3,49 €
Dentro de la enorme, inverosímil, intrascendente e imprescindible relevancia nacional del curioso hecho de que Chile sea un flaco y estirado país, está la presencia húmeda, constante y azul de nuestro Pacífico mar, quien tranquilo nos baña todas las mañanas. Verdaderas ofrendas de los mitológicos Dioses son los manjares que de su fondo extraen día a día nuestros pescadores, mientras beben aquel vaso de sudor, lágrimas y sangre mezclados, los cuales no son nada menos que sus propias vidas destiladas. Este panfleto es un intento de agradecer tanto a los epicúreos Dioses como a los prometeicos pescadores por sus dones de diversidad, fuerza y belleza. Estas recetas son peregrinas; nacidas del deseo. Deseo de comer dichos platillos. Deseo, fuerza original, primitiva, básica, de la cual saqué las energías necesarias para cocinar estos cuentos, fagocitar a las comensales y metabolizar la vida.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
© Editorial Segismundo SpA, 2014-2016
Mariscadera
Le Vieux Coq
Colección Cuenteros al Sur del Mundo
Primera edición: Septiembre 2014
Versión: 1.0a
Copyright © 2014-2016 Le Vieux Coq
Contacto: Juan Carlos Barroux R. <[email protected]>
Edición de estilo: Juan Carlos Barroux Rojas
Diseño gráfico: Juan Carlos Barroux Rojas
Ilustración de contraportada: Jean Barroux
Diseñador de la portada: Daniel Chehade Barroux
Fotografía de la portada: Juan Carlos Barroux Rojas
Modelo de la portada: Denni Zú
Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del autor. Todos los derechos reservados.
All rights reserved. No part of this book covered by copyrights hereon may be reproduced or copied in any form or by any means – graphic, electronic, or mechanical, including photocopying, recording, or information storage and retrieval systems – without written permission of the author.
Registro Propiedad Intelectual N°
ISBN: 978-956-9544-16-3
En la colección Cuenteros al Sur del Mundo:
Parpadeos Vitales – Eric Adolfo Soto Lavín
Mariscadera – Le Vieux Coq
Aritos de Perla – Eric Adolfo Soto Lavín
Dos al hilo – Jaime Arenas Saavedra
Prólogo
Introducción
Choros al Vapor
Albacora Africana
Sopa de Cabezas de Camarones
Salmón a la Prostiputa
Coco a la Cubana
Cebiche de Camarones
Bacalao Profundamente Bolivariano
Salmón Tirado al Dulce
Dos Salsas de Ensueño Para un Pescado que no soñaba
¿Tu Cocina o la mía?
Biografía
Agradecimientos
Dentro de la enorme, inverosímil, intrascendente e imprescindible relevancia nacional del curioso hecho de que Chile sea un flaco y estirado país, está la presencia húmeda, constante y azul de nuestro Pacífico mar, quien tranquilo nos baña todas las mañanas.
Verdaderas ofrendas de los mitológicos Dioses son los manjares que de su fondo extraen día a día nuestros pescadores, mientras beben aquel vaso de sudor, lágrimas y sangre mezclados, los cuales no son nada menos que sus propias vidas destiladas.
Este panfleto es un intento de agradecer tanto a los epicúreos Dioses como a los prometeicos pescadores por sus dones de diversidad, fuerza y belleza.
Estas recetas son peregrinas; nacidas del deseo.
Deseo de comer dichos platillos. Deseo, fuerza original, primitiva, básica, de la cual saqué las energías necesarias para cocinar estos cuentos, fagocitar las comensales y metabolizar la vida.
Peregrinas son estas recetas porque, en su forma original, surcaron las redes de correo electrónicos mundiales. De hecho, las recetas están ordenadas cronológicamente según el desorden de su aparición en el ciberespacio, y no en cualquier otro desorden. Más peregrinas son en su afán, pues andan dispersas de por nuestro continente, regadas por el tiempo, eclécticas en sus temas y completamente perdidas en sus posiciones.
Tout comme la vie même!
Le Vieux Coq
Ex-Gallus Lutetiae Intello-Snobinardus
Mountain View, California, 1994
Der Winter
1.- Allegro non molto
L'amour est tout, - l'amour, et la vie ou le soleil.
Amour est le grand point, qu'importe la maîtresse?
Qu'importe le flacon pourvu qu'on ait l'ivresse!
Alfred de Musset, La Coupe et les Lèvres
2.- Largo
Se ruega al imaginativo lector considerar el siguiente escenario, que si bien adolece de ser altamente hipotético, no por eso deja de ser perfectamente factible. Supongamos una lluviosa noche de sábado, ubicada cronológicamente a mediados de un frío invierno. Son las 8:14:37 p.m. Ud. se encuentra solo en casa y, desgracia entre las desgracias, sin ningún panorama.
3.- Allegro
En forma completa y absolutamente imprevista suena el timbre de su casa.
Der Frühling
1.- Molto allegro
A la vez extrañado y sorprendido, Ud. abre la puerta, para encontrarse cara a cara con dos bellas señoritas. La primera ostenta una larga cabellera rubia, que desde lo alto de sus 1.75 [mts] hubiese dejado pasmado a Wagnery loco aNietzsche. Un par de ojos azules, como cristales abiertos a otros cielos y a otros mares, adornan una cara simplemente perfecta, toda cubierta de aquella piel de oro que misteriosamente huele a pan recién sacado del horno. Un collar, un par de minúsculos aros y un anillo, todos de plata lunar y lapislázuli azul profundo, componen su maquillaje. Un corto abrigo de coipo a la vez protege del frío a esta encarnación de rayos solares y cubre un vestido de seda negra que no es más que una mítica vela vikinga dentro de la cual flota y viaja simultáneamente aquel cuerpo delgado y flexible que Ud. medio adivina y medio aprecia. A mitad de pierna surgen dos largas y pulidas medias negras que descienden hasta un par de zapatos negros resplandecientes, como el humo negro de una chimenea fluye hacia una noche estrellada sin nubes ni luna.
A la izquierda de dichos trozos de noche hechos vidrio Ud. aprecia dos medias de lana chilotas en cuya lana todavía se percibe el calor de aquellas manos chilotas que, al hilarla y tejerla, dejaron impregnado su calor suave junto con el fuego áspero del fogón. Ud. divisa los pilotes que separan aquellas casas de madera desteñidas por tanta lluvia de aquel mar terrible que los nutre, en los motivos del tejido de esas medias. Bajo cada media, una suela de cuero es el nacimiento de unos lazos de cuero que dan vueltas y vueltas, al principio alrededor de cada media pero terminan en un fuerte nudo sobre esa piel canela de aquellas pantorrillas. Aquellas pantorrillas heredadas de generación en generación de mujeres esforzadas, luchadoras y fieles a la tierra, a su tierra. Aquellas pantorrillas que huelen a lana chilota, a sudor, a cuero húmedo, a curanto, a fogón, a lágrimas, y a otros tantos olores, que extrañamente lo enternecen y entristecen a Ud. Un poncho mapuche de tristes colores y todo mojado con el peso de tantos años, desde entonces, cubre el resto de aquel cuerpo dejándolo a Ud. con una lágrima al borde del ojo. Del poncho surge una cara chiquita, bien proporcionada, alegre, sin malos pensamientos, sin joyas ni maquillaje, en la cual dos ojos negros lucen todavía los reflejos de otros tiempos más humanos. Finalmente, una cabellera negra resplandeciente baja como cascada de obsidiana hasta el poncho.
2.- Largo
Aprovechando que Ud. está jugando “Billar de Bolsillo”, se pellizca una bolapara asegurarse de que está verdaderamente despierto y de que esto no es un sueño. Afortunada y dolorosamente, no es un sueño, sobre todo al reconocer Ud. a esas dos compañeras de {oficina, clases, gimnasio} que medio en broma y medio en serio le pidieron su dirección y dijeron que vendrían a visitarlo algún día cualquiera de esos días cualquieras.
En un relámpago de lucidez, Ud. entiende absolutamente todo lo delicado de la situación, y decide no buscar métodos de engrupecortoplacistas y fáciles, y opta por el camino de largo plazo, que si bien requiere de mayores esfuerzos es el que trae los mejores dividendos. Mientras Ud. hace pasar a las dos bellas señoritas y las invita a ponerse cómodas, ya está pensando en la gran pregunta de aquella noche, ¿cuál receta va a cocinar?
3.- Allegro
Efectivamente, esa es la gran pregunta, pues es bien sabido que el amor, entre otras cosas, entra primero por la boca, es decir, mediante un suculento platillo cocinado por el cortesano. Nada de esos viejos preceptos machistas de que la cocina es sólo para mujeres y otro tipo de estupideces similares. Además, para colmo, estamos en pleno siglo XX, tendiendo al próximo siglo y milenio, sea dicho de paso. La pregunta es compleja. Como ya optamos por el método de largo plazo, y desechamos las porquerías baratas, no vamos a usar ninguna de las autodenominadas recetas de la Nouvelle Cuisineni otros tipos de arte surrealista. Tampoco tenemos el tiempo suficiente como para preparar la mayoría de las recetas tradicionales dado que requieren de mucho tiempo para su elaboración, desde varias horas hasta algunos días. Por lo tanto, se requiere de una receta que sea de gusto de las dos señoritas, es decir, que sea delicada y sofisticada por un lado, pero que por el otro lado sea natural y simple. Acordémonos de las inmortales palabras del sabio japonésHoiguita Tekojo, cuando escribió en el retrete de un famoso restorán de la autodenominadaNouvelle Cuisinelas siguientes palabras:
Por muy valiente que seas
o por muy macho que te hagas,
al llegar aquí te cagas
o, por lo menos, te meas.
La respuesta a la pregunta es clara como la luz del sol a la salida de un túnel a medio día en verano. Lo que se debe cocinar son “Chorosal Vapor”. Una receta tradicional, delicada y simple, elegante y natural, todo a la vez, y por el precio de una. Lo ideal para la ocasión.
Der Sommer
1.- Allegro non molto
Ingredientes necesarios para esta receta considerando tres (3) comensales:
1 Cuchara de palo
1 Chorro de aceite de oliva
1 Botella de Martini Rosso
3 [Kg] de choros
1 Equipo estereofónico bueno
1 Recuerdo de una pena muy grande
2 Botellas de vino blanco y seco
(Viña Concha y Toro, Doña Amelia, 1993)
1 CD con las Cuatro Estaciones de Vivaldi
9 Échalotes, también conocidas como chalotas
3 Elegantes vasos de vino blanco
1 Cabeza de ajo
1 Mesa puesta con tres cubiertos
1 Poco de tomillo, orégano y romero
1 Cocina
3 Vasos de aperitivo
1 Cande [...]