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Lealtad de una mujer y aventuras de una noche es una comedia en tres actos de José Zorrilla. Como muchas obras de este autor en este género, se articula en torno a un triángulo amoroso y a numerosos equívocos y situaciones de enredo.-
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Seitenzahl: 84
Veröffentlichungsjahr: 2021
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José Zorrilla
COMEDIA EN TRES ACTOS
Saga
Lealtad de una mujer y aventuras de una nocheCover image: Shutterstock Copyright © 1905, 2020 José Zorrilla and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726561852
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Don Juan.
Don Carlos.
Don Pedro Pérez de Peralta
Don Antonio Nogueras.
Garcerán.
Doña Margarita.
Beatriz.
Brígida.
Rangel.
Un jefe de los rebeldes de Barcelona, Justicia, soldados, rebeldes, montañeses, pueblo.
––––––––––
La escena es en Vallirana, pueblecillo distante cuatro leguas de Barcelona, la noche del día 12 de Marzo de 1461.
Calle y noche. ― Casa en el fondo con puertas y balcones practicables; una imagen de Cristo en un nicho, con un farolillo que alumbra la escena.
don pedro y garcerán
don pedro
Y ¿entrastes en la ciudad?
garcerán
Fuéme imposible, señor.
don pedro
Tal vez te faltó el valor.
garcerán
No fué por miedo, en verdad.
Mas es tanto el alboroto,
la alarma y el son de guerra,
que no hay un palmo de tierra
seguro en peña ni soto.
Más de cinco mil jayanes
armados con picas y hoces,
mostrando están lo feroces
que son hoy los catalanes.
No temen ni Dios ni ley,
y sin otros requisitos,
les dejo pidiendo á gritos
la cabeza de su Rey.
don pedro
¿Tanto la asonada apremia?
garcerán
Señor, es en tal tumulto
cada razón un insulto,
cada grito una blasfemia.
Por el Príncipe de Viana
rebeldes clamando están,
y si al fin no se le dan,
contra el Rey salen mañana.
don pedro
¿A tanto se han de atrever?
garcerán
¿Que si se atreven? Señor,
ya iban al Gobernador,
cuando me vine, á prender.
Diputados la ciudad
al Rey atrevida ha enviado,
á pedirle de contado
su fuero y su libertad.
No quieren otro señor
que el Príncipe, y si les pican,
han de osar, según se explican,
á desacato mayor.
Ya han puesto en las armas Reales
unidos ambos blasones,
y están hirviendo en pregones
las Casas Consistoriales.
don pedro
Mas el Príncipe en Pamplona
por el Rey preso aun está.
garcerán
Pues ó libertad le da,
ó el Rey pierde á Barcelona.
don pedro
Y ¿está el camino también
de Lérida interceptado?
garcerán
No estará, si aun no ha llegado
tierra adentro el somatén.
Mas si ya del atambor
rebelde oyeron la seña,
no hay villa, lugar ni peña
por el rey don Juan, señor
don pedro
Y ¿no sabes excusada,
Garcerán, una vereda
que hasta el Rey llevarte pueda?
garcerán
Es la noche tan cerrada,
que por milagro será.
don pedro
Mas si el Rey por un descuido
ignora aún…..
garcerán
Es perdido;
sobre él Cataluña va.
don pedro
Pues advertirle es preciso.
garcerán
(Remiso.)
¡Hem!.....
don pedro
Garcerán, ¿no te atreves?
Ve que es fuerza que le lleves
tú de palabra el aviso.
¿Dudas?
garcerán
Dudo si llegar
hasta Lérida podré,
don pedro
Mis caballos te daré
y los puedes reventar.
garcerán
No por caballos lo dejo,
que harto tengo con el mío,
que va cobrando más brío
como va siendo más viejo.
El más astuto lebrel
no me atrapa en paz ni en guerra
si cuatro palmos de tierra
pongo entre mi jaco y él.
No temo á ningún tunante
que por la pista me siga,
mas sí emboscada enemiga
que me tenga por delante.
don pedro
Bien, pues tiempo no perdamos;
antes que más se alborote
la tierra…..
garcerán
¿Yo tomo el trote
para el Rey?
don pedro
Y le salvamos.
garcerán
¿Y le diré?
don pedro
Que al momento
se ponga en fuga.
garcerán
Mas vos…..
don pedro
Aquí me quedo, ¡por Dios!
leal á mi juramento.
garcerán
¿Y si el bando montañés
descubre al fin vuestro nombre?
don pedro
Moriré aquí como un hombre
navarro y agramontés.
Eso dile al rey don Juan,
que aquí de atalaya estoy,
y que de aquí no me voy
si orden suya no me dan.
garcerán
Mas ved…..
don pedro
Que soy caballero,
que fe al Rey he prometido,
y de cambiar su partido
pedazos me harán primero,
Eso dile, y que si falta
todo el reino á su corona,
suya es la hacienda y persona
de don Pedro de Peralta.
Gercerán, monta á caballo,
toma,
(Dale un bolsillo.)
y parte.
garcerán
Adiós, señor.
don pedro
Y acuérdate que es mejor
ser muerto que mal vasallo.
don pedro , margarita y beatriz
don pedro
Prontas estarán mis gentes;
y si llega Garcerán
su intento no lograrán
¡vive Dios! los insurgentes.
margarita
Él es.
don pedro
¡Margarita mía!
margarita
¡Caro esposo!
don pedro
A tiempo vienes.
margarita
Pedro, ¿qué azar me previenes
en esa faz tan sombría?
don pedro
Al fin, decirlo es forzoso:
Margarita, te oculté
viniendo al campo el por qué
con afán bien misterioso.
Por evitar tu inquietud
con engaño manifiesto,
te dí siempre por pretexto
la estación ó la salud.
margarita
Pues ¿qué otra causa pudiera.....
don pedro
Muy sencilla y muy leal:
yo sigo el bando Real
y soy fiel á mi bandera.
margarita
Bien, Peralta.
don pedro
A Barcelona
mandóme el Rey espiar,
y traje á aqueste lugar
encargos de la Corona.
Ardua prisión en secreto
al venir me encomendó,
y estoy á cumplirla yo
por obligación sujeto.
Tu amor, bella Margarita,
sin mí no se hallaba bien,
y á fe, hermosa, que también
te agradecí la visita.
Mas ya la tormenta crece,
y en motines rebelado,
se declara el Principado
contra el Rey, según parece.
En tal punto, es ya preciso,
que te vuelvas á Pamplona.
margarita
¿Y tú?
don pedro
Acecho á Barcelona
hasta posterior aviso.
margarita
¿Conque yo me he de salvar
mientras en peligro quedas?
No; mientras partir no puedas,
contigo me he de quedar.
don pedro
Margarita, es excesivo
cariño; mi obligación
es quedarme.
margarita
En aflicción
continua, Peralta, vivo.
Cuando mi amor no me quita
el servicio de la ley,
mi amor me enajena el Rey,
y ahí se queda Margarita.
En continuo sobresalto,
dudo si mueres ó vives.....;
siempre desde el campo escribes
que hay encuentro, ó que hay asalto.
Si hoy aguardo un mensajero,
mañana, por impericia,
me dan falsa una noticia
que ni me importa, ni espero.
Hoy nos partimos de aquí,
mañana vamos allá,
y la vida se me va,
Peralta, en temer por ti.
Tu amor busco y no le hallo;
que al darte amorosas quejas,
suena un clarín y me dejas
por la lanza y el caballo.
don pedro
¡Oh! Ponderas, Margarita,
la exigencia de la ley,
que me necesita el Rey,
si el amor me necesita.
Y entiéndelo al fin mejor,
que en estas rebeldes guerras
yo le defiendo sus tierras,
y él me defiende mi amor.
Entronizado el de Viana
por indolencia, ya ves
del partido agramontés
lo que sería mañana.
margarita
¡Quién sabe! Ese rey don Juan
que con empeño prolijo
persigue tanto á su hijo,
¿premiará al cabo tu afán?
don pedro
Y ¿qué importa si me olvida?
¿Obedecerle no es ley?
Pues yo lidio por mi Rey
mientras me dure la vida.
margarita
Padre que tanto se encona
con un hijo que se humilla,
olvidar no habrá, en mancilla,
á quién debe la corona.
Diz que el Príncipe, insolente,
contra su vida atentó;
mas quien tal le levantó,
traidor y villano, miente.
don pedro
¿Qué se te alcanza, amor mío,
de esas quimeras á ti?
Segura no estás aquí,
y en que partas me confío.
margarita
¿Cuándo?
don pedro
Esta noche.
margarita
Quizá
obedecerte me pesa.
don pedro
Margarita, esto interesa.
margarita
Pues tú lo quieres, será.
don pedro
Apronta, pues, tu equipaje
para dentro de una hora.
Tú, Beatriz, vé al hórreo ahora
y dile á Juan que se baje
al puente con los caballos,
que nos marchamos no noten
y en el lugar se alboroten
algunos malos vasallos.
beatriz
Voy, pues.
don pedro
Id y despachad,
que mucho la noche avanza
y está toda mi esperanza
en su densa obscuridad.
(Beatriz se va por la derecha. Don Pedro y Margarita entran en su casa por la puerta del fondo, y sale por la izquierda D. Carlos, embozado.)
don carlos
¡Hay más desventuras hoy,
pesia mi negra fortuna!
Ciérranseme una por una
las sendas que á seguir voy.
Ni fin ni esperanzas hallo
en suerte tan enemiga;
cayó muerto de fatiga
en el campo mi caballo.
¡Y ahora, cuando por suerte
si dos leguas avanzara,
acaso á evitar llegara
mi desventura….. ó mi muerte!
¡Oh!..... Mas si Dios fué servido,
disponerlo de otro modo,
Dios es el señor de todo
y razón le habrá movido.
(Viendo el crucifijo.)
Señor, sabéis que mis quejas
en el afán de mis duelos
dirigí siempre á los cielos,
de mi prisión por las rejas.
Las estrellas solitarias
de cien noches, son testigos
que oré por mis enemigos
en mis humildes plegarias.
Erré y enmendé mi error;
agravié, mas satisfice:
cuanto pude, Señor, hice
hasta en mengua de mi honor.
Otorgué cuanto pidieron;
cedí, me entregué en sus manos,
y ellos entonces, villanos,
con más audacia me hirieron.
Cuanto esperaba perdí…..
(De rodillas.)
Señor, vuestra hechura soy;
si hay más desventuras hoy,
caigan, si os contenta, en mí.
don carlos y beatriz
beatriz
(Nuestro viaje está dispuesto;
dentro de un hora partimos;
si viajamos ó si huímos,
Dios lo sabe….. Mas ¿qué es esto?
¿Allí de hinojos un hombre,