El Genuino Amor de Snow - AJ Tipton - E-Book

El Genuino Amor de Snow E-Book

AJ Tipton

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Beschreibung

Una aventura para el más bello de todos. 

En un reino mágico lejano, vivían príncipes encantados, mujeres guerreras y magia poderosa. El Genuino Amor de Snow es una nueva versión sexy de Blanca Nieves con cambio de género, en la cual los héroes se han convertido en heroínas, las heroínas se han convertido en héroes y nada es lo que parece. 

Cuando el guapo príncipe Snow finalmente es elegible para ser rey, la gente declara que Snow debe destronar a Víctor, su padrastro tiránico. Pero cuando Víctor oye que él puede ser reemplazado, el celoso gobernante decide que Snow debe morir. Con su vida y el reino en juego, Snow hace equipo con la encantadora Mirror, la mujer a quién él ama en secreto, para terminar con la tiranía de su padrastro, cueste lo que cueste. 

Mirror llega primeramente en busca de aventuras y termina como consejera del megalómano rey regente Víctor. Ella pensaba que había encontrado el trabajo más fácil del mundo: tan solo decirle al gobernante que él era el más bello de todos. Sin embargo, descubre la crueldad de su reinado. Cuando los decretos de Víctor amenazan la vida de Snow, Mirror sabe que ella debe arriesgar todo para ayudar a Snow a recuperar el control del reino. 

Este cuento de hadas con cambio de género para adultos presenta sexys tríos FFM, enanas feroces y el más hermoso amor de todos. 

Esta novela INDEPENDIENTE es parte de la serie “Sexys cuentos de hadas al eevés” la cual puede ser leída en cualquier orden. No hay finales de suspenso y cada uno termina como debe: con un “felices para siempre”.

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El Genuino Amor de Snow

Una Nueva Versión Adulto de Blanca Nieves con Cambio de Género

AJ Tipton

Traducido porLorena De Isla

Copyright © AJ Tipton 2015 El derecho de AJ Tipton a ser identificada como la autora de este trabajo ha sido afirmado por ella en conformidad con Copyright, Designs and Patents Act de 1988 (Ley de derechos de autor, diseños y patentes de 1988) (u otra ley similar, dependiendo de su país). Todos los derechos, reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida en ninguna forma o por ningún medio (electrónico, mecánico, fotocopias, grabaciones u otro medio) sin la previa aprobación por escrito de la autora, exceptuando casos de citas breves como parte de una reseña o artículo. No puede ser editado, modificado, prestado, revendido, alquilado, distribuido o circulado de alguna otra manera sin el consentimiento por escrito del editor. Se pueden obtener los permisos en [email protected]

Este libro es para la venta a un público adulto solamente. Contiene escenas sustancialmente explícitas y leguaje gráfico que puede considerarse ofensivo por algunos lectores.

Esta es una obra de ficción. Todos los personajes, nombres, lugares e incidentes que aparecen aquí son ficticios. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, organizaciones, eventos o locales es pura coincidencia.

Todos los personajes sexualmente activos en esta obra son de 18 años o mayores.

Fotografías de portada proporcionadas por BigStock.com, Flickr.com, Archivos Morgue, y Upsplash.com. Diseño gráfico por Lydia Chai. Traducción por Lorena De Isla.

Creado con Vellum

Mirror caminaba por los adornados pasillos del palacio, maldiciendo el día en que ella había aceptado este trabajo. Pareció tan sencillo en ese momento: aconsejar al Rey Regente Víctor, una contradicción de términos que todos reconocían excepto el Rey Regente, diciéndole exactamente lo que él quería oír. Cuando él quería oír que su nuevo peinado lo hacía verse como un zorro plateado y que todas las damas en el reino se desmayaban por su quijada cincelada, entonces eso era lo que Mirror decía. Cuando él quería oír que todos pensaban que él era un gobernante justo y bondadoso, el más bello que ellos alguna vez habían visto, eso era lo que ella le decía.

Mirror tocó el contorno del papel escondido dentro del bolsillo de su chaqueta mientras sus tacones traqueteaban contra las baldosas de los pisos del palacio. Se estaba haciendo mucho más difícil decirle al Rey Regente que él era “bello” con cara seria; las acciones de Víctor se estaban haciendo más siniestras día tras día. El asunto con las enanas fue la gota que derramó el vaso.

El Rey Regente había sido nombrado para ocupar el trono hasta que su hijastro, el Príncipe Snow, cumpliera los veinticinco años y fuera elegible para tomar el trono. Pero Snow ya se acercaba a los veintiséis, y el Rey Regente no mostraba ninguna intención de cederle el trono.

El papel se sintió como un estigma contra el costado de Mirror, y estaba aterrorizada de que el crujiente sonido de éste mientras caminaba, la descubriría. Un guardia pasó por su lado en el pasillo, y Mirror mantuvo su rostro cuidadosamente educado para no mostrar ninguna emoción. Mirror había crecido en un castillo que le pertenecía a una mujer maldecida para que cada pocas horas se convirtiera en una bestia, y con sirvientes perpetuamente entrampados en las mismas discusiones unos con otros. Y aun así, los nobles y sirvientes en el palacio de Víctor eran todavía más miserables. Mirror presionó sus labios en una línea apretada; sonreír le revelaría de inmediato al guardia, que ella tenía algo que ocultar. Al menos Mirror no era la única que se daba cuenta que el Rey Regente se había pasado de la raya.

La carta, firmada por representantes de las cinco aldeas más grandes, declaraba formalmente que ellos seguirían al Príncipe Snow ahora que él era mayor de veinticinco años. El Capitán de la Guardia había dicho que él no apoyaría un golpe de estado hasta que él supiera que contaba con el apoyo de la gente; con esta carta, la resistencia daría un gran paso acercándose a recuperar el reino. Ella solo necesitaba hacerle llegar la carta antes de que cayera en las manos equivocadas.

Mirror suspiró suavemente. Si tan solo Snow se diera cuenta que se suponía debía haber sido coronado rey hace un año completo y tomado las riendas del gobierno. En vez de eso, Snow había usado su tiempo para convertirse en un jinete experto y músico, aprendido casi todos los lenguajes en el reino, y explorado la extensión completa del castillo. Mirror no tenía duda de que Snow sería un buen rey para su gente, tan pronto él lograra concentrarse en las tareas requeridas. De hecho, ella pensó, visualizando su rostro sonriente y sintiendo una cálida sensación en su estómago, algún día él puede ser el mejor de todos.

El agudo olor de perfume golpeó la nariz de Mirror antes de ver a la Consejera Clara.

Mierda. Justo lo que necesito en este momento. Mirror acalló un gruñido, y mantuvo una sonrisa diplomática pegada en su rostro. La Consejera Clara era oficialmente otro de los “consejeros” del Rey Regente Víctor. A diferencia de Mirror, quien se aseguró de que Víctor supiera que su relación era platónica, a punta de cuchillo si fuera necesario, Clara aceptó por completo su papel de Amante Principal y Amiga de Cogidas de Víctor, y con esto dominaba despóticamente a cualquiera que la escuchara.

Mirror aceleró su paso por el pasillo, con la esperanza de que si ella caminaba con decisión, la Consejera Clara no la detendría. Clara disfrutaba detallar todos los trucos que ella usaba para asegurar que Víctor la mantuviera parada el tiempo suficiente para así ella fingir un orgasmo de forma realista. El solo oír una de las explícitas narraciones de sus noches con el Rey Regente fue más que suficiente para toda una vida.

Mirror frunció el ceño tan pronto pudo ver de cerca a la mujer. La expresión de la Consejera Clara era aún más vaga de lo normal y no dejaba de hipar. Sus tacones, más estiletes que zapatos, zigzagueaban para atrás y para delante mientras vagaba por el pasillo. Mirror checó la posición del sol a través de una ventana: apenas pasaba del mediodía. Clara debió haber tenido una noche realmente frustrante si ya estaba bebiendo.

— ¡Cuidado! —Clara masculló cuando se tropezó con Mirror, casi tumbándola al piso.

— ¡Eey! —Mirror le dijo, pero Clara ni siquiera le estaba poniendo atención. La amante del Regente simplemente continuó balanceándose caminando por el piso embaldosado.

Eso fue extraño. Mirror observó a Clara trastabillándose por el resto del pasillo y dando la vuelta por el corredor que llevaba a las cámaras del rey. Ella se encogió de hombros y continuó hacia el cuartel del Capitán de la Guardia, entonces se detuvo. No se oía el sonido crujiente. Mirror volteó el bolsillo oculto de su chaqueta.

Estaba vacío.

—Perra —Mirror masculló, y corrió por el pasillo detrás de Clara. Ella dio vuelta en la esquina del corredor, pero ahí no había nadie. O Clara había estado fingiendo su borrachera todo el tiempo, o la mujer podía moverse mucho más rápidamente en esos tacones de lo que físicamente parecía posible. Mirror podía oír voces viniendo de la habitación de Víctor al final del pasillo, y jaló uno de los candelabros en la pared junto a ella. Una puerta secreta se abrió deslizándose, revelando uno de los muchos pasillos secretos que corrían a través de todo el castillo.

Mirror siempre sonreía un poco cuando recordaba el día en que Snow le enseñó por primera vez estos pasajes secretos. Víctor estaba tan obsesionado con asegurarse de que Snow nunca estuviera preparado para ser rey que le negó una educación apropiada, dejando al joven hombre con incontables horas para hacer lo que él quisiera. Mirror solo había estado en el palacio por unas pocas semanas antes de que Snow viniera corriendo alegremente hasta ella con toda la energía de un cachorrito solitario y le preguntara si quería ver algo “súper secreto”. Una vez que ella estuvo escondida dentro del pasaje secreto, Mirror se permitió sonreír completamente. En el año que ella había vivido en el castillo, Snow nunca había dejado de sorprenderla.

Mirror siguió las fuertes voces hasta que encontró una de las mirillas en la recámara de Víctor. El corazón de Mirror se acongojó. Víc [...]