Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Los borceguíes de Enrique II es una de las leyendas de José Zorrilla, poemas en clave de ficción basados leyendas castellanas, a modo similar a como ya hiciese Gustavo Adolfo Bécquer en su obra homónima, pero desde un punto de vista lírico. En este caso la historia se desarrolla en torno a la enemistad asesina entre dos reyes hermanos.-
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 26
Veröffentlichungsjahr: 2020
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
José Zorrilla
Saga
Los borceguíes de Enrique IICover image: Shutterstock Copyright © 1905, 2020 José Zorrilla and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726561890
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Riñeron los dos hermanos.
y de tal suerte riñeron,
que fuera Caín el vivo
á no haberlo sido el muerto.
…………………
Valiente llaman á Enrique,
y á Pedro tirano y ciego,
porque amistad y justicia
Siempre mueren con el muerto.
(Romancero general.)
Después de la cruel tragedia
en que murió el rey don Pedro
á manos de una traición
de serviles extranjeros,
su matador don Enrique
gozó en calma largo tiempo
la corona de su hermano
por la fuerza ó por derecho.
A unque de sangre bastarda,
cuentan de él famosos hechos,
liberalidades grandes,
de Real corazón ejemplos.
Dicen que á Castilla dió
gran prez y engrandecimiento,
en paz viviendo con todos
por la fuerza ó el ingenio.
Y Aragón, Francia y Navarra
y Portugal, le temieron,
y le temblaron los moros
aun teniéndole tan lejos.
¡De la voluntad de Dios
incomprensibles secretos,
mas donde van siempre juntos
los castigos y los premios!
Vivió dichoso este Rey
tras el fratricidio horrendo,
fama conquistando y nombre
de liberal y de recto.
Lo cual celebran los malos
y desespera á los buenos,
que no hay más ley que la fuerza,
ni más justicia creyendo.
Mas bien se ve en don Enrique
por la muerte que le dieron,
de Dios la recta justicia
y la igualdad de los cielos.
Con hierro mató á su hermano,
y él acabó con veneno:
por extranjeros matóle,
y á él matáronle extranjeros.
__________
Veía el Rey de Granada,
ayudador de don Pedro,
del reino de don Enrique
la prez y acrecentamiento.
Veíalo, recelando
que la memoria de aquello,
y el rencor que produjera
de don Enrique en el pecho,
aún en él se alimentaran,
fermentando en el silencio;
y el moro pensó en sí mismo
y pensó con mucho acierto.
Veló, inquirió con astucia,
de sus espías por medio,
el grande apresto de guerra
que el de Castilla iba haciendo.
Y al ver la paz asentada
con los inmediatos pueblos,
y á los monarcas cristianos
en amistad y sosiego,
penetró del rey Enrique
el oculto pensamiento,
y otro pensamiento oculto
pensó oponerle resuelto.
«Amigo fuí de su hermano
(dijo el moro); él es soberbio,
y el ultraje no ha o’vidado,
y está á volvérmele atento.
Ganémosle por la mano;
y astutos al defendernos,
venguemos con sangre suya
la sangre del rey don Pedro.»
Dijo esto el moro una tarde
por los jardines amenos
del alto Generalife
en solitario paseo.
Y enderezando los pasos
al alcázar opulento
de la Alhambra, mandó al punto
que llamaran en secreto