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- Herausgeber: SAGA Egmont
- Kategorie: Für Kinder und Jugendliche
- Serie: Mi gran secreto
- Sprache: Spanisch
- Veröffentlichungsjahr: 2023
Todo el mundo tiene secretos, pero algunos son más difíciles de guardar que otros. Zahira se encuentra en una situación difícil que no ha contado a nadie: le da miedo quedarse sola en casa. Al resto de sus amigas no les importa un poco de soledad, de hecho les gusta. Sin embargo, Zahira tiene una imaginación muy activa, lo que es una ventaja a la hora de escribir una historia o una obra de teatro para el concurso de talentos del colegio, pero cuando está sola, esas historias de terror pueden llegar a parecer demasiado reales. Aun así, Zahira está decidida a superar sus miedos.
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Seitenzahl: 33
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Kit A. Rasmussen
Mi gran secreto: Zahira
Traducción de Begoña Mansilla Sánchez
Saga Kids
Mi gran secreto: Zahira
Translated by Begoña Mansilla Sánchez
Original title: Min største hemmelighed - Zahira
Original language: Danish
Copyright ©2021, 2023 Kit A. Rasmussen and SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788728270615
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
www.sagaegmont.com
Saga is a subsidiary of Egmont. Egmont is Denmark’s largest media company and fully owned by the Egmont Foundation, which donates almost 13,4 million euros annually to children in difficult circumstances.
Capítulo 1
—¿Os habéis enterado? —grita Tine cuando entra en clase.
Inger, Kiki y yo levantamos la vista.
—¿Si nos hemos enterado de qué? —pregunto.
Parece que ha venido corriendo, porque está jadeando y no le salen las palabras. Kiki le da una palmada en la espalda y se ríe.
—Respira un poco, y luego nos cuentas de qué no nos hemos enterado.
Tine jadea, asiente y deja la mochila en el suelo.
—Uf —resopla—. ¿Os habéis enterado de que en el colegio van a hacer un concurso de talentos como los de la tele?
—¿En serio? —exclamo.
—Seguro que hay muchos alumnos que tienen algún talento —dice Inger sonriendo.
—Claro —responde Tine riéndose— A todo el mundo se le da bien algo, ¿verdad? ¿Vais a apuntaros?
Kiki se encoge de hombros.
—La verdad es que no sé qué podría hacer en un concurso; no creo que sea muy divertido ver a alguien hacer pasteles, ¿no?
—Si luego se los das a probar a los demás, tienes las de ganar —respondo y Kiki sonríe.
—A lo mejor yo podría participar con mi perro, podría enseñarle a hacer unos cuantos trucos —dice Inger dando palmas.
—Buena idea, a todo el mundo le gustan los animales monos —contesto.
—¡Y Topper es monísimo! —exclama Tine—. Es el perro más adorable que he visto en la vida.
—¿Y tú qué harías? —pregunto mirando a Tine.
—Yo… No lo sé —responde riéndose—. Supongo que prefiero ser espectadora. Apuesto a que Astrid y Clara de la clase B harán un espectáculo de saltos, lo hacen genial.
—La gimnasia y el baile quedan bien en un escenario, y las canciones y las acrobacias de perros, claro —dice Kiki—. Pero ¿y si tu gran talento es hacer puzles?
Me río a carcajadas.
—A lo mejor no pasa nada si no todo el mundo quiere participar en el concurso, porque en ese caso tardaríamos años en ver todas las actuaciones.
—Otra idea que podría funcionar sería participar en grupo —dice Kiki dándose toquecitos en el labio.
—¿Y si participamos las cuatro juntas? —pregunta Tine mirándonos—. Podríamos inventarnos una actuación en grupo antes de que todos los demás tengan la misma idea.
—Pero ¿qué podemos hacer juntas? —pregunta Inger con el ceño fruncido y seguramente pensando en las acrobacias que le enseñaría a Topper.
—Mmm… Podríamos… —murmura Kiki.
—Podríamos escribir una canción e interpretarla —dice Tine, pero luego se ríe y añade—: Bueno, si no desafináramos, claro.
—Podríamos representar una obra de teatro corta o hacer un número cómico —respondo—, y podría salir un perro.
El ceño fruncido de Inger desaparece.
—¡Qué buena idea! Pero… —se interrumpe.
