Llenando espacios - Un libro sobre emprendedores sociales - Juan David Aristizábal Ospina - E-Book

Llenando espacios - Un libro sobre emprendedores sociales E-Book

Juan David Aristizábal Ospina

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  • Herausgeber: CESA
  • Kategorie: Fachliteratur
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2011
Beschreibung

Llenando Espacios resume la vida, los proyectos y resultados de 16 Emprendedores Sociales miembros de Ashoka, organización internacional que los apoya y promueve. Los Emprendedores Sociales son personas con visión, creatividad y determinación para generar soluciones innovadoras a problemas sociales actuales. Llenando Espacios resume testimonios de vida contados por los protagonistas al autor. Este libro demuestra cómo la innovación en el campo social no solamente es posible y exitosa, sino urgente y oportuna. En cada una de estas apasionantes historias el lector encontrará una fuente de inspiración para generar cambios positivos, cualquiera sea su campo de actividad. Juan David Aristizábal está dedicado a promover y apoyar Emprendedores Sociales. Es co-fundador de Buena Nota, Profesor del CESA y columnista en varios medios de comunicación.

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Llenando Espacios

ISBN Físico: 978-958-8722-21-4

© Colegio de Estudios Superiores de Administración - CESA, 2011

Derechos exclusivos de publicación y distribución de la obra

www.cesa.edu.co

www.editorialcesa.com

Coordinación editorial:

Departamento de Comunicaciones y Marketing - CESA

Corrección de estilo: María José Díaz

Editora

© María Lucía Roa

Diseño gráfico y diagramación:

Yimmy Alberto Ortiz Arias

[email protected]

Ilustraciones 

Juan Sebastián Tobón

Comunicaciones: Cra. 6 No. 35-28 - Casa Lleras

comunicaciones@ cesa.edu.co

ePub x Hipertexto Ltda. / www.hipertexto.com.co.

Prohibida la reproducción impresa o electrónica total o parcial de esta obra sin autorización por escrito.

CATALOGACIÓN EN LA FUENTE:

361.2/A715II 2012

Aristizábal Ospina Juan David. Llenando Espacios. Un libro sobre Emprendedores Sociales colombianos / Juan David Aristizábal Ospina. Bogotá:

Colegio de Estudios Superiores de Administración -CESA-. Dirección de Comunicaciones y Marketing, 2012. 400p.

Descriptores:

1.ACCIÓN SOCIAL - ESTUDIO DE CASOS

2.REFORMADORES SOCIALES - ESTUDIO DE CASOS

3.SERVICIO SOCIAL - ESTUDIO DE CASOS

El Colegio de Estudios Superiores de Administración -CESA- es una entidad privada, sin ánimo de lucro, fundada en 1974 en Bogotá por un grupo de empresarios y figuras nacionales lideradas por los doctores Carlos Lleras Restrepo y Hernán Echavarría Olózoga, con el apoyo del Instituto Colombiano de Administración -INCOLDA- y de la Asociación Nacional de Industriales -ANDI-.

Agradecimientos

Quiero agradecer a María Lucía Roa, directora de Ashoka en Colombia, y a José Manuel Restrepo, rector del CESA, por haberme invitado a escribir y a gestionar este libro. Gracias por su confianza y permanente apoyo.

Cuando acepté sabía que tendría la responsabilidad de entrevistar a 16 Emprendedores Sociales y conseguir parte de la financiación para tener un texto adecuado con el nivel de estos líderes sociales. Por eso aprovecho para dar las gracias a Santiago Perdomo, gerente de Colpatria, y a Diego Jiménez, presidente de Correval, que participaron de la financiación de este proyecto.

En catorce meses conformamos un equipo eficiente que permitió lograr el objetivo y ganar también unas amigas que ojalá estén conmigo toda la vida: Catalina Melo, Andrea Lozano y Daniela Londoño, fueron mis asistentes. No habría podido tener un mejor equipo.

A Oscar Bravo Peláez, por sus importantes anotaciones sobre los escritos. Ha sido un excelente mentor y guía para la produ-cción de este libro.

A Juan Manuel Restrepo Cadavid por su acompañamiento en algunas de las entrevistas, y a Carolina Ibarra, directora ejecutiva de Buena Nota, por apoyarme en la realización de este texto.

Y, obviamente, a todos los Emprendedores Sociales de Ashoka que me abrieron las puertas para entrevistarlos. Sin ellos este libro no existiría.

Como periodista he tenido el privilegio de viajar a muchos países y conocer Emprendedores Sociales que han generado un impacto muy positivo en sus sociedades. En septiembre de 2005 fui invitado a Colombia para presentar la versión en español de mi libro Cómo cambiar el mundo. Aunque no conocía a los Emprendedores Sociales colombianos, he leído acerca de muchas personas cuyo trabajo ha tenido un amplio impacto y ha influido significativamente en el diseño de las políticas públicas. Gran parte de su trabajo —en educación, desarrollo económico e inclusión social— se enfoca en problemas arraigados que son comunes en el mundo, en todas las sociedades, independientemente de su nivel de desarrollo.

Ha sido un privilegio poder viajar alrededor del mundo y conocer a tantas personas que no se resignan a permanecer en el statu quo, y que no están dispuestas a aceptar de manera pasiva el sufrimiento de otros. Este hecho me ha ayudado a entender las posibilidades extraordinarias que tenemos hoy en día de construir un mejor futuro; la posibilidad real de construir sociedades más justas y compasivas.

Incluso en sociedades altamente desarrolladas y con suficientes recursos para abordar los problemas, existen situaciones preocupantes: grandes desigualdades en temas de oportunidad económica, así como en la salud y el acceso a la educación. Estos problemas son urgentes. A través de los años han sido propuestos muchos tipos de soluciones y se ha intentado llevarlos a cabo pero los problemas persisten, frecuentemente no por falta de buenas ideas sino por falta de aquellas cualidades que permitan convertir las ideas en realidades prácticas, adaptables, sostenibles y políticamente ancladas. Estas son, precisamente, las cualidades que definen a los Emprendedores Sociales más exitosos.

Es por esta razón que a lo largo de muchos años me he dedicado a reportar los esfuerzos de Ashoka y su comunidad global de Emprendedores Sociales; porque realmente constituye una de las fuentes más poderosas de innovación en el planeta. Por eso celebro la publicación de este libro que recopila las experiencias de 16 innovadores emprendedores colombianos.

Espero que estas historias sean una fuente de inspiración y sirvan de guía práctica para aquellas personas que deseen mejorar nuestro entorno social, ambiental y económico. Estas historias son particularmente útiles para aquellos que se sienten motivados a actuar pero no están seguros de cómo empezar o del mejor camino por recorrer.

Es importante que una universidad, en este caso el CESA, haya dado su apoyo de manera entusiasta y decidida para publicar un libro con ejemplos concretos acerca de la solución de problemas sociales. Los líderes del mañana se entrenan en los pasillos de las universidades. Sea cual sea la esfera en la que lleven a cabo su desempeño profesional, es importante que no solo estén conscientes de los problemas que afectan al mundo, sino también de la variedad de modelos innovadores y prometedores que existen para mitigarlos o resolverlos. Debemos ser capaces de imaginar un mejor mundo antes de construirlo, por eso es esencial que estas historias sean difundidas.

Espero que sea este el primero de varios libros que sigan presentando ejemplos de la vida real, con desarrollos pragmáticos, medi- bles y evaluables, que contribuyen a llenar espacios no cubiertos por el Estado o el mercado, propiciando el surgimiento de una sociedad con mayor igualdad y oportunidades.

Quiero expresar mi agradecimiento por la invitación a escribir este prólogo, una tarea que llevo a cabo con admiración y afecto hacia Colombia, sus Emprendedores Sociales y los diversos sectores que comparten el propósito de alcanzar una sociedad mejor y más justa. Considero que en Colombia existen las personas y las herramientas necesarias para convertirse en un país completamente desarrollado, en el marco de la paz y la armonía social.

David Bornstein

Introducción

¿POR QUÉ

LLENANDO

ESPACIOS?

Desde 1975 el Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA) se trazó como meta formar ciudadanos para que lideraran transformaciones económicas y sociales profundas en el país, y para que contribuyeran desde la empresa al desarrollo productivo y la generación de empleo. Hoy podemos decir que hemos cumplido con nuestra misión institucional de formar los mejores líderes empresariales, dotados de espíritu emprendedor, capaces de agregar valor a sus empresas, creativos, éticos y comprometidos con la generación de desarrollo económico, político y social, para hacer de Colombia una nación justa, competitiva y que viva en paz.

Hoy el CESA se reconoce como una de las mejores facultades de Administración de Empresas en el país por el impacto que han generado sus egresados, por la dimensión global que tienen que les permite estar insertos en los procesos de internacionalización productiva, y por las competencias que reconoce el sector productivo en ellos. Es destacable, por ejemplo, que el 44% de los egresados tienen sus propias empresas y otra gran mayoría son intra- emprendedores, ejecutivos y gerentes que influyen en las más altas posiciones de compañías en el país. En todo este tiempo, sin duda, nuestra mayor responsabilidad ha sido nuestro mayor logro: formar profesionales capaces de hacer una Colombia mejor utilizando sus competencias como "generales de generales" en la Administración. "Generales" empresariales que se han atrevido a hacer empresa y a desarrollar y actualizar nuestro sistema productivo.

Hoy, sin embargo, nuestro país enfrenta un reto mayor: lograr que el crecimiento y el desarrollo económico permitan seguir reduciendo los niveles de pobreza relativa y absoluta, y logren mejorar la situación del país en materia de equidad. Colombia ha venido creciendo económicamente a tasas importantes, ha aumentado a cifras que hace diez años parecían inimaginables su inversión extranjera, ha fortalecido las estadísticas de comercio exterior, y ha aumentado y mejorado su reputación internacional. Hoy se ve a Colombia en el concierto económico y político internacional con otros ojos. Pero ese crecimiento debe verse reflejado en la mayoría, en mejorar las oportunidades para los más pobres, en generar riqueza que nos sirva para aprovechar los talentos individuales, en crecimiento que sea para el beneficio tanto de los ciudadanos como de la naturaleza. Hoy el reto para el país y el CESA es generar desarrollo sostenible, lograr que el crecimiento sea para todos, llenar los espacios donde hace falta la acción publica o la intervención de la empresa.

Este libro es un reflejo de ese reto. Es un texto sobre Emprendedores Sociales que han decidido llenar espacios donde ni el mercado ni el Estado habían llegado. Son mujeres y hombres con una convicción profunda de mejorar la sociedad, de aportar sus talentos y sus dones para contribuir a solucionar un problema.

El emprendimiento social no tiene una definición global, pero sabemos que hay tres elementos importantes para que este se dé: una persona con convicción profunda, un objeto social y una innovación transformadora. Este libro es sobre las personas de convicción profunda que han decidido en Colombia desarrollar una idea social e innovadora que está teniendo impacto; personas que fueron donde nunca otros habían ido.

Llenando espacios fue escrito por uno de nuestros profesores y también emprendedor social, Juan David Aristizábal Ospina, al que le pedimos que desde Buena Nota nos acompañara a plasmar estas historias de 16 Emprendedores Sociales de Ashoka. Juan David representa la dedicación y la convicción de que Colombia se puede transformar con innovación social.

Este libro de Emprendedores Sociales colombianos muestra, por ejemplo, que donde no hay calidad de educación llega una emprendedora y propone un nuevo método pedagógico; donde no hay quien lleve productos básicos a los más pobres llega un emprendedor proponiendo un modelo donde la empresa privada se puede acercar y construir riqueza con esa comunidad; donde no hay quien trabaje por los derechos de propiedad colectiva en Cartagena llega una emprendedora con una apuesta de restablecimiento de derechos. Todos estos Emprendedores Sociales son miembros de Ashoka y tienen unas condiciones muy particulares: han tenido impacto me- dible y tienen una sensibilidad muy profunda por lo que hacen.

Llenando espacios está organizado en tres capítulos. Cada capítulo cuenta las historias o biografías de estos Emprendedores Sociales según una división temática que hizo el autor. Cada capítulo muestra cómo cada uno de estos gestores del cambio ha llenado un espacio particular en nuestra sociedad, mejorando positivamente la vida de otros.

Este libro también fue escrito para todos aquellos que quieren unirse al reto que tiene el país, para todos los que quieren participar activamente en las decisiones, para aquellos que están buscando cómo poner sus talentos al servicio de los demás.

Al final de cuentas, Llenando espacios es una invitación. A través de un lenguaje no técnico busca convocarnos a participar y poner al servicio de la sociedad nuestros conocimientos y talentos. Es un llamado a participar en la construcción de un país mejor. Usted encontrará suficientes espacios en este libro para pensar.

Siguiendo nuestra tradición académica, Llenando espacios es un llamado a atrevernos, ya no solo a formar mejor talento humano, sino a construir una mejor sociedad, y a escribir esta nueva historia de la mano de una Colombia distinta que cree en un mejor futuro para todos.

José Manuel Restrepo RECTOR CESA

Felipe Vergara, emprendedor social colombiano, es el cofundador de Lumni, una entidad pionera que invierte en el capital humano. A través de fondos de financiación Lumni apoya a jóvenes talentosos para acceder o continuar sus estudios de pre y posgrado, creyendo en sus capacidades e ingresos futuros. Además del apoyo financiero ofrecen mentoría a los estudiantes, logrando que desarrollen más su potencial. Lumni tiene ya 2.500 beneficiados y más de 20 millones de dólares invertidos en sus fondos y programas. Felipe está transformando y mostrando a través de su modelo nuevas formas exitosas de financiar la educación superior.

Otra emprendedora social colombiana es Sofía Sarasti, una caleña que decidió crear un puente entre la abundancia y la carencia. Ella es la fundadora del Banco de Alimentos de Cali, entidad que sirve de intermediaria para recoger alimentos desechados por grandes superficies, organizarlos y entregarlos justo a tiempo a las personas que los necesitan, a través de diversas fundaciones adscritas como be- neficiarias del Banco de Alimentos. Con los mercados suministrados por este banco reciben sustento diario cerca de 40.000 personas. En los últimos diez años se han entregado ayudas por un valor comercial de 45 mil millones de pesos.

Estos y otros ejemplos que se incluyen en este libro son el reflejo de la capacidad de transformación del entorno que cada una de las personas tiene en su interior, y de cómo su decisión de transformar, de crear, de aprender y de asumir retos resultan en proyectos que generan un cambio social positivo.

Este libro es para conocer a varios de esos Emprendedores Sociales que se han convertido en indispensables para generar riqueza y construir tejido social.

El mundo y Colombia serían peores si no existieran personas que dedicaran su vida al emprendimiento social. Vale la pena recordar algunas cifras sobre la crítica situación social del planeta y de Colombia en particular:

a. Colombia es el país más desigual de América Latina y el cuarto en el mundo. En Colombia el 10% más rico de la población se queda con la mitad del producto interno bruto (PIB), mientras que al 10% más pobre le queda apenas el 0,6% (Revista Semana, 2011).

b. Latinoamérica es la región con mayor inequidad en el mundo (Nacional, 2011).

c. Hay 41 países que se ubican en el nivel bajo según la clasificación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) (salud, educación y estándar de vida) (PNUD, 2010).

d. Se calcula que actualmente hay más de mil millones de personas atrapadas en la pobreza absoluta, es decir, con menos de 1,25 dólares diarios per cápita. Según el Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (Unifem), el 70% de ellas son mujeres.

e. Existen 830 millones de personas con nutrición insuficiente. Se estima que siete de cada diez personas que mueren de hambre en el mundo son mujeres y niñas.

Las anteriores cifras implican que existe una demanda social. Millones de personas de todas las razas y edades, en diferentes países, que necesitan satisfacer sus requerimientos y necesidades básicos, tener una vida con las condiciones adecuadas que les facilite la posibilidad de ser miembros activos de la sociedad, especialmente en términos de salud, educación, trabajo y participación. Se necesita no solo crear trabajos que permitan a las familias de ingresos básicos el acceso a recursos económicos para mejorar su nivel de vida sino que, adicionalmente, es necesario contar con capacitación en el manejo de recursos, transferencia de tecnología, mejoras en infraestructura, salud, educación, fortalecimiento en valores humanos, igualdad de géneros, atención a grupos especiales de población, entre otros.

La pobreza, entendida como la carencia de recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas, y la desigualdad, entendida como la brecha que va más allá de lo económico para acceder a servicios o derechos como (educación, igualdad de género y raza, oportunidades de empleo, acceso a la tecnología, etc.), han generado una serie de situaciones en las que las personas necesitan de terceros (gobierno, empresa, cooperación internacional, organizaciones del sector ciudadano, individuos) para poder, eventualmente, mejorar su calidad de vida.

En este escenario de múltiples demandas de equidad y bienestar para una gran parte de seres humanos, miles de personas conocidas como Emprendedores Sociales han tenido la capacidad y la visión de identificar las necesidades locales, regionales y globales, y se han propuesto diseñar y proveer la oferta de servicios y productos adecuados para satisfacerlas.

Es en este contexto de amplias necesidades sociales insatisfechas que algunos ciudadanos empeñados en convertirse en parte del cambio tomaron la decisión de actuar en lugar de ser espectadores, y, la mayor parte de las veces sin los recursos necesarios, pusieron en marcha su decisión de cambiar la realidad, de transformar el entorno. En pocas palabras, una persona hace la metamorfosis a emprendedor social cuando sus ideas y propósitos de cambio se convierten en acciones que generan valor social y bienestar a largo plazo para las personas que escogió como beneficiarias de su proyecto.

Características del

emprendedor social

"Los verdaderos líderes son personas comunes,

con una determinación extraordinaria".

Anónimo

El emprendimiento social (ES)

"es un concepto del siglo XX poro designar un fenómeno

muy antiguo cuyo objetivo es resolver uno necesidad social.

Los Emprendedores Sociales son muy valiosos para una

sociedad, incluso pueden convertirse en personas claves para

el desarrollo de una región o un país. La transformación social

que persiguen tendrá más actores a medida que se logre

que sus inquietudes sociales contagien a las personas a su

alrededor, en un efecto de mancha de aceite".

(Andalucía, 2008)

Un emprendimiento social es un tipo de proyecto en el que su razón es satisfacer necesidades de la sociedad en la que se desenvuelve; su objetivo principal no es conseguir dinero sino contribuir a resolver una problemática social.

El emprendimiento social se aleja de la caridad tradicional y se enfoca en la capacidad de construcción que tienen los individuos, las organizaciones y las comunidades; las palabras clave son empo- deramiento y autodeterminación, e intentan enseñar disciplina a los beneficiarios, lo que al final conlleva la mejora en las condiciones sociales (Dees, 1994).

El emprendimiento social busca resolver y mejorar la calidad de vida de la comunidad usando distintas herramientas gerenciales, de innovación y de administración.

Si lo anterior es el concepto de ES, qué caracteriza a las personas que se encuentran detrás de una gran idea, un gran programa y unos resultados claros? ¿Quiénes son los que hacen posible un emprendimiento social?

Un emprendedor social es un individuo corriente que, independientemente de su cultura, características personales, nacionalidad o edad, tiene varias cualidades, entre ellas: la pasión por una idea, la capacidad de desarrollar diversas tareas, la decisión ante los retos, la posibilidad de convertir las dificultades en oportunidades, de generar valor social y de empoderar a los demás, sin esperar a tener las condiciones perfectas para comenzar.

El emprendedor social no tiene edad. Hay emprendedores muy jóvenes y los hay también mayores, gente que comenzó aparentemente tarde a cumplir sus sueños, personas que dieron un giro profesional de 180 grados, en fin, historias diversas de mujeres y hombres que tienen la característica común de seguir un sueño, de encontrar y trabajar por una idea que constituye su pasión en la vida, aquello que los hace vibrar y darle trascendencia a sus acciones.

Al emprendedor social le gustan los retos y se encuentra dispuesto a aprender de las situaciones que vive, de las cualidades de las personas que lo rodean, y a transformar las dificultades en oportunidades. Tiene claridad respecto a las limitaciones de los recursos; opta por el reto de crear valor social; superar barreras; crear, compartir y transmitir conocimiento; fomentar el trabajo en equipo; fortalecer la autoestima, y construir soluciones conjuntamente.

Es común que el emprendedor social comience su proyecto con escasos recursos económicos, y, posiblemente, con el tiempo, pueda generar ingresos o diversificar la fuente de los mismos. Igualmente, sobre la marcha perfeccionará sus conocimientos, contactos y estrategia, factores que probablemente le permitirán re direccio- nar sus ideas iniciales y adaptarse, en pensamiento y en acción, a las circunstancias.

El emprendedor social se siente altamente motivado por sus actividades y goza su cotidianidad que no se encuentra exenta de retos, barreras, errores y fracasos por superar; en general, tiene la capacidad de desprenderse de sus ideas para que funcionen sin depender de su presencia. El emprendedor social cumple a cabalidad con la premisa de "insistir, persistir, resistir y nunca desistir".

Si se encuentra cerca de un emprendedor social haga el siguiente experimento: pregúntele sobre sus sueños o sus proyectos: inmediatamente verá cómo su interlocutor se emociona, le cuenta varias ideas al mismo tiempo, lo invita a ser parte de ellas mientras le brillan los ojos y le pregunta por sus propios sueños. El emprendedor social no descansa, no se olvida de su proyecto los fines de semana, sus sueños se expresan en actividades concretas y permanentemente está pensando en la forma de ejecutarlos y hacerlos sostenibles.

El emprendedor social tiene muy claro que su objetivo es transformar el mundo, generar un cambio y tener resultados tangibles en el mejoramiento de la calidad de vida de otros seres humanos.

Hablemos de

emprendimiento social

El emprendimiento social no es un secreto reservado para un selecto grupo de personas; por el contrario, todos pueden hacerlo, buscando mejorar la calidad de vida de las personas e invitando a otros a participar.

El emprendedor social se centra en uno o varios problemas que quiere solucionar y por los cuales se motiva para hacer el diagnóstico de una comunidad o población específica, identificar necesidades, proponer las soluciones en conjunto, desarrollar prácticas innovadoras y adaptarse, hacer alianzas, resolver problemas y aprender y medir impactos, buscando también escalabilidad, es decir, posibilidades de réplica. Todas estas constituyen actividades que lo definen.

Diagnóstico: los Emprendedores Sociales tienen un estudio del contexto con el fin de comprender las necesidades de la comunidad o el sector, incluyendo las percepciones que se obtengan sobre el grupo humano estudiado.

Identificación de necesidades: conocer las necesidades es fundamental para identificar las prioridades en las que se debe trabajar. El trabajo con los líderes de la comunidad constituye una herramienta valiosa para comprender las necesidades y las posibles soluciones. Los Emprendedores Sociales buscan aportar soluciones a las causas y no a las consecuencias de los problemas. En la identificación de necesidades se puede encontrar realmente qué es lo que genera el problema.

Co-construcción de soluciones: cuando se construyen conjuntamente con la comunidad tienen un grado más amplio de aceptación en la medida en que esta se empodera, se intercambian conocimientos que no se encuentran en los libros (hábitos de consumo, rutinas, necesidades que no son evidentes, saberes tradicionales). Los Emprendedores Sociales suelen ser obstinados con su propuesta de solución pero tienen la capacidad de construirla con otras personas.

Innovación y adaptación: entendidas como "un cambio original/novedoso en la prestación de un servicio o en la producción de un bien, que logra resultados positivos frente a una o más situaciones de pobreza, marginalidad, discriminación, exclusión o riesgo social, y que tiene potencial de ser replicable o reproducible" (Hopenhayn, 2009). El emprendedor no se queda en la etapa inicial de observar un entorno con el fin de identificar las necesidades, sino que busca generar una serie de alternativas diferentes a las tradicionales que harán de su proyecto un emprendimiento social exitoso. La innovación en el emprendimiento social se convierte en uno de los fundamentos para elaborar proyectos o modificar los existentes, pues es de la esencia del emprendedor social implementar proyectos que modifiquen las circunstancias, con el fin de resolver problemas sociales.

Uso de mejores prácticas y alianzas: se debe hacer un monitoreo externo, es decir, indagar permanentemente sobre los programas y las actividades que ejecutan organizaciones no gubernamentales y el sector privado o público respecto a los temas y problemas abordados; esto permite comparar las mejores prácticas de un sector determinado.

De la misma manera, es clave relacionarse con otras organizaciones del tercer sector, de las cuales se pueda aprender, conocer emprendedores que buscan objetivos diferentes, y explorar la posibilidad de crear alianzas con el fin de integrar conocimientos y complementar actividades y perspectivas facilitando impactos a largo plazo y en gran escala.

Aprendizaje constante: el emprendedor social tiene la disposición de aprender constantemente de sus errores y, lo más importante, de las comunidades con las que trabaja.

Medición de impactos: para el emprendedor social es clave medir objetivamente los resultados de su proyecto a fin de dimensionar el impacto logrado.

Escalabilidad: cuando un emprendimiento social logra tener impacto y resultados concretos busca implementarse en otras comunidades, adaptándose a las realidades y condiciones particulares de esta. Los Emprendedores Sociales buscan que su modelo e impacto esté al servicio de quienes necesitan su solución.

¿Todos podemos ser Emprendedores Sociales?

"Una barca que se queda en el puerto no corre ningún

peligro, pero tampoco llegará a ninguna parte".

Anónimo

Si bien no todos los seres humanos tenemos las mismas competencias y talentos para desarrollar un emprendimiento social, sí tenemos la posibilidad y el derecho de convertirnos en agentes de cambio, cualquiera sea el espacio en el que transcurran nuestras vidas. Todos tenemos la posibilidad y la obligación de mejorar y transformar el entorno. No es posible permanecer indiferentes e impasibles ante una sociedad desigual e inequitativa.

El emprendimiento social es el medio, no el fin. Es una de las múltiples formas posibles para que cada uno comience o continúe su búsqueda para ser parte del cambio de su entorno ejecutando actividades que posibiliten un mayor bienestar en la vida de los otros. Lo mejor es buscar los propios talentos y unirlos con el propósito de cambiar el mundo.

Ashoka es singular, y los lectores irán descubriendo a través de estas páginas las razones para afirmarlo. Se trata de una organización que desde hace más de treinta años viene apoyando a Emprendedores Sociales innovadores y de gran impacto: individuos que no pueden "dejar pasar" los problemas de la sociedad y percibirlos como si no los afectara. Por el contrario, se sienten pertenecientes a un sistema, conectados a una sociedad y compromiso de vida asumen la tarea de contribuir, desde su muy particular enfoque, a aportar su creatividad, su esfuerzo y su tiempo en la solución de esos problemas.

Ellos, como todos los seres humanos, son testigos cotidianos de las dificultades por las que pasan más de cinco mil millones de personas y de la inviabilidad de una sociedad con distancias abismales entre los pocos que tienen mucho y los muchos que pasan por la vida sin poder acceder a las mínimas posibilidades de desarrollo, los muchos que no tienen nada. A través de la lectura se irá descubriendo cómo estos Emprendedores Sociales no están haciendo otra cosa que llenando espacios. Espacios que ni los gobiernos, ni las grandes empresas, ni sistemas ideológicos diversos, ni organismos de cooperación internacional, ni el sistema financiero han logrado llenar. Espacios que los acontecimientos cotidianos demuestran la urgencia de llenar y superar satisfactoriamente. Y si los modelos que se vienen aplicando hace años demuestran no ser los adecuados, ¿no es hora ya de mirar hacia las propuestas alternativas y exitosas de los Emprendedores Sociales, cuya efectividad y escalabilidad son comprobables?

Los emprendedores no desarrollan sus ideas para lograr reconocimiento; al contrario, cuando son destacados como emprendedores de Ashoka son los primeros sorprendidos por esa calificación que les indica que los proyectos que por años han liderado son innovadores, impactantes y que están generando un cambio social importante. Hay algunas coincidencias y también grandes diferencias entre los Emprendedores Sociales y los emprendedores de negocios. Los Emprendedores Sociales identifican y buscan solucionar uno de los múltiples problemas de la gente: educación, salud, vivienda, medioambiente, derechos humanos, desarrollo económico. El emprendedor de negocios identifica un nicho interesante de mercado para generar ganancias, riqueza y empleo. Frecuentemente se encuentran Emprendedores Sociales con empresas sociales, es decir, con el ánimo de lograr un lucro que se reinvierte en el objeto social de su organización. Por otro lado, se encuentran emprendedores de negocio cuya actividad genera impacto y bienestar social. No obstante, los intereses y propósitos de cada uno son diferentes. Lo ideal es que ambos se complementen: que la organización social logre su sostenibilidad financiera a través de una actividad lucrativa coincidente con sus propósitos fundamentales, y que la empresa de negocios tenga en cuenta la posibilidad y la responsabilidad de incidir positivamente en el desarrollo y la sostenibilidad social y ambiental.

Bill Drayton, fundador de Ashoka en 1981, y un ejemplo global de emprendedor social, habla del momento de "epifanía": ese instante en el que algunas personas simplemente no pueden permanecer impasibles ante los problemas de los demás, se inspiran y ponen manos a la obra; pertenecientes como son al género humano, conscientes de formar parte de un sistema en el que lo que hagan o dejen de hacer incide sobre los demás, la mayoría de las veces sin contar con recursos de ningún tipo, asumen y viven el compromiso de aportar soluciones para aliviar los problemas, para cambiar la sociedad. Y Ashoka les ayuda a lograrlo. Con un apoyo económico inicial, individual, de manera que el emprendedor no se vea obligado a buscar retribución económica en otras actividades que frecuentemente no tienen nada que ver con su proyecto; y posteriormente, dinamizando y apoyando su participación en otros espacios, convocatorias, premios, pero sobre todo, participando activamente en la red global de Ashoka, de manera que su exitoso modelo de solución logre escalarse y replicarse, acelerando así el cambio social.

A partir del año 2011, cuando Ashoka cumplió treinta años, la invitación al género humano es a que todos seamos EACH (everyone a changemaker; es decir, generadores de cambio). Sin importar raza, ideología, credo, edad, nivel social, económico o académico, todos los seres humanos somos capaces de generar un cambio positivo en la sociedad, empezando por el entorno familiar, de trabajo, social. Quizás no con el impacto y en la escala en que lo logran los Emprendedores Sociales, pero sí en alguna medida, y cualquiera que sea la condición o el espacio en que se viva. Simplemente, no es posible que nadie permanezca impasible e indiferente ante los profundos y urgentes problemas de la humanidad y del hábitat.

Ashoka llegó a Colombia en 1994, y en el año 2011 completó una red de 53 Emprendedores Sociales en el país, red que crece año por año; ya son 3.000 en los 70 países en los que tiene presencia la organización