Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
En este libro, Karl Rahner se pregunta qué significa hoy profesarse cristiano. De manera breve, no solo despliega toda una cristología y aborda la relación entre judaísmo y cristianismo, sino que se pregunta también por la salvación de todos en el decurso de la historia, pues la gracia de Cristo es la "esencia misteriosa de toda realidad elegible". Se trata de un texto dialógico que se propone explicar al interlocutor –un judío creyente– que también en su fe y pensamiento existe un punto de contacto que hace posible comprender lo "ajeno", sin ningún propósito de proselitismo. Esta sosegada reflexión cristiana será de interés para todos. Nos hace prestar atención a las fuentes que subyacen en la profesión de fe teológica, al situarla en el marco universal de la promisión a todo el género humano.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 61
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
KARL RAHNER
PROFESIÓN DE FEEN JESUCRISTO
Con una introducción delcardenal KARL LEHMANN
Traducción deBERNARDO MORENO CARRILLO
Herder
Título original: Bekenntnis zu Jesus Christus
Traducción: Bernardo Moreno Carrillo
Diseño de la cubierta: Purpleprint creative
Edición digital: José Toribio Barba
© 2014, Verlag Herder GmbH, Friburgo de Brisgovia
© 2016, Herder Editorial, S.L., Barcelona
ISBN DIGITAL: 978-84-254-3642-0
1.ª edición digital, 2016
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro de Derechos Reprográficos) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com)
Herder
www.herdereditorial.com
Índice
Introduccióndel cardenal Karl Lehmann
Profesión de fe en Jesucristo
Epílogo
INTRODUCCIÓN
Este breve texto de Karl Rahner titulado Profesión de fe en Jesucristo no se ha reeditado, desde que apareciera en 1961, en ninguna de las colecciones de ensayos rahnerianas, por lo que apenas si es conocido.1 Sin embargo, constituye una enjundiosa reflexión sobre el meollo mismo del cristianismo. Como se sabe, Rahner no dio clases de cristología hasta sus últimos años de docencia en Münster (1970-1971). Esta exposición münsteriana fue tanto más notable cuanto que un teólogo sistemático desarrollaba en ella el tratado clásico junto con un especialista neotestamentario, a saber, Wilhelm Thüsing (1921-1998). De esta colaboración surgió la publicación Christologie – systematisch und exegetisch.2 Pese a las limitaciones temporales, dicha exposición ofrece un resumen académico muy denso de los principales temas de la cristología dogmática clásica.
Pero, como ocurre con otros muchos campos temáticos fundamentales de la teología que no formaron parte de su labor docente, también en el campo de la cristología Rahner marcó la pauta ya desde muy temprano y publicó muchos ensayos de importancia capital. En el epílogo de este librito, a cargo del profesor y doctor Albert Raffelt, se detallan los textos esenciales al respecto. Aquí nos detendremos más bien en otras cuestiones.
El modo de trabajo y la praxis editorial de Rahner explican que para él fuera poco habitual la clásica monografía independiente —al menos, esto vale para la época inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial— y que prefiriera en cambio las contribuciones que abordaban por separado cuestiones teológicas de gran calado.
No podemos abordar aquí de manera detallada los motivos de dicha práctica; diremos simplemente que van desde la censura de la Orden, de que fue víctima su gran estudio mariológico con motivo del dogma mariano de 1950,3 y la ausencia de colaboradores, que imposibilitó4 el desarrollo de la gran dogmática planeada, hasta cuestiones relacionadas con el volumen de trabajo, entre las que destacan, por ejemplo, proyectos tales como el Lexikon für Theologie und Kirche[Léxico teológico y eclesial] o también su intensa colaboración con grandes acontecimientos eclesiales, como fue el caso principalmente del Concilio Vaticano II,5 el Sínodo General de los Obispos de la República Federal Alemana,6 y algunos otros más.
Que esta dispersión de trabajos no es consecuencia de la falta de una concepción teológica o de una visión general de las tareas específicas lo demuestra su temprano plan de una gran dogmática católica científica, proyectado en 1939 junto con Hans Urs von Balthasar;7 tampoco nos extraña que Rahner tomara una posición clara, ad hoc por así decir, respecto a los temas fundamentales de la dogmática.
Por lo que se refiere más concretamente a la cristología, le debemos también, junto a los trabajos específicos, llamados científicos en el epílogo, una gran cantidad de textos sobre espiritualidad —consideraciones, oraciones, homilías— que giran alrededor del misterio de la encarnación, de sucesos de la vida de Jesús8 o de loci litúrgicos relativos a la devoción a Cristo.
Uno de los primeros es la homilía «Zum Fest der Verklärung des Herrn» [«Para la festividad de la transfiguración del Señor»],9 un buen ejemplo de cómo Karl Rahner, a quien se le ha reprochado el carácter abstracto de muchos trabajos cristológicos y cierta lejanía respecto a la figura de Jesús, se muestra aquí muy concreto y convierte el relato neotestamentario en una meditación sobre la estrecha unión de Jesús con Dios y la manera particular de orar de Jesús, la cual debe servir también de ejemplo para todos nosotros. Al mismo tiempo, este texto es un buen testimonio de cómo Rahner, en su actividad predicadora, se mueve siempre muy próximo a la Biblia. No en vano la mayor colección de homilías de Rahner la constituyen precisamente sus Biblischen Predigten [Homilías bíblicas].10
Otro ejemplo de reflexión cristológica en un texto de índole espiritual lo constituye la oración «Gott unseres Herrn Jesus Christus» [«El Dios de nuestro Señor Jesucristo»], publicada por primera vez en 1937 y reeditada en1938 en Worte ins Schweigen.11 Es una meditación sobre el Dios que es «todo en todo» pero que, con su Palabra, ha decidido acercarse a nuestra finitud. «Debes, para que el pavor de tu infinitud pueda alejarse de mí, hacer que finalmente tu palabra infinita se convierta en finita, que penetre en mi estrechez, a fin de que se acomode a ella sin que destruya la estrecha casa de la finitud, que es la única en la cual yo puedo vivir». El texto acaba con una reflexión sobre el Corazón de Jesús, en la que se busca la forma y el aspecto concretos de Jesús y se retoma al mismo tiempo este tema tan importante de la espiritualidad jesuítica.
Un tercer ejemplo, de índole completamente diferente, lo tenemos en las meditaciones de Rahner sobre la pasión tituladas «Heilige Stunde und Passionsandacht» [«Horas santas y oración de la Pasión»(1949)],12 que empiezan con unas consideraciones sobre la presencia de Jesús y su vida y prosiguen con una letanía y una meditación sobre las últimas palabras de Jesús; si echamos un vistazo a la bibliografía espiritual, podríamos aducir como un paralelismo al respecto el «Mystère de Jésus» [«Misterio de Jesús»], de Blaise Pascal: «[...] he derramado por ti gotas de sangre».13
Otro texto de Rahner, más tardío, que podemos mencionar aquí es «Über die Liebe zu Jesus» [«Sobre el amor a Jesús» (1981)],14 en el que figura la famosa frase: «Bueno, mire usted, con Jesús solo tenemos que ver realmente cuando lo cogemos por el cuello y, en la profundidad de nuestra existencia, nos damos cuenta de que algo así es también hoy posible». Rahner habla aquí de una conversación con un teólogo evangélico «jesuánico»-racionalista y, tras su respuesta estupefacta y limitadora pero al mismo tiempo anuente, remacha: «Quiero decir con ello que, en el amor a lo largo del tiempo y el espacio, y desde la esencia del amor en general y la fuerza del Espíritu Santo de Dios en particular, debemos y podemos amar a Jesús verdaderamente en la inmediatez y en la concreción».
Estos ejemplos deberían haber dejado suficientemente claro que la teología científica de Rahner —incluidos sus textos cristológicos, a menudo formulados con cierta rigurosidad— es fruto de una piedad profunda, teológicamente bien cuajada y plenamente anclada en la tradición cristiana y católica, incluidas algunas formas de piedad de sabor popular, que él nunca desdeñó. A partir de este venero, Rahner hizo una teología para su tiempo. Así, su gran caudal de conocimientos teológicos y su vigoroso pensamiento sistemático hicieron posible que, sin necesidad de desarrollar durante muchos años una actividad docente propiamente tal en este ámbito, y sin ulteriores estudios especiales, estuviera en perfectas condiciones de redactar para el Lexikon für Theologie und Kirche [Léxico teológico y eclesial] un artículo fundamental sobre «Systematik der kirchlichen Christologie» [«Cristología eclesial sistemática»].15