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En 2010, los soldados alemanes en Afganistán se vieron envueltos en los combates más intensos desde la creación de la Bundeswehr. En aquel momento, el 92º Batallón de Entrenamiento de Infantería Mecanizada de Munster recibió la orden de asumir, durante poco menos de siete meses, la responsabilidad militar como unidad de vanguardia/elemento de vanguardia/elemento principal en la provincia de Kunduz, pasando así a formar parte de los contingentes alemanes 26º y 27º de la ISAF. Tras ocho meses de preparación para las operaciones, en junio de 2011 nuestra compañía, la 2ª compañía del 92º Batallón de Entrenamiento de Infantería Mecanizada, fue la primera unidad de la Fuerza de Tareas Kunduz III en ser desplegada en Afganistán, y a los pocos días de su llegada ya había comenzado con sus primeras patrullas en el conflictivo distrito de Chahar Dara.
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Seitenzahl: 56
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Dedicado a los veteranos y las veteranas de combate de las Fuerzas Armadas Alemanas
(1) Prólogo: «Operación Compuerta» (Kunduz, Afganistán, septiembre de 2011
)
(2) Introducción: Los desafíos de las Nuevas Guerras
(3) Pasos previos a la misión de la infantería mecanizada en Afganistán
(4) El despliegue de una compañía de infantería mecanizada: 200 días en Kunduz
4.1 Preparación previa al despliegue
4.2 Desarrollo de la misión
4.3 Resumen de la misión
(5) Eficacia operativa de la infantería mecanizada en Afganistán
(6) Perspectivas
(7) Epílogo (Base Aérea de Termez, Uzbequistán, Junio de 2011)
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El 9 de septiembre es un día que muchos de nosotros recordaremos por mucho tiempo. También tiene un significado especial para muchos afganos: este día se conmemora a nivel nacional a Ahmad Shah Massoud. Este personaje perteneciente a la etnia tayika, quien participó en la lucha contra el ejército soviético a principios de la década de 1990, se convirtió en una leyenda como líder de los combatientes de la muyahidín, y más tarde se convirtió en una figura que simbolizaría la resistencia contra los talibanes. El 9 de septiembre de 2001, Massoud murió en un ataque perpetrado por dos terroristas suicidas disfrazados de periodistas. Poco después fue declarado oficialmente héroe nacional por el presidente afgano.
Exactamente diez años después, comenzaban a escucharse los motores de los vehículos tácticos y de combate de infantería alemanes en la provincia de Kunduz al norte de Afganistán. La Bundeswehr 2 llevaba casi ya una década involucrada en la guerra en el Hindú Kush 3. Con el tiempo, la misión de la ISAF 4 (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán) había dejado de ser una operación meramente humanitaria de estabilización para convertirse en una misión de combate que estaba cobrando bajas entre los miembros de la Bundeswehr y demás aliados. En 2010, el entonces mayor general Hans-Werner Fritz activó batallones alemanes de entrenamiento y protección que debían operar en primera línea como dos fuerzas de tarea completamente equipadas: la Task Force Kunduz y la Task Force Mazar-e Sarif. Fue solo hasta cuando estas dos fuerzas fueron implementadas que la evolución de las amenazas comenzó a tenerse en cuenta, también a nivel táctico.
Como parte de la Task Force Kunduz III, nuestro equipo inició la "Operación Compuerta" en las primeras horas de la mañana del 9 de septiembre de 2011 en el conflictivo distrito de Chahar Dara. Nuestro objetivo era recuperar dos puertas de un vehículo del tipo ATF-Dingo5 que habían quedado abandonadas en la pequeña localidad de Isa Khel después de los combates del Viernes Santo de 2010. Éstas habían sido testigos de aquel sangriento día en el que tres soldados alemanes perdieron la vida en violentos combates y muchos otros resultaron heridos. Junto al bombardeo de Kunduz en septiembre de 2009, el Viernes Santo de 2010 es considerado como una profunda ruptura y un punto de inflexión en la manera en la que la opinión pública percibía el despliegue militar alemán en Afganistán.
El pelotón de infantería reforzado Bravo, compuesto por fuerzas montadas y desmontadas, se encontraba ahora en el lugar del atentado. A pesar de la temprana hora de la mañana, el termómetro ya marcaba más de 40°C, y los soldados cargados con un pesado equipo, avanzaban hacia la pequeña población. Los especialistas en explosivos sondeaban el suelo en busca de trampas mientras, bajo su protección, los vehículos blindados avanzaban gradualmente siguiendo la orilla del río hacia el lugar donde las fuerzas de infantería habían descubierto las compuertas varias semanas atrás. Las fuerzas desmontadas llevaban a cabo labores de inteligencia con la población local y aseguraban el avance de los vehículos de combate en todas las direcciones. Hacia las 10:30 horas, poco después de la ardua recuperación de las puertas que pesaban varios cientos de kilos, la compañía fue informada de que un destacamento de exploradores del escuadrón de reconocimiento había recibido un ataque con un IED 6 (artefacto explosivo improvisado) en la denominada “meseta alta occidental” cerca de la pequeña ciudad de Nawabad, y que soldados alemanes habían resultado heridos. La operación en Isa Khel fue interrumpida de inmediato para llevar a cabo una pausa de coordinación en el punto llamado “Colina 432” durante la cual se integraron fuerzas de apoyo vitales al pelotón de infantería mecanizada Charlie. Inmediatamente después, las fuerzas alertadas se desplegaron a toda velocidad hacia el lugar del ataque, a casi diez kilómetros de distancia. El VCI 7-Marder que se encontraba al frente del convoy se sobrecalentó y se averió en un punto crítico poco antes de llegar a la “meseta alta occidental”. El Marder que seguía detrás lo apartó de la carretera a pesar del riesgo de dañar su sistema de refrigeración, permitiendo así que el convoy avanzara rápidamente. Durante nuestro desplazamiento fuimos escoltados por helicópteros Black Hawk estadounidenses que, posteriormente, aterrizaron a unos pocos cientos de metros del lugar del atentado para evacuar a un herido. Como suele ser el caso, aterrizaron en una "zona de alto riesgo", lo que significaba comprometer de forma significativa su propia seguridad; sin embargo, ésa era la única manera de asegurar un tratamiento médico rápido a los afectados.
Después de que los VCI establecieran un perímetro defensivo en el lugar del ataque, nuestros especialistas en desactivación de explosivos fueron desplegados para minimizar la amenaza de IED secundarios. El equipo de recuperación, que fue llevado desde el campamento de Kunduz, cargó los restos del vehículo de reconocimiento en un vehículo transportador de equipo pesado para luego retirarse bajo nuestra atenta vigilancia. Contrario al plan operativo inicialmente previsto para la compañía, el pelotón Bravo se dispuso a pasar la noche en la “meseta alta occidental” y, a pesar de tener una visibilidad reducida, realizó patrullajes de reconocimiento ligero en las afueras de Nawabad con el objetivo de privar al enemigo de cualquier sensación de triunfo. Esa misma noche, un misil BM-1 disparado desde la parte noreste de Isa Khel impactó en las inmediaciones del campamento de Kunduz. Un análisis posterior a la explosión, que fue llevado a cabo en ese lugar junto con las fuerzas de seguridad afganas el 11 de septiembre de 2011, no arrojó ninguna información sobre los perpetradores de aquel ataque. También esa noche, otro misil fue disparado en dirección al campamento. Como consecuencia, las compañías 2ª y 3ª desplegaron de forma alternada equipos de francotiradores acompañados por infantería que tomaron posiciones de observación sobre Isa Khel. Si bien no recopilaron ninguna información particular de reconocimiento, al menos temporalmente evitaron que se dispararan más misiles contra el campamento.
Soldados de la 2ª compañía en la operación de recuperación de las compuertas de un Dingo en la localidad de Isa Khel, donde tuvo lugar el combate del Viernes Santo de 2010.