La tesis: mitos y errores - Dennis Arias Chávez - E-Book

La tesis: mitos y errores E-Book

Dennis Arias Chávez

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Durante la elaboración de la tesis, aparecen premisas que resuenan en la cabeza del investigador como verdades irrefutables que, en realidad, solo se tratan de mitos o ideas equivocadas. "Entre más páginas, más relevante la tesis", "Si no se confirma la hipótesis de trabajo, la tesis no tiene razón de ser", "Todas las tesis deben tener un sustento estadístico" son algunas de las afirmaciones erróneas que se promueven en las aulas y, con el tiempo, crean modelos alejados de la verdadera práctica científica. En La tesis: mitos y errores, se enumeran y desarrollan los principales mitos y errores presentes en el proceso de elaboración del proyecto de tesis y de la tesis. Cuenta con una explicación razonada, científica y práctica de una amplitud de casos. Asimismo, se exponen los aspectos esenciales de la elaboración de la tesis, los tipos de trabajos científicos, los pasos para revisar la calidad de los trabajos de investigación, y las cualidades del tesista y del asesor. Este libro ofrece al lector las verdades sobre la tesis. Busca ser la herramienta imprescindible para los docentes y la guía definitiva para el tesista.

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© Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Autores:

Dennis Arias Chávez y Luis Miguel Cangalaya Sevillano

Edición:

Luisa Fernanda Arris

Corrección de estilo:

Luigi Battistolo

Diseño de cubierta y diagramación:

Dickson Cruz Yactayo

Editado por:

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas S. A. C.

Av. Alonso de Molina 1611, Lima 33 (Perú)

Teléfono: 313-3333

www.upc.edu.pe

Primera edición: marzo de 2022

Versión e-book: marzo de 2022

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Biblioteca

Dennis Arias Chávez y Luis Miguel Cangalaya Sevillano

La tesis: mitos y errores

Lima: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), 2022

ISBN de la versión epub: 978-612-318-409-4

TESIS, INVESTIGACIÓN, METODOLOGÍA, MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN

001.42 ARIA

DOI: http://dx.doi.org/10.19083/978-612-318-409-4

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú n.° 2022-01260

Esta publicación fue sometida a un proceso de revisión de pares antes de su divulgación.

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de la editorial.

El contenido de este libro es responsabilidad de los autores y no refleja necesariamente la opinión de los editores.

Presentación

La elaboración y aprobación de la tesis representa uno de los mayores desafíos que experimenta un estudiante. Este documento, al ser altamente especializado, debe reflejar el esfuerzo, la dedicación y el aprendizaje logrado durante su formación. No obstante, son diversos los obstáculos que deben superarse para lograr el éxito. Algunos de estos están relacionados con factores individuales (la motivación, la disciplina y el tiempo que se le dedica a la tesis), académicos (la formación recibida en la universidad, la ausencia de actividades de investigación, la poca seriedad con la que se desarrollan y evalúan los trabajos académicos) e institucionales (la gestión y los servicios que ofrece la universidad para apoyar y promover la investigación, entre otros).

Si bien cada uno de estos factores incide directamente en el desarrollo de la tesis, es importante mencionar y resaltar el papel que cumplen los prejuicios que existen alrededor de la elaboración de este documento. No son pocos los que creen que su redacción es un compromiso con la paciencia, ya que elaborarlo es para un gran sector de alumnos y docentes una labor ardua que exige que el producto final busque impactar, que socialmente revolucione o transforme los conocimientos sobre los procesos del saber, o que se aporte una construcción teórica sólida y definitiva acerca del tema abordado.

Los problemas surgen cuando los profesores o los asesores de tesis no cuentan con suficientes conocimientos para guiar la investigación. En estos casos, suelen acudir a las enseñanzas de sus maestros, quienes a su vez también pueden haber adolecido de limitaciones, y así la cadena se vuelve interminable. Es este, sin duda, el origen de ideas equivocadas o de las creencias que se promueven en las aulas, sin tener un asidero científico o metodológico y que, con el tiempo, crean modelos que se alejan de la verdadera práctica científica. De todo esto surgen mitos y errores que se van asentando en la mentalidad de las personas, al punto de ser difundidos y asumidos como verdades irrefutables dentro de la comunidad académica.

Entonces, cabe preguntarse si el problema se debe a que las universidades no promueven correctamente cursos para la elaboración de la tesis o si no brindan la motivación suficiente para que el egresado se sienta seguro de asumir este compromiso. En realidad, sí lo hacen. No hay universidad en la que no se dicten cursos como Seminario de Tesis o Metodología de la Investigación, o que no incluya dentro de sus planes de titulación programas especiales que ofrecen asesoría personalizada, cursos de redacción académica u otros que complementen la elaboración de la tesis. El problema aparece por la idea equivocada de que una tesis debe representar sufrimiento y repetición de propuestas metodológicas sin fundamento; esto es, considerarla como un requisito complejo, angustiante y altamente burocrático.

En este sentido, el presente libro tiene como objetivo convertirse en una herramienta que ayude al lector a reconocer, mediante casos y explicaciones sustentadas en la tradición metodológica, los mitos y errores más comunes que existen alrededor del proceso de elaboración de la tesis y del proyecto de tesis, con el fin de poder corregirlos. Asimismo, también busca ser un recurso que sirva a los docentes como una guía para despejar dudas y mejorar las actividades desarrolladas en los cursos relacionados con el quehacer científico.

A lo largo del texto, el lector hallará explicaciones y propuestas de solución, además de temas contextualizados y originales. De igual modo, la obra brindará una ayuda razonada que no se estanque en lo meramente descriptivo, sino que permita discernir y descartar una serie de creencias equivocadas existentes sobre el proceso de elaboración de la tesis.

El libro está dividido en cuatro capítulos, cada uno con un propósito diferente. El primer capítulo expone inicialmente los aspectos esenciales de la elaboración de la tesis, los tipos de trabajos científicos, y sus características y diferencias según el nivel académico; luego, los pasos para revisar la calidad del proyecto de tesis y de la tesis en sí; y, finalmente, las cualidades del tesista y del asesor de tesis, entre otros temas de interés. El capítulo es importante como elemento introductor, ya que proporciona información contextual que servirá para esclarecer las dudas que vayan surgiendo durante el proceso de redacción.

Los capítulos segundo, tercero y cuarto están directamente relacionados con el título del libro. Buscan enumerar y explicar los mitos y errores presentes en el proceso de elaboración de la tesis y del proyecto de tesis. En ellos, el lector hallará no solo una lista detallada de mitos y errores, sino también una explicación razonada, científica y práctica de cada caso. En ello radica la diferencia fundamental entre este libro y otros similares: en la amplitud de casos y en su manera operativa de abordarlos y solucionarlos, además del uso de referencias, las que dan seriedad y rigor a las explicaciones.

El texto concluye con nueve apéndices, que brindan información complementaria para orientar al lector sobre asuntos vinculados a ciencia y tecnología, diseños de investigación y aspectos formales para redactar el marco teórico, todos ellos presentados en cuadros de resumen que permitirán una mayor comprensión. Asimismo, es importante educar nuestros sentidos para detectar cuándo estamos frente a un planteamiento ilógico o ante una falacia. Es por ello que se incluyen apartados en los que también se detallan estos aspectos.

Esperamos que, al terminar de leer el libro, el lector haya podido resolver sus dudas para que, así, pueda concluir con éxito su tesis. Esperamos también que esta obra se convierta en una herramienta útil en la formación académica de todo aquel que ha iniciado o que ya se encuentra encaminado en cualquiera de las etapas de labor investigativa.

Los autores

Capítulo I. Aspectos básicos de la tesis

Para algunos científicos, los principios de la ciencia permiten que nos acerquemos a los fenómenos con objetividad; es decir, que los resultados obtenidos como producto de la observación y del análisis no se vean influenciados por el investigador. Este hecho es el que valida todo conocimiento. No obstante, muchas veces resulta difícil dejar de lado la subjetividad, ya que lo que analizamos son, precisamente, fenómenos humanos.

El objetivo del presente capítulo es que el lector reconozca los aspectos esenciales de la elaboración de la tesis y los tipos de trabajos científicos, además de sus características y diferencias según el nivel académico.

1.1 La experiencia de escribir una tesis

La investigación es una herramienta esencial para el desarrollo del conocimiento. Por ello, son importantes el orden y la sistematización de los procesos, que se concretan en un proyecto viable para su ejecución. A esto habría que sumar que su estructura se rige de acuerdo con lo exigido en el método científico: seleccionar y formular un problema, plantearse objetivos, desarrollar un marco teórico consistente, describir la metodología, y detallar el tratamiento de los datos y su interpretación y análisis, así como la elaboración del informe final. Escribir la tesis exige desarrollar con cuidado y rigor cada uno de estos apartados.

En investigación, las ideas provienen de la recopilación de experiencias individuales o colectivas, aportes de libros, discusiones, observaciones de hechos, e incluso de creencias y fantasías. La elección de nuestro tema de tesis estará siempre relacionada con nuestros intereses, deseos, expectativas y proyecciones. Al momento de elegir un tema de investigación se presentarán muchas dudas, las mismas que alumbrarán una o varias ideas para investigar. Lo cierto es que no todas nos convencerán.

Investigar requiere tener pasión por querer descubrir el porqué de las cosas. Por eso, debemos elegir la idea que más nos motive o convenga. Si una idea inicial no nos emociona o no despierta en nosotros ningún tipo de entusiasmo, entonces debemos volver a empezar, siempre teniendo presente que para realizar una buena investigación es muy importante la intriga y, sobre todo, la persistencia.

La tesis obliga a investigar

Para iniciar una investigación es necesario tener una idea que nos acerque a la realidad problemática. El hecho de que alguien extraiga una idea de investigación de la lectura sobre regímenes políticos, producción o de una charla sobre manejo de recursos naturales y medioambiente no significa forzosamente que esta sea mejor que la de aquel que la haya obtenido mientras miraba una telenovela o una serie animada; o de aquel otro que se detuvo en un puesto de periódicos y leyó con asombro un encabezado que informaba sobre los conflictos sociales y su relación con las mafias políticas. No obstante, este primer acercamiento al fenómeno problemático no es suficiente: es necesario, además, saber reforzar y madurar esta idea hasta el punto de volverla válida, concreta y pertinente.

Para lograr esto, se hace imperativa la búsqueda de antecedentes de investigación (tesis y artículos científicos, principalmente) que hayan abordado la misma problemática que nos interesa y que nos proporcione el fundamento metodológico y teórico pertinente para plantear nuestro estudio. Asimismo, son fundamentales también la búsqueda y el acopio de información teórica sobre el tema mediante la consulta de libros, manuales o páginas de internet (proceso exploratorio).

Las ideas surgen de la realidad

Para desarrollar una investigación es sumamente importante verificar y comprobar las ideas que fueron extraídas de la realidad. Para ello, el razonamiento y el análisis son indispensables en la tarea de contrastar los hechos que sustentan dichas ideas. Así, ambas, entendidas como actividades cognitivas complejas, formarán parte del proceso de investigación junto con el empleo sistemático de la inferencia o el razonamiento deductivo. Sobre el desarrollo de la tesis, Cisneros (2012) advierte lo siguiente:

Se debe, primero, disponer de investigar científicamente, luego buscar y seleccionar la idea o tema y, posteriormente, buscar toda la información pertinente alrededor de la idea seleccionada. Dicha información se debe, en principio, compilar, seleccionar y leer. En la mayoría de las investigaciones se necesita, además, la observación del comportamiento del objeto de estudio a través de un trabajo de campo. (p. 20)

Esta secuencia, que inicia con la selección del tema y la búsqueda de información, nos permitirá mantener un orden que, además, dará coherencia al trabajo de investigación que hemos decidido realizar.

La elección del tema

La tarea de encontrar el tema de investigación obliga al investigador a ubicarse en un campo específico del conocimiento o línea de investigación. La determinación del campo disciplinario en el que se desarrollará la investigación es un paso importante, ya que nos ayudará a no divagar y a evitar tanto ambigüedades como confusiones metodológicas y científicas durante el planteamiento de nuestro problema. Emprender una investigación es un acto de sinceridad con nosotros mismos, sinceridad en el sentido de saber reconocer nuestras limitaciones y las potencialidades que nos permitan desarrollar un producto de una magnitud acorde con nuestras posibilidades. De esta manera, conocer nuestras potencialidades y los antecedentes de investigación en torno al tema elegido hará que podamos, entre otros aspectos:

Investigar sobre temas nuevos y significativos.Estructurar la idea de investigación con solidez.Tener claridad con respecto a la perspectiva desde la que se abordará la investigación.Seleccionar con pertinencia los contenidos que serán útiles en el marco teórico.

Por otro lado, los siguientes aspectos dificultarán la labor de maduración de una idea de investigación:

El exceso de información, ya que es un indicador de saturación de estudios precedentes que conlleva a la imposibilidad de poder afirmar algo novedoso sobre nuestro tema de interés.La escasa información, ya que impide construir algo nuevo al no haber bases teóricas suficientes.Acceso complicado a la información requerida y/o su compleja asimilación, ya que muchas veces los libros disponibles están en otra lengua o, simplemente, son caros o difíciles de conseguir o entender.

El tema de tesis. ¿Qué hacer con él?

Sabemos que la motivación es el motor que permite emprender cualquier actividad humana. Es común que en un inicio nuestra idea de investigación resulte siendo todavía vaga o demasiado general, que su grado de precisión nos parezca lejano y que al abordarla nos demos cuenta de que su tratamiento significará hacer un estudio de dimensiones amplísimas y hasta imposible si no se tiene claro un objetivo. Por ello, un investigador debe disponer de la motivación necesaria que le permita, en caso de emprender con un tema ya tratado, profundizar, ampliar, actualizar y, sobre todo, crear nuevos conocimientos sobre él.

En el ámbito de la investigación se entiende que problema es aquello que se convierte en objeto de reflexión y acerca de lo cual existe una necesidad de conocer, de manera que el tema, convertido en problema, resulta siendo el objeto de la investigación (Bernal, 2010). Para que un tema sea objeto de investigación debe convertirse en problema de investigación. En todo caso, un problema científico reflejará algo que no está explicado aún por la ciencia o, si lo está, será solo de manera parcial. La rapidez con que transformemos nuestro tema en un problema de investigación dependerá de factores como estos: a) la familiaridad con el tema que se tratará, b) la complejidad del mismo, c) la existencia o inexistencia de antecedentes de investigación, y d) el empeño y las habilidades personales del investigador (Díaz, 2009).

La formalización del tema

La formalización del tema es un proceso que empieza con la idea original y llega hasta la configuración definitiva de su contenido. Es común que al principio las ideas surjan sin ninguna restricción; sin embargo, a medida que el proceso de formalización va avanzando, estas van perdiendo interés o practicidad, lo que conlleva o bien a un cambio de tema, o a la pérdida de la motivación para continuar. Con el fin de superar estos inconvenientes, en la figura 1 se presenta una propuesta con acciones previas que ayudarán a todo investigador a formalizar su tema de investigación.

Figura 1

La formalización del tema de investigación

Nota. La formalización del tema de investigación. Tomado de G. Príncipe, 2016.

Precisión y claridad semántica en la redacción de la tesis

Un trabajo científico, como es el caso de la tesis, se lee con el fin de interpretar el mensaje que el autor nos intenta transmitir. Este proceso de desentrañamiento del significado del texto exige precisión y claridad por parte de quien lo redacta. Para ello, es importante considerar tanto las reglas sintácticas como las semánticas, al igual que las ortográficas que eviten el uso de expresiones ambiguas.

Un riesgo que se corre al redactar la tesis es la inclusión de información que poco o nada contribuye con aclarar o explicar el problema planteado. Existe la creencia de que escribir es un proceso solitario, una actividad que exige cierto aislamiento del escritor con el fin de trasladar al papel lo que se ha formado en su mente. Recordemos que nada de lo que hacemos en ciencia es el resultado de la actividad individual, sino todo lo contrario: escribir ciencia es un trabajo de equipo que empieza con el asesor o director de la tesis y llega hasta los profesionales que evaluarán el trabajo (Belcher, 2009). A este equipo habría que sumar a los autores consultados para formar nuestra bibliografía.

Por otro lado, sabemos que el lenguaje es un instrumento de la inteligencia. Gracias a él podemos describir y entender el mundo. Para la persona que emprende la labor de redactar una tesis, escribir es un modo de representar el mundo fáctico mediante la construcción de sentido y subjetivación de la experiencia y la interacción con los otros y con los fenómenos que le rodean. Sin embargo, la escritura científica no es una práctica libre, sino un proceso convencionalizado, regulado por normas tanto lingüísticas como sociales. Por normas lingüísticas entendemos a aspectos como la ortografía y la gramática, en tanto que con lo social hablamos de los centros de educación superior donde uno realiza su labor académica, los grupos de investigación a los que pertenece y las revistas académicas en las que se publican nuestros escritos. Así, reconocer estas prácticas de lenguaje y pensamiento, y apropiárselas mediante diversas estrategias, se denomina alfabetización académica, superior o terciaria (Carlino, 2005; Cisneros y Jiménez, 2010, citados en Sánchez, 2011).

La intertextualidad

En función de textos orales o escritos, la intertextualidad se manifiesta cuando se establece una relación entre ellos, sin importar la ubicación temporal (Centro Virtual Cervantes, 2017). De esta manera, al plantear la tesis, parte del contenido puede hacer referencia a otros trabajos, ya sea de manera textual o parafraseada, dentro de la misma época o en tiempos diferentes.

Toda cita permite sustentar nuestra contribución a partir de los textos que se han consultado, ya que el conocimiento científico no solo se basa en nuevos hallazgos, sino también en el acopio de información continua y regular. En este sentido:

Las funciones y modalidades de las citas bibliográficas varían según las áreas, carreras, disciplinas, asignaturas, tareas de escritura y géneros discursivos. No se trata simplemente de la norma de cita preferida o del conjunto de verbos de cita apropiados, sino que las prácticas de inclusión de la voz ajena manifiestan las diferentes formas en que las disciplinas conceptualizan el mundo, construyen conocimiento y elaboran su discurso. (Fahler et al., 2019, p. 556)

Todo texto es producto del diálogo constante con otros textos, lo que permite generar nuevas ideas mediante “un conjunto de mecanismos disciplinarmente específicos para relacionar de forma más o menos explícita el texto y la voz propia con otras voces y textos disciplinares” (Fahler et al., 2020, p. 556). Las referencias de textos externos son importantes en las ciencias, en especial en aquellas como las disciplinas sociales que poseen apartados construidos netamente con la revisión crítica de textos; por ejemplo, apartados como “marco teórico”, “marco referencial”, “estado del arte”, “estado de la cuestión” o “antecedentes del estudio” son construidos a partir de la lectura y el análisis que el autor realiza de la bibliografía seleccionada con profundidad, según una serie de criterios.

Normativa idiomática aplicada a la producción científica

Actualmente, existe un marcado desinterés por el manejo adecuado de las normas ortográficas y gramaticales del idioma, sobre todo en aquellos jóvenes que son influenciados por las redes sociales. Este hecho dificulta el proceso de la escritura, el cual exige la aplicación adecuada de normas que permitan su organización y una correcta interpretación. Escribir bien es un asunto de práctica social y cultural; sin embargo, los prejuicios que existen alrededor de esta actividad —como afirmar que escribir bien les compete únicamente a los profesionales de humanidades—, sumados al hábito de delegar la responsabilidad de la corrección a los correctores informáticos, vienen generando problemas que afectan la calidad de las tesis o de otros trabajos académicos.

La normativa comprende una serie de normas o reglas gramaticales y ortográficas que regulan el empleo correcto del idioma. Recordemos que la lengua estándar es aquella que es entendida por todos los hablantes y, por ello, representa la norma lingüística que se sigue dentro de una comunidad. El castellano, así como todas las demás lenguas, es dinámico, flexible y está sujeto a cambios. Estas características no alteran el hecho de que para lograr un uso eficaz es necesario que se respeten y apliquen las normas ortográficas y gramaticales en la redacción de textos.

El objetivo principal de toda lengua es la comunicación entre las personas; por lo tanto, respetar sus principios permitirá una mayor comprensión entre los involucrados en dicho proceso comunicativo. No obstante ello, es inevitable que se cometan errores durante la comunicación. Precisamente, estos errores o vicios del lenguaje pueden dañar el circuito comunicativo y, por lo tanto, afectar las relaciones humanas, tanto en el aspecto formal como en el informal.

Existen tres ámbitos importantes que regulan la normativa de una lengua: la escritura correcta, el dominio de las reglas gramaticales y el buen uso del léxico. Estos deben ser respetados para escribir con corrección y propiedad idiomática (Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, 2010).

1.2 Cualidades del tesista

Se denomina tesista a la persona que está preparando su tesis para la obtención de un grado académico superior. A lo largo de la vida académica, un estudiante debe superar una gran cantidad de desafíos, que pasan por la elaboración de diversos trabajos académicos, exposiciones y exámenes, hasta llegar a la elaboración de la tesis, que representa uno de los momentos más importantes del desarrollo académico. De acuerdo con el grado que desee alcanzar, la exigencia será menor o mayor.

Como hemos visto, toda tesis se rige por parámetros científicos, los cuales permitirán generar una estructura lógica que empieza con una idea, pasa por la búsqueda de antecedentes y bases teóricas y, finalmente, aborda las conclusiones. Por ello, es frecuente que los estudiantes sientan miedo al fracaso. Las dudas y complicaciones durante el desarrollo de la tesis pueden complicar la obtención del éxito. Pese a ello, todo tesista es, ante todo, un investigador, y como tal debe poseer las cualidades que se presentan en el cuadro 1.

Cuadro 1

Cualidades del tesista

Cualidades actitudinales

Curiosidad intelectualOriginalidad, creatividad e innovaciónPasión por la investigación Espíritu críticoFuerte sentido de la éticaPerspectiva inter-, multi- y transdisciplinaria

Cualidades conceptuales

Conocimiento teórico y empírico sobre el tema investigadoDominio de las herramientas metodológicas pertinentes

Cualidades procedimentales

Rigurosidad y objetividad en el desarrollo de la investigaciónCapacidad de planificación y manejo de tiempoHabilidad para establecer contactos que faciliten el acceso a la informaciónIdentificación de las propias limitaciones metodológicasCapacidad de generar reportes de investigación de calidad

Nota. Información adaptada de M. Ponce y M. Pasco, 2015, p. 14.

1.3 El papel de los directores o asesores de tesis

La influencia del asesor o director de tesis es muy relevante para determinar el éxito en la culminación del trabajo de tesis. Para tal fin, el asesor debe poseer habilidades y conocimientos sólidos en el campo de la investigación empírica, de forma que esto dé calidad a las relaciones y a las capacidades de orientación investigativa que brinda a los asesorados. Se trata de una interacción social que descansa en un trabajo razonable, serio y de apoyo en circunstancias buenas y malas, sobre todo en el trabajo de investigación (Escalante, 2010).

Un asesor o director de tesis es aquel que guía y corrige la investigación del estudiante. La relación que se da debe generar un espacio de encuentro entre aquel que desea aprender a investigar y aquel que tiene las herramientas y la experiencia para enseñar a hacerlo. La guía y la orientación se relacionan con aspectos como claridad, metodología, selección temática, coherencia, recolección de información y también con la retroalimentación sobre el progreso del trabajo escrito (Escalante, 2010).

Las principales características que debe poseer todo buen asesor de tesis se encuentran expuestas en el cuadro 2.

Cuadro 2

Características del asesor de tesis

Característica

Descripción

Supervisión

El asesor debe ser quien oriente, supervise y analice a tiempo los capítulos desarrollados por el tesista.

Competencia

El asesor debe ser claro con respecto a la identificación y la comunicación de los errores cometidos tanto en el proyecto de tesis como en la posterior tesis.

Efectividad

El asesor debe ser colaborativo y práctico en la resolución de los problemas que se presenten durante el proceso de asesoramiento.

Preparación

El asesor debe mostrar al asesorado el camino más sencillo en lo referente al proceso de análisis exigido según su tipo de investigación; asimismo, debe motivarlo para que pueda interpretar sus hallazgos con solvencia y seriedad.

Administración del tiempo

El asesor debe escuchar al tesista y guiar la planificación de su tiempo. Además, debe orientarlo en la dosificación para la elaboración de la tesis.

Por su parte, Morillo (2009, p. 92) refiere las responsabilidades que debe tomar en cuenta el asesor de tesis:

Identificar las habilidades investigativas del asesorado, así como sus debilidades, a fin de impulsar o explotar las primeras o contribuir a la superación de las segundas.Establecer en común acuerdo con el asesorado las condiciones de entrega y los avances de la investigación, para cumplir con los cronogramas trazados.Revisar detalladamente los avances del proyecto de investigación, colaborando en los diversos apartados teórico-metodológicos con un enfoque de evaluación formativa.Contribuir con el asesorado en la consecución de apoyo financiero y administrativo para el desarrollo de la investigación, y el requerido para la adquisición de equipo bibliohemerográfico, de laboratorio, físico e inmobiliario, de servicios y otros. Vigilar el cumplimiento y el buen uso del apoyo financiero y administrativo logrado para el trabajo.Asumir, en caso de que sea requerido, la formalidad como miembro del jurado calificador del trabajo que ha asesorado.

1.4 Tipos de trabajos científicos

Toda persona que cursa estudios superiores debe familiarizarse con documentos que se relacionen con estudios académicos, tales como monografías, tesis, ponencias o artículos científicos. En su lectura, se podrán distinguir algunas características propias de estos escritos; por ejemplo, aquellas que responden a las exigencias científico-académicas de la formalidad textual. Del mismo modo, será posible identificar las estructuras y extensiones que presentan estos trabajos según la institución que respalde dichas investigaciones.

En función de la finalidad que persigan los trabajos académicos, su clasificación puede variar. Un investigador experimentado escribirá un artículo científico para dar a conocer a la comunidad académica sus hallazgos, y un estudiante de posgrado elaborará la tesis para obtener un grado académico. Ambas circunstancias, así como cualquier otra existente, determinan el tipo de trabajo académico que se realizará.

En el cuadro 3 se presenta la distinción entre los principales trabajos científicos que se conocen en nuestro entorno académico, así como la de sus características. No realizaremos una descripción exhaustiva de todos ellos, sino solo la de aquellos que resultan de interés para el presente libro: el proyecto de tesis y la tesis.

Cuadro 3

Tipos de trabajos científicos

Proyecto de tesis

Es un trabajo previo a la elaboración de la tesis. En un proyecto de tesis no se presentan resultados, análisis o conclusiones, sino que se esbozan las líneas fundamentales de actividades de investigación por desarrollar en un futuro. Actualmente, en casi todas las circunstancias, no se concibe que pueda emprenderse una indagación científica de cierta envergadura si no va precedida de un proyecto, en el cual se expresen los antecedentes, los objetivos, los fundamentos y las bases metodológicas de la misma.

Tesis

El término tesis