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La espiritualidad es la creencia vivida.
Cuando oramos, adoramos, o ayudamos a nuestros prójimos, vivimos nuestra creencia. Nuestras creencias estructuran nuestra espiritualidad como la piel estirada sobre los huesos de nuestros cuerpos. Estas creencias empiezan con fe en Dios el Padre por medio de Jesús Cristo tal como es revelado a través del Espíritu Santo en la Biblia, la iglesia y la vida diaria. Nuestra teología ordena nuestra creencia. Sin una teología coherente, perdemos nuestra identidad en el espacio y al tiempo no teniendo ni un mapa ni una brújula que nos guíe en nuestro camino. Al final, nos enfocamos nosotros mismos, no Dios.
La espiritualidad cristiana por esta razón comienza con Dios, no con nosotros.
Una Guía Cristiana a la Espiritualidad se presenta la espiritualidad cristiana en la forma de devociones cotidiana. Cada tema incluye una referencia de la escritura, una reflexión, una oración, y las preguntas para la discusión. Cuando es apropiado, se proporciónan referencias para estudiar más profundo. Los primeros cuatro capítulos (la Introducción, el Credo Apostólico, el Padre Nuestro, y los Diez Mandamientos) cubren 40 días, como un estudio de Cuaresma. Diez días más enfocan en las disciplinas espirituales y una conclusión corte.
El autor, Stephen W. Hiemstra (MDiv, PhD), es esclavo de Cristo, esposo, padre, fabricante de tiendas, escritor, orador. Él vive con Maryam, su esposa de más que treinta años, en Centreville, Virginia y ellos tienen tres hijos adultos.
Este libro podría ser clasificado apropiadamente en la espiritualidad, la vida cristiana, la devoción, la fe, la religión y la teología.
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Cubierta
Frontispicio
Portada
Página de Derechos
Dedicatoria
Prólogo
Prefacio
Agradecimientos
INTRODUCCIÓN
Resumen de la Introducción
DÍA 1: ¿Porqué Consideramos la Espiritualidad Importante?
DÍA 2: ¿Quién es Dios?
DÍA 3: ¿Quién Somos?
DÍA 4: ¿Qué Debemos Hacer?
DÍA 5: ¿Cómo Sabemos?
EL CREDO APOSTÓLICO
Resumen del Credo Apostólico
DÍA 6: ¿Qué Crees Acerca de Dios?
DÍA 7: Creador Todopoderoso
DÍA 8: Jesucristo
DÍA 9: Concepción Santo
DÍA 10: Sufrimiento
DÍA 11: El Infierno
DÍA 12: Resurrección
DÍA 13: Ascensión
DÍA 14: Juicio
DÍA 15: El Espíritu Santo
DÍA 16: La Santa Iglesia Católica
DÍA 17: La Comunión de los Santos
DÍA 18: Perdón de Pecados
DÍA 19: Resurrección del Cuerpo
DÍA 20: La Vida Eterna
EL PADRE NUESTRO
Resumen del Padre Nuestro
DÍA 21: ¿Cuál es Tu Actitud en la Oración?
DÍA 22: Nuestro Padre Celestial
DÍA 23: Alaba el Nombre
DÍA 24: En la Tierra Como en el Cielo
DÍA 25: La Voluntad de Dios Sea Hecho
DÍA 26: Danos el Pan Cotidiana
DÍA 27: Perdonas; Perdonamos
DÍA 28: Tentación y Maldad
DÍA 29: Doxología
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Resumen de los Diez Mandamientos
DÍA 30: Los Diez Mandamientos
DÍA 31: No Tendrás Otros Dioses (El Primer Mandamiento)
DÍA 32: No Haga Imágenes (El Segundo Mandamiento)
DÍA 33: Honra El Nombre (El Tercera Mandamiento)
DÍA 34: Acuérdate del Día de Reposo (El Cuarto Mandamiento)
DÍA 35: Honra a Sus Padres (El Quinto Mandamiento)
DÍA 36: No Matar (El Sexto Mandamiento)
DÍA 37: No Cometerás Adulterio (El Séptimo Mandamiento)
DÍA 38: No Hurtarás (El Octavo Mandemiento)
DÍA 39: No Decir Mentiras (El Novena Mandamiento)
DÍA 40: No Codiciarás (El Décimo Mandamiento)
LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES
Resumen de las Disciplinas Espiritualies
DÍA 41: ¿Por Qué es Música una Disciplina Espiritual Importante?
DÍA 42: ¿Por Qué Dedicar Tiempo a la Oración Habitual?
DÍA 43: ¿Por Qué Ejercicios?
DÍA 44: ¿Por Qué es el Trabajar una Disciplina Espiritual?
DÍA 45: ¿Lo Qué es Espiritual Acerca de Matrimonia y Familia?
DÍA 46: ¿Por qué Participar en un Grupo Pequeño?
DÍA 47: ¿Por qué el Día de Reposo?
DÍA 48: ¿Que es Adoración?
CONCLUSIÓN
DÍA 49: ¿Cuáles son las Preguntas Grandes de la Fe?
DÍA 50: ¿Cómo Nutrimos Nuestro Camino con el Señor?
REFERENCIAS
SOBRE EL AUTOR
T2PNEUMA PUBLISHERS LLC
EPÍLOGO
Notas al pie
«Tienes mi bendición. Es un libro que necesitaba ser escrito. Hará mucho bien».1
Dr. Peter John Kreeft
Profesor de Filosofía, Boston College
«La base fundamental de todo discípulo de Cristo es su vida espiritual. La espiritualidad es una de las áreas que han sido olvidadas por la iglesia contemporánea. La espiritualidad ha sido sacrificada en el altar del acomodamiento cultural. El enfoque actual está en la relevancia cultural para mantener la supervivencia. Como respuesta a esta situación actual y con el propósito de que volvamos a la fuente de la vida espiritual, mi querido amigo, Stephen Hiemstra nos presenta una guía basada en el Credo Apostólico, el Padre Nuestro y los Diez Mandamientos. Estoy seguro que este recurso será de mucha bendición para la iglesia hispana en Norteamérica. Lo recomiendo con mucho entusiasmo».
Rev. Eddy Alemán
Director de Desarrollo de Liderzado Estrategico y Ministerios Hispanos, Reformed Church in America
«Este libro es una gran contribución al concepto bíblico/teológico de la espiritualidad cristiana. Basado en las escrituras y sobre todo, utilizando el Credo Apostólico, el Padre Nuestro, y los Diez Mandamientos el lector encontrará en este escrito alimento para el alma, sabiduría que faculta y sobre todo dirección espiritual. Sin lugar a dudas el Dr. Stephen W. Hiemstra ha sido divinamente inspirado para proveernos de este material educativo, inspiracional y devocional. A Dios sea la gloria».
Rev. Dr. Héctor Rodríguez
Asociado a la Oficina de Ministerios Étnico Racial Hispano/Latinos/nas y Nuevos Inmigrantes, Ministerios Étnico Racial y de Mujeres y la Agencia Presbiteriana de Misión, Presbyterian Church (U.S.A.)
«La espiritualidad puede parecer como una búsqueda amorfa, poca práctica, y no muy presbiteriana. Pero históricamente nada podría estar más lejos de la verdad. Para aquellos explorando el «cómo» de la vida cristiana, Stephen W. Hiemstra ha proporcionado una guía útil y accesible a través de la estructura clásica catequética del Credo de los Apóstoles (cómo el cristiano debe creer), el Padre Nuestro (cómo el cristiano debe orar), y los Diez Mandamientos (cómo el cristiano debe vivir)2».
Rev. David A. Currie, Ph.D.
Director del Programa de Doctorado en Ministerio y Profesor Asociado de Teología Pastoral, Gordon-Conwell Theological Seminary
«Con la regla de la fe —el Credo de los Apóstoles, el Padre Nuestro, y los Diez Mandamientos— como trasfondo, Hiemstra abre el tema de la espiritualidad cristiana con agudeza teologíca y aplicación práctica. Es un libro para aquellos quienes quieren entender la mejor forma de tener una fe viva y una profunda devoción y el conocimiento experimental de Dios».3
Dr. Stephen Macchia
Fundador y Presidente de Transformaciones de Liderazgo y Director del Pierce Center para el Desarrollo de Discípulos, Gordon-Conwell Theological Seminary. Autor de varios libros, especialmente Becoming A Healthy Church (Baker) y Crafting A Rule of Life (InterVarsity/Formatio).
«Hoy en día, muchos cristianos intentan establecerse ellos mismos aparte de otros cristianos. En este ambiente actual, me complace recomendar una guía a la espiritualidad y el discipulado basado en las fuentes que todos los cristianos tienen en común —El Credo Apostólico, El Padre Nuestro, y Los Diez Mandamientos. El autor magnifica las verdades del evangelio de gracia e ilumina la vida cristiana con sencillez y aplicación práctica. Este libro es provechoso para individuos y grupos pequeños. Espero que Una Guía Cristiana a La Espiritualidad: Cimientos para Discípulos encuentre un amplio círculo de lectores».
Dr. David Broucek
Director de Ministerios Internacionales, La Misión Sudamericana (SAM)
UNA GUÍA CRISTIANA A LA
ESPIRITUALIDAD
Cimientos para Discípulos
UNA GUÍA CRISTIANA A LA ESPIRITUALIDAD
Cimientos para Discípulos
© 2016 Stephen W. Hiemstra. Todos los derechos reservados. Con la excepción de breves fragmentos utilizados en artículos y revisión crítica, ninguna parte de esta obra puede ser reproducida, transmitida o almacenada en cualquier forma, impresa o electrónica, sin el permiso previo y por escrito de los titulares.
Título original: A Christian Guide to Spirituality: Foundations for Disciples.
@ 2014 Stephen W. Hiemstra
All Rights Reserved
T2Pneuma Publishers LLC
P.O. Box 230564, Centreville, Virginia 20120
http://www.T2Pneuma.com
ISBN-13: 978-1-942199-14-4 (EPUB)
ISBN: 978-1-942199-01-4 (Paperback)
ISBN: 978-1-942199-02-1 (Kindle)
Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, se toman de la Nueva Biblia De Los Hispanos (NBH). © Copyright 2005 by The Lockman Foundation. Usadas con permiso.
Se agradece la autorización para utilizar los siguientes materiales:
Office of the General Assembly, Presbyterian Church (U.S.A.); Libro de Confesiones, Parte I, 2004. Usado con permisión.
La imagen de la cubierta es un mosaico del siglo XII conocida como la «Iglesia de Hagia Sophia (Santa Sabiduría)» de una basílica del mismo nombre, en Estambul, Turquía. La imagen electrónica tiene licencia de iStockPhoto (http://www.iStockPhoto.com) de Calgary en Alberta, Canadá.
Traducido al español y diseño de la cubierta por el autor.
Para mi esposa, Maryam, y para nuestros hijos, Christine, Narsis, y Reza, mi inspiración para ir al seminario y escribir este libro.
PRÓLOGO
El espíritu de la posmodernidad se caracteriza por esta notoria, prevalente y creciente perspectiva cultural, filosófica e ideológica, totalmente carente de absolutos, que se complace en la convivencia del pluralismo y la divergencia a cualquier precio, aunque se vista de incongruente.
En este mismo sentido, la espiritualidad de nuestro tiempo, como señalan diversos autores, es completamente heterodoxa y se nutre de cualquier fuente, puesto que el mundo de estos días, habiendo descreído de las verdades absolutas, ha apostado ciegamente por las creencias relativas.
Consecuentemente, caminamos divagando en medio de modas y tradiciones, tendencias y costumbres, que nos llevan de un lado a otro sin conducirnos a ninguna parte y dejándonos abandonados en un profundo desasosiego.
La sociedad de nuestros días, como dijera el filósofo Walter Benjamin, está viviendo en una especie de mesianismo sin Mesías, y el subproducto de ello es este ser humano posmoderno, carente de convicciones espirituales trascendentes, con fe en la fe antropocéntrica y en la autoayuda, que busca únicamente satisfacer el aquí y el ahora, apelando a cualquier cosa que le supla sus necesidades temporales.
Este es el terreno en el que se encuentra la iglesia, muchas veces infectada por este mismo cáncer; y el hombre y la mujer, creyentes contemporáneos, no hacen sino evidenciar los síntomas de este extravío. Aunque nos duela, debemos reconocerlo.
Cobra profundo sentido y valor, entonces, el esfuerzo del autor por llevarnos en este periplo de cuarenta días por los caminos del Credo de los Apóstoles, el Padre Nuestro y los Diez Mandamientos, referentes fundamentales de nuestra fe.
De manera práctica, pero profundamente introspectiva, la reflexión metafísica, antropológica, ética y epistemológica que Hiemstra nos plantea en su libro, nos conducen a la búsqueda y el desarrollo de una auténtica y sana espiritualidad fundamentada en las Escrituras, que son, como Dios mismo afirma, aquello que «nunca pasará» (Mt. 24:35) y que nos fueran dadas para nuestro bienestar integral.
No olvidemos que «todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir» (2 Tim. 3:16 TLA).
Les animo, pues, a hacer este valioso recorrido de cuarenta días; aunque debo decir con honestidad, me entusiasma más el que se propone para la Pascua, culminando en el Pentecostés, como una celebración y reafirmación personal de la llegada del Espíritu Santo a nuestras vidas, pues únicamente el Espíritu de Dios es quien vivificará nuestro espíritu para que podamos vivir una verdadera espiritualidad.
Rev. Julio C. Lugo, Mg.
Director Ejecutivo
ETBIL LATINOAMÉRICA4
PREFACIO
La espiritualidad es la creencia vivida. Cuando oramos, adoramos, o ayudamos a nuestros prójimos, vivimos lo que creemos. Nuestras creencias estructuran nuestra espiritualidad como la piel estirada sobre los huesos de nuestros cuerpos. Estas creencias empiezan con fe en Dios el Padre por medio de Jesucristo, tal como es revelado a través del Espíritu Santo en la Biblia, la iglesia y la vida diaria. Nuestra teología ordena nuestra creencia. Sin una teología coherente, perdemos nuestra identidad en el espacio y el tiempo sin tener un mapa ni una brújula que nos guié en nuestro camino. Al final, nos enfocamos en nosotros mismos, no en Dios.
Por esta razón la espiritualidad cristiana comienza con Dios, no con nosotros. Así como la mujer que Jesús curó de una deformación de la espina, nuestra única respuesta puede ser el glorificar a Dios con cantos de alabanza (Lc. 13:13). Esta es la razón por la cual se vive el gozo cristiano duradero, no es reconociendo a Cristo como salvador, sino reconociendo a Cristo como Señor. Las disciplinas y experiencias espirituales son parte de esta espiritualidad, pero no son necesariamente el enfoque principal (1 Cor. 13:8).
Este enfoque en lo que ha hecho Dios comienza en el versículo uno de Génesis donde Dios se presenta creando el cielo y la tierra. ¿Qué hemos hecho nosotros exactamente para merecer ser creados? Nada. De hecho, nuestro primer acto de independiencia fue el pecar. ¿Qué hemos hecho exactamente para merecer el perdón? Nada. Cristo murió por nuestros pecados. La única respuesta significativa a estos dones de la creación y la salvación es la alabanza.
La iglesia primitiva interpretó y resumió las revelaciones de Dios en el texto bíblico y los credos. Los catecismos se desarrollaron más tarde para resumir las doctrinas claves de la iglesia. El Catecismo de Heidelberg, el Catecismo de Lutero, y el Catecismo Católico se enfocan en tres declaraciones claves de la fe: el Credo de los Apóstoles, el Padre Nuestro, y los Diez Mandamientos (Chan, 2006, 108). No nos debe sorprender que, por siglos, el culto de domingo se ha enfocado en estas tres declaraciones de fe y que fueron memorizadas y puestas en canción. El Catecismo de Heidelberg, por ejemplo, estimula un enfoque a la adoración y se divide en 52 temas para sermones para uso semanal.
La disciplina espiritual principal en la fe cristiana es naturalmente el culto de domingo por la mañana. El servicio de adoración incluye la oración, lectura de las escrituras, la palabra hablada, los sacramentos, la música, las declaraciones de fe, y las otras expresiones de fiel adoración. En la adoración, la música conecta nuestros corazones y nuestras mentes.
Esta experiencia de la adoración se fortalece diariamente a través de los devocionales personales, así como los devocionales con nuestras parejas, familias, y otros grupos pequeños. El grupo pequeño original es la Trinidad —el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo— nuestro modelo para una comunidad saludable. Y cuando llevamos nuestra espiritualidad al mundo secular, también se convierte en una oportunidad para adorar.
Las siguientes páginas expliquen la espiritualidad cristiana en la forma de devocionales cotidianos. Cada tema se trata desde el marco de las escrituras, una reflexión, una oración, y preguntas para discusión. Cuando es apropiado, se proporcionan referencias para un estudio más profundo. Los primeros cuatro capítulos (Introducción, El Credo de los Apóstoles, el Padre Nuestro, y los Diez Mandamientos) cubren 40 días, haciendo posible el que se adapte como un estudio de Cuaresma. El estudio completo es de 50 días, que se presta para un estudio durante la Pascua terminando en el día de Pentecostés.
Mi oración es que este libro aliente a los lectores a entender la espiritualidad cristiana un poco mejor y, a la misma vez, nutra su caminar con el Señor. No existe tal cosa como calidad de tiempo con el Señor; sólo hay tiempo. El Dios Vivo nos habla de muchas maneras, pero especialmente a través de las escrituras y, después de haber iniciado un diálogo, espera nuestra respuesta (Thielicke 1962, 34).
AGRADECIMIENTOS
Como cristianos y como pastores, somos nutridos por muchos santos de maneras que a veces pueden ser difícil de enumerar. Sin embargo, después de un tiempo, nos damos cuenta que el Espíritu Santo es el verdadero autor de la iluminación e inspiración de la obra que llamamos nuestra. Este estudio realmente me ha bendecido.
El 15 de noviembre de 2013 marcó el 450to aniversario de la publicación del Catecismo de Heidelberg. Mientras algunos han descrito este libro como un comentario devocional sobre el Catecismo de Heidelberg, sería más acertado decir que este libro y el catecismo comparten un enfoque común en el Credo Apostólico, el Padre Nuestro, y los Diez Mandamientos. Pero, el Catecismo fue útil en el desarrollo de estas reflexiones. Un agradecimiento especial a Reformed Church in America por haber hecho las referencias Bíblicas al Catecismo disponible en su página web.5
Quiero agradecer a todos mis colaboradores. Un agradecimiento especial para el Rvdo. Dr. John E. Hiemstra de Reformed Church in America, el Rvdo. Thomas J. Smith con I.T.E.M. Inc, Nohemi Zerbi de Riverside Presbyterian Church, Sterling, Virginia, el Rvdo. Sindile Dlamini, Capellán del hospital de Howard University y Ministro de Christian Ministries ofMichigan Park también en Washington, DC y Lewis G. Whittle, Camino Missionario Global y pastor a los Hispanos de Chantilly Bible Church, Chantilly, Virginia.
Un agradecimiento especial también para Reid Satterfield, quien ha sido mi mentor y editor de la edición en ingles.6 Reid fue coordinador de Pierce Center para Desarrollo de Discípulos de Gordon-Conwell Theological Seminary en Charlotte, Carolina del Norte y en ese rol me invitó a la confraternidad. Pierce Fellowship se convirtió en mi casa lejos de casa dentro del seminario y me ayudó a desarrollar mi pasión por el discipulado y por la espiritualidad, lo cual floreció en este libro.
La edición en español es una obra del corazón. Llegué a la fe por la película, La Cruz y El Puñal.7 Como joven, no sabía que el pandillero Nicky Cruz era puertorriqueño. Conocí su historia como adulto, trabajando con el ministerio hispano.8 Por esto, agradezco a la comunidad hispana por aumentar mi fe cristiana y por su paciencia conmigo como estudiante de la lenguaje española. Un agradecimiento en particular, a mis editoras, Nohemi Zerbi y Vanesa Dávila-Luciano,9 quienes hicieron esta edición posible.
INTRODUCCIÓN
¿Porqué es Importante la Espiritualidad?
¿Quién es Dios?
¿Quiénes Somos?
¿Qué Debemos Hacer?
¿Cómo Sabemos?
Resumen de la Introducción
La espiritualidad es la creencia vivida.10
Aún si no estamos totalmente conscientes de ella, cada una de nosotros tiene una teología que practicamos. Cuando insistimos en hacer cosas a nuestra manera, por ejemplo, le negamos a Dios la soberanía sobre esa porción de nuestra vida,11 creando un punto ciego. Si luego las circunstancias nos obligan a repensar lo que hemos hecho, entonces podemos encontrarnos viviendo una teología que no hubiésemos elegido dado más tiempo para reflexionar.
Un cuadro útil para reflexionar sobre nuestra teología personal viene en la forma de cuatro preguntas tomadas de la filosofía.12 Estas preguntas son:
1. ¿Quién es Dios? (metafísica)
2. ¿Quiénes somos? (antropología)
3. ¿Qué debemos hacer? (ética)y
4. ¿Cómo sabemos? (epistemología)
Al comenzar nuestros devocionales nos centraremos en esas preguntas y luego volveremos a ellas, de vez en cuando, para ver lo que podemos aprender.
DÍA 1: ¿Porqué es Importante la Espiritualidad?
«Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí» (Jn. 14:6).
Algunas preguntas desafían respuestas simples: ¿Quién es Dios? ¿Quiénes somos? ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo sabemos?
Hace pocos años en la competencia global entre corredores de maratón, los etíopes reinaban.
Los corredores keniatas tenían talento, pero los etíopes entrenaban mejor y estaban mejor preparados. El entrenar a gran altura aumentó sus fuerzas; el entrenar como un equipo aumentó su competitividad.
Pero a los africanos no siempre se les permitió competir en partidos internacionales. El derecho a competir no vino súbitamente, sino que comenzó con la lucha para abolir la esclavitud.
William Wilberforce, un cristiano devoto, dedicó casi toda su vida entera a la lucha para abolir la esclavitud en Gran Bretaña durante el siglo XIX.
Más tarde escribió sobre la necesidad de la formación espiritual, diciendo:
Nadie espera alcanzar la altura del aprendizaje, o las artes, o el poder, o la riqueza, o la gloria militar, sin una resolución vigorosa, diligencia extenuante, y perseverancia constante. Sin embargo, esperamos ser cristianos sin trabajo, estudio o investigación.13
Wilberforce debe haber estado pensando en mí. Por muchos años, yo había profesado a Cristo como mi Salvador, pero no como Señor. Mi fe estaba incompleta. Más tarde, cuando aprendí a aplicar la soberanía de Cristo en mi vida, comencé a experimentar un sentido sostenido de gozo cristiano.
El contenido de la fe es crítico. «Ahora bien, la fe es la certeza (sustancia) de lo que se espera, la convicción (demostración) de lo que no se ve» (Heb. 11:1). Si tengo fe que las cáscaras de huevo son blancas, he definido solamente el color de las cáscaras. Pero, si tengo fe de que Cristo resucitó de entre los muertos, mi perspectiva cambia por completo —Dios existe y la muerte no tiene la última palabra. El llamado de la fe define nuestra identidad en Cristo.14
La idea de la fe cristiana se ha convertido fuera de moda. El mundo posmoderno en que vivimos es a menudo como el desierto del Sahara, donde las montañas de arena son movidas por el viento diariamente. Seguir direcciones en un mundo de arena cambiante requiere un marcador topográfico para determinar la posición. Parado sobre un marcador, el mapa muestra la dirección y la distancia. Pero sin el marcador, el mapa se convierte en un rompecabezas —como palabras sin definiciones— cuyas piezas sólo tienen sentido relativa la una con la otra. Las escrituras son nuestro mapa, nuestro marcador es Jesucristo.15
No siempre brilla el sol ni tampoco llueve todos los días. La espiritualidad es vivir lo que sabemos que es verdad en días buenos y malos.
∞
Padre Todopoderoso, gracias por la persona de Jesús de Nazaret, quien vivió como un modelo a seguir para los pecadores, quien murió como un rescate por los pecados y cuya resurrección nos da la esperanza de salvación. En el poder del Espíritu Santo, inspira las palabras escritas e ilumina las palabras leídas. En el nombre de Jesús. Amén.
∞
Preguntas
1. ¿Qué te llevo a estudiar este libro?
2. ¿De qué manera son similares el entrenamiento físico y el espiritual?
3. ¿Quién fue William Wilberforce y por qué lo recordamos?
4. ¿Qué es la fe? ¿Por qué es importante lo que creemos?
5. ¿Qué incertidumbres experimentas en tu vida?
6. ¿Por qué es las escrituras como un mapa? ¿Cómo se compara Jesús a un marcador?
DÍA 2: ¿Quién es Dios?
«Los cielos proclaman la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de Sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día, Y una noche a la otra noche revela sabiduría. No hay mensaje, no hay palabras; No se oye su voz» (Sal. 19:1-3).
Cuando era joven, quería ser piloto. Aprendí a leer un mapa, trabajar con una brújula, y navegar usando las estrellas para perseguir mi sueño. La idea de que Dios usara una estrella para guiar a los magos al niño Jesús me encantaba. Igualmente fascinante es cómo Dios se nos revela en la historia de la creación. La Biblia empieza diciéndonos que «en el principio Dios creó los cielos y la tierra» (Gen. 1:1). ¿Qué nos dicen estas sencillas palabras acerca de Dios?
La frase —«en el principio»— nos dice que Dios es eterno. Si la creación tiene un principio, entonces también debe tener un final. Esto implica que la creación no es eterna, pero el Dios quien la creo debe serlo. Si nuestro Dios eterno creó el tiempo, tanto el principio como el final, entonces todo lo que Dios creó es suyo. Así como el alfarero es amo sobre la vasija que hace, Dios es soberano sobre la creación (Jer. 18:4-6). Dios no se ganó la creación en un partido de pulsear ni la compró en la Internet ni la encontró en la calle, la creó —Dios es un trabajador.16
La soberanía de Dios está reforzada en la segunda parte de esta frase cuando dice: «creó Dios los cielos y la tierra». Aquí las dos palabras —«los cielos y la tierra»— forman una estructura poética llamada un merismo. Un merismo es una herramienta literaria que se puede comparar a un segmento de una línea definida por sus puntos extremos. Entonces, la expresión «los cielos y la tierra» significa que Dios creó todo.17 Porque él creó todo, Dios es soberano sobre la creación, y la soberanía implica posesión.18
Entonces, desde la primera frase en la Biblia sabemos que Dios es eterno y es soberano. Sabemos también que Dios es santo. ¿Por qué? ¿Son iguales el cielo y la tierra? No. El cielo es la residencia de Dios. De la historia del encuentro de Moisés con Dios cerca de la zarza ardiente (Ex. 3:5), aprendimos que cualquier lugar donde Dios está es santo, en el sentido de estar apartado (dedicado) o sagrado (santificado). Como Dios vive en el cielo, debe ser santo. La tierra no lo es. Aún así, Dios los creó y es soberano sobre ambos (Ap. 4:11).
Génesis nos da otras dos imágenes importantes de Dios.
La primera imagen viene de Génesis 1:2. Aquí, el Espíritu de Dios (o el aliento) es representado como un ave que se movía sobre las aguas.19 El revolotear requiere tiempo y esfuerzo, lo que sugiere una participación activa y un cuidado por la creación. La Biblia habla extensamente sobre Dios y su provisión para nosotros —la provisión de Dios. El aliento se traduce como el Espíritu Santo en las lenguas originales de la Biblia —en hebreos (Antiguo Testamento) y en griego (Nuevo Testamento).20
La segunda imagen aparece en Génesis 2, donde se relata la historia de la creación en términos más personales. Así como el alfarero trabaja con barro (Is. 64:8), Dios forma a Adán y lo pone en un jardín. Luego, él habla con Adán y lo dirige a dar nombres a los animales. Y cuando Adán se siente solo, Dios crea a Eva de una costilla o del lado de Adán —un lugar cerca de su corazón.
Por consiguiente, Génesis 1 y 2 ilustran tres imágenes de Dios: (1) Dios, como un creador poderoso; (2) Dios, quien cuida meticulosamente a su creación; y (3) Dios, quien camina con nosotros como un buen amigo. Aunque la Trinidad no está articulada en las escrituras hasta en el Nuevo Testamento, la autorevelación de Dios como la Trinidad aparece desde el principio (Chan 1998, 41).
El Padre Nuestro da una perspectiva nueva sobre Génesis 1:1Génesis 1:1 cuando Jesús dice: «Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo» (Mt. 6:10). Porque somos creados a la imágen de Dios, queremos que nuestro hogar este moldeado a Dios.
∞
Padre Celestial, te alabamos por crear los cielos y la tierra; por crear todo lo que es, lo que fue, y lo que vendrá; por crear las cosas visibles e invisibles. Te alabamos por compartirte a ti mismo en la persona de Jesús de Nazaret; nuestro modelo en la vida, redentor en la muerte, y la esperanza para el futuro. Te alabamos por el Espíritu Santo, quien nos reviste con dones espirituales y sustenta todo las cosas. Abre nuestros corazones, ilumina nuestras mentes, fortalece nuestras manos en Tu servicio. En el nombre de Jesús. Amén.
∞
Preguntas
1. ¿Qué parte de la historia de la creación es la más significativa para ti?
2. ¿Cómo es un merismo útil para entender la naturaleza de Dios? ¿Cómo se diferencia de la idea de la imagen?
3. ¿Cómo se relaciona Dios al tiempo? ¿Cómo lo sabemos?
4. ¿Qué tiene de especial el cielo? ¿Cómo lo sabemos?
5. ¿Cuáles son los atributos de Dios? ¿Qué significa santo, eterno, y soberano?
DÍA 3: ¿Quiénes Somos?
«Jesús salió con Sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo; y en el camino preguntó a Sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que soy Yo? Le respondieron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas. El les preguntó de nuevo: Pero ustedes, ¿quién dicen que soy Yo? Tú eres el Cristo (el Mesías), Le respondió Pedro» (Mc. 8:27-29).
¿Quién es Jesucristo para ti?
La pregunta de Jesús a los discípulos —«¿quién dicen los hombres que soy?»— es una pregunta que demanda una respuesta. ¿Es Jesús un buen maestro, un profeta, un Salvador, o Señor de Señores? Nuestra respuesta depende de nuestra creencia sobre la identidad de Cristo (Chan 1998, 40). También nos informa acerca de quiénes eramos, quiénes somos ahora, y quiénes seremos en el futuro.
Si Jesús es solamente un buen maestro, entonces nuestras acciones están motivadas por obligación abstracta. En este caso, es como si nos guiaramos por los Diez Mandamientos. La ley tiene la virtud de ser clara y concreta. Los Diez Mandamientos esbozan la ley moral mientras que las otras partes del Pentateuco nos presentan tanto la ley ceremonial (cómo alabar) y la ley particular (jurisprudencia o qué hacer en casos específicos). Sin embargo, la naturaleza abstracta de esta obligación significa que depende del compromiso del corazón. La mente reconoce la obligación, pero el corazón no está comprometido.
Si Jesús es solamente un profeta, entonces nuestras acciones están motivadas por la expectativa abstracta. Un enfoque de la ley es posible porque el trabajo del profeta del Antiguo Testamento es recordarle a las personas de su obligación bajo la ley. Sin embargo, la mente y el corazón son contingentes —no sabemos si la profecía ocurrirá o si nos importa. En escencia, estamos en conflicto y no comprometidos.
Si Jesús es solamente un salvador, nuestras acciones son motivadas primeramente por el acto de recibir. Valoramos la certitud de la salvación, pero nunca contamos el costo (Lc. 14:27-30). En efecto, somos fanáticos —mucho entusiasmo, pero poco compromiso. Los fanáticos quieren entretenimiento y un buen partido— un equipo ganador. El Credo de los Apóstoles, el Padre Nuestro, y los Diez Mandamientos son cosas que tenemos memorizada, pero cuando encontramos inconvenientes, nuestra resolución desaparece.
Si Jesús es Señor de Señores, entonces nuestras acciones son motivadas por una obligación de fidelidad. En este caso, nuestra respuesta es cualitativamente diferente porque nuestro corazón y nuestra mente están comprometidos. Queremos ser como Jesús. Queremos actuar como Jesús. Queremos orar como Jesús. Queremos decir la historia de la vida de Jesús. Repentinamente, el Credo de los Apóstoles, el Padre Nuestro, y los Diez Mandamientos comienzan a parecer como pistas importantes de cómo orar, vivir la vida, y discutir nuestra fe con otras personas.
Jesús es también la combinación perfecta entre forma —siendo igualmente divino y humano— y contenido —sin pecados. En la mentalidad hebrea, esta combinación lo hace tanto bueno como bello (Dyrness 2001,81). La lealtad es una característica apropiada para un siervo y es una característica de Cristo mismo (Flp. 2:5-11). Nuestra lealtad a Dios, entonces, nos permite compartir en la bondad de Cristo y su belleza —¿te ha dicho alguien recientemente que eres bello? (Is. 62:5)
La iglesia está compuesta de personas que comparten algo en común —somos perdonados. Cada uno de nosotros debe caminar solo por el camino de fe, pero en ningún momento durante este camino estamos totalmente solos porque Jesús camina con nosotros. Si persistimos en el camino de fe, nuestra percepción de Jesús va a evolucionar de maestro a profeta, a salvador, a señor, y a señor de señores. Al hacer esta jornada, nuestra respuesta a la restauración e identidad evolucionará también.
∞
Padre Todopoderoso, amado hijo, Espíritu siempre presente. Te alabamos por crearnos a Tu imagen, por caminar con nosotros incluso cuando pecamos, y por restaurarnos pacientemente en Tu favor. Fortalece nuestro sentido de Tu identidad. En el poder del Espíritu Santo, destapa nuestros oídos; descubre nuestros ojos; suaviza nuestros corazones; ilumina nuestras mentes. Moldéanos más y más a Tu imagen para que podamos también crecer. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
∞
Preguntas
1. ¿Quién es Jesucristo para ti?
2. ¿Cuáles son las imágenes dominantes que vemos de Jesús? ¿Cómo nuestra imagen de Jesús afecta lo que hacemos?
3. ¿Qué es lo que todos tenemos en común en la iglesia?
4. ¿Cómo cambió tu vida cuando viniste a la fe? ¿Qué hitos han ocurrido desde entonces? ¿Qué obstáculos confrontas ahora?
DÍA 4: ¿Qué Debemos Hacer?
«Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó» (Gen. 1:27).
¿Has aceptado a Cristo en todos los aspectos de tu vida?
Cuando entramos a una oficina, ¿de quién es el retrato que cuelga en la pared? El retrato que cuelga en la pared usualmente es el de la persona que crea la visión de la empresa. Tal vez sea el fundador, el presidente actual, o el alto ejecutivo. ¿Por qué? Es útil para recordarnos quién está en control y los objetivos que guían nuestro trabajo.
Asuma que usted es un gerente nuevo de una oficina. Suponga que cuando su jefe estaba fuera de la oficina, entra un desconocido que cuestiona las instrucciones de su jefe, diciendo, «tú estas a cargo ahora, tómalo con calma». Entonces, siendo ingenuo, declaras tu independencia, pones tus pies sobre el escritorio, y duermes toda la tarde. ¿Qué pasaría cuando tu jefe regrese? ¿Que pensarías entonces si tu jefe, aunque te despide y te muestra la puerta, te hace una promesa —«cuando mi hijo mayor venga, tú puedes regresar y el se asegurará que ese extraño no te moleste más?»
Esencialmente esta es la historia de Adán y Eva. La historia tiene tres partes: la creación con expectativas grandes (empleado nuevo), caen en la tentación (despedido), y la promesa de restauración a través de la intervención divina (segunda oportunidad).
La Creación. Tal como la empresa con el retrato en la pared, en nuestros corazones tenemos una retrato de Dios porque Dios nos creó a su imagen. Esta familiaridad nos da dignidad humana. Se nos ha creado con grandes expectativas y un futuro brillante.
El énfasis en Génesis 1:27 es de ser creado a la imagen de Dios juntamente con nuestro cónyuge. Fuimos creados para vivir en familias con un hombre y una mujer. Para prevenir cualquier confusión, Adán y Eva fueron bendecidos, puestos a cargo de la tierra, y se les dio una misión: «Sean fecundos y multiplíquense». (Gen. 1:28)
La Caída. Dios puso a Adán y Eva en el Jardín del Edén con una sola restricción que venía con un castigo:
pero del árbol del conocimiento (de la ciencia) del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás. (Gen. 2:17)
En la decepción a Eva, Satanás cuestionó la integridad de Dios diciendo que el castigo era una mentira: «Ciertamente no morirán» (Gen. 3:4). Al acceder a esta tentación, Adán y Eva pecaron y se rebelaron contra Dios. Entonces Dios los expulsó del Jardín del Edén. Fuera del Edén, Adán y Eva enfrentaron la vida fuera de la presencia de Dios y bajo la pena de muerte.
La restauración. Cuándo Dios maldijo a Satanás, él profetizó la venida de Cristo. El dijo que el reino usurpado de Satanás sería derrocado por un descendente de Eva (Gen. 3:15)
¿Qué dice la historia de Adán y Eva sobre nuestra identidad? La tensión aumenta en nuestras vidas porque no vivimos a la altura de las expectativas de Dios. Nuestra dignidad se levanta por estar creados a la imagen de Dios; pero, nosotros pecamos y nos revelamos contra Dios. La buena noticia es que cuando Cristo murió por nuestros pecados, derrocó el reino de Satanás en nuestras vidas y restauró nuestra relación con Dios, como era en el principio.
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Eterno y compasivo Padre, ayúdanos a aceptarte en todos los aspectos de nuestras vidas. Gracias por crearnos a Tu imagen. Bendice a nuestras familias. Perdona nuestros pecados y rebeliones. En el poder del Espíritu Santo, restáuranos el gozo de Tu salvación. En el nombre de Jesús. Amén.
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Preguntas
En tus propias palabras, explica la historia de Adán y Eva.
¿Cuáles son las tres partes de la historia?
¿Por qué es significativa la historia de Adán y Eva para nosotros hoy?
¿Con qué pecados luchas tú diariamente?
DÍA 5: ¿Cómo Sabemos?
«Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (apto), equipado para toda buena obra» (2 Tim. 3:16-17).
En el Corán, los cristianos son descritos como la gente del libro. Parte de la razón de esta distinción puede ser por que el Nuevo Testamento fue el primer texto encuadernado como un libro. Los libros eran más baratos para producir y más portátiles que los pergaminos (los rollos) que se continuaban usando, por ejemplo, para inscribir la Biblia hebrea. Vale destacar que más textos del Nuevo Testamento han sobrevivido desde los tiempos antiguos que cualquier otro manuscrito antiguo.21
Atanasio sugirió los veintisiete libros que hoy conforman el Nuevo Testamento en su Carta de Pascua del año 367, la cual fue confirmada por el Consejo de Cartago en el año 397. El denominador común en estos libros es que sus autores eran conocidos por haber sido un apóstol o asociado estrechamente con un apóstol de Jesús. El Papa Damasco I encargó a Jerome a preparar una traducción autoriativa de la Biblia en latín en el año 382, el cual se conoce comúnmente como la Vulgata (Evans 2005, 162). La Vulgata permanecío como el texto bíblico de autoridad para la iglesia hasta la época de la Reforma, cuando los reformadores empezaron a traducir la Biblia en idiomas comunes.
Durante la Reforma, Martin Lutero, por ejemplo, tradujo el Nuevo Testamento en alemán en 1522 y siguió con una traducción del Antiguo Testamento en 1532.22 Lutero mantuvo los veintisiete libros del Nuevo Testamento, pero siguió el Masorético (la Biblia hebrea) en lugar de la Septuagenaria (el Testamento griego) en la selección de libros para el Antiguo Testamento. Los libros no incluidos se conocen como los Apócrifos. Estos libros continuan siendo la distinción entre la Biblia Católica (Apócrifos incluidos) y las Biblias Protestantes23 (Apócrifos excluidos) de hoy día. La siguiente lista, que excluye los Apócrifos, es tomada de la Confesión de Westminster:
ANTIGUO TESTAMENTO
Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Josué, Jueces, Rut, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes, 1 Crónicas, 2 Crónicas, Esdras, Nehemías, Ester, Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías
NUEVO TESTAMENTO
Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Hechos, Romanos, 1 Corintios, 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Colosenses, Filipenses, 1 Tesalonicenses, 2 Tesalonicenses, 1 Timoteo, 2 Timoteo, Tito, Filemón, Hebreos, Santiago, 1 Pedro, 2 Pedro, 1 Juan, 2 Juan, 3 Juan, Judas, Apocalipsis
En nuestro estudio de la Biblia, la actitud de Jesús sobre las escrituras guía nuestros pensamientos. Jesús dijo:
No piensen que he venido para poner fin a la Ley o a los Profetas; no he venido para poner fin, sino para cumplir. Porqué en verdad les digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la Ley hasta que toda se cumpla. (Mt. 5:17-18)
La Ley de Moisés se refiere a la ley (los primeros cincos libros de la Biblia) y los Profetas (los otros libros).
El último libro que fue escrito del Antiguo Testamento probablemente es Malaquías, el cual fue escrito más o menos cuatrocientos años antes del nacimiento de Cristo. El último libro que fue escrito del Nuevo Testamento probablemente es el libro de Apocalipsis, el cual fue escrito alrededor del año 90.
La Biblia representa el trabajo de muchos autores, sin embargo, su contenido es consistente. Esta coherencia añade peso a que la Biblia fue inspirada por el Espíritu Santo.
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Padre Celestial, respira en nosotros Tu aliento de vida. Suavizas nuestros corazones para recibir Tu palabra y refuerza nuestras mentes para entenderla. Restáuranos el gozo de Tu salvación. En el precioso nombre de Jesús. Amén.
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Preguntas
1. ¿Cuántos años tiene la Biblia?
2. ¿Qué regla fue usada para recopilar los libros del Nuevo Testamento? ¿Qué pasó en el caso del Antiguo Testamento?
3. ¿Cuál era la opinion de Jesús acerca de las escrituras?
4. ¿Por qué decimos que la Biblia es inspirada por el Espíritu Santo?
EL CREDO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios Padre Todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra;
Y en Jesucristo, su único Hijo, Señor Nuestro,
quien fue Concebido por el Espíritu Santo, Nació de la Virgen María;
Padeció bajo el Poder de Poncio Pilato,
fue Crucificado, Muerto y Sepultado;
Descendió a los Infiernos;
al Tercer Día Resucitó de entre los Muertos;
Ascendió al Cielo y está Sentado a la Diestra de Dios Padre Todopoderoso,
de donde Vendrá a Juzgar a los Vivos y a los Muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Universal,
la Comunión de los Santos,
el Perdón de los Pecados,
la Resurrección del Cuerpo,
y la Vida Perdurable, Amén.24
Resumen del Credo Apostólico
El Credo Apostólico es una declaración de fe enfocada en la pregunta: ¿Quién es Dios? La respuesta dada es que Dios es el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo quién creó el universo que nos rodea, quién vivió entre nosotros, y quién habita en nosotros.
El Credo Apostólico también responde las tres otras preguntas filosofías:
• ¿Quiénes somos? Somos discípulos de Cristo, quienes se sienta a sus pies para aprender de él y seguir su ejemplo.
• ¿Qué debemos hacer? Creemos en Dios y vivimos a cabo su plan por nuestras vidas. En este proceso, aprendemos los límites saludables de Dios para nuestras vidas.
• ¿Cómo sabemos? Individualmente y a través de la iglesia, nos relacionamos directamente con Dios y entendemos su voluntad para nuestras vidas a través de las escrituras.
En comparación a los Diez Mandamientos y el Padre Nuestro, el Credo de los Apóstoles resume la historia de Jesús, la que el Nuevo Testamento describe como el Evangelio.
DÍA 6: ¿Qué Crees Acerca de Dios?
«Porque éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, declara el Señor. Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo» (Jer. 31:33).
¿Una vez como líder de la juventud, le pedí a cada miembro de mi grupo que escribiera una declaración personal de fe. Esta actividad nos ocupó toda la tarde. Al final, casi todos los jóvenes tenían una declaración parecida al Credo de los Apóstoles. Para la fe cristiana, este credo es fundacional.
El Credo de los Apóstoles comenzó como una declaración de fe bautismal en el siglo IV (Rogers 1991, 61-62). Ha evolucionado a ser una declaración de fe clave que es frecuentemente memorizada y proclamada en servicios de adoración alrededor del mundo.
El Credo de los Apóstoles está dividido en tres partes: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Cada parte nos ayuda a entender e identificarnos mejor con cada persona de la Trinidad. La confesión sobre el Padre se enfoca en su rol como creador. La confesión del Hijo narra la historia de Jesucristo —concepción, nacimiento, muerte, resurrección, ascensión, y retorno. La confesión del Espíritu Santo une el Espíritu al trabajo y a las doctrinas fundamentales de la iglesia.
El Credo de los Apóstoles narra principalmente la historia de Jesús. Otras partes del Credo parecen simplemente poner entre paréntesis la historia de Jesús. Esto no es casual. Cada uno de los cuatros evangélicos narra la historia de Jesús.25 Los sermones de la iglesia primitiva, encontrados en el libro de Hechos, muchas veces se enfocan en contar la historia de Jesús. En general, el Nuevo Testamento se enfoca en la vida de Jesús y la aplicación de esta historia a nuestras vidas.
¿Cuándo fue la última vez que compartiste la historia de la vida de Jesús? ¿Cómo se ha convertido la vida de Jesús en un modelo para tu vida?
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Padre Celestial, te alabamos por pastorearnos y por descansar con nosotros en medio de exuberantes jardines. Alimenta nuestras almas hambrientas y sedientas cuando nos enfrentamos con la enfermedad y la muerte. Danos refugio en Tus brazos fuertes mientras le damos refugio a los débiles entre nosotros. Danos Tu misericordia en medio de las tormentas de la vida hasta que nos lleves a casa (Sal. 23). En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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Preguntas
Si tú fueras a escribir una declaración de fe, ¿cuáles elementos deberían ser incluídos?
¿Cuáles son las tres partes del Credo de los Apóstoles? ¿Cuál es la más larga?
¿Cuál es el enfoque en el credo acerca del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo?
Encuentra un sermón en Hechos que recita la historia de Jesús.
DÍA 7: Creador Todopoderoso
«Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra». Ω
La humildad de Dios, expresada a través de la encarnación de Jesucristo, illumina su soberanía (Mt. 21:5).26 Personas verdaderamente poderosas pueden ser humildes sin temor —ellos no tienen nada que probar y nadie se atreve retar su autoridad. Por razón de su poder inherente y confianza en sí mismos, se hace fácil trabajar para ellos. Como analogía, un Dios todopoderoso es generoso y se puede abordar fácilmente.27 ¿Por qué debemos ser diferentes?
Cuando el rey David escribió —«Los cielos proclaman la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de Sus manos» (Sal. 19:1), él no tenía sólo la belleza de la creación en mente. El orden del universo apunta a la gloria y la soberanía de Dios. En cada parte del universo que los científicos han estudiado, las mismas leyes de física aplican. ¿Por qué debe haber sólo un conjunto de leyes físicas?
Como David implica, la orden y estabilidad del universo creado testifican a existencia y soberanía de Dios. Kurt Gödel, un matemático checo, nacido en el 1906, se educó en Viena, y enseñó en la Universidad de Princeton, es famoso por su teorema incompleto publicado en 1931. Este teorema establece que la estabilidad de un sistema cerrado y lógico requiere que por lo menos una suposición se tome del sistema. Si la creación es un sistema cerrado y lógico (teniendo sólo un conjunto de leyes físicas sugiere que es así) y exhibe estabilidad, entonces necesita también una suposición externa. Dios mismo provee esta condición (Smith 2001, 89).
La soberanía de Dios asegura Su bondad por tres razones. Primero, la autoridad de Dios es legítima porque fluye de Su obra creadora, no a través de coerción, decepción, o eventos aleatorios (Jer. 18:4). La autoridad legítima es inherentemente buena.28
Segundo, la autoridad de Dios como fundador de la ley implica que si Dios dice que la creación es buena, entonces es —por autorización— buena (Gen. 1:10). Tercero, en un sentido práctico, la soberanía de Dios reduce la incertidumbre; y la estabilidad es buena.29
Como hijos e hijas de Dios, debemos tomar aliento en Su soberanía porque, como herederos de Su reino, Su imagen es también nuestra imagen (Gen. 1:27). Por lo tanto, podemos estar seguros en nuestra capacidad para lidiar con los retos de la vida porque Dios está por nosotros y con nosotros (Rom. 8:28). ¿Qué mayor bendición puede haber?
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Dios Todopoderoso, te alabamos por crear los cielos y la tierra; por crear todo lo que es, lo que fue, y lo que será por siempre; y por crear cosas vistas y no vistas. Miramos el orden y la belleza de Tu creación e inmediatamente rompemos a cantar Tu alabanza. Concédenos fuerzas para reflejar Tu bondad en gozosas alabanzas a todos los que nos rodean cada día. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espirita Santo. Amén.
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Preguntas
¿Por qué es la humildad una señal de la soberanía de Dios?
¿Cómo es que el orden del universo señala la existencia de Dios y su soberanía?
Si Dios fuese débil, ¿cómo se afectaría Su bondad?
¿Cómo es que la autoridad y el poder de Dios nos beneficia directamente?
DÍA 8: Jesucristo
«…y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro». Ω
Los nombres a menudo cuentan una historia. El nombre, Jesucristo, no es una excepción.
Cuando usamos el nombre, Jesús, —en inglés— estamos transliterando el griego del Nuevo Testamento. El primer nombre de Jesús realmente era Joshua (Josué) que significa «él salva» en hebreo. Sin embargo, debido a que el griego no tiene el sonido «SH», Joshua no pudo ser transliterado con precisión en el griego del Nuevo Testamento. Por consecuencia, pedimos prestado el nombre, Jesús, del griego.
El rol de Josúe en el Antiguo Testamento es instructivo. Moisés comisionó a Josué para conducir a la nación de Israel con estas palabras:
Entonces el Señor nombró a Josúe, hijo de Nun, y le dijo: Sé fuerte y valiente, pues tú llevarás a los Israelitas a la tierra que les he jurado, y Yo estaré contigo (Dt. 31:23).30
El primer nombre de Jesús resume su comisión. Pero, la salvación de Jesús surge cuando él nos lleva, no a la tierra prometida, pero al cielo (Heb. 4:1-11). Además, esta salvación surge, no de la ley, sino de la gracia (Flp. 3:2-11).
Cuándo usamos el nombre, Jesucristo, Cristo no es el apellido de Jesús. Cristo es la traducción de la palabra hebrea, Mesías, en griego y significa «el ungido» porque durante el proceso de comisionar se derramaba aceite sobre su cabeza. Los sacerdotes, profetas, y reyes eran ungidos. El Nuevo Testamento representa a Jesús cumpliendo los roles de cada una de esos tres tipos de mesías.
El rol mesiánico de Jesús es resaltado en el libro de Hebreos donde leemos:
De la misma manera, Cristo no se glorificó a el mismo para hacerse Sumo Sacerdote, sino que lo glorificó el que le dijo: hijo mio eres tu, yo te he engendrado hoy; como también dice en otro pasaje: tu eres sacerdote para siempre segun el orden de Melquisedec (Heb. 5:5-6).
Melquisedec era rey de Salén (llamada más tarde como Jerusalén) y también era sacerdote (Gen. 14:18).31 Decir que Jesús es un sacerdote de la orden del Melquisedec expresa la idea que él es también un rey. En Mateo 24:1-2 Jesús profetiza la destrucción del templo en Jerusalén, que ocurrió más tarde en el año 70, confirmando su rol profético.
Cuando confesamos que Jesús es el único hijo de Dios32, reconocemos la divinidad de Jesús y su exclusividad como Salvador (Jn. 3:16-17). La naturaleza infinita de Dios plantea un problema para nosotros pues somos finitos. Sólo alguien divino puede cruzar la línea divisoria entre lo infinito y lo finito. En Jesucristo, Dios cruza la brecha para iniciar la conversación y servir de intermediario por nosotros —un acto de gracia— como Sumo Sacerdote (Heb. 5:11).33
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Padre Celestial, te alabamos por mandar a través de Tu gracia a Tu hijo, nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Damos gloria a Tu nombre —nuestro sacerdote perfecto, profeta, y rey. En el poder del Espíritu Santo, ayúdanos también a escuchar Tu voz y obedecer Tus mandamientos. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
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Preguntas
1 ¿De dónde viene el nombre Jesús? Qué significa?
2. ¿Qué significa Cristo? ¿Cuáles son los tres tipos de mesías?
3. ¿Quién es Melquisedec y por qué es especial?
4. ¿Por qué es la comunicación con Dios difícil? ¿Por qué es la función de intermediaro exclusivamente de Cristo?
DÍA 9: Santa Concepción Ω
«quien fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María» Ω
¿Se siente aislado de Dios?
Este aislamiento no es accidental. En la ausencia de Cristo, existen dos brechas entre Dios y la humanidad: una brecha en el ser (infinito contra finito) y una brecha en santidad.34 La Santa Concepción de Jesús permite cerrar ambas brechas (Mt. 1:18).
La primera brecha requiere que un mediador sea divino y a la misma vez humano. Al cerrar la primera brecha, la Santa Concepción introduce la divinidad de Cristo antes de su nacimiento. Entonces él nace por medios convencionales. Jesús puede servir entonces como un puente entre un Dios infinito y una humanidad finita.35 Como el ángel le dijo a María: «Porque ninguna cosa será imposible para Dios» (Lc. 1:37).
La segunda brecha requiere que cualquier mediador entre la humanidad y Dios esté libre de pecado —santo. Jesús también cierra esa segunda brecha al vivir una vida sin pecado. Esta obra comienza cuando María asiente a la petición del ángel y continúa presente durante toda la vida de Jesús mediante su obra de enseñar, sanar, y reflejar a Dios. La obra de Jesús se completa por la cruz cuando declaró: «¡Consumado es!» (Jn. 19:30)
El nacimiento de Jesús sigue el tema de «promesa y cumplimiento» registrado en el Antiguo Testamento. La profecía —«Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel» (Is. 7:14)— nos recuerda de varios embarazos milagrosos. El patrón de profecía y embarazo (un ejemplo de promesa y cumplimiento) se produce de nuevo en los nacimientos de Isaac (Gen. 17:17), Jacob,36 el profeta Samuel, y Juan el Bautista.37 Sin embargo, el rol de profecías en el caso de Jesús estaba amplificado.
Por ejemplo, en el caso de Isaac, el tiempo y el método (embarazo milagroso) fueron profetizados. Para Jesús, los instrumentos (nacimiento virginal —Is. 7:14), carácter (Is. 9:6), su rol en el pacto,38 lugar de nacimiento, (Belén —Mic. 5:2), y su linaje (la casa de David —2 Sam, 7:12-16) fueron todos profetizados. Las narraciones elaboradas del nacimiento de Mateo y Lucas testifican del nacimiento humilde de Jesús. Las profecías apuntan a su naturaleza divina.
La Santa Concepción también nos recuerda de la soberanía absoluta y creadora de Dios. Cuando Dios crea el cielo y la tierra, él los crea ex nihilo —de la nada (Gen. 1:1).39 La idea que Jesús es concebido ex nihilo (sin un padre biológico) de nacimiento y entonces fue resucitado después la muerte expresa la soberanía absoluta y creadora de Dios. También sugiere que, a través de Jesucristo, Dios permanezca activamente presente en nuestras vidas. ¡Estas son muy buenas noticias!
∞
Dios de todas las maravillosas, te alabamos por la fidelidad de María y el nacimiento milagroso de Jesús. Cierra la brecha de santidad, tiempo, y espacio entre nosotros. Abre nuestras mentes a los milagros que experimentamos cotidianamente pero que se nos olvida considerar. Abre nuestros corazones a aceptar Tu voluntad para nuestras vidas. En el nombre del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Amén.
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Preguntas
¿Qué dos brechas cruzó Jesús las cuáles no podemos cruzar por nosotros mismos?
¿Qué nacimientos milagrosos leemos en las escrituras?
¿Cuál fue el rol de la profecía en el nacimiento de Jesús?
DÍA 10: Sufrimiento
«padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto, y sepultado» Ω
¿Porqué nos preocupamos por el sufrimiento de Cristo en la cruz?
El Apóstol Pedro lo dijo mejor: «por Sus heridas fueron ustedes sanados» (1 Pe. 2:24).40 Las autoridades judías dijeron que Jesús afirmó ser un rey y lo acusaron de sedición (Mc. 15:2).41 De hecho, Jesús era un rey (mesías) en el sentido judío, pero no era un rey (competidor político) en el sentido romano. Por esta razón, el gobernador romano Poncio Pilato examinó a Jesús públicamente y concluyó: «no encuentro ningún delito en Él» (Jn. 19:4).
La relación entre Jesús y Poncio Pilato resaltó la credibilidad de su sufrimiento inocente ya que, incluso para las normas romanas, Pilato era corrupto y brutal —Pilato había azotado y crucificado a Jesús solamente para satisfacer la sed de sangre de una multitud.42 El vínculo con Pilato también enlaza a Jesús (y el Credo de los Apóstoles) a un personaje histórico conocido. No sólo es Pilato mencionado por Josefo, una inscripción que lleva la frase «Pontos Pilato prefecto de Judea» fue encontrada en 1961 en una excavación de un teatro en Cesarea.43
La muerte de Jesús por la cruz subraya Su sufrimiento extremo. Los romanos idearon la crucifixión como un método de ejecución de tortura —amplifica el sufrimiento infligido. Era una muerte lenta y dolorosa. La crucifixión era tan horrible que la ley romana prohibía la crucifixión de los ciudadanos romanos.
En la tradición judaica, la muerte en una cruz significaba que la persona era maldecida por Dios.44 Esto es lo que Pablo quizo decir cuando escribió:
Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: maldito todo el que cuelga de un madero (Gal. 3:13).45
La implicación es que el crimen cometido era tan horrible que la persona merecía no sólo la muerte, pero maldición eterna también. El entierro detrás de una piedra garantizó que Jesús estaba verdaderamente muerto.
Debido a que Jesús estaba sin pecado y permaneció inocente, incluso hasta la muerte, fue la única persona que después de Adan vivió sin pecados (Heb. 4:15). A diferencia de Adán, Jesús, cuya vida sin pecado llegó a un final abrupto, nunca cayó en tentación. En la muerte, fue una ofrenda perfecta (sin conocer derrota ni defecto) para los pecados (Lev. 4:22-24). De hecho, Jesús se convirtió en el Segundo Adán, que revirtió la maldición de la muerte, siendo validado por su resurrección (1 Cor. 15:21-22).
De la misma manera que la santa concepción confirma la divinidad de Jesús y establece credulidad en Dios, el sufrimiento de Jesús en la cruz confirma su humanidad y su condición de sacrificio elegido de Dios por nuestros pecados.
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Amoroso Padre, querido Hijo, Espíritu Santo, te alabamos por compartirte a ti mismo con nosotros a través de la persona de Jesús de Nazaret y por entrar en la historia. Tu sufrimiento en silencio en la cruz proclama Tu amor en el mundo caído. Gracias por modelar una vida perfecta, por llevar nuestros pecados en la cruz, y por concedernos la paz de resurrección. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
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Preguntas
¿Cómo sabemos que Jesús vivió realmente por el Credo de los Apóstoles?
¿Cuáles son dos pruebas que Pilato (y Jesús) en realidad vivieron?
¿Quién dio testimonio de la inocencia de Jesús? ¿Por qué Jesús no fue simplemente liberado?
¿Cuál fue la acusación contra Jesús? ¿Cuál fue la pena?
¿Qué tipo de ejecución era la crucifixión? ¿Cuál era la interpretación en la tradición de judaica?
¿Cómo fue Jesús el substituto por la pena de pecado?
¿Por qué debemos preocuparnos sobre el sufrimiento de Jesús?
DÍA 11: El Infierno
«Descendió a los infiernos» Ω
¿Qué es el infierno?
Las escrituras santas tienen muchos términos coloridos que se traducen en la palabra en español para infierno. Ellas incluyen: Seol (Antiguo Testamento solamente; 65 versos), el Abismo (o pozo sin fondo; 13), la Gehena (Nuevo Testamento solamente; 11), Hades (9), Abaddon (7), y lugar de las tinieblas (1). El término favorito de Jesús era Gehena que se refiere a un vertedero del valle de Hinom, cerca de Jerusalén donde se quemaba la basura.46
Sin embargo, la lista de palabras para el infierno dada aquí está incompleta porque la mayoría de las expresiones que se refieren al infierno son metafóricas. Por ejemplo, el ángel en Apocalipsis 18:2 grita en una visión de Juan:
¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en guarida de toda ave inmunda y aborrecible...
En otras palabras, el infierno es un tipo de cárcel reservada para los demonios, los pecadores, y los ritualmente inmundos —todo tipo de criaturas que se oponían al cielo y a Dios mismo (Is. 7:11). El infierno está sellado para todos, excepto para Dios (Job 26:6).
También existen visiones no bíblicas del infierno. Por ejemplo, C.S. Lewis (1973, 10-11) escribió que el infierno es un lugar donde la gente voluntariamente se mueve más y más lejos el uno del otro.
Entonces, ¿porqué se va Jesús al infierno por tres días?
La repuesta aceptable culturalmente en el siglo I sería que Jesús había muerto y allí era el lugar donde los muertos iban. Por ejemplo, leemos: «Porque no hay en la muerte memoria de Ti; En el Seol, ¿quién Te da gracias?» (Sal. 6:5) ¡Pero Jesús no era solamente otro tipo muerto!
Una repuesta mejor es que con la crucifixión, la soberanía de Dios sobre el cielo y la tierra —incluso el infierno— era confirmada (Sal. 139:8). Esto podría explicar, por ejemplo, porqué la muerte de Jesús fue acompañada por un terremoto y por la resurrección de santos muertos de las tumbas en Jerusalén (Mt. 27:51-54).47
La mejor repuesta a la pregunta es que la razón por la cual Jesús descendió a los infiernos sigue siendo un misterio. Pero, la existencia del infierno no continúa siendo un misterio —Jesús fue allí.
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Señor soberano, Dios de los vivos y de los muertos. Gracias por preocuparte lo suficiente por nosotros que enviaste a Jesús al infierno y regresó para nuestro beneficio. Mantén nuestros corazones y mentes a salvo de la fascinación por el mal. Pon nuestras mentes en el cielo para que nuestros corazones puedan descansar contigo, ahora y siempre. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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Preguntas
¿Por qué desciende Jesús al infierno durante tres días?
¿Cuáles son algunos de los nombres para el infierno en las escrituras? ¿Cuál usó Jesús y a que se refiere?
¿Qué es único acerca del recuento de Mateo sobre la muerte de Jesús?
¿Existe el infierno? ¿Cómo lo sabemos?