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¡Bestseller en 29 países!
«Imprescindible para cualquier escritor».
● Utilizado en la enseñanza por sistemas educativos americanos.
● Incluido en bibliotecas de Canadá y Estados Unidos.
¿Cómo contactar con agencias literarias? ¿En qué concursos son mayores las posibilidades de obtener el premio? ¿Cómo y cuándo es más conveniente realizar una propuesta a las editoriales? ¿Qué pautas se deben seguir para autoeditar un libro con calidad profesional? Y, sobre todo, ¿cuál es la mejor opción para un autor y su obra? En
Guía para escritores: Cómo publicar un libro, se encuentran todas las respuestas cruciales acerca del funcionamiento de la industria, y saberlas, aumentará de manera exponencial las probabilidades de éxito: solo quienes tienen los conocimientos necesarios pueden distinguir los aciertos de los errores.
TÍTULOS DE LA SERIE
GUÍA PARA ESCRITORES:
1.
Cómo corregir un libro
2.
Cómo publicar un libro
3.
Cómo promocionar un libro
AUTOR
Miguel Ángel Villar Pinto (España, 1977) ha compaginado la creación literaria con la dirección de departamentos comerciales, de comunicación y corrección en el sector editorial. Es escritor profesional desde 2006 ―en España, se considera así a quien ha publicado al menos tres libros por cuenta ajena, según marca el Ministerio de Cultura para participar en su Plan de Fomento de la Lectura―. Con millones de lectores en todo el mundo, sus obras han sido
bestsellers internacionales, utilizadas por diversas instituciones como lectura obligatoria en la enseñanza, citadas en diccionarios como referencias literarias e incluidas en el patrimonio cultural europeo e iberoamericano.
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GUÍA PARA ESCRITORES
CÓMO PUBLICAR UN LIBRO
Miguel Ángel Villar Pinto
© Texto: Miguel Ángel Villar Pinto
© De esta edición: Miguel Ángel Villar Pinto
Primera edición: Independently published, 2020
Más información: villarpinto.com
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de su titular, salvo excepción prevista en la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos: cedro.org) para obtener una licencia».
ÍNDICE
Razones para publicar un libro
Consideraciones generales
Agencias literarias
Concursos literarios
Editoriales
Autoedición
Cómo crear un libro digital
Cómo maquetar un libro impreso
Cómo hacer la portada de un libro
Recapitulando
Recomendaciones adicionales
Razones para publicar un libro
Después de escribir y corregir un libro, llega el momento de publicarlo. Para ello, la primera elección consiste en decidir la implicación personal que se desea asumir en el proceso, siendo la menor delegar en una agencia literaria o, ya con iniciativa propia y por orden ascendente temporal: presentándolo a concursos, enviándolo a editoriales o autoeditándolo en una o más plataformas.
¿Cuál es la mejor opción, la más acertada? Depende del caso; se debe contestar con sinceridad a unas cuantas preguntas para saber cuál sería el cauce más adecuado, comenzando por la anterior: ¿cuánto tiempo se podría dedicar a la edición y comercialización?; ¿se quiere conseguir dinero, fama, prestigio o satisfacción personal?; ¿es el primer volumen de una serie o autoconclusivo?; ¿se pretende cimentar una carrera literaria?; ¿cuál es la capacidad económica de la que se parte, reducida o amplia?; la relación con los lectores, ¿sería cercana o distante?
Todo ello son cuestiones cruciales que determinarán la idoneidad de un camino u otro. Aunque existen excepciones ―siempre las hay―, las pautas generales serían las siguientes:
Para las agencias literarias, lo ideal es incorporar escritores cuya intención sea producir manuscritos con regularidad y de interés para el mercado. A cambio de un porcentaje de los beneficios obtenidos, invierten mucho tiempo primero en pulir los textos en colaboración con el autor; y luego, en representarlo ante editoriales nacionales y extranjeras, fomentando la traducción e internacionalización de sus obras. Es una opción recomendable, por tanto, para quienes desean desarrollar una carrera literaria sin obviar el aspecto comercial, implicarse lo menos posible en la edición y con una capacidad económica inicial limitada, ya que los costes son asumidos por cuenta ajena. Con respecto a la relación con los lectores, aunque puede ser ambivalente, es conveniente tener al menos una cierta predisposición a participar en determinados eventos de primer orden como pueden ser ferias del libro o conceder entrevistas a medios de comunicación.
Presentarse a un concurso literario y ganarlo, supone prestigio ―además de fama y dinero, en caso de ser alguno de los más reconocidos―. Lo normal es que se concedan a obras autoconclusivas, siendo el posterior proceso de edición y comercialización ―además de los costes―, por cuenta de la entidad convocante. Es una de las mejores maneras de rentabilizar un manuscrito sin intención de que haya un siguiente. La exposición pública y mediática puede ser muy exigente mientras se mantenga como noticia de actualidad, pero irá decayendo hasta el fallo de la próxima convocatoria, con frecuencia, al cabo de un año.
Realizar una propuesta a editoriales, supone una investigación previa de sus catálogos para averiguar, fundamentalmente, tres cuestiones: la primera, si la obra encajaría por temática y en qué colección; la segunda, si existe alguna parecida y hasta qué punto, dado que si son demasiado similares competirían entre ellas; y tercera, por sus lanzamientos más recientes, si lo anterior podría considerarse a favor o en contra. Por otra parte, también es necesario considerar que, cuanto más grande sea su tamaño, mayor será la inversión en la tirada inicial y, en consecuencia, el imperativo de un buen resultado de ventas. Es importante tener muy presente que, aunque se está en una industria cultural, no deja de ser un negocio, sobre todo si se tiene intención de repetir experiencia: evitar pues un balance negativo, puede conllevar un fuerte desgaste en promoción, no exento de pérdidas irrecuperables en desplazamientos y alojamientos. De ahí que tampoco deba considerarse un demérito sino una estrategia sensata empezar en sellos pequeños o medianos para ir construyendo una base sólida de lectores, y luego ir ascendiendo de manera progresiva. De hecho, es lo más habitual; después de tener tres libros publicados por cuenta ajena, se puede optar sin restricción alguna a todos los canales complementarios a la actividad creativa, conllevando a su vez un aumento de visibilidad y reconocimiento. Las editoriales lo saben, y es una de las principales razones por las que un novel lo tiene más difícil para generar interés en su ópera prima, aunque no imposible, como se explicará en el apartado correspondiente.
Por último, la opción más accesible y, al mismo tiempo, más exigente para el escritor: la autoedición. Dentro de ella, habría tres alternativas en función de los conocimientos, la situación financiera y la disponibilidad de cada uno. La primera, implicaría una fuerte inversión económica para contratar los servicios de profesionales del sector para cada fase, esto es, lectura, informe, corrección/revisión, ilustración, maquetación, diseño, impresión, distribución, comercialización y promoción; la segunda, formarse en estos aspectos y llevarlos a cabo por uno mismo con eficacia, minimizando con ello costes aunque se dispare el factor tiempo; y la tercera, solo aconsejable si es por satisfacción personal o por afición, obviarlo todo. Las probabilidades de éxito de esta última son mínimas, aunque se dan casos en los que ocurre, no tanto en los propios canales de venta ―donde suelen acumular valoraciones muy negativas― sino en plataformas en las que prima el componente social. La primera y, sobre todo, la segunda, pese a no gozar del mismo prestigio institucional que la edición por cuenta ajena, pueden resultar muy lucrativas y liberadoras, en especial para escritores experimentados, bien posicionados y con una masa crítica de lectores, más aún si se trata de series o sagas; aparte de que, si se consigue destacar de manera notoria, con asiduidad también acostumbran a interesarse agencias, editoriales o productoras en la cesión de derechos. No obstante, es imprescindible una vinculación directa ―aunque sea virtual― con el público objetivo puesto que el autor es el único canal existente para divulgar su obra.