Hijos con altas capacidades - Beatriz Belinchón - E-Book

Hijos con altas capacidades E-Book

Beatriz Belinchón

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  • Herausgeber: RBA Libros
  • Kategorie: Bildung
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2024
Beschreibung

Decimos que una persona tiene altas capacidades intelectuales cuando demuestra una aptitud natural para incrementar talentos, competencias o logros con una mayor facilidad que sus pares biológicos en las mismas condiciones y con las mismas oportunidades. Por esta razón, la crianza de chicos y chicas en un entorno familiar que responden a este perfil no es nunca un camino sencillo. Los autores de este libro, poseedores también de altas capacidades, ofrecen una visión humanista sobre el proceso de enseñanza y acompañamiento de estos niños y niñas en sus diferentes etapas de crecimiento. Gracias a sus explicaciones y sus propuestas prácticas, esta obra pretende ser una guía y una ayuda muy útil para padres, familiares y educadores, que contextualiza la alta capacidad intelectual en entornos como el hogar o la escuela, y que además ofrece consejos y pautas para conectar emocionalmente con los menores.

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© del texto: Beatriz Belinchón, Mario Belda y Maider Belda, 2024.

© de esta edición: RBA Libros y Publicaciones, S. L. U., 2024.

Av. Diagonal, 189 - 08018 Barcelona

rbalibros.com

Primera edición: septiembre de 2024.

REF.: OBDO361

ISBN:978-84-1132-824-1

EL TALLER DEL LLIBRE• REALIZACIÓN DE LA VERSIÓN DIGITAL

Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito

del editor cualquier forma de reproducción, distribución,

comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida

a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro

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Todos los derechos reservados.

PRESENTACIÓN

Todo proyecto tiene una historia personal que le da sentido. Mi viaje con la alta capacidad comienza con mi hija maestra, quien me mostró una forma muy distinta de crianza a la que yo tenía en mente: sin duda, el aprendizaje más valioso.

No os vamos a engañar, la crianza de hijos con altas capacidades no es un camino sencillo. ¿Qué es fácil en esta vida cuando se vive con intensidad? Durante años, he llorado mucho, me he sentido muy perdida y sola, he sufrido al ver la dureza de la incomprensión hacia lo diferente, la falta de empatía ante lo desconocido, y cómo los mitos y creencias erróneas siguen lastrando el desarrollo de muchos niños, adolescentes y adultos. Vivo con la sensación de tener que dar explicaciones innecesarias o pedir perdón por adelantado, incluso cada día me cuestiono si estoy a la altura como madre o si algún día llegaremos a ver sus frutos en una sociedad todavía inmadura ante la neurodivergencia, lo distinto...

Pero también ha supuesto una enorme oportunidad de aprendizaje y de desarrollo personal. Ahora t rato de vivir las altas capacidades sin dramas, desde la gratitud y la comprensión. He aprendido a ser consciente de mis fortalezas y amable con mis debilidades, a conocerme mejor y a ser valiente desde lo que me hace más vulnerable.

BEATRIZ BELINCHÓN

Siempre que doy una charla o hablo en un congreso, me gusta empezar diciendo que tengo altas capacidades (AA. CC.), y que esta condición me permite vivir una vida apasionante. Puedo hacer muchas cosas y disfrutar mucho de todas ellas, y cada día doy gracias al universo por concederme este don. Esto lo digo ahora... pero no siempre ha sido así.

Y es que antes de ser un adulto con AA. CC., fui un niño con AA. CC., un adolescente con AA. CC. y un joven con AA. CC. Y en muchas de estas fases de mi vida yo solo quería ser «normal». Con el paso del tiempo, y debido a la conjunción de algunas situaciones de mi vida, fui descubriendo que ser diferente no era tan malo. Además, el término «raro» es sinónimo de excepcional, y eso suena mucho mejor. Aprendí a conocerme, valorarme y quererme, y en ello sigo. Me casé con Ainhoa, también con AA. CC., y hemos sido padres de tres hijos con AA. CC., y aunque el camino no ha sido sencillo, ahora son tres jóvenes adultos felices, o al menos eso creo.

A lo largo de este camino he vivido no pocas experiencias relacionadas con las AA. CC. y también me he dado cuenta de que mi vivencia me ha dado una alta capacidad de impacto en los niños y jóvenes con AA. CC. y en sus familias, que aún están en el proceso de conocerse, aceptarse y valorarse.

Nunca he sido una persona muy sociable ni expresiva, excepto cuando se trata de las AA. CC. A través del acompañamiento a familias con AA. CC. en sus procesos de crecimiento personal, he descubierto una pasión que me emociona como ninguna otra actividad lo había hecho en mi vida hasta ahora. Lo que empezó siendo una ayuda informal para amigos y conocidos, se ha convertido en un modo de vida, y nunca he sido tan feliz como ahora. De una forma u otra manera, las AA. CC. siempre han estado presentes en mi vida, y escribir este libro es un paso más en este apasionante camino que he emprendido con Bea, Maider y Ainhoa.

MARIO BELDA

La idea de escribir un libro ha rondado por mi cabeza infinitas veces, cada vez que unos padres salen del despacho y me abrazan agradecidos, o cuando siento que tengo mucho por decir y me faltan las horas para llegar a todas las personas que me gustaría.

Soy una persona intensa, extremadamente sensible y, sobre todo, receptiva. Si a esta ecuación le sumamos la capacidad de pensar muy deprisa, darle vueltas a todo y conectar múltiples ideas simultáneamente, podríamos decir que soy como una olla a presión.

Este don ha sido increíblemente útil, ya que siempre se me ocurren ideas para resolver situaciones difíciles en momentos de tensión; a veces, sin saber muy bien cómo, la idea suele ser acertada. Al mismo tiempo, este don ha sido responsable de muchos disgustos e implosiones emocionales (sí, digo implosiones y no explosiones). Y he tenido que aprender a gestionarlo, por pura necesidad, como madre, como terapeuta y como persona que quiere vivir de forma saludable.

Cuando hablamos de la atención a las altas capacidades o de personas que trabajan con niños de altas capacidades, esperamos encontrar actividades de estimulación cognitiva o medidas enriquecedoras, aspectos que considero cruciales. Sin embargo, en nuestra labor, no solo nos enfocamos en estos aspectos, sino que también damos especial atención al acompañamiento emocional. Quiero que mi experiencia, mis herramientas y mis vivencias puedan servir para que otras personas, ya sean niños, niñas, padres, madres, profesores, o abuelos, puedan aprender a anticiparse a la sobrecarga emocional que suele acompañar a las AA. CC.

Este proyecto me brinda la oportunidad de plasmar todas estas reflexiones en un libro. Y ¿qué mejor manera de hacerlo que de la mano de Ainhoa, Bea y Mario, mis maestros y compañeros en este apasionante camino?

MAIDER BELDA

Lo que nos une a los tres a escribir este libro es una visión humanista, centrada en la persona y en sus emociones sin prejuicios, algo que nos hubiera gustado leer en el comienzo de nuestros caminos.

Tratamos de hacer sencillo lo que parece muy complejo y desconocido, ofreciéndote lo que necesitas saber para contextualizar lo que implica las AA. CC. y cómo ayudarte a conectar emocionalmente con tus hijos.

Hemos tenido en cuenta las preguntas que nos hacen las familias en la Fundación Jasón o en redes sociales, desde las más simples hasta las más complejas. Por ello, a lo largo del libro encontraréis información dirigida a las familias que quieren empezar el camino de la atención a las AA. CC. y no saben todavía cómo hacerlo, así como a aquellas que ya llevan un tiempo acompañando a sus hijos, ofreciendo recursos prácticos para el día a día. Encontraréis partes prácticas, basadas en nuestra experiencia y trayectoria, y otras más teóricas para quienes deseen profundizar en el conocimiento de las AA. CC.

Os tendemos la mano para descubriros, comprender a vuestros hijos y mirarlos con amor y respeto desde su esencia, entendiendo sus altas capacidades como un bonito hallazgo.

INTRODUCCIÓN

Hay momentos que te marcan, sobre todo cuando eres padre o madre primerizo, no sabes nada de la crianza y lo que habías imaginado que sería tu maternidad o paternidad no funciona con tu hijo.

Observas a los hijos de amigos o de vecinos y percibes que el tuyo es diferente, pero no sabes exactamente por qué. Aunque sea todavía un bebé, lo miras y te entiende; sigue tu mirada como queriendo comunicarse; y a la hora de dormir se le despierta un mundo de creatividad, pero te da apuro hablarlo con otras familias, no vayan a pensar que eres una engreída.

Pese a todo, sigue rondando la idea y tu intuición grita: «Sigue buscando...».

Sé que puede resultar paralizante acompañar emocionalmente a una persona con altas capacidades, cuando es la primera vez que te acercas a este término. Quizás no sepas ni por dónde empezar y la sola idea te abruma; pero tu mirada libre de prejuicios, y el amor incondicional, son fundamentales.

Te ofrecemos nuestra experiencia como adultos de altas capacidades que hemos pasado por un proceso interno, más la experiencia del día a día en la Fundación Jasón con muchas familias que ponen su confianza en nuestras manos para trabajar con lo más importante que tienen: sus hijos y su plenitud.

Muchas familias nos han dicho que «hacemos magia». Pienso que aquello que ofrecemos es lo que os queremos transmitir ahora en este libro: una forma de entender la alta capacidad desde una mirada de comprensión y calma, y confiando plenamente en las fortalezas de cada persona.

Hay personas que aún no son capaces de verlo como un don, porque pesa mucho la mochila de la culpa, las expectativas y el miedo a lo desconocido. Te ayudaremos a descubrir que el mejor camino para el desarrollo personal de tus hijos es el autoconocimiento, y lograr que se sientan plenos es tan fácil y tan difícil como poner en práctica todo lo que la experiencia nos ha permitido vivir: una crianza diferente, desafiante, llena de retos, pero siempre bajo la mirada del amor incondicional hacia nuestros hijos, que también son nuestros maestros.

En un mundo que tiende cada vez más a lo fácil, lo rápido e inmediato, llega un hijo con altas capacidades para demostrarte que vienen curvas y que aquello que habías pensado sobre la crianza... ¡hay que recolocarlo, pero para bien!

Si has decidido leer este libro es porque algo en ti está buscando respuestas. La intuición es tu brújula; necesitas saber un poco más. Si estás cerca de alguien con altas capacidades intelectuales, ya sea un hijo, un sobrino, un alumno o un paciente, te invitamos a profundizar en lo que significa ser una persona con un gran don. Quizás serás tú quien le anime a descubrirlo.

1

QUÉ SON LAS ALTAS CAPACIDADES

No hay dos cerebros iguales y encontrar a dos niños con alta capacidad iguales es muy difícil, pero, por si sirve de guía, hay algunos indicadores que frecuentemente se presentan en niños con altas capacidades:

Aprendizaje más rápido y profundo: son niños que, desde muy pequeños, muestran una gran curiosidad. Necesitan saber y entender cómo funcionan las cosas, inventar cosas nuevas y hacer preguntas de gran profundidad desde una edad muy temprana. Suelen ser muy intensos en sus argumentos, emociones y cuestionamientos. Tienen sed de respuestas y necesitan estar constantemente ocupados. Una frase típica para ellos es «¡Mírame!» o «Me aburro». En sus relaciones con sus compañeros pueden ser reservados. Tienen un sentido selectivo, profundo y leal de la amistad. Desde pequeños les gusta negociar, y un día con ellos es como si tuviera setenta y dos horas.Vocabulario muy amplio con una gran precisión:además, lo utilizan de forma muy correcta en el momento oportuno, tienen una especial habilidad para expresarse de manera compleja tanto en la construcción de frases como en las conversaciones que tienen con los adultos.Memoria: pueden recordar información sobre lugares, personas y detalles que observaron hace mucho tiempo y relacionarlos de forma precisa.Creativos e imaginativos: tienen una forma de pensar original y creativa, relacionando temas que aparentemente no tienen nada en común pero que para ellos tienen lógica. Podemos tirar del hilo generando curiosidad en ellos con un reto. Veremos que pueden pasar horas reflexionando sobre ciertas conjeturas, haciéndose infinitas preguntas sobre cualquier cosa... Les resulta estimulante que les planteemos preguntas complejas y abiertas con múltiples soluciones para generar debates.Presentan intereses variados y con una gran profundidad: necesitan conocer en detalle temas específicos como por ejemplo Egipto, astronomía, minerales, dinosaurios, mitología...Les gusta aprender de forma autónoma, prefiriendo trabajar de manera individual e independiente: profundizan y aprenden a su ritmo en lugar de hacerlo en equipo.Tienen un pensamiento crítico y analítico: evalúan la información de manera detallada. No se conforman con respuestas superficiales y buscan respuestas profundas, persistiendo hasta obtenerlas.Son perfeccionistas: establecen niveles de perfección muy altos tanto para ellos mismos como para los demás, lo cual puede llevarles a experimentar una gran frustración si no lo consiguen.Resuelven problemas de forma original: son hábiles identificando problemas y aportando soluciones de una manera adecuada.Son altamente sensibles y empáticos: desde muy pequeños, son conscientes de las emociones de las personas que tienen a su alrededor. Los más empáticos reaccionan ante situaciones que pueden pasar desapercibidas para otros. Su frase identitaria es «¡Esto no es justo!», pero no como un desacato a la autoridad, sino por su necesidad de entender el por qué y para qué, mostrando un profundo sentido crítico. Frente a situaciones emocionalmente complejas, se sienten más cómodos expresando desde la razón que desde la emoción. Es más probable que digan «sí, lo entiendo», y no que verbalicen y expresen la emoción. Para ellos, la frustración es dramática y les cuesta aceptar perder en un juego. Si no ganan, no quieren seguir.

Todo esto los lleva a sentirse diferentes, siendo conscientes de su diferencia a edades muy tempranas y encontrando que sus intereses difieren de los del resto de sus compañeros con una edad biológica similar. La importancia de identificar las necesidades educativas, sociales y emocionales de los niños con altas capacidades radica en que pueden desmotivarse a lo largo de la etapa educativa y perder el interés por el aprendizaje. Si no trabajamos su autoconcepto y su autoestima, es posible que esa diferencia respecto de sus padres biológicos los lleve a sentir culpa. Por eso es tan importante hacer de su diferencia un hallazgo y que crezcan siendo conscientes de sus fortalezas y debilidades con naturalidad.

Para los padres, es importante entender que su cerebro es diferente y que tratar de conocerlos mejor garantiza una mejor conexión y relaciones familiares.

Si eres docente, podemos encontrar alumnos con perfiles y talentos muy diversos, esperando poder ayudarles a sacar lo mejor de sí mismos. Si nos convertimos en referentes para ellos, con cercanía y confianza, podrán sentirse seguros con su forma de pensar, expresarse, relacionarse y sentir.

Podemos observar esto conversando individualmente con ellos. En el cara a cara se sienten más cómodos que ante el grupo. Es posible que nos demos cuenta de que sus intereses son más complejos y diversos que los de sus pares, y que su forma de expresarse es de una gran madurez y profundidad.

Un buen profesor te da la vida o te la puede machacar. Mi profesora de Historia del Arte de COU era pura dopamina. Recuerdo a M. Juana con muchísimo cariño. Era muy exigente, pero ¡qué casualidad!, saqué la máxima puntuación en la prueba de selectividad. Supo contagiarme su pasión. En cambio, el solo recuerdo de mi tutora de 8º de EGB me genera ira, angustia y mucha impotencia. Condicionó de manera permanente una parte fundamental de mi desarrollo, y hasta el día de hoy, tengo una creencia limitante sobre las matemáticas. Ambas fueron más allá de lo que era estrictamente curricular.

Debemos tener una mirada amplia, flexible y valorativa hacia todos los estudiantes, pero la capacidad de impacto que un profesor puede tener en sus alumnos con altas capacidades intelectuales podría ser crucial para sus vidas.

Robert Rosenthal y Lenore Jacobson, en su famoso estudio sobre el efecto Pigmalión en la escuela,[1] explican que los resultados del alumno dependen en gran medida de la forma en que los profesores confíen en ellos, les motiven y crean en sus posibilidades.

0-3

Infancia 3-10

Adolescencia 10-18

Adultez

Atención temprana. Comienzan a investigar. Capacidad para empezar a desarrollar lenguaje. Empiezan a relacionarse con adultos. No tanto con otros niños. Calidad del sueñoNo paran. Ya crean reglas de juego.Intolerancia frustración.Sobreexcitabili- dades.Son conscientes de su diferencia.Disincronía.Intereses distintos. Juegos y vocabulario adelantado.Intereses no son compartidos. Niña modélica- autocontrol. Comienzo de la identidad social.Necesidad de pertenencia. QUIERO SER NORMAL.Comienza cambio hormonal. Disincronía emocional-biológica - intelectual. Necesidad de pertenencia. Identidad social. Autoestima/autoconcepto/Autoimagen. Esfuerzo: no se ha cultivado Fracaso escolar. Alta autoexigencia. Falta de habilidades en límites.Atención hábitos alimentarios.Sigue la necesidad de retos.Capacidad de ampliar círculos según intereses. Narrativa interna. SENSACIÓN DE VIVIR ESPERANDO. Pienso demasido. Altos niveles de exigencia. Perfeccionismo. Entorno laboral complejo. Alta sensibilidad.

TABLA 1.Desarrollo evolutivo.

QUÉ HACER ANTE LA DUDA

El tutor escolar debe abrir un protocolo para evaluar las capacidades del alumno, siempre con el consentimiento de la familia, y derivarlo al equipo de orientación psicopedagógica correspondiente.

Como padres y educadores, debemos buscar formación e información sobre cómo acompañar a este alumnado con necesidades especiales, ya que la mayoría de nosotros no estamos preparados.

El acompañamiento y el apoyo emocional de los alumnos son fundamentales, ya que, aunque resulte sorprendente, muchos de ellos ya saben que son distintos, solo que no saben que su diferencia tiene un nombre: altas capacidades intelectuales.

Y, finalmente, hay que informar a los alumnos, haciendo hincapié en que su diferencia es un descubrimiento y no una carga.

LA CUANTIFICACIÓN DE LA INTELIGENCIA

La inteligencia y su cuantificación ha sido objeto de un amplio análisis durante las últimas décadas, y, aunque no es nuestra intención aquí desarrollar una definición exhaustiva de lo que es la inteligencia, intentaremos poner las bases sobre los aspectos comunes de lo que es la alta capacidad intelectual basándonos en la definición de la Asociación Nacional para Niños Dotados (National Association of Gifted Children) de Estados Unidos.

Las personas con alta capacidad intelectual son aquellas que muestran una aptitud destacada de manera natural, sin necesidad de entrenamiento, y que se manifiesta espontáneamente de manera heterogénea. En función del desarrollo sistemático (a través del esfuerzo, la determinación, la voluntad, la persistencia) y epigenético (mediante un entorno propicio y estimulante), puede favorecer el desarrollo de talentos, competencias o logros con una mayor facilidad que sus pares biológicos, expuestos al mismo tiempo de aprendizaje y ante las mismas oportunidades, en al menos un 10% superior.

La aptitud inicial natural de fuertes raíces biológicas y genéticas procede del término anglosajón gifted, cuya traducción literal puede ser don, regalo o dotación, entendido como algo que se nos ha dado de forma natural, debido a una predisposición o potencial.

La inteligencia no es un constructo social. La capacidad existe, es real y se manifiesta en uno o varios dones del individuo. Sin embargo, lo que puede resultar más complicado es el instrumento utilizado para medir algo intangible e invisible. Esto implica asumir un margen de error lógico, que nos permita afirmar que esa capacidad pertenece a un rango alto.

¿EL 130 ES UNA OBSESIÓN?

Parece que sí. Aunque científicamente su justificación ya no se sostiene, todavía presenta un fuerte arraigo legislativo.

La barrera del 130 de cociente de inteligencia total (CIT) para considerar las altas capacidades intelectuales debería quedar superada, ya que carece de base científica para seguir defendiéndolo como un mero punto de corte.[2]

Dada su persistencia, sigue siendo una reivindicación vigente y necesaria por parte de académicos, expertos y familias abordar una actualización y armonización de los criterios legislativos entre las distintas comunidades autónomas para identificar a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) asociados a las altas capacidades intelectuales y su posterior incorporación a los programas de desarrollo del talento y enriquecimiento para ellos.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ANALIZAR EL PERFIL COMPLETO?

Desde nuestro punto de vista, entendemos la alta capacidad como algo mucho más complejo que un CIT. Por ello es necesario abordar el estudio completo de cada perfil.

Lo primero que debemos considerar en la evaluación de un perfil psicopedagógico es que la familia o el propio interesado nos explique qué información necesita y cuáles son los motivos que lo llevan a realizar la evaluación. Una vez conocidas estas inquietudes, debemos dar respuesta a través de un cuestionario que incluye las siguientes áreas de información.

Cuando se trata de evaluar una sospecha de AA. CC., debemos analizar un perfil completo:

Es importante finalizar las evaluaciones, si nos paramos en la escala de inteligencia podemos no ver otros talentos.

PERFIL

Entrevista familia.Escala inteligencia. Creatividad.Perfil emocional.Perfil sensorial.Personalidad.Recomendaciones.Conclusiones.

Análisis de un perfil.

Contexto escolar

Pregunta: ¿Sabrías indicar cuáles son tus fortalezas y debilidades cognitivas?

Este análisis nos ayuda a identificar las inquietudes y necesidades intelectuales del individuo, determinar si es factible contextualizar el aprendizaje dentro o fuera del aula, y desarrollar una metodología y recursos pedagógicos adecuados para su aprendizaje de manera individualizada. La creatividad nos brinda la posibilidad de saber cómo su mente es capaz de ofrecer soluciones diferentes en situaciones cotidianas.

Contexto emocional

Pregunta: ¿Cuánto te conoces?

Al analizar cómo el individuo se percibe a sí mismo, podemos perfilar cuáles son sus recursos personales y conductuales, así como conocer su nivel de autoestima, autoconcepto, autoimagen o tendencia al perfeccionismo. Indagamos en cómo se percibe respecto de su familia, cómo es la relación con sus hermanos y el ambiente familiar. También nos interesa conocer su perfil emocional en el ámbito escolar y familiar, para ver si coincide en ambos ámbitos o si hay percepciones diferentes. Esto nos permite desarrollar estrategias que promuevan un desarrollo personal equilibrado tanto en el ámbito escolar como en el familiar.

Contexto social

Pregunta: ¿Cómo nos comportamos según el entorno?

Identificamos las necesidades sociales a nivel de participación, integración y comunicación, así como las habilidades sociales para entender cómo percibimos a los demás y cómo interactuamos con ellos (competencias interpersonales). Además, estudiamos nuestra manera de desenvolvernos en los distintos ámbitos (escolar, familiar y social) para observar si el comportamiento es dispar según el entorno, lo cual puede indicar que se está utilizando un mecanismo de defensa (masking).

Perfil sensorial

Pregunta: ¿Cómo procesamos la información sensorialmente?

El análisis se centra en entender cómo se perciben sensorialmente los estímulos a los que nos exponemos y los principales canales de recepción de información (auditivo, visual, táctil, etc.), con el fin de determinar el trabajo posterior que habrá que realizar y, si fuera necesario, recomendar terapia ocupacional para mejorar la integración sensorial.

El objetivo de esta evaluación es determinar cómo se muestran los puntos fuertes y débiles de la persona, así como las áreas en las que habrá que trabajar, conocer su estilo de aprendizaje, proponer intervenciones en el aula y diseñar una programación individualizada para potenciar su desarrollo del talento. También se analiza el desarrollo de sus habilidades sociales y emocionales y se establecen recomendaciones familiares y escolares para acompañar su crecimiento personal mediante un seguimiento temporal.

¿LOS TEST DE INTELIGENCIA SON INFALIBLES?

Los test estandarizados tienen una fiabilidad ampliamente demostrada que alcanza el 95%. Sin embargo, están diseñados para detectar el talento en la población neurotípica.

Actualmente, las inteligencias que se analizan son la verbal, el razonamiento fluido, y la inteligencia visoespacial, junto con dos funciones ejecutivas que son la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento.

Para que la prueba sea efectiva, es esencial que el profesional que realice la evaluación tenga experiencia previa en perfiles que presenten AA. CC. o posibles dobles excepcionalidades, aplicando los test más adecuados para cada caso concreto. De lo contrario, la evaluación puede llevarnos a conclusiones erróneas o lo que denominamos coloquialmente «falsos negativos», con el riesgo de desatención a determinadas necesidades que esto comportaría.

Por ejemplo, en el caso de los perfiles con AA. CC. es muy frecuente que la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo sean inferiores al resto de las inteligencias analizadas, pudiendo presentar un rango bajo o medio-bajo en estos aspectos. Es altamente frecuente que en estos perfiles encontremos una gráfica similar a esta:

Perfil de puntuaciones compuestas.

En caso de velocidad de procesamiento o memoria de trabajo baja, el manual de interpretación de la escala de inteligencia Wechsler[3] matiza que «los niños con alta capacidad intelectual suelen mostrar puntos débiles en las áreas de la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento». Por ello, algunos autores recomiendan utilizar el CIT (cociente intelectual total) y el ICG (índice de competencia general).

Una de las preguntas que más se repiten tras la elaboración de las valoraciones es: ¿por qué la velocidad de procesamiento es más baja en personas con altas capacidades intelectuales?

En términos coloquiales, la velocidad de procesamiento se refiere a la agilidad mental, es decir, la capacidad para realizar tareas sencillas de forma rápida y automática. Se divide en tres subtipos: visual, verbal/auditiva y motriz.[4] Las personas con AA. CC. suelen presentar dificultades a la hora de empezar y terminar una actividad siguiendo instrucciones, completar tareas en un tiempo determinado, hacer cosas con un orden secuencial concreto, o comparar o analizar información visual como letras, palabras, números, símbolos, e imágenes, para identificar similitudes y diferencias.

Pero debemos entender que un indicador de velocidad de procesamiento lenta no está necesariamente relacionado con un bajo nivel de comprensión o de conocimientos. Más bien, indica una capacidad reducida para realizar una tarea específica de forma automática y ágil.

Las personas con altas capacidades intelectuales suelen tener una velocidad de procesamiento y memoria de trabajo más baja en comparación con aquellas que tienen otros tipos de inteligencia. La información externa que perciben es mucho mayor que la de la mayoría de la gente. Esto hace que la acumulación de estímulos simultáneos les produzca una sobrecarga en la memoria a corto plazo y, en consecuencia, una respuesta más lenta. En muchos casos, su respuesta puede ser menos automática porque es más completa, creativa u original. El factor tiempo también influye: el hecho de tener un tiempo limitado para las pruebas supone una mayor presión para ellos, ya que priorizan el perfeccionismo, la competitividad y el juicio interno para obtener un buen resultado. También intervienen otros factores, como la motivación, el interés y la atención, y en algunos casos puede darse presentarse una doble excepcionalidad.

DOBLE EXCEPCIONALIDAD

Las personas con AA. CC. pueden presentar alguna otra neurodivergencia, como el TEA (Trastorno del Espectro Autista), TDA(H) (Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad), dificultad en el aprendizaje ( dislexia, discalculia, disortografía, etc.), o bien desorden de procesamiento sensorial (DPS). Cuando esto es así, hablamos de doble excepcionalidad y tiene implicaciones educativas, sociales, educativas y emocionales.

Esta combinación plantea tres posibles escenarios En primer lugar, puede ocurrir que la dificultad enmascare la AA. CC., haciendo que puedan darse casos de estudiantes con un rendimiento académico bajo. En estos casos, es posible que el entorno detecte la necesidad de apoyo de la persona, pero no reconozca su alta capacidad intelectual. [5]

En segundo lugar, puede suceder que sea la alta capacidad la que enmascare la dificultad a través de estrategias compensatorias que permiten compensar sus dificultades mediante el uso de sus altas capacidades cognitivas, utilizando sus fortalezas de manera ventajosa, lo que les permite ocultar sus dificultades y lograr éxito en ambientes académicos desafiantes. 6

Un tercer escenario se produce cuando la AA. CC. y la dificultad interactúan de manera recíproca, ocultándose entre sí. En este caso, el estudiante puede presentar un desempeño promedio tanto en lo académico como en lo conductual, y resulta poco probable que sea reconocido por alguna de sus dos condiciones. [7]

Centrarse únicamente en el rendimiento académico como criterio para identificar una doble excepcionalidad es un enfoque erróneo, debido a la disparidad en estudiantes con doble excepcionalidad.

La dificultad que entraña la evaluación e interpretación de estos perfiles se debe, en primer lugar, a su heterogeneidad. Los perfiles varían considerablemente incluso dentro la misma categoría de neurodivergencia y, según los casos, puede ser difícil encuadrarlos en la simplicidad de ciertas pruebas, porque podemos perder matices. En segundo lugar, hay muy pocas investigaciones científicas a este respecto, aunque el interés internacional cada vez es mayor. Por último, no se trata solo de interpretar un perfil cognitivo, sino que debemos tener en cuenta la faceta emocional, relacional y sensorial para poder realizar una aproximación lo más fiel posible, sin dejarnos engañar por el cociente intelectual (CI), ya que a veces este no es el indicador más sensible para captar las características de la doble excepcionalidad. Para conseguir una valoración acertada es fundamental analizar cómo se manifiestan las diversas inteligencias en cada perfil y cómo se relacionan entre sí.

¿LA INTELIGENCIA SE PIERDE?

No es de extrañar que en una persona a quien se ha evaluado en distintos momentos de su infancia, adolescencia y edad adulta encontremos resultados distintos, variaciones tanto de sus fortalezas como de su cuantificación. Lo crucial es contextualizar estos resultados dentro de cada momento específico y analizar su evolución a lo largo del tiempo.

En cuanto al cociente de inteligencia, como aseguraba Scott Barry Kaufman en Ungifted: Intelligence Redefined,[8]