Los Ursitory - Matéo Maximoff - E-Book

Los Ursitory E-Book

Matéo Maximoff

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Beschreibung

Escrito en francés en 1939, esta primera novela del escritor gitano Mateo Maximoff fue publicada después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946. Posteriormente fue traducida a varios idiomas como alemán, italiano y griego. Pero este escritor nacido en Barcelona, en 1917, nunca había sido al traducido a lengua castellana. Editorial Kohelet ha asumido el desafío de traducirlo y publicarlo en castellano, catalán, ruso e inglés. Mateo nos lleva a Rumanía, hogar de parte de sus ancestros, entre el pueblo Rom, gitanos de los Balcanes y de Europa del Este. Mateo escribió esta novela con 21 años, durante 31 de los 110 días que pasó encarcelado por una causa de la que finalmente salió absuelto. Fue su joven abogado quien lo animó a escribir lo sucedido, y le proveyó a este joven autodidacta, papel y lápiz para narrar la pelea en la que se había visto envuelto junto a su clan. Pero la escritura lo llevó a relacionar su experiencia con un antiguo mito al que podemos rastrear hasta el año 1000 en Islandia. En circunstancias que hundirían a cualquiera, al ser encarcelado injustamente, Mateo transforma el mito en novela, y el joven sale de prisión convertido en escritor. Es el primer escritor gitano francés.

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Los Ursitory
los ángeles del destino
Matéo Maximoff
Kohelet
Derechos de autor © 2024 Editorial Kohelet
Título original: LES URSITORY – Les anges du destin Primera edición en Editorial Kohelet: junio de 2024 Primera edición en francés en 1946 Copyright ©Matéo Maximoff (1988 tercera edición) Copyright de la traducción ©Elizabeth Giuffré ISNI 0000 0005 1423 4809 Copyright del prólogo ©Elizabeth Giuffré Copyright de la biografía ©Nouka Maximoff Derechos reservados para todas las ediciones en castellano: ©Editorial Kohelet C/Circunvalación Encina 23, 7 C 18015 Granada (España) E-mail: [email protected] www.kohelet.es ISNI 0000 0000 7101 8807 ISBN: 9788412813906 Depósito legal: GR 1183-2024 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar y escanear algún fragmento de esta obra.
Sobre el pozo hay un árbol. De ahí vienen Urour, Veroandi y Skulda. Sabias que graban en tablas de madera y en troncos de árboles, la existencia de los hombres y así fijan sus destinos.
Colección Matéo Maximoff La primera edición francesa de Les Ursitory fue publicada justo después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946. Durante la guerra Matéo sufrió el horror de los campos de concentración, como muchos otros de su pueblo. Por eso pasaron muchos años hasta la publicación de este libro, escrito en 1938. Matéo era parte del pueblo gitano, siempre viajando, en una época donde muy pocos sabían leer y escribir. Y él lo sabía. Como narrador tenía un gran talento y se atrevió a escribir.  Esta primera novela fue seguida rápidamente por otras dos: Le Prix de la liberté y Savina. En noviembre de 1961 Matéo tiene una experiencia espiritual que cambia su vida. Esto se descubre en sus obras posteriores. Matéo siguió siendo comunicador de la cultura gitana, y recorrió treinta y tres países dando testimonio de su encuentro con Dios. Otras obras que serán traducidas y publicadas próximamente: Le Prix de la liberté (1946) Savina (1957) La septième fille (1958) Condamné à survivre (1984) La poupée de Maméliga (1986) Vinguerka (1987) Dîtes-le avec des pleurs (1990) Ce monde qui n’est pas le mien (1992) Routes sans roulottes (1993)
Colección Matéo Maximoff
Contenido
Página del título
Derechos de autor
Dedicatoria
Epígrafe
Introducción
Prólogo
Primera parte
Un día de fiesta
Ursitory
La tercera noche
Los Ursitory no mienten
La audacia de Tereina
En casa del barón Tilesco
Segunda parte
Arniko
Las memorias de Arniko
Tercera parte
Parni
Entre los Minesti
La tercera petición
Suicidio
La expedición
La fuerza de Arniko
La explicación
Tekla
La kris
Duelo gitano
Cuarta parte
La boda de Arniko
El secreto de Tereina
Helena
El arma de Orka
Glosario
Introducción
Matéo Maximoff, escritor gitano
Matéo nació en 1917 en Barcelona, España, donde su familia, se refugió después de haber recorrido muchos países del Este y Oeste de Europa, tratando de escapar de la Primera Guerra Mundial. Algunos años más tarde, en 1920, sus parientes se instalaron en Francia, inicialmente como nómadas, sin domicilio fijo, después, ya sedentarizados vivieron en barracas de madera en Pantin, cerca de Paris, en lo que aún se llama «la zona».
Su padre, era un rom kalderash (calderero) que había salido de Rusia con toda su familia (alrededor de 200 personas) al comienzo del siglo XX para huir de los bolcheviques. Su madre, provenía de una familia de manouches de Francia. Antes de esto, sus ancestros habían vivido durante cinco siglos como esclavos en Moldavia y en Valaquia, principados de la actual Rumanía. Matéo nunca pisó una escuela. Su padre, que era calderero, hablaba mal el francés y su madre, era artista de circo, y analfabeta. A los cinco años él ya hablaba varios idiomas, pero no sabía escribir porque nadie le había enseñado. Su padre, que sabía leer y escribir un poco, le enseñó a contar (importante para el trabajo) y después le enseñó a escribir las letras del alfabeto. Esa fue toda su instrucción. El resto, lo adquirió solo.  Totalmente autodidacta, se alimentó de todo lo que caía en sus manos: periódicos, revistas, novelas de baja calidad y de grandes autores clásicos.
Su madre murió cuando él tenía ocho años y su padre murió algunos años después. A los 14 años, era el mayor de cinco niños y tuvo que trabajar para alimentar a sus hermanos y hermanas. Inicialmente trabajó como calderero, igual que su padre. A la edad de diecisiete años, lo casaron con una mujer mayor que él, con la que tuvo un hijo, Bourtia. Pero el matrimonio salió mal, Matéo se separó y se distanció de su familia rom. En 1935, luego de esa separación, Matéo partió en busca de la familia manouche de su madre, que viaja en caravana por el centro de Francia. Durante dos años, compartió la vida nómada con sus tías y tíos maternos y con sus primos. Fue a la vez feriante, vendedor ambulante y lo mejor: proyectaba cine de manera itinerante en diversas aldeas. El cine fue su nueva pasión y descubrió, entre otros, las películas de Harold Lloyd, Buster Keaton y Charlie Chaplin. Mas tarde colaboraría primero como figurante, y luego como asistente de figuración en numerosas películas.
En esta época, cuando él tenía 21 años, un hecho dramático lo llevó a la escritura. En Auvergne, cerca de Clermont-Ferrand, dos familias manouches se enfrentaron violentamente por el honor de una joven. Una de esas familias era la de Matéo. Hubo numerosos heridos y varios muertos. Matéo, como otros miembros de su clan, fue arrestado y puesto en prisión bajo la acusación de asesinato colectivo. Pero Matéo no había matado a nadie, solo trató de proteger a los suyos. En la cárcel, Matéo escribe una carta a su abogado, un joven becario llamado Jacques Isorni que más tarde sería famoso por su defensa del mariscal Pétain. El abogado, sorprendido por la desenvoltura con la que se expresaba por escrito el joven gitano, le pide que cuente con detalle su versión de los hechos para poder fundamentar su defensa. Matéo lo hizo y en algunos folios describió lo sucedido esa trágica noche. El abogado Isorni, impresionado por la personalidad de Matéo, presiente que se halla ante un narrador genuino, talentoso y posiblemente, un escritor. Le provee papel y lápices y lo anima a aprovechar su encarcelamiento para escribir. Finalmente se desestimó el caso, pero la detención provisoria duró tres meses durante los que Matéo no cesó de escribir todo lo que se pasaba por su cabeza: su propia historia, la de su familia, crónicas y poemas y, sobre todo, su primera novela Les Ursitory, que solo fue publicada varios años más tarde a causa de la guerra: era 1938 y ya se podía oír en Europa el ruido de las botas.
Ese fue un periodo muy difícil para los gitanos. Pocos lo saben, pero los gitanos fueron perseguidos al igual que lo judíos, como indeseables y gente de una raza inferior y más de quinientos mil perecieron en los campos nazis. Por suerte, Matéo y su familia escaparon de la deportación hacia los campos de la muerte. Pasaron casi toda la guerra bajo arresto domiciliario en los campos de internamiento de Gurs y de Lannemezan en los Pirineos, en condiciones terribles que le dejaron secuelas físicas y psíquicas. A menudo recordará en sus escritos su sufrimiento y el de su pueblo durante este periodo. Durante su internamiento en los campos, escribió numerosos relatos, borradores de novelas y poemas, basados en lo narrado por su tío abuelo Savka. La mayor parte de esos escritos, lamentablemente, han sido destruidos o simplemente se perdieron. Cuando terminó la guerra, él y su familia, así como centenares de otros roms y refugiados de todo tipo, españoles, italianos y otros, se instalaron en las barracas, en tiendas y en caravanas en el cinturón de Paris, en «la zona».
La primera novela de Matéo, Les Ursitory, fue publicado en 1946 en Flammarion gracias a la perseverancia del abogado Isorni que se había hecho amigo del joven hombre. La novela tuvo un éxito inmediato desde su publicación. Ese joven gitano que escribe con un estilo tan particular, agudo y vivo, intriga y seduce. No tardó en adquirir cierta notoriedad en los medios literarios. Periódicos, la radio y la televisión de los años ‘50 le dedican artículos y emisiones. Durante un largo periodo él solo escribe para periódicos y revistas. En la década de los ‘50 retoma la escritura y publica en Flammarion dos nuevas novelas: Le prix de la liberté y Savina. Encadena entrevistas y conferencias sobre los gitanos y participa en la creación de asociaciones como Les Etudes tsiganes. El mundo del cine lo llama frecuentemente por películas donde aparecen gitanos: Singoalla (1949), La caraque blonde (1953), Elena et les hommes (1956), Goubbiah mon amour (1956), Cartouche (1962), Les amants de Teruel (1962), Kriss romani (1963). En esta época se acercan muchos productores para poner en escena Les Ursitory, pero ningún proyecto salió adelante.
En 1952, Matéo se casa con Jacqueline, una joven suiza con quien inició una relación epistolar y que se enamoró de él leyendo sus libros y cartas. Ella tenía una hija de un primer matrimonio llamada Carmen. Se instalaron juntos en Montreuil-sous-Bois donde vive la familia rom de Matéo. Jacqueline es rebautizada por la familia como Tita y su hija Carmen como Savina. Algún tiempo más tarde, en 1953, nace de este matrimonio una niña a la que llaman Nouka.
El comienzo de los años ‘60 marcó un giro decisivo en su vida. Hacía tiempo que él escuchaba hablar sobre un nuevo movimiento religioso que alcanzó a muchos gitanos: el movimiento evangélico. Tocado por la gracia, se convierte y su fe es tan fuerte que en algunos meses llega a ser pastor y misionero de la Mission Evangelique des Tsiganes de France. Consagra su vida a Dios y recorre el mundo en busca de sus hermanos roms para llevarles el evangelio. Su nueva labor lo lleva a traducir la Biblia al dialecto kaderash de la lengua romaní, pero solo fueron publicados el Nuevo Testamento y los Salmos. Sin embargo, su compromiso religioso no puso fin a su actividad literaria, sino todo lo contrario. Escribió las novelas: La septième fille, Condamné à survivre, La poupée de Maméliga (novelas fantásticas), Vinguerka, Dîtes-le avec des pleurs, Ce monde qui n’est pas le mien y Routes sans roulottes, que es una autobiografía. Todos sus libros fueron publicados en francés y traducidos a una decena de idiomas. En 1986, su obra literaria es coronada por la entrega de la medalla de Chevalier des Arts et des Lettres. Él mismo funda, en 1983, el Prix Romanès destinado a promover la cultura gitana.
Matéo Maximoff no solo fue un conocido escritor sino también un narrador, poeta, cineasta, fotógrafo, reportero, militante de la causa de los roms y también un pastor. Su apasionante vida fue objeto de una biografía escrita por su amigo Gérard Gartner: Matéo Maximoff, carnets de route, así como de numerosos artículos en la revista Etudes tsiganes que en 2017 le dedicó un número especial de 160 páginas. Su nombre es citado en casi todos los libros que aparecen o han aparecido concernientes a los gitanos. Desde 2014 una mediateca en Paris lleva su nombre.
El primer objetivo de Matéo, al escribir sus libros fue, sobre todo, hacer conocer la cultura gitana a los gadyés (los no gitanos) de todo el mundo.
También había hecho suya la misión de preservar esa cultura esencialmente oral, dejando una huella escrita y duradera que permita a las generaciones futuras llegar a conocerla. Posteriormente tradujo algunos de sus libros en lengua romaní, pero nunca han sido publicados, básicamente por problemas técnicos con la transcripción de una lengua que no tiene escritura uniforme.
Las novelas y los cuentos de Matéo son de interés etnográfico para científicos e investigadores porque se sitúan en Rumanía durante el tiempo de la esclavitud (Le prix de la liberté), en la Rusia de los zares posterior a la revolución bolchevique (Vinguerka, Ce monde qui n’est pas le mien), en una Europa conmocionada por la Segunda Guerra mundial (Condamné à survivre), en los campos de internamiento (La septième fille). Las dos novelas autobiográficas: Dites-le avec des pleurs y Routes sans roulottes se acercan más al mundo contemporáneo. Todas sus novelas dan un enfoque particular sobre estos periodos de la historia de Europa y sobre la historia de los gitanos en Europa. Por otra parte, todas las historias que se desarrollan entre los gitanos aportan mucha información sobre las costumbres, tradiciones y creencias ancestrales de ese pueblo.
Matéo Maximoff murió el 24 noviembre de 1999 en Romainville. Sigue siendo hoy el primer y más célebre escritor gitano del siglo XX. Su personalidad fuera de lo común, su obra prolífera y su compromiso con los roms hacen de él un autor imprescindible de la literatura gitana en el mundo.
Nouka Maximoff
Prólogo
Matéo Maximoff nació en Barcelona en 1917. Con veintiún años escribió Les Ursitory, su primer libro. Abrir cualquiera de sus obras nos lleva al encuentro de un autor gitano, que escribe en francés, con apellido ruso. Dejemos que él mismo lo explique:
«Cuando mi bisabuelo fue al Registro Civil, medía 2’10 metros y pesaba 180 kilos. Cuando el empleado le preguntó qué nombre quería, él respondió: "El más grande" (Maximoff). Y así es como se ha llamado mi familia desde entonces».[1]
Años más tarde su familia salió de Rusia y atravesó Europa hasta llegar a Francia, donde Matéo viviría casi toda su vida.
Al pensar en explicar las novelas que he leído de Matéo Maximoff, lo primero que surge en mi mente es la escena donde Lucy atraviesa el armario y descubre Narnia, un mundo que, hasta ese momento no sabía que existía.
En este libro nos esperan los Roms, Matéo Maximoff siempre los nombró en mayúsculas. En lengua romaní, rom es el hombre de la comunidad de los roms, gitanos de los Balcanes y de varios países de Europa del Este. Rom también se usa como sinónimo de marido o esposo. El femenino es romni. He querido mantener esta manera de designarlos en todo el libro, porque creo que denota amor y respeto por este pueblo. Y desde este primer libro podemos descubrir entre líneas, la intención pedagógica de Matéo Maximoff explicando desde dentro las historias, costumbres y creencias de los roms; mientras resalta los diferentes roles que las mujeres desempeñan en la comunidad, al punto de hacernos pensar quiénes son los verdaderos ángeles del destino.
Este texto surge de su experiencia de vida, de la escucha atenta a las historias provenientes de la memoria de sus familiares y conocidos, recogiendo con una actitud precoz para su edad, una amplia colección de relatos orales, para ponerlos por primera vez sobre el papel. Y así, abre ante nosotros la oportunidad de entrar en su comunidad y conocer a los roms.
Matéo Maximoff tardó treinta y un días en escribir este libro mientras estaba en la cárcel. Fue su joven abogado quien lo animó a narrar los hechos que lo habían llevado a ser detenido. Esta dura experiencia duró ciento diez días, pero cuando el joven Matéo salió había cambiado: ahora era escritor. El primer escritor gitano en lengua francesa.
Este libro ha sido traducido al inglés, sueco, alemán, neerlandés, italiano y griego. Nosotros tenemos el privilegio de traducirlo a castellano, catalán, inglés y ruso. Es nuestro reconocimiento a su legado, con intención de dar a conocer su obra a quienes no pudimos conocerlo mientras vivía.                                                    
Elizabeth Giuffré
Primera parte
Tereina
Un día de fiesta
La historia que vas a leer es la más extraordinaria que los roms han conocido.
Era la víspera de Navidad. En el claro del bosque se reencontraban los roms, para celebrar la fiesta según su costumbre.
Han traído vinos y otras bebidas, cerdos, aves de corral y harina, lo que les permitiría vivir dignamente hasta el año nuevo. Por la tarde, más de cincuenta carromatos acampan cerca del bosque.
Se han reunido muchos grupos de gitanos, algunos enemigos feroces, que debían olvidar sus rencores durante esta semana de fiesta.
Pero lamentablemente, los rencores crecen en secreto en los corazones de los lobos y, cuando las fiestas acaben, despertarán de manera terrible.
En la noche que llamamos la noche de Juno, porque la han consagrado, sin saber por qué, a la mujer de Júpiter, los roms se juntan en la tsera (tienda) más grande para decidir el orden de la ceremonia.
Una vez puestos de acuerdo, los hombres van en cortejo, de tienda en tienda hasta que una por una, visitan todas. En cada parada las romnia, las mujeres, les sirven aguardiente, mientras que las borayas, las jóvenes cantan y bailan.
Pero cuando hay cincuenta tiendas y en todas es necesario beber una bebida tan fuerte, los hombres no son capaces de llegar hasta el final. Muchos se detienen agotados por la fatiga y embriaguez.
Mientras, los niños casi desnudos, descalzos pese al frío y la tierra helada, se ocultan como pueden tratando de deleitarse con algunas botellas de alcohol.
Por la mañana, con el sol ya alto en el cielo, queda en pie una veintena de hombres bebiendo aguardiente en la última tienda.
¿La última tienda? No, y los roms lo saben. Hay una más donde nadie ha pasado, por donde nadie pasará.
Es la más próxima al bosque. Allí no vive ningún hombre, solo dos mujeres, una vieja y una joven.
La joven, enferma, reposa sobre su colchón de plumas.
Sí, nadie, ni una boraya, ni un shavoro, un niño, ha venido a desear felices fiestas a la vieja Dunicha, ni a informarse de la salud de Tereina.
Tereina es preciosa y no llega a los veinte años. Había vivido feliz, hasta que seis meses después de su boda, su marido Frinkelo había muerto bruscamente.
Los Minesti, parientes de Frinkelo, habían expulsado de inmediato a Tereina porque decían que su hijo había muerto por culpa de la vieja Dunicha. Saben, como todos los roms, que Dunicha es una drabarní (bruja) y que, de haber sido sabio, Frinkelo no se hubiera casado con la hija de la drabarní.
Si en su deseo de venganza los Minesti no habían matado a Tereina, solo fue porque temían a su madre.
Por eso, en el día de fiesta nadie tuvo la intención, ni era necesario tenerla, ni el atrevimiento de ir hasta la tienda de las dos proscriptas.