Urbanismo Ecológico. Volumen 11 -  - E-Book

Urbanismo Ecológico. Volumen 11 E-Book

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La palabra ?incubar? quizás nos traiga a la cabeza un pájaro empollando huevos en su nido o cuidando de sus crías recién salidas del cascarón. Incubar se asocia a la idea de un cuidado nutritivo en el tiempo, tanto antes como después del nacimiento. Desde Londres, Raoul Bunschoten y Chora perfilan algunas de las complejas ecologías medioambientales, culturales y económicas del estrecho de Taiwán para proponer un recurso organizativo (una incubadora) que nutre los diversos proyectos antes y después de que nazcan. Los proyectos van desde investigaciones de bajo coste a pequeña escala ?calefacción por geotermia y paneles solares? hasta intervenciones más costosas a escala regional, como cinturones verdes, ecociudades y el comercio de emisiones de CO2. En este sentido, los proyectos ya no se entienden como intervenciones únicas, sino como componentes de una compleja red que las relaciona entre sí y con la ciudad. Estas relaciones contextuales y deliberativas deben nutrirse, protegerse y fomentarse a través del tiempo, de modo que incubar constituye un aspecto esencial del urbanismo ecológico.

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INCUBAR

La palabra ‘incubar’ quizás nos traiga a la cabeza un pájaro empollando huevos en su nido o cuidando de sus crías recién salidas del cascarón. Incubar se asocia a la idea de un cuidado nutritivo en el tiempo, tanto antes como después del nacimiento. Desde Londres, Raoul Bunschoten y Chora perfilan algunas de las complejas ecologías medioambientales, culturales y económicas del estrecho de Taiwán para proponer un recurso organizativo (una incubadora) que nutre los diversos proyectos antes y después de que nazcan. Los proyectos van desde investigaciones de bajo coste a pequeña escala –calefacción por geotermia y paneles solares– hasta intervenciones más costosas a escala regional, como cinturones verdes, ecociudades y el comercio de emisiones de CO2. En este sentido, los proyectos ya no se entienden como intervenciones únicas, sino como componentes de una compleja red que las relaciona entre sí y con la ciudad. Estas relaciones contextuales y deliberativas deben nutrirse, protegerse y fomentarse a través del tiempo, de modo que incubar constituye un aspecto esencial del urbanismo ecológico.

Equilibrios y desafíos de la práctica integrada

Toshiko Mori

El lujo de reducir: sobre el papel de la arquitectura en el urbanismo ecológico

Matthias Sauerbruch

Bank of America

Cook + Fox Architects

INVESTIGACIÓN DE LA GSDUn lugar en el cielo/un lugar en el infierno: operaciones tácticas en São Paulo

Christian Werthmann, Fernando de Mello Franco y Byron Stigge

In situ: la especificidad del lugar en la arquitectura sostenible

Anja Thierfelder y Matthias Schuler

Proyecto bioclimático

Mario Cucinella

Wanzhuang, ecociudad agrícola

Arup

Plan ecosistémico para la región DISEZ, Senegal

ecoLogicStudio

Ciudad vegetal: soñar con una utopía verde

Luc Schuiten

Verticalismo

Iñaki Ábalos

Prototipos urbanos

Raoul Bunschoten

Incubadora de cambio climático para el estrecho de Taiwán

Chora Architecture and Urbanism

INCUBAR

Equilibrios y desafíos de la práctica integrada

Toshiko Mori

En la discusión sobre el urbanismo ecológico, los arquitectos deben afrontar el impacto ecológico de los edificios y sus usos. En los entornos urbanos densos, la construcción ha pasado a ser la actividad que más contribuye a las emisiones de gases de efec-to invernadero. Sin ir más lejos, un 80 % de las emisiones de Nue-va York y Boston son atribuibles a los edificios, mientras que solo el 20 % es atribuible a los coches.1Los edificios son respon-sables de un tercio del consumo total de energía y de dos tercios del consumo eléctrico. Hasta un 40 % de los vertederos de Esta-dos Unidos están abarrotados de escombros procedentes de la construcción.2Este rendimiento negativo ha llevado a que arqui-tectos e ingenieros busquen sistemas interdisciplinares e inte-grados para remediar la situación. Quisiera citar ejemplos de mi propio estudio que abordan tres diferentes estrategias a partir de las cuales el urbanismo se integra con la ecología: la optimi-zación del rendimiento de los edificios, la evaluación y la mejora de la calidad de los interiores para aumentar el confort y la pro-ductividad, y la educación como infraestructura para el futuro desarrollo del urbanismo ecológico.

En su papel de laboratorio, la naturaleza siempre prueba y optimiza sus propios sistemas de una forma orgánica, pero en el diseño solo puede conseguirse mediante una intensa integración de las disciplinas. El centro de visitantes de la casa Darwin D. Martin (1905), en Buffalo, Nueva York, por Frank Lloyd Wright,

Vista de la fachada este del centro de visitantes de la casa Darwin D. Martin, de Frank Lloyd Wright

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1 Inventory of New York City Greenhouse Gas Emissions, Oficina municipal para el planeamiento a largo plazo y la sostenibilidad, abril de 2007; City of Boston Climate Action Plan Summary, Ayuntamiento de Boston, abril de 2007.

2 Hawken, Paul; Lovins, Amory y Lovins, L. Hunger, Natural Capitalism: Creating the Next Industrial Revolution, Little Brown, Nueva York, 1999, pág. 94.

3 Kats, Gregory H., “Green Building Costs and Financial Benefits”, Massachusetts Technology Collaborative, 2003, pág. 6.

reinterpreta el manifiesto de Wright sobre los principios orgáni-cos de la arquitectura al optimizar el rendimiento del edificio con tecnologías altamente organizadas e integradas. El edificio está acondicionado geotérmicamente mediante calefacción radiante y una losa refrigerante, de modo que el aire circula por convec-ción natural y mediante ventilación cruzada. Unos sensores de emisiones de CO2monitorizan la ocupación del edificio y ajustan la entrada de aire, mientras que unos sensores solares registran la radiación solar y el sombreado de modo automático. Esta opti-mización solo fue posible gracias a la estrecha colaboración de un equipo de ingenieros y consultores, que participaron desde el principio en todo el proceso de proyecto.

En los debates sobre ecología y urbanismo, se da muy poca importancia al efecto de la calidad ambiental. El Centro de Exce-lencia en Energía y Sistemas Medioambientales de Syracuse, Nueva York, reúne un grupo interdisciplinar dedicado a probar que una mejor calidad ambiental interior mejora la salud y, por ende, la productividad de sus ocupantes. Nuestro proyecto para su sede en Syracuse funciona como un laboratorio para las tec-nologías sostenibles que el propio centro se encarga de evaluar. Mediante análisis detallados de los datos del clima local, el pro-yecto demuestra cómo un edificio puede generar energía, electri-cidad y agua suficientes para su propio uso con fuentes de ener-gía renovables y alternativas disponibles en el lugar. El edificio examina también los sistemas de control microclimático, como el control individual de la iluminación, que mejora en un 7,1 % la productividad. De igual modo, y según la información actual, el control de la ventilación mejora en un 1,8 % la productividad, y el control térmico lo hace en un 1,2 %.3Traducir la calidad ambien-tal mejorada en datos sobre productividad es un poderoso argu-mento financiero a la hora de invertir en un proyecto sostenible e integrado, sobre todo ante la lentitud de la implementación de

Vista del interior del centro de visitantes

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1 Inventory of New York City Greenhouse Gas Emissions, Oficina municipal para el planeamiento a largo plazo y la sostenibilidad, abril de 2007; City of Boston Climate Action Plan Summary, Ayuntamiento de Boston, abril de 2007.

2 Hawken, Paul; Lovins, Amory y Lovins, L. Hunger, Natural Capitalism: Creating the Next Industrial Revolution, Little Brown, Nueva York, 1999, pág. 94.

3 Kats, Gregory H., “Green Building Costs and Financial Benefits”, Massachusetts Technology Collaborative, 2003, pág. 6.

INCUBAR

Suministro de calor/frío

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1 Inventory of New York City Greenhouse Gas Emissions, Oficina municipal para el planeamiento a largo plazo y la sostenibilidad, abril de 2007; City of Boston Climate Action Plan Summary, Ayuntamiento de Boston, abril de 2007.

2 Hawken, Paul; Lovins, Amory y Lovins, L. Hunger, Natural Capitalism: Creating the Next Industrial Revolution, Little Brown, Nueva York, 1999, pág. 94.

3 Kats, Gregory H., “Green Building Costs and Financial Benefits”, Massachusetts Technology Collaborative, 2003, pág. 6.

estos sistemas desde la administración y de la falta de incenti-vos fiscales adecuados y de formas justas de evaluación de los edificios basándose en sus rendimientos a largo plazo.

Abogo por la educación como la infraestructura para el futuro desarrollo y difusión de las prácticas sostenibles. Un ejemplo que combina los objetivos ecológicos, sociales y educativos es nuestro proyecto para un campus académico corporativo en Lima, Perú. Para apoyar al sistema educativo peruano, una cor-poración privada propone educar a un amplio espectro de la población con programas que van desde la educación básica general de la población rural desatendida y la capacitación de diversos oficios, hasta la formación permanente para profesio-nales y una educación global puntera para ejecutivos. Nuestro proyecto para este campus corporativo consta de edificios apila-dos en vertical a modo de mat-buildings,dispuestos alrededor de patios interiores que funcionan como espacios sociales. Den-tro del campus, los diferentes grupos de población se mezclan y se separan al tiempo que se garantiza el libre intercambio de ideas. El proyecto saca el máximo partido de la luz natural y aprovecha el clima local templado y los vientos dominantes para conseguir una ventilación pasiva. Se utilizan el clima local y los recursos naturales para crear un prototipo para una gran infraestructura educativa, así como un sistema para la integra-ción de un programa y una población diversos.

Sede del Centro de Excelencia en Energía y Sistemas Medioambientales de Syracuse. El edificio funciona como un laboratorio para las mismas tecnologías sostenibles que en él se evalúan.

Vista aérea del solar de la Interbank Corporate University

Vista del patio interior

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Equilibrios y desafíos de la práctica integrada

1 Inventory of New York City Greenhouse Gas Emissions, Oficina municipal para el planeamiento a largo plazo y la sostenibilidad, abril de 2007; City of Boston Climate Action Plan Summary, Ayuntamiento de Boston, abril de 2007.

2 Hawken, Paul; Lovins, Amory y Lovins, L. Hunger, Natural Capitalism: Creating the Next Industrial Revolution, Little Brown, Nueva York, 1999, pág. 94.

3 Kats, Gregory H., “Green Building Costs and Financial Benefits”, Massachusetts Technology Collaborative, 2003, pág. 6.

INCUBAR

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1 Inventory of New York City Greenhouse Gas Emissions, Oficina municipal para el planeamiento a largo plazo y la sostenibilidad, abril de 2007; City of Boston Climate Action Plan Summary, Ayuntamiento de Boston, abril de 2007.

2 Hawken, Paul; Lovins, Amory y Lovins, L. Hunger, Natural Capitalism: Creating the Next Industrial Revolution, Little Brown, Nueva York, 1999, pág. 94.

3 Kats, Gregory H., “Green Building Costs and Financial Benefits”, Massachusetts Technology Collaborative, 2003, pág. 6.

A menudo los efectos de los cambios de comportamiento tienen un alcance mayor que los costosos desarrollos tecnológicos, puesto que modificar los hábitos individuales produce resulta-dos que se multiplican exponencialmente. Independientemente de que la investigación se dedique a las tecnologías sostenibles, los recursos naturales ya no podrán soportar el estilo de vida de consumo sin que la población de los países desarrollados y en vías de desarrollo reciba formación sobre los beneficios y la necesidad de las prácticas sostenibles y las medidas para la con-servación de recursos. Los países más desarrollados deben for-marse para adoptar un estilo de vida más sostenible, y aquellos en vías de desarrollo deben fomentar un conocimiento básico sobre el tema para formarse en materia de salud, justicia social y derechos humanos, fundamentos del urbanismo ecológico. Pues-to que cada comunidad tiene sus propias circunstancias cultura-les, económicas y ecológicas, resulta imposible llegar a una solu-ción universal de “diseño total”, que tiende a programas totalitarios y de control que ponen en peligro los derechos huma-nos. Si lo que realmente se quiere es mantener la intensidad justa para cada entorno urbano, debe desarrollarse una estrategia adaptable y flexible, no una solución uniforme y prescriptiva, para conseguir una ecología urbana capaz de operar a múltiples escalas demográficas. Esta postura individual “de abajo arriba”, acompañada de una toma de decisiones e implementación de políticas “de arriba abajo”, hará posible un equilibrio general viable para adoptar soluciones ecológicamente inteligentes, sen-sibles y sensatas para los futuros entornos urbanos.

Una ubicación y una volumetría estratégicas sacan mayor partido de la iluminación y la ventilación naturales

El complejo educativo integra diversos programas para una población variada

1 Inventory of New York City Greenhouse Gas Emissions, Oficina municipal para el planeamiento a largo plazo y la sostenibili-dad, abril de 2007; City of Boston Climate Action Plan Summary, Ayuntamiento de Boston, abril de 2007.

2 Hawken, Paul; Lovins, Amory y Lovins, L. Hunger, Natural Capitalism: Creating the Next Industrial Revolution, Little Brown, Nueva York, 1999, pág. 94.

3 Kats, Gregory H., “Green Building Costs and Financial Benefits”, Massachusetts Technology Collaborative, 2003, pág. 6.

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Equilibrios y desafíos de la práctica integrada

1 Inventory of New York City Greenhouse Gas Emissions, Oficina municipal para el planeamiento a largo plazo y la sostenibilidad, abril de 2007; City of Boston Climate Action Plan Summary, Ayuntamiento de Boston, abril de 2007.

2 Hawken, Paul; Lovins, Amory y Lovins, L. Hunger, Natural Capitalism: Creating the Next Industrial Revolution, Little Brown, Nueva York, 1999, pág. 94.

3 Kats, Gregory H., “Green Building Costs and Financial Benefits”, Massachusetts Technology Collaborative, 2003, pág. 6.

El lujo de reducir: sobre el papel de la arquitectura en el urbanismo ecológico

Matthias Sauerbruch

Cada vez existe una mayor conciencia global de la escasez de recursos, el aumento de la huella ecológica y el cambio climático causado por un exceso de emisiones de carbono, y el urbanismo ecológico debería dar respuesta a todas estas cuestiones. Debe desarrollarse una disciplina que permita aplicar un nuevo para-digma ecológico en la ciudad, y ofrecer soluciones a la población global para adaptar su consumo a los recursos disponibles. Se trata de establecer cómo deberán operar nuestros sistemas urbanos en el futuro, dado que a principios del siglo xxila mayor parte de la población del planeta vive en las ciudades.

Desde la perspectiva de los países ricos industrializados, la tarea consistirá en reducir drásticamente el consumo de recur-sos y las emisiones de carbono. De este modo, los países del pri-mer y segundo mundo (los mayores responsables de la situación actual) no solo pueden saldar algunas de sus deudas ecológicas, sino también demostrar cómo evitar la repetición innecesaria de los errores. Para lograrlo, deben llevarse a cabo importantes cambios. Casi todos los gobiernos occidentales se han compro-metido a tomar medidas en un futuro no muy lejano, sobre todo en lo que se refiere a la reducción de las emisiones de carbono.

En general, existen dos modos para alcanzar estos ambiciosos objetivos: reducir la demanda y aumentar la eficiencia en el uso