Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Juan Dándolo es un drama teatral del dramaturgo José Zorrilla, escrito a cuatro manos con el también dramaturgo Antonio García Gutiérrez. En él empezamos a vislumbrar algunos de los rasgos del maestro en que Zorrilla se acabaría convirtiendo, su gusto por los personajes bien trabajados y por la urdimbre de la trama.-
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 63
Veröffentlichungsjahr: 2021
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
José Zorrilla
Saga
Juan DandoloCover image: Shutterstock Copyright © 1905, 2020 José Zorrilla and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726561746
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Juan Dandolo (Bernardo Carabello.)
Mariana, su hermana.
Jacobo Pagolino
Pedro.
Gaspar, gondolero.
Maffei.
Isaac Benjamín.
Caballeros venecianos.
______
La accion pasa en Venecia á fines del siglo XV.
pedro á la puerta de la casa de bernardo.
mariana en el balcón.
pedro
¿Decís que esta noche?
mariana
Sí;
esto solo le responde.
pedro
Mas no me habéis dicho dónde os ha de ver.
mariana
¿Dónde? Aquí.
pedro
¿Á esta puerta?
mariana
Sí; mas cuida
no noten á tu señor,
que en ello estriba mi honor
y acaso también su vida.
pedro
No temáis
mariana
Adiós.
(Se entra.)
pedro
Por más
que diga mi amo, no sé
de tanta cándida fe
lo que ha de alcanzar jamás.
Estos misterios de amor,
que han de ser fatales creo,
y trascienden á himeneo,
que no hay desdicha mayor.
Y ¡ha de hacer esta mujer
que caiga en tal desvarío!…..
Ya no sois, pobre amo mío,
el que de antes solíais ser.
En otro tiempo era cosa
harto notable, á fe mía,
encontraros más de un día
en los brazos de una hermosa.
Corrió un mes, y esta beldad
os está en su amor prendiendo:
máteme Dios si comprendo
tan rara fidelidad.
gaspar y bernardo
(Salen por el fondo á la izquierda del espectador.)
bernardo
Ya hemos llegado: bien puedes volverte; toma.
gaspar
¿Qué hacéis,
monseñor?
bernardo
Pues ¿qué?
gaspar
¿No veis?
¡Oro!
bernardo
Y ¿bien?
gaspar
¡Tantas mercedes!
bernardo
¡Oh! ¿Por qué me hablas así?
¡Monseñor!
gaspar
No dije nada.
bernardo
¿No soy ya tu camarada
y tu hermano de armas, di?
gaspar
¡Camarada! Sí, bien dices;
esos tiempos no olvidé,
que no sé si llamaré
más tristes ó más felices.
bernardo
¡Qué guerras!
gaspar
¡Qué mortandad!
bernardo
Venecia, no como ahora,
del mar la reina y señora
se llamaba con verdad.
Sus nobles no envilecían
su existencia en los placeres,
ni, como blandas mujeres,
telas de seda vestían.
Ni en molicie regalada
hicieron del vicio alarde,
ni por el puñal cobarde
trocaron la dura espada.
Entonces no era el honor
como agora inútil nombre,
y era virtud en el hombre
esa virtud del valor.
Del campo la piedra dura
era en las lides su lecho,
y no temblaba su pecho
bajo la férrea armadura.
Ahora, ya prefieren viles
la esclavitud á la guerra,
arrastrándose en la tierra
como míseros reptiles.
gaspar
Es verdad; mas ¿cómo así,
mudando conversación,
de tan pobre condición
tan rico te hiciste, di?
Tú eras soldado, valiente,
es verdad, pero no más
que un soldado, y rico estás
si ya tu porte no miente.
Las artes están fatales,
y tu oficio de espadero
que no te produzca infiero.
bernardo
Sí, ¡por Dios! se hacen puñales.
gaspar
Pudiera ser.....; sin embargo,
todo eso, Bernardo, es humo.
bernardo
¡Eh!
gaspar
Y acertarlo presumo.
bernardo
¿Sabrás quizá.....
gaspar
Me hago cargo.
Aunque de cierto lo ignoro,
quizá el secreto se encierra
en hacer de pobre tierra
florines de plata ú oro.
Secreto es ese que diz
que mas de un sabio encontró,
y aqueso presumo yo
que pudo hacerte feliz.
bernardo
¡Bah! No es eso. Es más sencillo
mi secreto.
gaspar
¿No haces oro?
Pues te hallaste algún tesoro
al levantar un ladrillo.
Eso á menudo lo ves.
bernardo
Tampoco es eso, Gaspar;
no lo puedes acertar.
gaspar
Pues ¿qué, tan difícil es?
bernardo
No puedes, si yo no hablo,
el móvil de mi fortuna
conocer.
gaspar
Sin duda alguna,
vendiste tu alma al diablo;
y si es así, bien querría,
tal mi suerte es de cruel,
hacer amistad con él
para venderle la mía.
bernardo
(Sonriéndose.)
¿Cierto?.....
gaspar
Al mismo Belcebú,
como riquezas me diera,
y feliz también me hiciera,
cual, sin duda, lo eres tú.
bernardo
Feliz..... no lo soy, ¡pardiez!
Con todo mi corazón
cambiara mi situación
por tu paz y tu honradez.
gaspar
Tú también eres honrado,
ó, al menos, siempre lo fuiste.
bernardo
Cuando tú me conociste.....;
pero ese tiempo ha pasado.
gaspar
¿Es cierto?
bernardo
Sí, por mi mal.
gaspar
Mi estado entonces prefiero.
¿Eres, tal vez, carcelero,
ó esbirro del Tribunal?
bernardo
(Al oído.)
No te canses: soy.....
gaspar
(Alejándose.)
¡Gran Dios!
bernardo
¿Qué haces, amigo?
gaspar
Me voy.
No puede haber desde hoy
amistad entre los dos.
bernardo
Es cierto, sí; vete ya:
mi aliento puede mancharte.
gaspar
El cielo quiera arrancarte
de aquesa senda.
bernardo
¡Ojalá!
bernardo, solo .
Razón tiene; mas no veo
otro remedio en mi suerte
que el remedio de la muerte.....
¡Dios sabe que la deseo!
¡Dios lo sabe que por ti
virtud y honor olvidé,
pobre Mariana! Y yo sé
que no lo hiciera por mí.
De otro modo, sin ventura,
en lenta, amarga agonía,
otra vez marchitaría
la miseria tu hermosura.
Tú sufrías, en verdad,
yo no sé si resignada,
mas devorabas callada
tus lágrimas de orfandad.
¡Oh! No; que sufra yo solo,
aunque Venecia me llame
con el nombre torpe, infame,
del terrible Juan Dandolo.
(Entra en su casa.)
jacobo y pedro
jacobo
¿Eso Mariana te dijo?
pedro
Eso.
jacobo
¿Que viniera?
pedro
Sí;
pero aun no es hora.
jacobo
La noche
poco tardará en venir.
Entretanto, esperaremos….
pedro
¿En dónde, señor?
jacobo
Aquí.
pedro
¿Y si os viesen?
jacobo
¿Quién?
pedro
Alguno;
llegómelo á prevenir.....
jacobo
No me verán.
pedro
Cuando espera
un caballero gentil,
en una esquina arrimado,
queriendo el rostro encubrir,
no hay duda, señor, ninguna,
que quien le detiene allí
son los ojos hechiceros
de un humano serafín.
jacobo
Nadie puede conocerme.
pedro
Como gustéis; yo, por mí.....
jacobo
Entretanto, de otro asunto
tengo que hablarte.
pedro
Decid.
jacobo
Esta mañana he salido
del juego sin un cequí.
pedro
Todos los días á casa
de esa manera venís.
¿A qué es la nueva?
jacobo
Mi padre
se ha llegado á resistir
á franquearme sus arcas.
pedro
Hace bien.
jacobo
Ya no hay ardid,
no hay medio ya de arrancarle
un miserable florín.
pedro
Harto os ha dado.
jacobo
Es preciso,
sin embargo, recurrir
á algún medio.
pedro
Ya lo veo.
jacobo
Para ello he pensado en ti.
pedro
¿Os burláis?
jacobo
¿No lo adivinas?
pedro
Al punto, si lo decís.
jacobo
Vete á buscar en Rialto
al buen Isaac Benjamín,
un prestamista usurero,
y haz luego que venga aquí.
pedro
¿Empeñáis vuestra palabra
ó vuestra firma?
jacobo
¿A qué fin
me lo preguntas?
pedro
Porque