El excomulgado - José Zorrilla - E-Book

El excomulgado E-Book

José Zorrilla

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Beschreibung

El excomulgado es un drama teatral del dramaturgo José Zorrilla. Narra la historia del rey Jaime I de Aragón, que ordena cortar la lengua del obispo de Gerona por no haber mantenido el secreto de confesión de un pecado del rey.-

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José Zorrilla

El excomulgado

DRAMA HISTÓRICO EN TRES ACTOS

Saga

El excomulgadoCover image: Shutterstock Copyright © 1848, 2020 José Zorrilla and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726561678

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAJES ACTORES

Don Jaime el Conquistador, rey de AragónDon Carlos Latorre.

Doña Violante de Hungría. Doña Teodora Lamadrid.

Doña Teresa Gil de Vidaura . Doña Bárbara Lamadrid.

Don Berenguer de Castel-Bisbal, obispo de Gerona Don Pedro López.

El Cardenal Angelo de Camarino, legado de Inocencio IV.. Don Antonio Barroso.

El Presbítero Desiderio, su secretario»

El Presidente del Tribunal de Justicia de Aragón »

Garcés, paje y trovador del rey don Faime»

Germán, mayordomo viejo »

Un portero »

Cortesanos, nobles, damas de doña Violante. Pajes del Rey y séquito correspondiente á cada personaje eclesiástico ó seglar que lo requiere.

––––––––––

La escena en Zaragoza en el alcázar del Rey, por los años 1246 deN.S. J. G.

Tost Jeriptum

A Dan Carlas Latorre

Querido Carlos: hé aquí la mazquina obra que emprendi por amistad tuya, y conclui en tan poco tiempo: tú, que sabes su historia, conoces su poco valor, pero apréciala no por el que tiene, sino porque es la expresión de la lealtad con que te quiere tu amigo

José Zorrilla.

Madrid. Junio 13.— 1848.

ACTO PRIMERO

Cámara de D. Jaime. Decoración ochavada. Puerta á la izquierda en la primera caja. Lujosa puerta de dos hojas en el fondo, abiertas las cuales so ve el suntuoso lecho del Rey dentro do la alcoba. Á la derecha, en la segunda caja, una puerta secreta; y en este mismo lado, y cu primer término, la mesa de despacho del Rey, con pergaminos, plumas. etc.; en la segunda caja de la derecha, el arpa de Gares. — Luz de la mañana.

ESCENA PRIMERA

garcés , franqueando la cámara Real á d. berenguer , descubierto y con ademán respetuoso. Don Berenguer embozado en una capa obscura, bajo la cual viste traje talar morado, sin insignias sacerdotales. Cabello gris, barba larga, y anillo episcopal.

garcés

Esperad aquí, señor

Obispo. Su Majestad

me ordenó que os condujera

á esta cámara Real,

y que le avisara al punto

que llegarais.

don berenguer

Avisad,

pues, al Rey de que ya aguardo sus órdenes.

garcés

No os mováis

de aquí, señor, aunque el Rey

se retarde; y dispensad

si os advierto que al balcón

no os asoméis, ni le abráis,

pues importa que se ignore

que estáis aquí.

don berenguer

Bien está.

garcés

Perdonad; cumplo así obrando mi obligación.

don berenguer

Vete en paz.

ESCENA II

don berenguer

No puedo dar con la oculta

razón de misterio tal.

¡El Rey con tanto secreto

y tan temprano á llamar

me envía!....., y el pajecillo

con avizorado afán,

calles buscando excusadas,

suplicóme que la faz

recatara, y las insignias

del traje sacerdotal.

No lo comprendo:á palacio

vengo con asiduidad

me ve el Rey todos los días.

garcés

(Anunciando.)

El Rey.

don berenguer

Él se explicará.

ESCENA III

don berenguer y el rey d. jaime . El Rey despide á Garcés con una seña imperativa, y cierra la puerta por donde entró, antes de hablar.

rey

Disimulad si del lecho

mi paje á sacaros fué;

mas me urge el tiempo, y á fe

que, aunque avaro le aprovecho,

temo que me ha de faltar.

don berenguer

El Rey sois: mandad, señor.

rey

No: vos sois mi confesor,

y me vais á aconsejar.

Por esto con tal premura

llamar en secreto os hice.

Tomad: ved lo que me dice

el Papa en esa escritura

que acabo de recibir.

(El Rey le da un pergamino, que lee D. Berenguer.)

don berenguer

Un matrimonio os propone.

rey

Como padre que dispone

de sus hijos al morir.

don berenguer

Poca esperanza de vida

en su escrito manifiesta

Su Santidad.

rey

Le molesta

crónica y envejecida

enfermedad, que le lanza

en el sepulcro, y desea

que por mí esta boda sea,

como postrer ordenanza

de un buen padre moribundo,

aceptada. Es un empeño

ya antiguo en él, y es el dueño

de los señores del mundo

el Papa: conque es razón

obedecerle, á mi ver,

siempre que se pueda hacer

sin fuerza ó contradicción.

don berenguer

Os veo, señor, dispuesto

á seguir de todos modos

su parecer.

rey

No de todos,

Obispo; mas os protesto

que esta boda, si se aviene

con la situación política

de mis reinos, en la crítica

ocasión para mí viene.

don berenguer

Las ventajas personales

que á vos os pueda traer....

rey

(Interrumpiéndole.)

Las vais al punto á saber,

y á juzgarlas tales cuales

son. Esta correspondencia

entre el Papa, el Castellano

y yo, pondrá claro y llano

á vuestra alta inteligencia

todo el negocio.

(Le da unos pergaminos.)

don berenguer

(Inclinándose.)

Señor…..

rey

Negocio exclusivo mío,

que de vos tan sólo fío

porque sois mi confesor.

Mis cortesanos, mis nobles

consejeros no guardaran

secretos que les fiaran,

no; juegan con dados dobles,

y nunca uno faltaría

que, de ellos depositario,

lea vendiera á algún contrario

antes de acabarse el día.

No, no. Yo quiero cumplir

la voluntad pontificia;

mi buena fe ó mi malicia

tan sólo se ha de medir

por mi confesor y yo:

si obro bien, porque me abone

ante Dios, ó me perdone

de Dios en nombre, si no.

don berenguer

Señor, juzgáis harto mal

á los nobles de Aragón.

Ninguno hay de corazón

tan villano y desleal,

que obrara con tanta mengua.

rey

Yo sé bien que alguno habría;

mas también juro ¡á fe mía!

que le costara la lengua.

En fin, á vos os lo fío,

don Berenguer, y yo espero

que seréis buen consejero

al par que confesor mío.

Legista, ataréis el hilo

de mis litigios mejor,

mientras como confesor

me guardaréis el sigilo.

Vamos los cabos atando,

pues, hasta que el hilo entero

saquéis: conque id, consejero

ó confesor, preguntando.

Echad á un lado la inútil

cuestión de si la futura

trae virtudes ó hermosura,

que es don perdidizo y fútil.

Los reyes, al escoger

esposa, hemos de tomar

para el reino en el altar

antes reina que mujer.

Mas en el caso presente

es, pues el Papa la fía,

doña violante de Hungría

reina y mujer excelente.

Ved.

(Dice este Ved el Rey señalando las cartas que ha puesto en manos de D. Berenguer, y que éste va con sultando conforme indica el diálogo.)

don berenguer

Dice aquí el Castellano

que la esposa repudiada

vuelva á ser por vos llamada.

rey

¿Qué ha de decir, si es su hermano?

don berenguer

Que pide en razón infiero:

pues el hijo en ella habido

está ya reconocido,

señor, por vuestro heredero.

rey

Mas fuera, según calculo,

la autoridad pontificia

injuriar, pues su justicia

dió el matrimonio por nulo.

don berenguer

(Viendo otra carta.)

Amaga aquí el Castellano

con declararos la guerra,

y hay bandos en vuestra tierra

que podrán prestarle mano.

Vuestro hijo, como heredero,

partido tiene, y aun viven

señores que no os reciben

con respeto muy sincero.

La Navarra se os rebela;

en Francia tenéis añejos

derechos, pero está lejos,

y en vuestra frontera vela

Aben-Zaen: esta boda

que el Pontífice os propone,

en guerra, á mi ver, os pone,

señor, con la tierra toda.

rey

Como vos lo calculáis,

seguramente que sí;

mas tengo yo para mí

que errado el cálculo echáis.

Tengo exhausto mi tesoro,

mi ejército es bien escaso,

y van á salirme al paso

el Castellano y el Moro.

Es la verdad: necesito,

pues, oro y gente muy presto,

ó el trance á que estoy expuesto

sólo por milagro evito.

Pesáis con fidelidad;

mas veamos lo que pesa

la boda de la princesa

que me da Su Santidad.

La dota, porque es su ahijada,