Divertidos chistes para niños - Varios autores - E-Book

Divertidos chistes para niños E-Book

Varios autores

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Risas, diversión y entretenimiento con esta gran colección de los mejores chistes para niños. Risas, diversión y entretenimiento con esta gran colección de los mejores chistes para niños.

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divertidos

© Plutón Ediciones X, S.L., 2013.

Primera Edición Digital: Enero 2017

Edita: Plutón Ediciones X, S.L.

C / Llobateras, nº 20, Talleres 6, Nave 21

08210 Barberà del Vallés

Barcelona - España

E-mail: [email protected]

Website: www.plutonediciones.com

Diseño de cubierta y maquetación: Saul Rojas Blonval

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.

I.S.B.N: 978-84-946373-8-4

Índice de contenido
Divertidos Chistes para Niños
CONVERSACIONES TELEFONICAS
NIÑOS TREMENDOS
BORRACHOS Y LOCOS
DINERO, TACAÑOS Y AVAROS
ALUMNOS Y PROFESORES
POLICIAS Y MILITARES
ENFERMOS Y MEDICOS
CHINITOS
TODO UN POCO

Divertidos Chistes para Niños

Estos chistes que hoy te presentamos están dedicados a ti y al mundo de los niños, aunque con buen humor, podríamos decir que los chistes, no tienen edad.

En muchas ocasiones debes de haber escuchado chistes y has sonreído, aunque fueran realmente malos. Es probable que hasta te hayan preguntado tus amigos:

—¿Y tú, no sabes ninguno?

Y hayas tenido que contestar:

—Pues... me han contado muchos, pero ahora no me acuerdo de ninguno.

Es por eso que venimos en tu ayuda y hemos recogido un montón de ellos para que los leas, te diviertas con ellos y después puedas contarlos tú. Son pequeñas historietas intranscendentes y chocantes, algunas de las cuales ya las debes de haber oído y tú contado a su vez, pero otras —nos gustaría que fuera así— serán para ti nuevas y así, este librito te puede servir de “chuleta” para relatarlos. Ya no podrás decir:

—No me acuerdo de ninguno.

Con este librito en el bolsillo podrás consultarlo cuando lo necesites y así demostrar que tu también sabes chistes como el que más y sino, no hagas como aquel que estaba en un grupo de amigos aburridos y se reía a mandíbula batiente. Le preguntaron:

—¿Porqué te ríes tanto?

—Es que no me quiero aburrir como ustedes y para pasar el tiempo, me estoy contando chistes yo mismo y me río de ellos—. Al cabo de poco rato empezó a desternillarse de risa, tanto que sus amigos le dijeron:

—¿Y ahora qué?

—Es que me he contado uno que no sabía y me lo estoy pasando bomba.

Este librito no pretende “que los sepas todos”, pero sí, que lo pases bien y que tus amigos puedan disfrutar cuando se los cuentes.

divertidos chistespara niÑos de...

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Está Agustín?

—No, esta incomodín.

Llama un vendedor por teléfono a un supuesto cliente y contesta un niño de 4 añitos:

—¿Está tu papá o tu mamá? —preguntó el vendedor.

El niño le contestó que no se encontraban en casa.

—Entonces, ¿hay alguien más en casa?

—Sí, mi hermana.

—¿Le puedes decir que se ponga al teléfono? —le dijo el vendedor.

Hubo un silencio durante un largo tiempo. Al fin el vendedor volvió a escuchar la voz del niño:

—No puedo sacarla de la cuna.

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Es el 936 295 531?

—No, aquí no hay teléfono.

Había una persona en el trabajo que para dárselas de importante, siempre simulaba grandes conversaciones telefónicas en su oficina cada vez que llegaba una visita.

Un día cualquiera, entra una persona desconocida en su oficina y se apresuró a coger el teléfono y, como de costumbre, empezó a simular una gran conversación:

—Buenas tardes, Sr. Senador, ¿cómo dice?... ¿Quiere que nos veamos hoy para cenar?... Es imposible Sr. Senador, lo siento pero hoy tengo una cita para ir a cenar con el Sr. Presidente... ¿Qué lo suyo es más importante?... Bueno haré lo que pueda, lo llamaré más tarde, pero no puedo prometerle nada.

Al simular el fin de la conversación telefónica, le pregunta al desconocido:

—¿Qué desea joven?

—Soy de la empresa de teléfonos, me han llamado para arreglar su teléfono, que está estropeado.

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Es el 901 231 231?

—No, es el 132 132 109

—Perdone, es que soy zurdo

RIIING!!! RIIING!!!

—Dígame.

—“Me”.

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Es la carnicería?

—Sí, dígame.

—¿Tiene muslos de conejo, orejas de cerdo y cabeza de vaca?

—Sí.

—¡Pues debe de trabajar en algún circo!

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Está Conchita?

—No, estoy con Tarzán.

RIIING!!! RIIING!!!

—Buenas ¿tienen comidas para llevar?

—Buenas.

—Buenas ¿tienen comidas para llevar?

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Ahí lavan la ropa?

—No.

—¡Uyyy... qué cochinos!

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Es la empresa de Teléfonos?

—Sí.

—Pues tiren del cable, que aquí sobra mucho.

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Es el 912 365 798?

—¿No ha acertado ni uno?

RIIING!!! RIIING!!!

—¿Hablo con la Sociedad Protectora de Animales?

divertidos chistespara niÑos de...

Un niño de aspecto descarado le llevó un gato a una anciana y le dijo:

—Abuela, déme unas monedas.

—Debería darte vergüenza andar pidiendo limosna a tu edad —le regañó la anciana.

—No estoy pidiendo limosna. Usted prometió darle una recompensa a quien le trajera el canario que se le escapó.

—¿Y dónde está el canario?, yo no lo veo.

—Está dentro del gato.

El vendedor de una tienda de juguetes le dice a una niña:

—Este modelo llora, habla, camina, toma el biberón y hace pipí...

—Ya tengo una hermanita que hace todo eso —replicó la niña.

—Yo sólo quiero una muñeca.

—Mamá ¿por qué papá tiene tan poco cabello?

—Es que tú papá siempre está pensando y es muy inteligente.

—Y entonces, ¿porque tú tienes tanto cabello?

—¡Anda, calla y cómete la sopa!

Un oculista estaba examinando los ojos de un niño, y para conseguir que se quedara quieto, hizo dos agujeros a una bolsa de papel y se la puso en la cabeza.

—Ahora, ¿qué ves? —le dijo.

El niño comenzó a llorar desesperadamente.

El oculista le preguntó:

—Pero ¿qué te pasa?

—¡Yo sólo quería unos alambres en forma de aro, como los de mi hermano!

A la hora de la cena, un padre estaba enfadado por el comportamiento de sus hijos en la mesa. Y éste les grita:

—¿Es que aquí yo no cuento para nada? ¿Cuándo van hacer lo que yo diga?

Alfredito, de cuatro añitos, tirándole de la manga de la camisa, le aconsejó:

—Llora un poquito.

En el estadio, durante un partido de fútbol, un espectador observa que a su lado hay un niño de 10 años fumando un habano, y gritando fuertemente contra el árbitro y los jugadores del equipo visitante. El señor, harto del comportamiento del niño, le pregunta:

—Pero, ¿dónde están tus padres?

El niño responde:

—Mi madre se ha ido a pasar unos días a casa de mi tía.

—¿Y tu padre?

El niño responde:

—Está loco.

—¿En el hospital?

—No, en casa.

—¿Y cómo has podido dejar a tu padre solo en casa, si está loco?

—¡¡¡Baahhh!!! está loco buscando la entrada y el habano.

En una casa de familia, la abuela ha venido a pasar unos días con su nieto.

—¡Ahora papá podrá hacer su número! —gritó el niño entusiasmado.

—¿Qué truco es ése? —le pregunta su abuela.

El niño suspira y le dice: