Journal X – Residuos peligrosos - Kit A. Rasmussen - E-Book

Journal X – Residuos peligrosos E-Book

Kit A. Rasmussen

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Beschreibung

Entre las cenizas de la casa incendiada del detective Madsen, Anders encuentra una vieja caja de metal. Está llena de expedientes antiguos. Son casos sin resolver que Madsen estaba investigando. Pero ahora él está muerto. En "Residuos peligrosos", Anders y Kalle intentan averiguar cómo el cuerpo de Berit Villum acabó en el contenedor de basura de un bar. Fue golpeada con un objeto contundente en la nuca. Murió a consecuencia del golpe. Berit trabajaba en el centro de gestion de residuos que la clase de Anders y Kalle está a punto de visitar. Como siempre, los dos andan buscando pistas. Pero tendrán que encontrar cuatro barriles de residuos peligrosos para poder avanzar en la resolución del caso.

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Kit A. Rasmussen

Journal X – Residuos peligrosos

Translated by Juana Moreno García

Saga Kids

Journal X – Residuos peligrosos

 

Translated by Juana Moreno García

 

Original title: Journal X - Farligt affald

 

Original language: Danish

 

Copyright ©2019, 2024 Kit A. Rasmussen and SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788728503386

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

www.sagaegmont.com

Saga is a subsidiary of Egmont. Egmont is Denmark’s largest media company and fully owned by the Egmont Foundation, which donates almost 13,4 million euros annually to children in difficult circumstances.

CONFIDENCIAL

El olor a quemado le inunda la nariz. Anders mira a su alrededor: no hay ni un alma, la calle está

oscura y desierta, así que decide pasar por debajo de la cinta de plástico roja y blanca de la policía.

Rodea la casa de Madsen o, más bien, lo que queda de ella. Prácticamente ha ardido por completo. «Prohibido el paso», dice un enorme cartel amarillo.

Detrás de la casa hay un contenedor grande con muchos trastos. Coge un palo y se pone a revolver dentro. ¡Uf! ¡Cómo huele! Ve ropa llena de hollín, libros, cristales rotos... y un sofá a medio quemar.

¿Es ahí donde encontraron el cuerpo de Madsen? El padre de Kalle había mencionado algo sobre

un incendio provocado. ¡Vamos, no fastidies! ¡Como si alguien quisiera asesinar a Madsen, ese

viejo loco decrépito! Anders sigue curioseando un poco más.

 

En realidad, no es más que un montón de basura, nada divertido. Está a punto de irse, cuando ve una

caja de metal completamente abollada. «PRIVADO», pone en la tapa. ¡Bingo! Anders tiene

que subirse al contenedor para poder sacarla. Se araña con un clavo, «¡mierda!», pero consigue abrirla. Está llena de carpetas y papeles. Hay un montón de impresos con anotaciones.

Enciende la linterna de su móvil para poder echarle un vistazo a todo. Hay una gruesa carpeta donde pone «Expediente 46»; en otra se puede leer «89». Son archivos con informes policiales. Tiene sentido. Madsen era detective de la policía judicial. Cierra una de las carpetas y en el anverso ve un sello que pone «CONFIDENCIAL». ¡Joder! Está deseando enseñarle a Kalle lo que ha encontrado.

CAPÍTULO 1

—Esta mañana, mi madre le ha echado a mi padre una bronca de quince minutos —le comenta

Anders a Kalle levantando la vista del libro de Ciencia y Tecnología que tiene sobre la mesa de la sala.

—¿Y eso? ¿Por qué? —pregunta Kalle sin apartar la vista del texto. Está leyendo por encima la pregunta del profesor, pero no le encuentra ningún sentido.

—Encontró dos pilas en la basura —dice Anders.

—Las pilas no se deben tirar a la basura —comenta Kalle—. Hay que tirarlas a un contenedor especial de residuos peligrosos.

Habían dado un tema específico sobre residuos en la clase de Ciencia y Tecnología y aún tenía toda la información sobre la clasificación de los residuos grabada en su cerebro. ¡Incluso soñaba con residuos!

—Eso es exactamente lo que dijo mi madre. Fíjate si es un tema importante, que, como medida de concienciación, mañana vamos a ir con la clase a visitar el Centro de Gestión de Residuos.

—A tu madre le obsesiona todo lo que sea clasificar y reciclar, ¿eh?

—Sí —dice Anders poniendo los ojos en blanco—. Le dijo que debería dar ejemplo,

 

especialmente porque hay un niño en casa.

—¿Un niño? ¿Eso dijo? —ríe Kalle.

Anders suspira.

—Sí. Como si fuera uno de esos niños pequeños que no pueden pensar por sí mismos.

—¿Y qué respondió tu padre?

—Que si yo realmente tenía que aprender algo sobre la clasificación de residuos, debería empezar por mi habitación.

Kalle vuelve a reír.

—Bueno, probablemente no volverá a atreverse a tirar pilas a la basura si tu madre le monta un pollo así cada vez.

—No, desde luego —responde Anders y, cambiando de tema, añade—. ¿Qué haces?

—Nada. Vaaale, sí, estoy leyendo esto, pero es bastante aburrido. — Anders cierra el libro de golpe—. ¿Por qué no hacemos otra cosa?

—Me parece perfecto —responde Kalle apartando el libro.

—Podríamos… —Anders señala su habitación.

—¿Los expedientes de Madsen? ¡Por supuesto!

—¡Quién llegue primero elige el caso! —grita Anders, que sale pitando del sofá haciendo retumbar todo el salón.

—¡Mierda! —masculla Kalle tirando el libro.

Anders ya está en las escaleras cuando Kalle lo agarra del brazo y lo retiene.

—¡Eh, suelta! —grita Anders—. Eso no vale. ¡Eres un tramposo!

Anders trata de empujar a Kalle. Kalle aprovecha la oportunidad, se cuela por debajo del brazo de Anders y corre escaleras arriba.

—¡Eh, tú! —chilla Anders. Sube las escaleras pisando los talones a Kalle.

—¡Ja, ja, ja! —ríe Kalle. Al llegar a la puerta, le pone la mano encima—. He llegado primero.

—Solo porque has hecho trampa —responde Anders.

—Deja de engañarte y asúmelo: estoy en mejor forma que tú.

Kalle abre la puerta.

—Pero si —dice Anders— te he dejado ganar.

—¡Ah, sí! ¿Eso has hecho?

—Sí. —Anders se quita un mechón de pelo de la frente y separa la cama de la pared.

 

Abre el baúl y saca la caja.

—No soy capaz de elegir entre tantos casos. Hazlo tú —dice, y luego se tumba en la cama.

Kalle abre la caja.

—Voy a buscar el mejor caso de todos.