los que me siento muy orgulloso
(Simón Casas)
A Teresa Esteve. Su palabra hizo posible que nosotros nos pusiésemos de acuerdo para escribir este libro
En todo proceso de creación hay mucha gente alrededor del “creador” que hace que el camino a recorrer sea más sencillo. En la creación de este libro han sido varias las personas que han permitido con sus diferentes aportaciones que finalmente lo tengas entre tus manos y puedas disfrutarlo. Quiero agradecerles desde aquí el apoyo recibido, ya que han hecho que este haya sido un camino lleno de alegrías y haya disfrutado de las vistas, el paseo y la compañía del viaje de la escritura de mi primer libro.
La primera de todas que quiero nombrar es Mónica Galán, quien me hizo una pregunta que plantó la semilla de lo que hoy se ha convertido en una realidad. Aún recuerdo el día en el coche, hace varios años, cuando me preguntó: “A ti que te gusta el tema de las finanzas, ¿no has pensado en dedicarte al coaching financiero?”. Esa pregunta provocó a una cadena de acontecimientos que finalmente me ha llevado a hacer realidad este libro.
Quiero dar las gracias a Nerea, quien me ha apoyado más allá de lo razonable en todo el proceso, escuchándome hablar del libro horas infinitas y leyendo borradores uno tras otro para asegurarse de que las ideas eran comprensibles. Tú también has sido parte fundamental en el libro. Siempre tendrá un pedazo de ti en sus páginas.
Sin duda, gracias a Simón, al que un día llamé comenzando con la frase “Simón he tenido una idea…” y hoy es una realidad gracias a su aportación. Sin ti no habría podido hacerlo, amigo.
Muchas gracias Benjamín por convertir mis ideas y desvaríos en ilustraciones maravillosas.
Gracias Raül, nuestro editor, por apostar por el proyecto desde que vio el primer borrador y apoyarnos en todo el proceso para que quedara impecable.
También quiero agradecer a Nacho Llano, Acisclo García y Jorge Jiménez por tomarse la molestia de leer el borrador del libro y hacerme aportaciones muy interesantes para mejorarlo.
Y para no dejarme a nadie fuera, a todos los maestros que he tenido en la vida, unas veces bajo la forma de profesores, pero o tras muchas como amigos y compañeros de los que he aprendido tanto como para poder hoy estar escribiendo estas líneas.
¡Muchísimas gracias a todos!
Israel Pardo, coach financiero
Cuando, hace cosa de un año y medio, Israel Pardo me pidió que le ayudase a escribir este libro, no me lo pensé ni media vez. En ese momento, yo acababa de aterrizar en el Club del Inversor que gestiona Pau Antó desde Barcelona. Una noche de invierno en Barcelona, durante una cena informal de los miembros del Club, pusimos cara, ojos y voz al otro. Y durante la sobremesa, que es cuando se tratan los temas importantes de verdad, mi mujer obró el milagro. Fue ella quien me vendió como escritor, en el sentido más literal del término. Sin su fe, su apoyo y su speech, tal vez este libro no habría llegado a ver la luz.
Además de hacer mías las menciones de Israel, no quiero dejar pasar la oportunidad de mencionar a Ferran Viladevall, mi profesor de escritura en el Ateneu Barcelonès, no sólo por recordarnos a los alumnos que la historia siempre manda, sino por darnos valiosísimas indicaciones para mejorar el manuscrito original.
Este libro no sólo será un viaje para ti. También lo ha sido para nosotros, y para mí en particular porque, además de conocer a un excelente profesional comprometido con su causa como es Israel, me ha hecho mucho más sabio de lo que era. Y eso sólo se consigue con gente como él. Aprovéchalo.
Simón Casas, escritor, arquitecto y emprendedor
Este libro (como habrás visto en la cubierta) tiene contenido 2.0. ¿Y qué es esto? Pues que encontrarás material adicional para ayudarte con el proceso.
He creado una pequeña pagina web donde podrás encontrarlo http://ganaeljuegodeldinero.com.
Para acceder a él solamente tendrás que hacer un pequeño registro, con tu nombre, tu email y como contraseña “mejoratusfinanzas”.
Una vez hagas eso, accederás a los enlaces donde podrás encontrar:
Plantillas para hacer los ejercicios.
Instrucciones adicionales para que te sea más fácil.
Algunas explicaciones adicionales para que sea más fácil entender las partes menos intuitivas del proceso de reinventar tu vida financiera.
Acceso al canal de Youtube donde encontrarás los vídeos a los que hago referencia en el libro y otros más.
En cada sección del libro que incluya contenido adicional encontrarás un pequeño icono como este que te indicará qué tipo de contenido adicional hay:
Durante la lectura verás un símbolo como este:
Esto indicará que es una cita que podrás compartir fácilmente; al final del libro encontrarás los enlaces para que puedas compartirla en twitter de forma rápida y sencilla.
Además, tendrás acceso a la Jornada 13, que trata sobre inversión activa, y a un montón de artículos que varios profesionales del mundo de la inversión han preparado para que te resulte más sencillo comenzar en este apasionante mundo.
Los artículos adicionales están escritos por profesionales de la talla de:
Juan Haro, fundador de la Escuela de Inversión
Ana Rodríguez, Coordinadora en España de los clubes de bolsa TICN
Luis Herrera y Javier Carrera, fundadores de Fundaia
Josep Nebot y Carles Escribano, fundadores de Arboribus
Juan Marín Pozo, autor de Finanzas para un tonto y Moneyland
Como el mundo de las finanzas está vivo (y este libro también) y va cambiando iré añadiendo materiales adicionales que permitan que esté actualizado el contenido y que siempre te sea muy útil.
Cualquier idea o comentario es bien recibido en la dirección de correo [email protected].
Cuando Israel Pardo me llamó para pedirme prologar este libro, lo primero que le dije es que Simón y él necesitaban a alguien de más “entidad” si querían que el prólogo fuese en línea con la calidad del libro.
Pero no sé si fue Israel quien me convenció de que yo era la persona ideal o mi ilusión por poner la primera piedra de un verdadero manual de educación financiera lo que me hizo aceptar la propuesta.
Conociendo como conozco hace tiempo a Israel y habiendo leído el libro me cuadraba todo, pero debía ponerle una condición: Tenía que conocer al co-autor, saber que era el tipo de persona que iba en línea con todo lo expuesto aquí y que era alguien tan “diferente” como todos estos locos que intentamos llevar el mundo de las finanzas a las personas que realmente quieren hacer un cambio en su trato con el dinero.
El ratito de tomar una infusión y un agua con Simón Casas fue suficiente para ver que no solo estábamos alineados en cuanto a la parte técnica (la menos importante, para mí) como en principios y valores, todo eso que debía aportar el mayor peso a que mi decisión fuese que hoy leas el texto inicial de esta gran obra.
En cuanto al libro que tienes en tus manos, debo explicarte una curiosidad:
En un curso de PNL al que tuve el privilegio de asistir hace tiempo pude determinar que mayoritariamente soy del tipo de persona “auditiva”, de esos que les llama la atención los datos concretos y las explicaciones más bien “cuadriculadas”.
Quizás por eso “Gana el juego del dinero” encaja con el tipo de escritura que me atrae de verdad. Tan solo hace falta leer el índice para ver que está estructurado de forma que sabemos que sí o sí podremos poner en marcha los conceptos explicados, y en el orden correcto.
Sobre el título; no podía ser más acertado, pues el problema no está en que ganemos o no dinero (y hablo en primera persona pues en su momento he sido el más “tonto”), pues en épocas de bonanza hemos llegado a final de mes igual de justos que cuando no ganamos tanto.
La frase “Gana el juego del dinero” es una historia en sí misma, pues si cuando somos pequeños lo que nos gusta es jugar, cuando somos mayores dejamos de hacerlo, y mucho menos en el manejo del dinero.
Únicamente en un lugar he oído la palabra jugar, en el entorno del dinero:
Cuando hablo con algunas personas que me dicen “Yo juego a la bolsa”. Me da la impresión que hablan de jugar precisamente porque no conocen las reglas del juego. El que entiende de bolsa dice que opera en bolsa.
En este libro vas a conocer las reglas del juego del dinero, precisamente para ganar.
No olvidemos que jamás se nos ha planteado educarnos en el manejo del dinero, elemento que va a acompañarnos, lo entendamos o no, el resto de nuestra vida, pero cuando decidimos aprender, debemos divertirnos. Sí, manejar el dinero puede ser un juego, y aquí aprenderás.
Ganar el juego del dinero quiere decir todo lo que esta obra aglutina, sin intento de inventar nada sino de recopilar conceptos que ya funcionan, sumándoles una buena dosis de sentido común.
En mi trabajo del día a día trato continuamente sobre el problema de las pensiones (iba a decir futuro pero no, ya lo tenemos aquí).
Lo que Israel Pardo y Simón Casas han escrito para ti, si de verdad le haces caso y lo aplicas, puede suponer que te jubiles dignamente, que te jubiles mucho antes de la edad que el gobierno elige por ti, o que empieces a disfrutar de tiempo y dinero en el momento que te propongas hacer un cambio de verdad en el manejo de tu economía y finanzas.
¿Y por qué diferencio entre economía y finanzas?
Porque siempre interpreto la economía en la parte de ganar dinero y las finanzas en la parte de gestionarlo. He conocido a muchas personas que ganan poco y viven MUY bien y a otras tantas que ganan cinco veces más que la media y no llegan a final de mes.
Es por eso que menciono la palabra economía en el prólogo de un libro cuyo subtítulo es “Multiplica el resultado de tus ingresos”, porque si bien las claves que se dan son principalmente en la línea de control del dinero y educación en el manejo del mismo, hay capítulos interesantísimos que, sin nombrarlo, están hablando de emprendimiento y de cómo ganar dinero, de forma que el libro es en sí mismo una guía para pasar de no tener dinero a ganarlo y saber gestionarlo después.
Nota-recordatorio: Multiplicar es más que sumar, y lo que debes buscar para tu dinero es el efecto exponencial de la multiplicación, precisamente.
En cuanto a la parte de emprendimiento, mi opinión es que el camino a la libertad financiera va ligado a la acción de emprender, pues es sabido, hasta por el más ignorante, que la palabra libertad no puede asociarse jamás a trabajar para otro (para los sueños de otro, en definitiva).
A mí, que como he dicho me gustan los datos exactos, no me extrañará que si estás leyendo este prólogo es porque estás dentro del porcentaje de personas que si no trabajan para sí mismos, están pensando en algún momento en dar el salto al auto-empleo, o como mínimo, pretenden buscar una fuente adicional de ingresos para tener preparado un “Plan B”, por si los moscos…
En definitiva, ““Gana el juego del dinero - Multiplica el resultado de tus ingresos”, es una obra que va a encajar con emprendedores, que no quiere decir personas que piensan en ser autónomos, sino en personas que quieren hacer lo mismo que los demás pero de forma diferente en el trato con el dinero. Va a agradar a personas que quieren adquirir una base de cultura financiera más concreta, desde aprender cómo funcionan los fondos de inversión, la bolsa, los bonos o un simple depósito a plazo.
Y también va a encantarle al que haya pensado si gastar el poco dinero que cuesta este libro (hablo de precio, no de valor) porque está en una situación de “me sobra mes a final de sueldo” porque la experiencia de los autores le va a ayudar, si aplica todos los conceptos y en el orden correcto, a, no sólo a salir de su situación, sino a entrar en el divertido juego del dinero y de la educación financiera.
Tan solo quiero pedirte un favor, amigo lector:
Lee el libro una vez, para ver cuál es su estructura y sacar conclusiones rápidas. Luego vuelve a leerlo, y define cuál es tu objetivo, a dónde quieres llegar (Me encanta el capítulo 1.4). Vuelve a leer el libro y define, sin hacerte trampas al solitario, cuál es tu plan para cambiar y qué vas a hacer para implementarlo. Vuelve a leerlo y verifica que vas por buen camino…
…escribe a los autores para darles las gracias por poner en manos del “pueblo” conceptos tan sencillos sobre el dinero. Estoy seguro de que les gustará saber que han ayudado a alguien.
Y para acabar, recomienda este libro y comparte los conocimientos adquiridos con él a todas las personas a las que te gustaría ayudar.
Disfruta del camino y deja que tu bolsillo te agradezca que hayas entendido que manejar el dinero es un juego.
Salu2Juan Marín Pozo
La vida es un viaje. Un trayecto entre dos puntos, el que pisamos y el que queremos pisar. Este libro está escrito de la misma manera, y es el espíritu que me gustaría que tuvieses a la hora de leerlo. El camino hacia la libertad financiera es un recorrido que parte desde un ahora incierto, en el que quizá te encuentres perdido y agobiado, y que lleva hacia un destino ideal, donde te gustaría vivir el resto de tu vida, y en el que el dinero no es un problema, todo lo contrario.
Supongamos que quieres hacer el Camino de Santiago. ¿Por dónde empezar? Desde luego, no saliendo de casa y empezando a caminar. Mejor es que cojas un mapa y busques el sitio exacto donde te encuentras. O, si lo prefieres, usa Internet: no sólo tendrás tu ubicación exacta, sino que sabrás por dónde ir hasta Santiago de Compostela y cuánto vas a tardar. Así, puedes planificar mejor el viaje y con más garantías de éxito.
Cuando mides distancias y ves que te separan, por ejemplo, mil kilómetros de Santiago, viene el bajón. Antes de renunciar, coge papel y lápiz: arma una ruta, analiza el relieve, busca los caminos más empleados por otros peregrinos. En una palabra: escoge el mejor camino, el que te sea más sencillo, el más corto, o el que tenga mejores vistas.
Al mismo tiempo, prepara tus piernas y tus pulmones para largas caminatas, reduce tu equipaje a lo que quepa en la mochila que cargarás cada día, equípate para el frío y la lluvia, lleva lo necesario para hacer frente a los pequeños imprevistos del viaje. Cuando hayas hecho todo eso, ¡ponte en marcha! No esperes a estar perfectamente preparado, porque no empezarás nunca. Lo que te falte por aprender, si has hecho lo principal, vendrá durante el camino con las experiencias que vivas en él.
Tu viaje a la libertad financiera se parecerá bastante. Los conocimientos que compartiré contigo serán el equipaje con el que recorrerás el camino que te conducirá hacia la vida que deseas. Como en todo viaje largo, descubrirás partes de ti que no conocías. Al final del trayecto, serás mil veces más sabio que al principio. No sólo cambiará tu vida, sino también tu forma de ser y de pensar. Si no eres una persona diferente después de un viaje así, es que no has viajado.
Para conseguir ese cambio, tendrás que salir de tu zona de confort. Tendrás que mojarte, pasar frío, calor, subir cuestas enormes y enfangarte hasta las rodillas. No busques atajos. No los hay, ni autopistas por las que circular tranquilo y a toda velocidad.
Un buen viaje nos da una visión nueva de la vida y de nosotros mismos, y eso cambia nuestra forma de pensar y nuestra escala de valores. En el tuyo, vas a tenerme cerca, alentándote y animándote cuando el camino se endurezca. Cuando llegues al final, tu esfuerzo habrá valido la pena.
Todos hemos oído hablar de las finanzas, pero ¿sabemos realmente qué son? ¿Y las finanzas personales?
No te preocupes si el concepto te suena a chino. Son palabras que escuchamos tantas veces que las acabamos usando con soltura sin llegar a entender del todo lo que quieren decir.
El concepto es muy sencillo, pero quizá nadie se ha parado a hacerlo. Te diré cómo me gusta definirlas a mí:
LAS FINANZAS PERSONALES SON LA CAPACIDAD QUE TIENES DE ELEGIR CÓMO GESTIONAS TU ECONOMÍA PERSONAL O FAMILIAR, DE HACERLO SIENDO CONSCIENTE DE LO QUE DECIDES Y DE ENTENDER HACIA DÓNDE TE VA A LLEVAR ESO.
Veamos un ejemplo: quieres cambiar tu ordenador de sobremesa por un portátil. La mejor manera de tomar esta decisión es hacerte algunas preguntas, por ejemplo estas:
¿Trabajas siempre en el mismo sitio o te mueves constantemente?
¿Tu ordenador actual tiene cuerda para aguantar un tiempo más?
¿Tienes el dinero que cuesta el portátil nuevo?
¿Hay algún otro gasto urgente a la vista?
¿Puedes vender el actual y cubrir con ese dinero, al menos, una parte de la compra del otro?
Se trata de ser consciente que comprar un ordenador nuevo supone un gasto que quizá descuadre tu bolsillo y que quizá puede esperar. Es sentido común. No se necesita un título universitario para pensar así, y eres TÚ quien decide qué haces. No los otros. Esto sería lo normal, pero hay muchísima gente que no lo hace. Se sientan en el lugar del pasajero y dejan que los demás gobiernen el coche.
¿Crees que tu vida sería mejor si la manejases tú? ¿Crees que podrías cambiarla si tomases decisiones diferentes? ¡Por supuesto! La cambia del todo, y a mejor. Eso sí, no esperes que sea coser y cantar. Como cualquier crecimiento, vendrá acompañado de cambios, físicos, anímicos y de valores. Además, algunas partes de tu cuerpo / tu vida se quejarán, porque ese crecimiento puede doler, y algunas partes de tu cuerpo se desarrollarán antes que otras. Pero el premio será mucho mayor. Cuando llegues al final, serás más fuerte, más sabio, y algo mucho más importante: no habrá vuelta atrás.
Voy a presentarme. Me llamo Israel Pardo, soy entrenador financiero y muchas cosas que aquí voy a contarte forman parte de mi experiencia personal, que es como mejor se aprende. Mi objetivo es que, cuando acabes este libro, el dinero deje de ser el enemigo que casi todos nosotros creemos que es y se convierta en tu aliado para conseguir tus verdaderos sueños.
En esta labor, me acompañará Simón Casas, quien también te explicará su camino, y que me ha ayudado a poner en limpio las ideas que este manual pone en tus manos.
Voy a confesarte algo: hace un tiempo, yo estaba quizá igual de agobiado que tú por llegar a final de mes, porque no había manera de engordar la cuenta corriente ni un poquito. Cobraba el día uno y el quince a más tardar la libreta ya estaba temblando, sin saldo o con cien euros máximo, que acababa estirando todo lo que podía. No te queda otra solución que trabajar y trabajar y trabajar, y si eres autónomo, parte de ese dinero lo empleas en pagar a proveedores, el seguro médico, etc. Te sientes mal, porque estás igual que un hámster, metido en una rueda que no sabes cómo frenar sin salir despedido. La vida va pasando y aún te sientes peor, porque es muy frustrante invertir ocho horas diarias durante cinco días a la semana para mantenerte a flote.
Casi todos hemos pasado situaciones parecidas, aunque nos parezca que somos los únicos. Pero algunas de esas personas crearon herramientas con las que superarlas. Yo me hice mi propio método, y descubrí:
Que mejorar mi economía con él era posible
Que las herramientas eran sencillas de usar y requerían poco para empezar
Que los resultados eran mejores de lo que esperaba
Que todo el mundo debería tenerlas a su alcance
Con mi sistema, dejé de tener un sueldo cebolla, ese que te hace llorar cuando lo ves. Seguía cobrando lo mismo cada mes, pero conseguí ahorrar casi una tercera parte sin perder calidad de vida, e incluso he podido destinar parte de esos ahorros a pequeñas inversiones con las que mejorar un poco más. Lo mejor es que me siento más feliz y más libre en todos los aspectos de mi vida.
Tú también puedes dar un salto de calidad como este. Para que lo consigas, voy a explicarte de una manera muy práctica cómo hacerlo, y te daré herramientas y ejercicios con los que adquirir el conocimiento que necesitas.
Lo primero que debes saber es cómo se crea el dinero, cómo se mueve y cómo aprovechar ese movimiento en tu favor. Es un conocimiento tan poderoso que muchas personas que lo poseen han sido capaces de volver a levantar sus fortunas después de haberse arruinado por completo. No sólo eso: han aprendido a gestionar mejor su dinero. Saben cómo funcionan las tarjetas de crédito y los productos bancarios. Saben priorizar los gastos que pueden darles un beneficio. Y saben cómo aumentar sus ingresos. También saben que el dinero es como el agua. Los dos se mueven por flujos y siguen el camino más sencillo. Lo mejor es navegar a favor y no forzar su curso.
Todo este conocimiento, y el control que da sobre las finanzas, se puede aprender, como las matemáticas o la lista de países de África. Y se puede enseñar, como hacen los padres adinerados con sus hijos.
¿Por qué entonces no se enseña en la escuela? Para que la gente no piense.
El sistema educativo actual proviene de la Prusia de finales del siglo XIX. Allí, el poder y el capital necesitaban buenos soldados y obreros, no personas que pensasen. Si supiesen que existen otras opciones además de ser una simple pieza del engranaje, quizá no quisiesen ser peones cuyas vidas gobiernan otros que sí saben cómo funciona el mundo.
El dinero forma parte de nuestras vidas, pero aun así mucha gente no sabe cómo funciona. Son algo así como analfabetos financieros, y eso es tan dañino como el analfabetismo tradicional porque, cuando se les acaban los (pocos) caminos que conocen, se quedan en blanco, sin ideas. Es hora de ponerle remedio y aprender a utilizar bien el dinero. Conseguirlo no sólo te abrirá mejores perspectivas de futuro. También ayudará a tu presente.
El sistema que voy a enseñarte en este libro puede resumirse en cinco pasos que cualquier persona con un mínimo de constancia puede seguir en su camino a la libertad financiera.
Fíjate objetivos poderosos que estén en línea con lo que de verdad quieres.
Descubre cómo te sientes con esos objetivos, cómo encajan con tus creencias, y averigua si has de modificarlas.
Aprende a moverte en el mundo del dinero.
Adquiere las habilidades y herramientas que necesitas para gestionar bien tu dinero.
Traza un plan para cumplir los objetivos del punto 1.
Los planes no son infalibles, y tener uno no te garantiza el éxito. No tener ninguno te garantiza que no tendrás éxito de ninguna clase. Como decía Einstein, si haces las cosas de la misma manera, no esperes que los resultados sean diferentes.
La decisión es tuya, pero el éxito no es ganar más dinero que nadie, sino vivir la vida que quieres. Y para eso, necesitas bastante menos dinero del que crees.
Mi sistema está planteado como un viaje de doce etapas o jornadas. En cada una de ellas, te mostraré una serie de conceptos o países que te ayudarán a saber cómo funciona el dinero y cómo convertirlo en un aliado para que tu vida sea mejor.
Antes de ponerte en marcha, averigua qué deseas conseguir: viajar por el mundo, vivir en el campo, ayudar a los demás… Todas son opciones válidas si tienes claro que lo quieres de verdad.
Cuando gastas tu dinero, ¿en qué lo haces? ¿Era necesario? ¿Qué te aporta? Para mejorar tus hábitos, antes tienes que conocerlos.
Una vez sabes dónde va tu dinero, debes decidir qué es importante y qué no. Para ayudarte en ello, lo mejor es clasificar tus gastos.
Tu tarjeta de crédito es un préstamo personal al veinticuatro por ciento. Y el principal negocio de los bancos.
No sólo de tarjetas de crédito viven los bancos. También lo hacen de hipotecas, préstamos personales y otros productos que, mal usados, te roban tiempo y esfuerzo.
Ser rico no es sólo tener mucho dinero. Además, para llegar a serlo hay que hacer algunas cosas que ellos sí hacen.
No necesitas privarte de nada. Pero sí identificar lo que no te hace falta, y eliminarlo de tu vida.
Destina una parte de tus ingresos a hacer crecer tu riqueza, y separa esa cantidad antes de pagar cualquier otra cosa.
Crear un plan de ingresos y gastos para controlar dónde va tu dinero es mejor que investigar a final de mes dónde ha ido.
Puedes vivir con bastante menos de lo que crees, ya estés solo o en pareja. En este último caso, la complicidad entre ambos es esencial para que vuestro plan de riqueza tenga el éxito que merece.
Si haces algo sólo por el dinero que vayas a ganar, no serás feliz y no es probable que consigas tu objetivo. En cambio, haciendo algo que te guste, el dinero acabará llegando más pronto que tarde, y en más cantidad de la que piensas.
No existe una sola manera de invertir el dinero que ahorres. Dependiendo de lo que quieras conseguir y de tus ganas de implicarte en el proceso, te convendrá más una fórmula u otra.
Buena parte de estas enseñanzas se desarrollan y amplían en mi curso de educación financiera, que se celebra de forma periódica en Madrid, y del que encontrarás más información en mi web: www.israelpardo.com.
Cada jornada de este camino que estás a punto de iniciar empezará con una pequeña reflexión sobre uno o dos temas muy concretos con los que todos nos encontramos en nuestras vidas, y que luego desarrollaré a fondo para que los domines.
Te propondré también ejercicios sencillos para que interiorices los conceptos y así, combinando la teoría y la práctica, llegues casi sin darte cuenta a un nuevo nivel.
¿Quieres saber cómo hacerlo? Sigue leyendo...
TU TIEMPO ES LIMITADO. NO LO DESPERDICIESVIVIENDO EL SUEÑO DE OTRA PERSONA
STEVE JOBS, fundador de APPLE
Yo cada mes cobro mi sueldo y, según entra, lo voy gastando. Si tienes cien, gastas cien, y si tienes cincuenta, pues gastas cincuenta. Debería saber al menos por dónde se va mi dinero, pero como lo hago según voy viendo, luego no recuerdo dónde se ha ido. Es que hace falta estar muy encima de estas cosas. Seguro que los que tienen dinero de verdad lo hacen. Se tienen que pasar horas y horas apuntando cada céntimo que se gastan, cuándo se lo han gastado y dónde se lo han gastado. Pero también tienes que saber en qué gastarte el dinero, claro.
Si yo ganase un millón de euros al mes, ahora mismo no sabría ni siquiera qué hacer. Igual me compraría un ático de superlujo, o un Ferrari, o hasta las dos cosas, pero claro, si lo hago es porque gano más. Es que te encuentras de golpe con una montaña de billetes, ¿y qué haces? ¿En qué los usas? Los ves y dices ¿pero esto es real?, no lo ves, no tienes una perspectiva de cuánto dinero es.
Seguro que te suena este monólogo. A todos nos ha dado por pensar así alguna vez, y hemos pasado más de una sobremesa hablándolo con los amigos, la familia o la gente del trabajo. Nos preocupan cosas como los gastos, los hábitos o la manera en que se percibe el dinero, tanto en cantidades grandes como pequeñas.
En cambio, pasamos de largo y damos estas cosas por sabidas, igual que caminamos o respiramos sin pensar. Para conseguir ese dominio, antes tuviste que aprender a caminar y a respirar. Con el dinero también tienes que aprender una serie de ideas para no tropezar ni ahogarte financieramente.
Para mejorar tu relación con el dinero y vivir mejor que hasta ahora, en primer lugar tendrás que trabajar en cuatro áreas de tu vida que quizá creías terminadas, pero que necesitarás revisar si quieres ver resultados.
Muchas personas gastan sin un plan definido. Eso pasa porque no tienen un objetivo claro, así que no les importa ir por la vida sin llevar la cuenta de dónde y cómo lo gastan.
En cambio, cuando tienes un objetivo que te ilusiona, sea el que sea, pasas a mirar con lupa cada céntimo que sale de tu bolsillo. Por ejemplo, quieres irte de vacaciones y necesitas ahorrar mil euros. Cuando sales con los amigos y proponen ir a cenar, en seguida calculas lo que te va a costar, y prefieres cenar un bocadillo en cualquier bar a sentarte en un buen restaurante.
Y lo decides tú solito, sin que nadie te obligue a ello.
Eso es PERSEVERANCIA. Y lo podríamos definir de otra manera: la CAPACIDAD DE GESTIÓN DE LAS PROPIAS FINANZAS, de controlar tu manera de usar el dinero, y de hacerlo con un fin en mente, por ejemplo la vuelta al mundo en moto.
Esto es una maratón, no los cien metros lisos, así que mentalízate para seguir un ritmo constante y olvida las prisas, porque no te van a ayudar en nada.
En una carrera corta, la meta está a la vista, pero un corredor de maratón tiene más de dos horas por delante, curvas, rectas y algún que otro repecho. La única manera de afrontar ese esfuerzo es mantener un ritmo constante y gestionar el cansancio que ellos llaman el muro, algo que aparece casi al final, cuando ya la meta está a la vista.
Tus finanzas son como una maratón. Tienes que dar muchos pasos, tomar muchas decisiones, algunas bastante duras, y necesitas tener la META en la cabeza para no abandonar cuando llega el muro. Esa META es tu objetivo soñado, tu vuelta al mundo en moto o cualquier otro sueño que se te ocurra.
A todos nos gusta soñar qué haríamos si pasásemos de ganar unos cientos de euros a un millón. Es algo difícil de ver, pero no tanto conseguir un ascenso laboral y el lógico aumento de sueldo. ¿Vas a seguir teniendo el mismo coche o la misma casa? Habrá quien diga que te mereces un buen coche, o una casa más grande, o ambas cosas, pero ¿de verdad lo quieres? ¿O lo haces sólo porque es lo que hace todo el mundo?
Esto es la INFLUENCIA SOCIAL: una serie de convenciones sobre lo que debemos hacer y lo que no, y que nos afecta A TODOS. Incluido tú. Es capaz de hacerte seguir caminos que no te has planteado si de verdad quieres, e incluso de llevarte por ellos aunque no quieras. Sin ir más lejos, el ascenso y la mejora de sueldo que te acabo de comentar.
Si lo ves con ojos de oveja social, una vez instalado en tu nuevo estatus, lo siguiente debería ser cambiar de casa, de coche, irte de vacaciones al otro lado del charco, o todo a la vez. Da igual que tengas que ir ahogado económicamente todo el año.
Si no haces esto, la gente creerá que eres un tacaño, o peor aún: que no tienes ese puesto que dices que tienes, o que no ganas lo que dices que ganas, o ambas cosas a la vez.
Si tu objetivo es llevar este tren de vida, no hay nada que decir. El conflicto viene cuando no es así. Pregúntate qué deseas DE VERDAD.
Si es una casa mejor, adelante. Si prefieres dar la vuelta al mundo en moto, tacha lo demás de la lista, diga la gente lo que diga.
Este concepto es el reverso del anterior. Si uno sube, el otro baja. A menor seguridad en ti mismo, más te dejarás influenciar por lo que piensen y digan los demás. Y más gastarás sin necesidad. No nos conviene.
Un ejemplo: tus amigos te invitan a cenar el sábado por la noche y tu economía no te lo permite. Dirías que no, pero no quieres quedar mal y que digan yo-qué-sé-qué, así que vas, y cuando llegas a tu casa lo haces con dos problemas: menos dinero en el bolsillo y menos autoestima por haber hecho lo contrario de lo que te hubiese apetecido hacer.
Si tienes un buen concepto de ti mismo y te sientes seguro, sólo piensas si te apetece ir a cenar. No te dejas influir por el qué dirán.
¿Cómo se consigue eso? Quizá tengas que apartarte de tu modo de vida actual, o replantearte si lo que te han enseñado te sirve hoy. No quiero decir con eso que te educasen mal. Los padres enseñan siempre lo que saben tan bien como les es posible, y si aprendiste unas cosas y no otras es porque era todo lo que ellos conocían. Ahora, como adulto, quizá necesites otros conocimientos para avanzar.
Mi amigo Juan Marín Pozo, autor de Finanzas para un tonto, dice que la diferencia entre un ignorante y un tonto es que el ignorante no sabe lo que hace, pero el tonto sabe lo que hace y aun así sigue haciéndolo.
¿No lo tienes muy claro? Piensa entonces si te apetece seguir los sueños de los otros y dejar los tuyos en un rincón.
Es la suma de la influencia social y la seguridad en uno mismo. Según se combinen, te comportarás de una manera o de otra, y eso te dará una pista para detectar posibles fallos en tu conducta.
SI TE SIENTES INSEGURO, EL PODER DE LA INFLUENCIA SOCIAL SERÁ MAYOR, Y HARÁS GASTOS QUE NO DESEAS, como la cena que te comentaba antes o las compras impulsivas, que se rigen por el viejo mecanismo de la recompensa y generan un efecto dopante sobre nuestra autoestima. Así, compras cosas que luego no usas, y te sientes culpable. Esto baja tu autoestima y, por el efecto balancín, la influencia social sube. Y el ciclo se repite Para evitarlo, tienes que seguir un patrón de consumo consciente. Si gastas un euro, has de saber en qué te lo gastas, cuándo, y qué quieres obtener con eso. Así de sencillo. O de difícil.
Quizá ahora entiendas por qué no mejora la situación de tantas personas. Pero eso se puede cambiar. Y el primer paso lo vamos a dar ahora mismo, trabajando en dos ámbitos complementarios para encontrar tu versión particular de la vuelta al mundo en moto.
Vamos a averiguar primero qué te mueve y por qué lo hace. Si el qué es una vuelta en moto, el por qué puede ser un deseo de libertad, o de vivir aventuras, o de conocer culturas diferentes a la tuya. Esta doble pregunta, qué-por qué, va a poner cara y ojos a tus deseos y te dará un plus de fuerza cuando flaquees.
Después, bucearemos en tus emociones para saber si esa vuelta al mundo en moto es algo que de verdad te apetece. Esa será tu palanca para darte el impulso principal.
Estas dos preguntas van a poner cara y ojos a tu objetivo personal. No tengas prisa por encontrar la respuesta: se trata de llegar a un lugar donde te sientas a gusto, así que plantéate esta búsqueda como un pequeño viaje previo y disfruta conociéndote.
Empieza por lo primero: qué. Lo pongo en mayúsculas para que te hagas una idea de su importancia. Es tu meta, tu objetivo soñado, y también una lupa que te permite focalizar toda tu energía en una o dos cosas, con lo que el efecto que consigues es mayor… y más rápido.
¿Ya has encontrado un qué? Fabuloso. Vamos ahora a buscar el POR QUÉ. Volveré al ejemplo de la vuelta al mundo en moto. Hay cientos de razones para hacerla; la que escojas, siéntela como tuya. Puede ser ver lugares nuevos, o algo más complejo, como vivir de una forma diferente o conocer alguna cultura concreta, como la vietnamita o la masai.
No te justifiques demasiado. No es necesario. ¿Por qué a unos les gusta el jazz, a otros el rock y a otros el dance? Quién lo sabe. Lo que cuenta es que, cuando escuchan ese tipo de música en concreto, o ese artista en particular, algo se enciende en su interior.
Ese tipo de emoción es el que deberías encontrar cuando buscas tu por qué. No tengas prisa en encontrarlo, y no te preocupes si sale más de uno. Al contrario; todos esos hilos que vas tejiendo hacia lo más profundo de tu persona van a ayudarte a centrar los cinco sentidos en la meta, en el qué, y a mantener la perseverancia del punto 1.
Con las respuestas que obtengas, dibujarás delante de tus ojos un mapa del territorio que quieres pisar de aquí en adelante. Puede ser tan complejo como tú quieras, pero yo te lo voy a resumir con una simple suma:
Desde luego, puedes llegar al lugar deseado por pura inercia, pero es mil veces más complicado que si trazas un plan. Es lo mismo que sucede en Alicia en el país de las maravillas entre Alicia y el Gato de Cheshire.
Me dirás que no hace falta tener siempre un destino en la cabeza para moverse. Eso es verdad… en parte. Supón que quieres ahorrar diez mil euros. Eso está muy bien, pero ¿para qué los quieres? ¿Necesitas haces reformas en casa? ¿Tal vez recorrer la Ruta 66? ¿Cambiarte de coche? Cualquiera de estas razones vale, porque sabrás dónde quieres ir, y las ganas de llegar te harán mantener el rumbo. Pero si lo único que quieres es tener diez mil euros más en el banco y no has pensado para qué, igual no pones tanto empeño en ahorrarlos.
Escojas el camino que escojas, hazlo porque realmente lo deseas, no porque las convenciones sociales lo decidan por ti. Qué quieres TÚ. Qué quieres DE VERDAD. Eso es lo que importa. Si coincide con lo que piensan otros, fantástico. Si no, también.
Este es uno de mis cuentos preferidos, e ilustra muy bien todo lo que te acabo de comentar. El objetivo de los dos protagonistas es el mismo, pero la forma de conseguirlo es diferente, y su visión del mundo también. Léelo, déjate empapar por lo que piensa cada uno, reflexiona sobre todo ello y luego lo comentamos.
Los dos buscan el mismo QUÉ: vivir una vida tranquila y relajada, sin tener que preocuparse por el dinero. En cuanto al PORQUÉ, el pescador siente que tiene todo lo que necesita. Pesca lo imprescindible para comer ese día y puede disfrutar de su familia y de su vida.
El americano ve las cosas de otra manera. Queda claro cuando habla de potencial. El camino que plantea puede parecer absurdo si lo vemos con los ojos del pescador, porque lo que va a conseguir es lo que ya tiene, pero el americano ha vivido en un ambiente distinto. Siente que necesita hacer más cosas y dejarse sus mejores años trabajando como un loco para llegar al mismo lugar que el pescador.
En un mundo como el de 2015, parece que uno no pueda vivir sin un coche, una casa nueva, un ordenador como el que me ha servido a mí para escribir este libro, un teléfono nuevo cada año, ir de rebajas dos veces al año, renovar todo el vestuario una vez cada dos años, salir a cenar cada semana, actividades extraescolares para los niños, vacaciones en la otra punta del mundo… ¿sigo?
Al pescador le bastan su barca, su familia, su guitarra y un lugar donde dormir. No es menos feliz si no tiene todo lo que puedes conseguir tú. Su escala de valores es diferente, y sus necesidades también. Está tranquilo con lo que ES, con lo que HACE y con lo que TIENE. Su jornada de trabajo dura lo que tarda en conseguir lo que necesita ese día para alimentar a su familia. Si es una hora, trabaja una hora. Si son tres, trabaja tres. ¿Puedes tú decir lo mismo?
Quizá a ti te parezca poco, pero es porque lo ves con tus ojos. Intenta verlo con los ojos del pescador, y dime luego si piensas igual que antes.
Cuando el americano le explica su plan, el pescador responde de la manera en que lo hace, porque, desde su punto de vista, es una insensatez. No le falta razón, porque el punto de llegada es el mismo que el de salida, pero después de quince o veinte años de esfuerzo sobrehumano. ¿Lo disfrutaría de la misma manera que hace hoy?
La respuesta es más difícil de lo que parece. Para ejecutar el plan del banquero, tendrá que cambiar su carácter, sus valores y su vida en conjunto, porque ahora mismo el pescador no tiene todas las herramientas necesarias ni para llegar al destino ni para quedarse. Un simple pescador sólo tiene que preocuparse de que no le falte de nada a su familia, pero cuando se convierta en empresario tendrá que aprender a gestionar la flota de barcos, a controlar cada billete que entre o salga de la caja para que todo siga funcionando y, en lo personal, quizá se sienta obligado a tener cosas que ahora no necesita porque su estatus social no es el mismo.