Que el dinero no vuelva a ser un problema - Marco Santana - E-Book

Que el dinero no vuelva a ser un problema E-Book

Marco Santana

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Beschreibung

Todos dicen que invertir y ahorrar son la mejor opción si deseas ser próspero financieramente. Sin embargo, siguen siendo escasas las ideas y consejos que se comparten para alcanzar ese objetivo. Que el dinero no vuelva a ser un problema, además de compartir varias ideas de negocios, añade lo que hasta ahora se había omitido: La importancia de los hábitos y la forma de adquirir uno de manera fácil, que te permita crecer constantemente. A través de esta obra, el autor te hace una invitación al progreso, te entrega una herramienta para tu crecimiento personal y financiero, y te motiva para que, con tu ejemplo, puedas inspirar y motivar a tus cercanos, en el camino para lograr Que el dinero no vuelva a ser un problema.

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© Copyright 2020, by Marco Santana Folsch © Copyright 2020, by MAGO Editores Primera edición: agosto de 2020 Director: Máximo G. Sá[email protected] Registro de propiedad: N° A-2123 ISBN: 978-956-317-584-4 Diseño y diagramación: Sergio Cruz Edición electrónica: Sergio Cruz Impreso en Chile / Printed in Chile Derechos Reservados

Que el Dinero no vuelva a ser un problema

Este es un libro que pretende colaborar a través de un aporte de ideas, metodologías y casos de éxito a todos quienes deseen manejar y potenciar sus recursos financieros. A través del libro aprenderán desde manejo eficiente del tiempo, la importancia de los hábitos e incluso de ventas. Sin embargo, se aclara que no se promueve al dinero como el fin absoluto que se debe perseguir en la vida, sino más bien comprender que el dinero es tan solo un medio para conseguir otras cosas. Lo más importante es no correr tras él, sino aprender a administrarlo mejor, promover y compartir ideas y fomentar círculos virtuosos que te ayuden a multiplicarlo.

Siendo miembro de un grupo internacional de empresarios, el autor se declara un ferviente propulsor de círculos virtuosos y de aporte de ideas. Está convencido de que este libro se convertirá en una herramienta útil y eficaz para todos aquellos que pretenden aprender más sobre negocios, fomentar más las ideas por sobre las quejas y colaborar a través de éste, para que el lector logre convertirse en un administrador eficiente de su tiempo, sus recursos emocionales y materiales y así logre todas sus metas personales y financieras.

Agradecimientos:

Gracias a Dios (en sus múltiples expresiones a través del mundo) y a la vida por permitirme conocer otras culturas y ver la cotidianeidad desde otra perspectiva. Gracias a mi amado padre, Juan Santana (Q.E.P.D.) -donde quiera que se encuentre-, por su amor infinito y enseñarme, a su manera, que siempre se pueden encontrar oportunidades si se tiene la voluntad de encontrarlas. Gracias a mi amada madre, Erika Folsch, por enseñarme la importancia de no rendirse nunca, de cultivar una actitud positiva ante la adversidad y que mantenerse desafiado en la vida es la manera más excitante para crecer en ella.

Gracias a los amigos que pasaron a ser hermanos y profesores que se convirtieron en fuente de inspiración y admiración constante: Camilo Stager, Ester Adasme (la segunda madre que me regaló la vida), Osvaldo Uchoa, Alejandra García, querido Gonzalo Plasencio (Q.E.P.D.), Cristián Rojas, Edison Salazar, Francisco Cortés, Douglas Folsch (Q.E.P.D.), Gonzalo Morales, Manuel Bahamondes, María Hortensia Sánchez, María Eugenia Vega, Nevenka Cabrera, María Eugenia Zelada, Marcelo Viscay, Patricio Millar, Axel Santibañez, Yamir Barrales, Ingrid Palacios, Sergio Vidal, Ana Melo, Paula Astudillo, German Castillo, Hernán Folsch, JungSuk Lee, My dear Satoko Kuroda, Sandra Medina, Bong Ah Kim, Leonardo Bonilla, Camilo Gatica, mi querido Puni, y a todos quienes fueron mis alumnos y me dieron la oportunidad de aportar desde mis clases a conseguir un Chile mejor. ¿Qué mejor manera de aportar a tu país, que mediante la formación de los futuros profesionales? Ellos son quienes aportarán constructivamente en el lugar donde todos queremos vivir.

Mención especial a mis amados sobrinos: Fernanda y Antu, Douglas, Álvaro, Ignacio y Cristóbal. Ellos me han motivado e inspirado constantemente a superarme, a ser mejor persona y profesional con el único afán desinteresado de entregar las herramientas necesarias desde lo humano y lo técnico para que alcancen una mejor calidad de vida y para que puedan disfrutarla al máximo (como su tío lo hace día a día). Con amor y cariño fraterno para ustedes mis pequeños querubines.

¡GRACIAS! Para todos los que pasaron desde la vereda de la queja a la vereda de la acción… ¡va por ustedes!

Introducción

Crecí en una familia de la denominada “clase media” según los estándares de los gobiernos de turno -solo porque teníamos más de dos televisores, porque jamás consideraron el ingreso promedio del hogar-. Sin embargo, recuerdo que pasamos muchos años sin siquiera tomar vacaciones. También recuerdo que al finalizar mi último año de secundaria (4to medio), mi padre ya jubilado después de haber trabajado toda su vida de carpintero y tratando de sobrevivir con una jubilación bastante baja para intentar mantener a su mujer y a sus dos hijos menores, me dijo: “Hijo: lo quiero mucho pero yo llego hasta aquí con su educación, no puedo seguir pagándole una educación superior aunque quisiera y a pesar que sé que tienes todas las capacidades, no cuento con los recursos para hacerlo”. Buena bienvenida al mundo real ¿cierto?

Crecí en un barrio de riesgo social donde vi, escuché y viví la violencia desde distintas situaciones y escenarios. A pesar de eso, mi madre siempre nos inculcó que teníamos que prepararnos, estudiar, ir a la universidad, jamás me habló de financiamientos, becas, ni de carreras, porque ella lo desconocía. A decir verdad, ni mi padre ni mis dos hermanos mayores habían ido a una en su vida. Así que se imaginarán la ansiedad que me provocó en aquellos años la situación de verme frente a frente a la dura realidad de intentar forjar mi destino, con las ganas de romper un círculo vicioso como único recurso, sin siquiera saber por dónde empezar o qué camino a seguir.

Hoy, catorce años después de aquella conversación con mi querido padre les puedo decir que logré titularme en la universidad como Ingeniero Comercial y que además cuento con un posgrado de Magíster en Dirección de Empresas y por si fuera poco, tuve la oportunidad de vivir en otro país donde terminé aprendiendo inglés. Por lo que además de ser profesional con todas las de la ley, soy bilingüe. Tengo amigos que esperan mi visita desde Bélgica hasta Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda, Australia y Filipinas. He visitado a mis 33 años más de quince países y todo lo hice con fondos propios.

Lo que me motivó a escribir este libro fue precisamente tener la posibilidad de entregarte la metodología que implementé en la última década y que hoy me permite disfrutar a concho la vida y, lo más importante, me permite verla con optimismo.

Hoy con este libro deseo colaborar en tu progreso, para que a través de tu ejemplo puedas impactar positivamente en tu alrededor y así como una espuma que crece y crece logremos que nuestro entorno, nuestra sociedad y nuestro país logre tener habitantes más alegres, optimistas y realizados personal, profesional y financieramente. Yo lo logré y sigo colaborando con quienes me rodean, fomentando círculos virtuosos de colaboración de ideas, programando la mente para que logre ver lo que otros no ven por estar sumidos en la rutina, desesperanza y la queja.

Actualmente tengo mi empresa, me reúno semanalmente con un grupo de empresarios para explorar y hacer negocios por referencia, por las tardes hago clases de Marketing & Ventas para alumnos de ingeniería y cuando les hablo de estos temas me lo agradecen mucho. Es más, el primer curso que tomé, cuando cursábamos nuestro último día después del examen final, me regaló de manera espontánea una demostración de afecto y gratitud, todos hicieron una fila y me dieron un abrazo, añadiendo frases como: Gracias por su preocupación, ojalá hubiésemos tenido clases con usted antes, gracias por la inspiración, haremos lo posible para colaborar como usted lo hace, seremos un aporte en la sociedad profe, gracias por sus consejos, entre otros. Es más, varios me confesaron que buscaron vídeos de mí en Youtube porque creían que me dedicaba a dar charlas. Sin duda que esa experiencia y las posteriores que he tenido con varios cursos más, me han motivado a que comparta todo esto con ustedes.

Por eso si usted es una persona que ha dedicado gran parte de su vida a trabajar en un empleo tradicional remunerado y a pesar de sus esfuerzos por años, el dinero “nunca es suficiente” y se ha vuelto un problema que afecta su estado anímico y de quienes le rodean, entonces este libro es para usted. Por otro lado, si es de aquellos que quiere emprender pero no sabe siquiera cómo hacerlo y no entiende nada de finanzas porque desde el colegio se quedó atormentado con las matemáticas y cree que eso afectará su desempeño como emprendedor, la siguiente información contenida en este libro le será de ¡gran interés!, puesto que define paso a paso un círculo virtuoso que ha llevado a muchos empresarios y personas consideradas exitosas en lo financiero, a no preocuparse ni martirizarse más por el dinero, puesto que ellos alcanzaron la ansiada libertad financiera.

Las siguientes notas detallan de manera simple, práctica y sencilla el modelo que personalmente apliqué. Con el tiempo pude identificar en otros empresarios que ciertas conductas y actitudes se repetían, de manera que usted, siguiendo un principio de la programación neurolingüística, puede aprender que: “Todo modelo exitoso es replicable si se aprende y emula paso a paso. Se puede obtener en un mediano o corto plazo los mismos resultados del modelo a seguir, incluso superarlo”.

Sin más y antes de comenzar, te quiero dar mis más sinceras felicitaciones y mi reconocimiento, porque si tienes este libro en tus manos y te comprometiste a leerlo, solo me dice que eres alguien que busca mejorar en su vida. Debes saber que personas como tú son precisamente los que aportan positivamente para que tu entorno crezca y se desarrolle, así que si pudiera pedirte algo sería que compartas con todas las personas posibles los buenos resultados de haber llevado a cabo las sugerencias de este libro. Creo vehementemente en la colaboración y es precisamente aquello, el traspaso de conocimiento y la colaboración a través de los años lo que nos ha llevado a avanzar tanto como humanidad. Seguir fomentándola es solo nuestro deber.

Lo que hay en este libro es el anhelo más noble que he podido plasmar y materializar, porque con este libro busco aportar a que personas como tú logren entender que las oportunidades existen y que solo las comenzarás a ver cuando cambies tu mentalidad, por eso el primer capítulo se llama:

Capítulo I CAMBIO DE HÁBITO

[Nuestro mayor adversario en la vida es el miedo, y lo es, simplemente, porque no lo entendemos]

Anhelar superarse y crecer es propio del ser humano. Es inevitable, lo llevamos en nuestro ADN. Es más, el famoso psicólogo Abraham Maslow ya hacía referencia en 1943 en su obra Una teoría sobre la motivación humana, en la que señalaba que hay cinco necesidades intrínsecas que tiene el ser humano, teoría que quedó plasmada en una pirámide, la misma que en la cúspide se encontraba la necesidad llamada “Autorrealización”. En palabras simples, quiéranlo o no, todo ser humano buscará mejorar constantemente, sentirse autorrealizado, superar y alcanzar nuevas metas, romper récords, mejorar continuamente con sus aspiraciones personales.

Hoy vivimos en una sociedad muy competitiva, en donde a diario recibimos estímulos de todo tipo y por diversas vías. Por lo tanto, no es casualidad que veas o escuches a través de la radio, televisión o redes sociales un anuncio Anhelar vivir con mejores condiciones y acceso a situaciones que tus propios padres ni siquiera imaginaban es normal, es naturaleza humana, se llama progreso. Por lo tanto, si deseas aprender, mejorar o imitar las conquistas de alguien que admiras financieramente también es normal. Y lo primero que debes entender es que no hay magia entre la persona que financieramente admiras y tú, no hay una iluminación celestial o ayuda de un tercero que le permita permanecer próspero y feliz, porque por muy buena suerte que pueda tener alguien, te puedo asegurar que al corto o mediano plazo, no hay fortuna que aguante el despilfarro y si las personas que admiras financieramente están en el lugar que están, se debe exclusivamente a un hábito… así es, un hábito que probablemente en tu entorno no se practique. Reconocer este punto te permitirá ser consciente de que todo hábito es imitable y, por lo tanto, replicable en su actuar y en sus resultados. Sin embargo, debes tener presente que todo tiene una consecuencia y si quieres subir de nivel deberás hacerte responsable y pagar el precio para lograrlo.

En cada situación de la vida, cuando reconoces que debes hacer algo distinto para salir de la situación compleja en la que te encuentras, inevitablemente lo primero que sientes en el pecho, previo a llevar a cabo esa acción, es una leve sensación de angustia, desconfianza o inseguridad que se denomina miedo. Y, por si fuera poco, generalmente sucede que cuando decides contar tus planes a tu círculo más cercano, a aquellos de quienes esperas una palabra de aliento, terminas recibiendo un montón de argumentos que solo provocan que esa sensación en tu pecho se incremente. Hay cientos de casos sumamente interesantes de personas con grandes ideas que ni siquiera las llevan a cabo porque su entorno cercano de amigos o familiares simplemente se la abolieron con experiencias fallidas de acciones que probablemente ellos ni siquiera intentaron. Pero vamos por parte, y habiendo identificado que el miedo en términos prácticos solo te paraliza, solo te impide ejecutar la tarea que te sacará de donde estás y que quedarte perplejo en su senda no te llevará a un mejor escenario, la pregunta es:

¿Por qué seguimos sintiendo miedo cada vez que intentamos algo nuevo?

Y la respuesta es simplemente porque tu cerebro desconoce qué hay más allá. En otras palabras, tu cerebro se basa en experiencias previas, por lo tanto, si estás intentando hacer algo que jamás habías intentado como, por ejemplo, emprender o invertir, por supuesto que la señal que te enviará tu cerebro es miedo y esa emoción somatizará en tu cuerpo como una sensación de inseguridad y angustia. Lo más interesante es que el resultado de la nueva acción que realizarás no necesariamente puede ser negativa, puesto que existe una alta probabilidad de que consigas lo que estás buscando, pero en tu interior sientes un fuerte deseo de quedarte donde estás y no arriesgar nada, porque a pesar de todo, en tu fuero interno algo te dice que es mejor no arriesgarte frente a una situación que te generará un riesgo de perder algo, por insignificante que sea, porque lo conocido es más seguro que lo desconocido. A esta última expresión se le conoce como “La zona de confort”, un lugar muy plácido y cómodo, tanto que nada crece ahí.

Para avanzar en el tratamiento de cualquier enfermedad, es necesario un diagnóstico previo. Siguiendo la analogía de nuestro caso, debemos entender que la única manera por la cual seguimos siendo dominados por el miedo y continuamos quedándonos en la limitante zona de confort, es debido a que nuestro actuar es consecuencia de un hábito adquirido también. Probablemente heredado de nuestros padres, amigos o parejas, personas en las que confiamos ciegamente y que jamás querrían que algo malo nos suceda. Sin embargo, muchas veces sus temores y limitaciones se vuelven tan cotidianos a través de los años, que terminamos normalizando conductas que no fomentan para nada un nuevo aprendizaje. Si a lo anterior agregamos, además, que pasamos doce años o más en la modalidad de estudio formal llamada escuela, en donde te siguen poniendo la etiqueta de buen o mal estudiante, según las calificaciones que obtienes ¿qué duda cabe que solo conoces un método de hacer las cosas?, no darte cuenta que llevas más años de los que crees actuando y repitiendo monotemáticamente una metodología que probablemente esté obsoleta y que juzga cualquier camino que desafíe lo ya establecido, terminará por consecuencia, haciéndote repetir los patrones de limitaciones que heredaste.

A pesar de ello, y como todo en la vida, hay una balanza. Hay quienes se han salido del camino tradicional para equilibrar las condiciones, han desafiado todo tipo de precauciones y advertencias. Han logrado a través del error y múltiples intentos conseguir lo que anhelaban. Se han convertido sin buscarlo en luz y fuentes de inspiración para el mundo, gracias a su visión, temple y convicción han logrado conseguir y superar lo que muchos ni siquiera imaginaban. Porque seamos realistas, si tuviéramos una máquina del tiempo y pudiéramos viajar al pasado y conversar con alguien en la década de los años 1920, tan solo 100 años atrás, ni en sus sueños más futuristas hubieran imaginado que un simple aparato de no más 6,06 pulgadas en diagonal más una red universal llamada internet, se convertirían en el vínculo de comunicación inmediata entre dos personas alrededor del mundo, sin importar los miles de kilómetros de distancia. Lo anterior y muchos otros inventos más ligados a la tecnología fueron desarrollados a una velocidad abismante en menos de un siglo, todo gracias al que muchos denominan “Espíritu emprendedor”.

Los emprendedores son personas que no conciben el fracaso como el resto de los mortales, no lo ven como nos enseñaron en las escuelas ni universidades, es más, muchos de ellos terminaron dejando sus estudios formales para llevar a cabo su visión de las cosas y terminaron revolucionando al mundo. Ellos creen que el equivocarse es la mejor manera que la vida encontró para enseñarte, creen que el error es sumamente necesario para el crecimiento personal y la adquisición de un conocimiento real, pleno y duradero. Ellos, por el contrario de los eruditos que te puedes encontrar en las universidades o casas de estudios tradicionales, creen que el único fracaso en la vida es precisamente no intentar algo. Sin duda, aprender a ver la vida de esa manera es totalmente distinta a como cotidianamente la vemos o nos enseñaron a verla y si prestamos atención, nos podremos dar cuenta que las afirmaciones que resumen al espíritu emprendedor dejan entrever una convicción que se resume en: “Hacer que las cosas pasen” y de ese pensamiento hicieron un hábito cotidiano.

¿Interesante, cierto?

Habiendo reconocido la causa de nuestra limitante cultural, podemos obtener como diagnóstico que nuestro actuar es solo consecuencia de un hábito y que probablemente no sea el más eficaz a la hora de conseguir nuestros anhelos. Reconocerlo te permitirá estar en condiciones de proceder con la cura. ¿Cuál será la cura, te estarás preguntando?… pues ¡fácil!

[La cura será: Adquirir un nuevo hábito]

Demasiado simple ¿cierto?

Es de vital importancia adquirir un hábito más eficiente y eficaz a la hora de llevar a cabo nuestras metas, uno que nos entregue herramientas claras y precisas para entrenar a nuestra mente a ver oportunidades, a darle seguridad a nuestra voz interna. Un hábito que fomente las ideas por sobre las quejas, un hábito que nos prepare para que en cada ocasión que debamos afrontar un nuevo desafío, lo podamos hacer con ánimo, entusiasmo y pasión. Un hábito que nos permita constantemente ir adquiriendo en el camino que recorremos, las herramientas necesarias que nos ayudarán a concretar cualquier meta que nos planteemos. Un hábito que plasme a fuego en nuestro interior que lo peor en la vida no es fracasar, sino no intentar con todas las fuerzas que tenemos cumplir un objetivo.

Por eso y sin más preámbulos te presento un nuevo hábito: