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Un hombre oso multimillonario enciende la temperatura de su hotel de hielo encantado.
Ben Broyles es un hombre multimillonario que se transforma en oso polar y también es un magnate hotelero atormentado por un pasado trágico. Creó un hotel de hielo mágico como un santuario para los seres sobrenaturales en un mundo peligroso. Cuando los duendes malvados responsables del asesinato de su clan llegan a registrarse al hotel, Ben sabe que pretenden destruir todo lo que ha construido. Con el futuro de su hotel, y de su vida, en juego, Ben debe detener a sus enemigos antes de que sea demasiado tarde.
Sally es una gerente capaz y con curvas del hotel de hielo Wondernasium, que piensa que tiene todo bajo control. ¿Una conferencia entera de seres sobrenaturales con restricciones dietéticas locas? Listos. ¿Huéspedes que intentan comerse a otros huéspedes? No hay problema.
Pero hay una cosa que Sally no puede controlar: su deseo por su jefe. Cuando un encuentro caliente en la oficina de Ben voltea su mundo de cabeza, Sally tiene que elegir: ¿asumirá la magia dentro de ella? ¿O se alejará corriendo de su verdadero ser?
Este romance paranormal para adultos incluye a personas sensuales que se transforman en osos, un entrenamiento de magia explosivo y un romance en el trabajo tan caliente que derretirá hasta el corazón más frío.
Esta novela INDEPENDIENTE es parte de la serie "El hombre oso multimillonario" que se puede leer en cualquier orden. No tiene finales de suspenso y cada historia termina como se debe: con un "felices para siempre".
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Copyright © AJ Tipton 2015 El derecho de AJ Tipton a ser identificada como la autora de este trabajo ha sido afirmado por ella en conformidad con Copyright, Designs and Patents Act de 1988 (Ley de derechos de autor, diseños y patentes de 1988) (u otra ley similar, dependiendo de su país). Todos los derechos, reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida en ninguna forma o por ningún medio (electrónico, mecánico, fotocopias, grabaciones u otro medio) sin la previa aprobación por escrito de la autora, exceptuando casos de citas breves como parte de una reseña o artículo. No puede ser editado, modificado, prestado, revendido, alquilado, distribuido o circulado de alguna otra manera sin el consentimiento por escrito del editor. Se pueden obtener los permisos en [email protected]
Este libro es para la venta a un público adulto solamente. Contiene escenas sustancialmente explícitas y leguaje gráfico que puede considerarse ofensivo por algunos lectores.
Esta es una obra de ficción. Todos los personajes, nombres, lugares e incidentes que aparecen aquí son ficticios. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, organizaciones, eventos o locales es pura coincidencia.
Todos los personajes sexualmente activos en esta obra son de 18 años o mayores.
Creado con Vellum
Sally bajó por la lista de las reservaciones del día siguiente en su tableta con una gran sonrisa en su cara. Cientos de huéspedes se iban a registrar para la gran conferencia que se llevaría a cabo en su hotel y el grupo era más que excéntrico. Era una de las conferencias realmente retadoras con un millón de pequeños detalles que mantener en mente. Revisó dos veces su lista con los perfiles de las inusuales restricciones dietéticas y peticiones de alojamientos atípicos de sus huéspedes. Había más que suficiente para mantenerla a ella y a su personal corriendo alrededor del hotel por unos cuantos días. Sally sonrió.
Lo que más me gusta.
Administrar el Hotel de Hielo Wondernasium era el mejor trabajo que Sally había tenido en su vida. No era solo la novedad de trabajar en un edificio hecho completamente de hielo en los días más calurosos del verano, era todo: los huéspedes extravagantes, la ubicación increíble junto al parque temático Invierno Wondernasium y definitivamente no podía quejarse del jefe.
Ben Broyles era brillante, visionario y tan guapo que Sally casi se sorprendía de que las paredes no se derritieran alrededor de él. Estaba completamente fuera de su alcance, por supuesto, y era su jefe, pero unas cuentas fantasías no le harían daño a nadie.
"¡Sally!" una de los meseras de la barra, Lola, corrió hacia ella. El uniforme de Lola estaba un poco ajustado en el área de su pecho y su cabello, trenzado en cien aros negros que salían de su cabeza, frustraba el espíritu interior de limpieza de Sally. Lola venía como un préstamo del bar de la misma calle, la habían enviado específicamente para la gran conferencia. Los pechos de la mesera se movieron y casi salieron de su blusa cuando agarró el hombro de Sally.
"Los, eh, caballeros en la suite de luna de miel están rugiendo que su comida está mal. Los puedo escuchar desde el bar."
Sally rápidamente sacó la tableta que traía bajo el brazo y pasó por su base de datos de los huéspedes. La entrada en el perfil del Sr. Nosferatu (evidentemente un alias) mostraba que sufrían de un desorden raro que limitaba sus opciones de comida a carne extremadamente cruda. Esta condición médica requería de transfusiones de sangre hechas en casa y cortinas que bloquearan completamente la luz debido a su alta sensibilidad a la luz del sol.
Sally se estremeció. Qué forma tan terrible de vivir. Pasó por sus diferentes pestañas con referencias cruzadas sobre visitas anteriores el hotel y sintió cómo se le iba la sangre de la cara. Dio clic en el audífono en su oído.
"Seguridad, bajen a la suite de luna de miel inmediatamente." Sally giró para ver a Lola. "Regresa al bar, haz lo que puedas para mantener a todos ahí y lejos de la suite de luna de miel."
La sonrisa traviesa con la que Lola respondió fue un poco aterradora. "Me encargo."
Entre más se acercaba Sally a la suite de luna de miel, más claramente escuchaba los gritos.
"¿...le llamas a esto? ¡No permitiré esta atrocidad! ¡Este es un insulto a mi amo, a mi gente, a toda nuestra comunidad inmortal!"
¿De verdad? ¿Comunidad inmortal? Estas dietas extrañas de verdad ponían de malas a las personas, Sally pensó mientras mantenía una sonrisa firme y profesional en su cara.
Giró una esquina y encontró la fuente de los gritos. Uno del séquito del Sr. Nosferatu, un bruto enorme de más de dos metros y con un cuerpo parecido al de un refrigerador, estaba caminando de un lado al otro en frente de la habitación como si estuviera a punto de atravesar las paredes congeladas. El Sr. y el otro Sr. Nosferatu, mientras tanto, estaban parados silenciosamente a los dos lados de la puerta de la suite de luna de miel, vestidos de negro; trajes negros hechos a la medida, camisas negras abotonadas, corbatas negras estrechas, con sus brazos cruzados en poses idénticas, parados tan quietos que parecían estatuas cuidando la entrada.
El gran miembro del séquito de los Nosferatu se levantaba sobre Ned, el nuevo miembro de los botones, quien estaba refugiándose contra la pared opuesta con sus brazos sobre su cabeza, tratando de protegerse.
"¿Cómo te atreves a traer algo tan indigno a tus superiores?" el enorme hombre rugió, lo suficientemente fuerte como para hacer temblar el cristal del candelabro en el techo congelado. Sally ahora estaba lo suficientemente cerca como para ver que tenía un filete de corte T-bone tan crudo que casi sangraba, pero con trozos de café en las orillas. Ned se refugió aún más en la pared, haciéndose una bola y escondiendo su cara.
"Eso es suficiente," Sally dijo. Las botas de invierno que siempre usaba en el trabajo para protegerse contra el frío provocaron un sonido fuerte y satisfactorio mientras caminaba hacia ellos. "Señores, soy la gerente aquí, Sally Witherkins. Les pido una disculpa a nombre del hotel si sus alimentos no fueron satisfactorios. Ned, espérame en mi oficina."
Ned salió corriendo tan rápido que prácticamente dejó un trazo de humo detrás de él. Por supuesto, eso dejó a Sally sola, de cara a cara con un gigante tan enojado que pequeñas gotas de saliva congeladas aún salían de su boca. Se paró un poco más estirada, usando su profesionalismo como una armadura y se volteó para enfrentarse a los dos observadores en ropa formal.
"Por favor permítanme que el hotel pague sus alimentos y les envíe un reemplazo. También le puedo ofrecer a cada uno de ustedes una bebida en nuestro bar. Nuestra nueva mesera de barra hace cosas milagrosas."
"Así que tú eres la gerente," El Sr. Nosferatu del lado izquierdo de la puerta se burló. Por un segundo, Sally pensó que había visto unos largos dientes salir de su mandíbula superior, pero tenía que haber sido un truco de la luz. "He escuchado de ti."
El Sr. Nosferatu del lado derecho de la puerta asintió con la cabeza. "Sí, la que no puede ver." Sally miró de uno al otro. Si no fuera por las diferentes cejas, serían idénticos.
"Me aseguraré de que suban sus alimentos inmediatamente. Espero que su estancia sea tan placentera como sea posible."
¿Dónde está seguridad?
"Oh, sabemos cómo hacerla placentera. Secuaz, tráela."
Sally no estaba segura de cuál Sr. Nosferatu había hablado, pero el piso desapareció debajo de ella mientras unos brazos enormes la apretaron por los hombros, la levantaron y la llevaron a través de la puerta de la suite.
Sintió pánico por todo su cuerpo. Con sus brazos apretados contra su cuerpo, no había forma de que pudiera apretar el botón de su audífono. Su confiable tableta cayó al piso fuera de su alcance. Así que utilizó la única opción que tenía disponible.
Sally gritó como si la estuvieran asesinando.
Un segundo después, un rugido hizo eco desde el final del pasillo, mucho más fuerte que el rugido del secuaz. Aparecieron rajadas en las paredes congeladas a sus lados y pequeños pedazos de cristal del candelabro se zafaron y rebotaron por el piso del pasillo.
"Suéltala si planeas mantener tus brazos, secuaz."
La voz era tan fría y grave que hizo a Sally temblar. Intentó girarse para ver quién hablaba pero el enorme cuerpo del secuaz bloqueaba su visión de todo menos de la suite de luna de miel congelada con su cama cubierta con una piel en frente de ella.
"Ben Broyles, nuestra comida no fue satisfactoria. Exigimos un reemplazo," dijo uno de los Sr. Nosferatus.
"Ella no. Ella nunca." Ben caminó hacia adelante y Sally no pudo evitar sonreír, a pesar de que su pecho le dolía por la restricción del secuaz.
Ben se veía estupendo, como siempre. Su musculatura increíble no podía ser escondida por los horribles suéteres abultados que siempre usaba, y sus escarpadas facciones escandinavas le daban a su cara una fuerza apuesta.
"Si no recogen sus ataúdes y se van a la mierda, fuera de mi hotel, en los próximos dos minutos, estarán saliendo en pedazos."
El secuaz tiró a Sally tan velozmente que ella se hubiera caído si Ben no hubiera dado un paso adelante para cacharla antes de que golpeara el piso helado. Los Nosferatus desaparecieron dentro de la suite un segundo después, cerrando la puerta fuertemente detrás de ellos. Sally podía escuchar los sonidos de cómo empacaba furiosamente aún a través de la puerta [...]