4,99 €
La colección Salmos está basada en la gran obra de estudio y referencia El Tesoro de David. En ella encontraremos el mensaje de las Escrituras; desde los hechos de la creación narrados en Génesis, pasando por la historia de Israel y los profetas, hasta la encarnación, vida y muerte expiatoria de Jesús el Mesías; su resurrección, ascensión a los cielos y segunda venida. "Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!" (Salmo 8:1).
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
El Nombre
SALMO DEL ASTRÓNOMO
Salmo 8
C. H. Spurgeon
Editor Eliseo Vila
COLECCIÓN SALMOS
El Tesoro de David
EDITORIAL CLIE
C/ Ferrocarril, 8
08232 VILADECAVALLS
(Barcelona) ESPAÑA
E-mail: [email protected]
Internet: http://www.clie.es
© 2017 Eliseo Vila Vila para la presente versión ampliada.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917 021 970 / 932 720 447).
© 2017 Editorial CLIE
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera
Revisada® RVR®
Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing, Inc.®
Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.
COLECCIÓN SALMOS
EL NOMBRE
ISBN: 978-84-16845-67-5
eISBN: 978-84-17131-18-0
VIDA CRISTIANA
Crecimiento espiritual
SALMO 8
Reina Valera Revisada (RVR)
La gloria de Dios creador.
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.
8¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!
Has puesto tu gloria sobre los cielos;
2Por boca de los niños y de los que maman, afirmas tu
fortaleza frente a tus adversarios,
Para hacer callar al enemigo y al rebelde.
3Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
4Digo: ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes,
Y el hijo del hombre, para que cuides de él?
5Le has hecho un poco inferior a los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
6Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste bajo sus pies:
7Ovejas y bueyes, todo ello,
Y aun las bestias salvajes,
8Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto surca las sendas de las aguas.
9¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
1
Título: «Al músico principal sobre Gitit1. Salmo de David». Desconocemos el significado exacto de la palabra “Gitit”. Algunos piensan que se refiere al territorio de Gat, y que por tanto puede indicar alguna melodía o tonada que se cantaba allí: un instrumento musical inventado por sus habitantes; o un cántico de Obed-Edom, el geteo2, en cuya casa estuvo alojada el Arca3; o mejor aún, un cántico que se cantaba sobre la gesta relativa a Goliat de Gat4. Investigando las raíces del hebreo, otros piensan que se refiere a un cántico para las prensas de vino, es decir, un himno gozoso dedicado a los comerciantes de uvas5. El término Gitit se aplica a otros dos salmos más: Salmo 81 y Salmo 84; y como ambos son salmos de gozo, cabe deducir que cuando la palabra Gitit se incluye en el título estamos ante un himno de alegría y deleite.
A lo que a nosotros corresponde, pienso que podemos titular este salmo como «EL SALMO DEL ASTRÓNOMO». Zarpemos, pues, cruzando los mares y entonémoslo mientras contemplamos extasiados los cielos estrellados en la magnificencia crepuscular del atardecer, pues es más que probable que estas fueran las circunstancias en las que sus estrofas acudieron a la mente del autor. El Dr. Chalmers6 comenta al respecto: «No hay mejor escenario para la meditación y para motivar el alma al recogimiento piadoso, que la bóveda celeste de una noche estrellada». La luna y las estrellas, ¿qué son en realidad? No forman parte de nuestro mundo y, sin embargo, nos elevan por encima de él. Cuando las contemplamos es como si nos sintiéramos despegar de esta tierra y, en sublime abstracción, nos eleváramos unos instantes por encima de ese teatro de pasiones y ansiedades humanas en el que transcurre nuestra existencia. Contemplando un cielo estrellado la mente se abandona a sí misma entregándose a un mágico ensimismamiento, y se ve transportada, en el éxtasis de sus pensamientos, a regiones distantes y remotas jamás exploradas. Contempla la naturaleza en toda la simplicidad y a la vez grandeza de sus elementos, y con ello al Dios de la naturaleza investido con sus más altos atributos de sabiduría y majestad.
C. H. SPURGEON