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¡Bestseller internacional con miles de seguidores en todo el mundo!
«No te pierdas esta saga de ciencia ficción. ¡Esto es SciFi de la buena!», Ebrolis.
● Recomendada por Ediciones B (México), UNAL (Universidad Nacional de Colombia), Preppers Links (España), Topp Books y Special Book (Estados Unidos) y Bokklubben (Noruega).
● Incluida en bibliotecas de Colombia y Estados Unidos.
OPINIONES DE LOS LECTORES:
«Grandiosa».
«Espectacular».
«Fascinante».
«Envolvente».
«Genial».
El 99% de la población mundial ha muerto de repente. Se ignoran las causas. Se impone la supervivencia.
Susan Shepherd, comandante de la Estación Espacial Internacional, queda sola y aislada en el espacio. En la Tierra, muy pocos continúan con vida. Nadie sabe qué ha sucedido...
TÍTULOS DE LA SERIE
SURVIVAL:
1.
Primera Parte
2.
Segunda Parte
3.
Tercera Parte
4.
Cuarta Parte
5.
Quinta Parte
6.
Sexta Parte
TEMPORADAS:
1.
Primera Temporada (Partes 1-6)
AUTOR
Miguel Ángel Villar Pinto (España, 1977) es escritor de literatura infantil y juvenil, narrativa y ensayo. Con millones de lectores en todo el mundo, sus obras han sido
bestsellers internacionales, utilizadas por diversas instituciones como lectura obligatoria en la enseñanza, citadas en diccionarios como referencias literarias e incluidas en el patrimonio cultural europeo e iberoamericano.
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SURVIVAL
PRIMERA PARTE
Miguel Ángel Villar Pinto
© Texto: Miguel Ángel Villar Pinto
© De esta edición: Miguel Ángel Villar Pinto
Tercera edición: Independently published, 2019
Segunda edición: Independently published, 2018
Primera edición: Independently published, 2018
Más información: survival.villarpinto.com
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de su titular, salvo excepción prevista en la ley.»
ÍNDICE
1 Sin respuesta
2 El Incidente
3 En llamas
4 Australia
5 Libres
6 La transmisión
7 Primer encuentro
8 Medidas de emergencia
9 En las calles
10 Teorías
11 Contacto
12 Punto de reunión
13 Infiltrado
14 Apocalipsis
1
Sin respuesta
—París, ¿me reciben? Soy la comandante Susan Shepherd, de la Estación Espacial Internacional. Es una emergencia. ¿Hay alguien ahí?
Su voz denotaba impaciencia, desasosiego y preocupación. Insistió, como había hecho ya poco antes en un vano intento de contactar con las otras agencias espaciales: NASA, FKA, JAXA y CSA. Era la única tripulante que quedaba con vida. Sus otros cuatro compañeros acababan de perder sus constantes vitales, de manera inexplicable, sin causa aparente, en el mismo instante, minutos atrás. La alarma saltó en la Estación Espacial, y tendría que haberse replicado en las agencias. ¿Por qué no contactaban? ¿Por qué no respondían?
—París, ¿me reciben?
Silencio. Repitió el proceso una, dos, tres veces más con idéntico resultado. Algo muy grave tenía que estar sucediendo. Que no reaccionara una agencia, era inaudito; pero ninguna de ellas, era imposible. Todas estaban supervisando esta expedición, cada una de ellas tenía a un representante a bordo. Y era extremadamente urgente recibir orientación especializada. R2, el robot de apoyo médico, no podía dársela: lo sucedido superaba los conocimientos de los que disponía, y cada minuto que pasaba más irreversible se convertía la muerte clínica.
Los cuerpos inertes de Mikhail, Thomas, Koichi y Robert seguían esperando esa preciada ayuda de la Tierra. Solo podía seguir intentándolo.
—Houston, ¿me reciben? ¿Houston?
2
El Incidente
Esa tarde, habían hecho un descubrimiento extraordinario: una imponente ciudad sumergida bajo las aguas del lugar más antiguo del mundo, Cabo Ortegal. Era pronto para extraer conclusiones, pero los datos preliminares parecían indicar que se trataba de una civilización prehistórica única, sin identificar, un hallazgo sorprendente.
César Durán, director del Museo Arqueológico del Castillo de San Antón, escribía el comunicado de prensa para el día siguiente cuando, de repente, todo perdió importancia salvo el instinto. Primero fue un sonido, sin duda el de un terrible accidente de tráfico entre el Paseo del Parrote y el Muelle de las Ánimas, y en milésimas de segundo, de otros muchos, no sabría precisar cuántos, alrededor de las murallas, más allá de ellas, por todas partes.
Distinguió los primeros siniestros mientras se apresuraba a salir del edificio. Se le aceleró todavía más el pulso; columnas de humo negro comenzaban a elevarse, no solo en la ciudad, sino también al otro lado de la costa, todo a lo largo. Y las personas que veía, estaban tendidas en el suelo, tiradas, inertes.
Comprobó entonces que el tiempo es relativo, que puede pasar más rápido o más despacio según el momento. Echó a correr en dirección a los vehículos más cercanos y, sin embargo, parecía que no avanzaba, que sus pasos eran lentos y pesados, que su ayuda no llegaría o lo haría tarde...
Hubo una potente explosión, retumbó desde el túnel subterráneo del Parrote al exterior, a la que siguió el humo y las llamas. A su espalda, un fuerte zumbido metálico empezó a imponerse desde el cielo. Se estremeció. Paralizado, fue plenamente consciente de cómo sus ojos se giraban a la izquierda mucho antes de que lo hiciera su rostro. En aquellos instantes, aumentó el retardo entre lo que percibía, pensaba y sucedía, más aún cuando lo vio: un avión de pasajeros iba a estrellarse contra la Terminal de Carbón, al otro lado del canal, en la entrada al puerto. «Demasiado cerca».