Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Cuarto volumen de las obras completas de José Zorrilla. En este caso contiene las obras teatrales Juan Dandolo, Lelatad de mujer, La copa de marfil, La mejor razón la espada, La reina y los favoritos, Los dos virreyes, Más vale llegar a tiempo que rondar un año, Sancho García y Traidor, confeso y mártir.-
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 716
Veröffentlichungsjahr: 2020
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
José Zorrilla
DRAMAS
PROPIEDAD DE ESTA CASA EDITORIAL
Saga
Obras de don José Zorrilla Tomo IVCover image: Shutterstock Copyright © 1905, 2020 José Zorrilla and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726561975
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
POR DON JOSÉ ZORRILLA Y D. ANTÓNIO GARGÍA GUTIÉRREZ
___________
La accion pasa en Venecia á fines del siglo xv.
pedro á la puerta de la casa de bernardo.
mariana en el balcón.
pedro
¿Decís que esta noche?
mariana
Sí;
esto solo le responde.
pedro
Mas no me habéis dicho dónde
os ha de ver.
mariana
¿Dónde? Aquí.
pedro
¿Á esta puerta?
mariana
Sí; mas cuida
no noten á tu señor,
que en ello estriba mi honor
y acaso también su vida.
pedro
No temáis
mariana
Adiós.
(Se entra.)
pedro
Por más
que diga mi amo, no sé
de tanta cándida fe
lo que ha de alcanzar jamás.
Estos misterios de amor,
que han de ser fatales creo,
y trascienden á himeneo,
que no hay desdicha mayor.
Y ¡ha de hacer esta mujer
que caiga en tal desvarío!.....
Ya no sois, pobre amo mío,
el que de antes solíais ser.
En otro tiempo era cosa
harto notable, á fe mía,
encontraros más de un día
en los brazos de una hermosa.
Corrió un mes, y esta beldad
os está en su amor prendiendo:
máteme Dios si comprendo
tan rara fidelidad.
gaspar y bernardo
(Salen por el fondo á la izquierda del espectador.)
bernardo
Ya hemos llegado: bien puedes
volverte; toma.
gaspar
¿Qué hacéis,
monseñor?
bernardo
Pues ¿qué?
gaspar
¿No veis?
¡Oro!
bernardo
Y ¿bien?
gaspar
¡Tantas mercedes!
bernardo
¡Oh! ¿Por qué me hablas así?
¡Monseñor!
gaspar
No dije nada.
bernardo
¿No soy ya tu camarada
y tu hermano de armas, di?
gaspar
¡Camarada! Sí, bien dices;
esos tiempos no olvidé,
que no sé si llamaré
más tristes ó más felices.
bernardo
¡Qué guerras!
gaspar
¡Qué mortandad!
bernardo
Venecia, no como ahora,
del mar la reina y señora
se llamaba con verdad.
Sus nobles no envilecían
su existencia en los placeres,
ni, como blandas mujeres,
telas de seda vestían.
Ni en molicie regalada
hicieron del vicio alarde,
ni por el puñal cobarde
trocaron la dura espada.
Entonces no era el honor
como agora inútil nombro,
y era virtud en el hombre
esa virtud del valor.
Del campo la piedra dura
era en las lides su lecho,
y no temblaba su pecho
bajo la férrea armadura.
Ahora, ya prefieren viles
la esclavitud á la guerra,
arrastrándose en la tierra
como míseros reptiles.
gaspar
Es verdad; mas ¿cómo así,
mudando conversación,
de tan pobre condición
tan rico te hiciste, di?
Tú eras soldado, valiente,
es verdad, pero no más
que un soldado, y rico estás
si ya tu porte no miente.
Las artes están fatales,
y tu oficio de espadero
que no te produzca infiero.
bernardo
Sí, ¡por Dios! se hacen puñales.
gaspar
Pudiera ser…..; sin embargo,
todo eso, Bernardo, es humo.
bernardo
¡Eh!
gaspar
Y acertarlo presumo.
bernardo
¿Sabrás quizá…..
gaspar
Me hago cargo.
Aunque de cierto lo ignoro,
quizá el secreto se encierra
en hacer de pobre tierra
florines de plata ú oro.
Secreto es ese que diz
que mas de un sabio encontró,
y aqueso presumo yo
que pudo hacerte feliz.
bernardo
¡Bah! No es eso. Es más sencillo
mi secreto.
gaspar
¿No haces oro?
Pues te hallaste algún tesoro
al levantar un ladrillo.
Eso á menudo lo ves.
bernardo
Tampoco es eso, Gaspar;
no lo puedes acertar.
gaspar
Pues ¿qué, tan difícil es?
bernardo
No puedes, si yo no hablo,
el móvil de mi fortuna
conocer.
gaspar
Sin duda alguna,
vendiste tu alma al diablo;
y si es así, bien querría,
tal mi suerte es de cruel,
hacer amistad con él
para venderle la mía.
bernardo
(Sonriéndose.)
¿Cierto?…..
gaspar
Al mismo Belcebú,
como riquezas me diera,
y feliz también me hiciera,
cual, sin duda, lo eres tú.
bernardo
Feliz….. no lo soy, ¡pardiez!
Con todo mi corazón
cambiara mi situación
por tu paz y tu honradez.
gaspar
Tú también eres honrado,
ó, al menos, siempre lo fuiste.
bernardo
Cuando tú me conociste…..;
pero ese tiempo ha pasado.
gaspar
¿Es cierto?
bernardo
Sí, por mi mal.
gaspar
Mi estado entonces prefiero.
¿Eres, tal vez, carcelero,
ó esbirro del Tribunal?
bernardo
(Al oído.)
No te canses: soy…..
gaspar
(Alejándose.)
¡Gran Dios!
bernardo
¿Qué haces, amigo?
gaspar
Me voy.
No puede haber desde hoy
amistad entre los dos.
bernardo
Es cierto, sí; vete ya:
mi aliento puede mancharte.
gaspar
El cielo quiera arrancarte
de aquesa senda.
bernardo
¡Ojalá!
bernardo , solo.
Razón tiene; mas no veo
otro remedio en mi suerte
que el remedio de la muerte…..
¡Dios sabe que la deseo!
¡Dios lo sabe que por ti
virtud y honor olvidé,
pobre Mariana! Y yo sé
que no lo hiciera por mí.
De otro modo, sin ventura,
en lenta, amarga agonía,
otra vez marchitaría
la miseria tu hermosura.
Tú sufrías, en verdad,
yo no sé si resignada,
mas devorabas callada
tus lágrimas de orfandad.
¡Oh! No; que sufra yo solo,
aunque Venecia me llame
con el nombre torpe, infame,
del terrible Juan Dandolo.
(Entra en su casa.)
jacobo y pedro
jacobo
¿Eso Mariana te dijo?
pedro
Eso.
jacobo
¿Que viniera?
pedro
Sí;
pero aun no es hora.
jacobo
La noche
poco tardará en venir.
Entretanto, esperaremos…..
pedro
¿En dónde, señor?
jacobo
Aquí.
pedro
¿Y si os viesen?
jacobo
¿Quién?
pedro
Alguno;
llegómelo á prevenir…..
jacobo
No me verán.
pedro
Cuando espera
un caballero gentil,
en una esquina arrimado,
queriendo el rostro encubrir,
no hay duda, señor, ninguna,
que quien le detiene allí
son los ojos hechiceros
de un humano serafín.
jacobo
Nadie puede conocerme.
pedro
Como gustéis; yo, por mí....
jacobo
Entretanto, de otro asunto
tengo que hablarte.
pedro
Decid.
jacobo
Esta mañana he salido
del juego sin un cequí.
pedro
Todos los días á casa
de esa manera venís.
¿A qué es la nueva?
jacobo
Mi padre
se ha llegado á resistir
á franquearme sus arcas.
pedro
Hace bien.
jacobo
Ya no hay ardid,
no hay medio ya de arrancarle
un miserable florín.
pedro
Harto os ha dado.
jacobo
Es preciso,
sin embargo, recurrir
á algún medio.
pedro
Ya lo veo.
jacobo
Para ello he pensado en ti.
pedro
¿Os burláis?
jacobo
¿No lo adivinas?
pedro
Al punto, si lo decís.
jacobo
Vete á buscar en Rialto
al buen Isaac Benjamín,
un prestamista usurero,
y haz luego que venga aquí.
pedro
¿Empeñáis vuestra palabra
ó vuestra firma?
jacobo
¿A qué fin
me lo preguntas?
pedro
Porque
es tan miserable y vil
la condición de esos perros,
que no darán un cequí
por la palabra y la firma
de un hidalgo tan gentil;
mas si tenéis, por ventura,
alguna alhaja rüin,
que valga el doble, á lo menos,
que la suma que pedís…..
jacobo
Imposible.
pedro
Y aunque guarde
larga madeja sutil
de perfumados cabellos…..
jacobo
¿Te atreves eso á decir?
pedro
El hebreo, que, como hombre
de talento baladí,
su precio ignora, y no sabe
que bañada de jazmín
en otro tiempo besaba
con voluptuoso bullir
el peregrino contorno
de algún cuello de marfil,
la dejará en vuestras manos,
reservando para sí
los diamantes que la guardan,
y el oro, que es tierra vil.
jacobo
Y ¿no hay otro medio?
pedro
Yo
no lo alcanzo.
jacobo
Conque al fin
será preciso….. ¿Y si ella
lo llegase á presumir…..
pedro
No es fácil.
jacobo
Enhorabuena.
Vé en busca de Benjamín
y aquí os espero….. Mil doblas
le pedirás.
pedro
Lo haré así.
jacobo
No lo sabrá….. La fortuna
no siempre ha de ser contraria,
y las manos de un judío,
aunque profanen, no manchan.
Presto volverá á las mías,
para que de ellas no salga,
esta prenda de tu amor,
que un rico tesoro guarda.
Estos hermosos cabellos,
que blando perfume exhalan,
y mil veces resbalaron
sobre tu desnuda espalda,
tornarán, yo te lo ofrezco,
porque consuelan mis ansias
cuando, ausente de tus ojos,
dolientes mis horas pasan.
(Ua hombre embozado pasa silenciosamente por el fondo y llega á la casa de Bernardo.)
¿Qué es esto? Un hombre que oculta
en el embozo la cara,
paró á su puerta: sospechas…..
¿Quién puede ser? Ahora llama.
(La puerta se abre, y el embozado entra como recatándose.)
¡Le abren! El diablo me lleve
si aquesto no tiene trazas
de amorosa cita….. ¡Cielos!
¡Infiel ella! ¡Mariana!
No es posible; mas lo cierto
es que entró, que le aguardaban…..
¡Oh! Yo también entraré,
así veré si me engaña.
(Va á llamar y se detiene.)
¡Ah, que los celos me ciegan!.....
¿No puede entrar en su casa
hermano, padre ó marido?....
Pero dudarlo no basta.
jacobo, pedro é isaac benjamín
pedro
Isaac Benjamín.
jacobo
Bien vengas,
judío.
isaac
Que os guarde Dios.
Hame dicho este criado
que con mucha precisión
necesitabais mil doblas
sobre alhajas de valor.
La cantidad es inmensa;
mas si permitierais vos
que viese la prenda…..
jacobo
Es justo;
mírala.
isaac
¡Dios de Jacob!
Bien lo merece; hay diamantes
claros como el mismo sol.
Poco, á la verdad, mil doblas
para tal alhaja son;
y si queréis…..
jacobo
No, me basta.
pedro
¿Sacáis el cabello?
jacobo
No;
así para rescatarlo
será el conato mayor.
isaac
Tomad y contad.
(Mientras Jacobo cuenta el dinero, salen de la casa Bernardo y el embozado.)
bernardo
Ya sé…..
Conozco mi obligación
y quedaréis satisfecho.
pedro
(Á Jacobo.)
Dos hombres salieron.
jacobo
¡Dos!
Mira y disimula.
bernardo
Pero
os advierto, monseñor,
que si á todo me convengo,
al precio que decís, no.
(El embozado le da un bolsillo.)
Fuí soldado, y en mi pecho
late un noble corazón,
y os juro que no me agrada
herir con golpe traidor.
Un hebreo no es de cierto
un enemigo feroz,
y en este caso…..
(El embozado vuelve á darle dinero.)
Ya veo
que me entendéis: ¿os vais? ¡Oh!
Aun me resta por haceros
la postrera reflexión.
Si he de extraer los papeles
que consigo lleva, estoy
pagado como asesino,
pero no como ladrón.
(Vuelve á darle dinero el emboza lo.)
pedro
Si nos ven…..
jacobo
Disimulemos:
cabal está.
pedro
Alzad la voz,
no noten que recelamos.
jacobo
Isaac Benjamín, adiós.
(Al pronunciar Jacobo estas palabras, el embozado llama la atención de Bernardo mostrándole con la mano al judío. Bernardo hace un movimiento de cabeza, indicando que lo ha comprendido. El embozado se va.)
isaac
Adiós, noble joven.
bernardo
Vaya,
que casualidad mayor…..
(Se va Isaac y Bernardo le sigue.)
jacobo
¿Quiénes pueden ser?
pedro
Su hermano
es el uno de los dos
sin duda.
jacobo
¿Cómo has sabido…..
pedro
Hace un instante, mas no
todo lo que yo quisiera.
jacobo
Pero en fin…..
pedro
Supe que son
de pobre origen....; él vive
á costa de su sudor,
que es un armero.
jacobo
Imposible.
pedro
Yo no alcanzo esa razón;
sin embargo, para luego
lo preguntaré mejor.
jacobo
Pienso que baja.
pedro
Cuidado
con revelarla que vos
indagáis…..
jacobo
Ni una palabra:
no te alejes.
pedro
Cerca estoy.
Sale mariana
jacobo
Te veo al fin…..; ya creía
que no vinieses.
mariana
¿Por qué?
¿Es tan tarde?
jacobo
Sí, á fe mía,
que sin tu luz no vivía
todo el tiempo que esperé.
La impaciencia es un dolor
si nace de tal amor
como éste que el alma abriga,
que da tormento y fatiga
sólo porque da temor.
mariana
(Con melancolía.)
Jacobo, ¿tanto me amáis?
jacobo
¿Eso preguntáis, señora?
mariana
(¡Gran Dios!)
jacobo
¿Acaso dudáis…..
mariana
Dudar, dudara en buen hora.
jacobo
¿Eso decís, y lloráis?
Mal haya quien de esos ojos
causa los duros enojos…..
¿Quién, señora, te ofendió?
mariana
Nadie, sino quien buscó
placeres y encontró abrojos.
Yo misma soy de mi mal
la causa, que loca, insana,
alimenté criminal
una pasión inhumana
que habrá de serme fatal.
Y al fin, es llegado el día
temido, aunque no esperado.....;
llegar por fuerza debía,
y nuestro amor, descuidado,
eterno el placer creía.
jacobo
Habla: ¿qué puede en el mundo
nuestro afecto contrastar?
¿De qué nace ese pesar
que con dolor tan profundo
miro en tus ojes brotar?
Celoso, adusto y sombrío,
¿tiraniza tu albedrío
de algún marido el rigor?
Dilo, y el enojo mío.....
mariana
Es más honesto mi amor.
jacobo
Perdona si te ofendí,
que nunca supe quién eres
por más que lo pretendí:
siempre sois todas así
misteriosas las mujeres.
mariana
Sí, misteriosa, es verdad,
pero es un secreto horrible…..
Niña, en mi mejor edad,
sobre mí pesa terrible,
funesta fatalidad.
jacobo
Dilo, pues.
mariana
Nunca.
jacobo
¿Por qué?
mariana
Es imposible.
jacobo
Y no más
que esa razón….. ¡Oh! Ya sé
por qué otra razón no das…..
mariana
No lo sabes.
jacobo
Sí, sí, á fe.
¿Quién lo duda? Arrepentida
de amarme, en otra pasión
acaso el alma engreída…..
mariana
¿Eso piensas?
jacobo
¡Fementida,
nunca esperé tal traición!
mariana
¡Calla! ¿No te amo? Si fuera
eso que dices verdad,
ni estas lágrimas vertiera,
ni en mi doliente ansiedad
por ti mi vida expusiera.
jacobo
¡Tu vida!
mariana
¿Sabes que el cielo
puso un muro entre los dos?
jacobo
No lo sé, pero recelo
que estáis gozando, ¡por Dios!
en doblar mi desconsuelo.
¿Quién hay que pueda romper
tales, tan sagrados lazos?
Sutilezas de mujer,
que dan al alma placer
para romperla en pedazos.
Gozáis en vender amores
á precio de un corazón,
y con halagos traidores
guardáis entre blancas flores
el veneno y la traición.
mariana
¡Jacobo!
jacobo
Bajando estás
los ojos avergonzada.
mariana
¡Esto, Dios mío, esto más!
jacobo
Mariana….., adiós…..
mariana
¡Desdichada!
jacobo
¡Para siempre adiós!
mariana
¿Te vas?
jacobo
Tú lo quieres.
mariana
Mas dudando
de mi amor….. Dudar así…..
¿No ves lo que estoy penando?
jacobo
Decidme, pues….., ¿hasta cuándo
queréis burlaros de mí?
Ya sé, señora, ya sé
que sois llorando funesta,
y esa mi desdicha fué,
que el alma, la vida y fe
aquese llanto me cuesta.
mariana
Oid….. La suerte importuna
no como á vos me halagó,
y es tan obscura mi cuna,
que no habrá mujer ninguna
tan humilde como yo.
Y aunque es verdad que os adoro
y que este amor es mi vida,
Jacobo, tampoco ignoro
que profano mi decoro
viviendo en él engreída;
porque con tanta afición,
no siendo mi suerte igual
aunque igual mi corazón,
ser tu esposa fuera un mal,
y ser tu amante un baldón.
jacobo
¿Quién eres, pues?
mariana
Ahora bien,
dudes de mi afecto ó no,
júzgueslo amor ó desdén,
vete en buen hora….. También,
también á sufrir voy yo.
jacobo
Espera.
mariana
No, no es posible
aquí ya permanecer.
jacobo
Tanta perfidia, ¿es creible?
mariana
Vete, Jacobo; es terrible
el amor de esta mujer.
jacobo
Has de oirme.
mariana
Presto, acaba…..
jacobo
¿Piensas tú que mi pasión
blasones en ti buscaba,
ni otra cosa demandaba
que ternura y compasión?
¿Qué importan nobleza y oro
cuando hay amor y virtud,
y ese tan rico tesoro
que en ti frenético adoro,
de hermosura y juventud?
Habla….., y si puede bastar
mi mano á satisfacerte,
únanos luego el altar,
si no es que quieres gozar
en mi desdicha y mi muerte.
mariana
¿Juras al Dios soberano,
que es de tu oferta testigo,
darme de esposo la mano?
jacobo
Déme severo castigo
si juro su nombre en vano.
mariana
Espera…..
jacobo
¿Viene alguien?
mariana
Sí;
¿ves un bulto?
jacobo
¿Quién será?
mariana
Tal vez mi hermano. ¡Ay de mí!
Que se acerca, vete ya.
jacobo
Observaré desde allí.
bernardo y mariana
bernardo
¡Mariana!
mariana
¡Tú tan presto!…..
bernardo
¿Te sorprendes?
¿No me esperabas, di?
mariana
No.
bernardo
Y entre tanto
acaso el tiempo en que mi vuelta esperas,
no será, como de antes, sin encanto.
mariana
No comprendo, Bernardo.
bernardo
Por ventura,
¿no me he explicado bien?
mariana
Cierto…..
bernardo
¿En qué pasas
las horas tristes de la noche obscura?
mariana
¿En qué, si no en rezar?
bernardo
Bien lo comprendo;
y por esa razón á tales horas,
buscando más sublime santuario
y más sublime altar, habéis salido
del humilde oratorio solitario…..,
mas no á citas de amor.
mariana
Tales sospechas…..
bernardo
Sospechas….. ¡Oh! Tomad.
mariana
¡Cielos! ¿Qué veo?
bernardo
Joya os tuya, Mariana.
mariana
Y ¿cómo pudo
á tus manos venir?
bernardo
No sé; mas mira,
mírala bien, hermana: es una prenda
de tiernísimo amor; mira que guarda
de tu cariño despreciada ofrenda.
mariana
Yo…..
bernardo
¿No son estos, dí, los rizos bellos
que engalanaron tu nevada frente?
¿No es ésta la color de tus cabellos?
mariana
¡Bernardo!…..
bernardo
Y esta joya que tu hermano,
prenda de su querer, te dió en un día,
prenda es de liviandad, de amor insano,
que hoy atestigua la deshonra mía.
mariana
¡Deshonra! No es verdad: pura y sin mancha
fué mi pasión, Bernardo: este cariño,
que inundó el alma de inefable encanto,
es virginal, como el amor de un niño.
bernardo
¿Quién lo duda? Es verdad que no pagaron
con igual expresión tan tierno afecto,
que tu inocencia y tu candor burlaron.
¿En qué mano presumes que esa joya
por desgracia encontré?
mariana
Dime; no acierto
tanta infamia á creer.
bernardo
¡Oh! El desdichado,
no más me infamará.
mariana
¿Quién es?
bernardo
Ha muerto.
mariana
¡Ah, por mi culpa!
bernardo
No; morir debía:
no le mató tu amor ni mi venganza…..,
fué su desdicha y la desdicha mía.
mariana
¿Qué has hecho?
bernardo
¿No lo sabes? ¿No sospechas
á qué grado de infamia y desventura
tu hermano se arrastró, ni á cuánto gradorado?
por ti, por tu cariño, la memoria
de un padre y de una madre ha deshon-
mariana
¡No lo digas, por Dios!
bernardo
Esto te asusta,
y sin embargo, hermana, en el delito
siendo conmigo igual, eres injusta.
Ambos su tumba sin pudor manchamos;
ambos escarnecimos su memoria…..;
ambos también es fuerza que muramos.
mariana
¿Es un crimen amar?
bernardo
¿Y si el infame
burlase tu candor?
mariana
No, no es creible.
bernardo
Mas si fuese capaz…..
mariana
¿No eres mi hermano?
Dejarle sin castigo era imposible.
bernardo
Esto debe acabar: harto, Mariana,
celoso de tu honor y tu inocencia,
espié tus quiméricos amores…..;
tu soberbia ambición y tu imprudencia
han colmado mi vida de dolores.
Sí; en esas noches para mí sombrías
y hermosas para ti, cuando amorosa
á tus placeres ciega te entregabas,
y sin pudor, en hora silenciosa
citas de amor á tus galanes dabas,
presa yo en tanto de infernal martirio,
como el tigre tus pasos acechaba,
espiando el momento del delirio.
Andrea Foscarini, el noble joven,
más que noble galán, de su señora
á la cita acudió…..; su pobre madre,
su triste fin desconsolada llora.
mariana
¡Tú fuiste…..
bernardo
Aquel Filipo Trevisano,
opulento señor, turbó de nuevo
tu corazón, haciendo que olvidases
el triste fin del mísero mancebo.
También era una noche bien obscura,
bien obscura, ¡por Dios! cuando acudía
á la cita fatal…..; combate horrible
fué aquél, porque su brazo era valiente
y era afrontarle, á la verdad, terrible.
Pero conmigo la razón luchaba…..;
cayó…..
mariana
Filipo….., ¡tú…..tú le mataste…...,
tú mataste á los dos!..... Lo sospechaba.
¡Oh! ¿Conque á mí tan sólo en este mundo
me es vedado el amar?.....
bernardo
Mal lo comprendes.
¿Por qué, ambiciosa y ciega, al amor torpe
de esos nobles sin fe sólo te enciendes?
¿Sabes que hay una ley, una barrera
que á los hombres separa? Ésa es la cuna,
y es el oro también: ¿cuál es, Mariana,
cuál es tu nacimiento y tu fortuna?
Mas si la valla quebrantando alguno,
tu altivo origen olvidar parece,
máscara es ésa que engañoso toma;
milano es, que desciende de su altura
por devorar la tímida paloma.
Mas no temas jamás, mientras yo viva,
que la valla quebranten: si el milano
en derredor de ti su vuelo tiende,
á su pesar conozca que la garra
del águila altanera te defiende.
mariana
Sí, dices bien; á tanto desvarío
es fuerza renunciar.
bernardo
Pero esta noche,
¿no esperas, di, al galán?
mariana
Bernardo, entremos;
ya más no le he de ver.
bernardo
Yo lo aseguro.
mariana
Ven.
bernardo
Yo le espero aquí,
mariana
¿Qué dices? Calla…..
Ya no vendrá esta noche, te lo juro…..
bernardo
Entra; yo aquí me quedo.
mariana
No.
bernardo
Si temes
mi indignación, aparta; porque airado
no sea que en ti misma ensaye el golpe
que ha de herir al amante desdichado.
mariana
¡Oh! No me apartaré.
bernardo
(Sacando el puñal.)
Pues bien…..
mariana
(Huye dando un grito.)
¡Dios mío!
jacobo
(Sale.)
Yo te defiendo.
mariana
¡Ay, huye!
bernardo
¡Miserable!
pedro
Venid…..
mariana
¡Huye, Jacobo!......
bernardo
Estamos solos…..
Desnudad vuestra espada…..; ved que arde
lleno el pecho de saña.
jacobo
Es imposible…..
Con vos no he de reñir.
bernardo
¡También cobarde!
jacobo
Cobarde, no.
bernardo
Pues bien, aunque no lidies,
¡te mataré, villano!
jacobo
Bueno fuera,
á no estorbarlo yo.
bernardo
Pronto veremos.
cómo lo evitarás.
jacobo
De esta manera.
(Vase.)
jacobo y mariana
jacobo
¿Recelar puedes de mí,
que te salvo de un tirano?
mariana
Jacobo, al fin es mi hermano.
jacobo
No obrara un verdugo así.
Pero está bien; tu escondite
á acertar no ha de valer,
por más que todo el poder
del infierno solicite.
Y aun si cupiera en tu amor
un pequeño sacrificio…..
mariana
Ya va por el precipicio
por lo menos el honor,
y prenda le creo, á fe,
si no buena, suficiente.
jacobo
Perdona; anduve imprudente.
mariana
Y otra además te daré.
Si en ganar este aposento
temerosa consentí,
en que me guardes aquí
enamorada consiento.
JACOEO
¡Oh! Y en él te defendiera
del mundo entero, á fe mía,
porque eres mi luz, mi día....
mariana
¡Quién el porvenir supiera!
Acaso en la confusión
de estrepitosos placeres,
has de abrir á cien mujeres
las puertas del corazón.
jacobo
Mariana, ó no te conoces
ó te ha mentido tu espejo;
pídele ¡por Dios! consejo,
que ha de desmentirte á voces.
mariana
Muchos lo mismo me han dicho
creyéndome más liviana;
pero al fin de una semana
tuvieron otro capricho.
Si tú, como ellos, un día....
Aparta, sueño importuno.
jacobo
¡Oh! Nunca te amó ninguno
con tan ciega idolatría;
hasta el birrete ducal
que el mismo Dax me ofreciera,
sin ti, amor mío, creyera
que me sentaba muy mal.
mariana
Dime, Jacobo, si sientes
lo que diciéndome estas;
mas tal vez mañana vas
á confesarme que mientes.
Cuando, sin vida tu padre,
libre y po deroso seas
y placer que no poseas
no encuentres cómo te cuadre;
cuando, Jacobo, en tutela
sea el conde Dagolino,
¿no celará su destino
de quien ahora no le cela?
jacobo
Destino no habrá mayor
que adorarte, y en verdad
que he de hacer con vanidad
ostentación de tu amor.
Todos, al pasar corriendo,
y en derredor agolpados,
curiosos y embelesa los,
«Cuán hermosa!» irán diciendo.
Envidia de las mujeres,
ídolo de los galanes,
tü causarás sus afanes
y amargarás sus placeres.
Acecharán despechadas,
cuando de tu casa sales,
las plazas y los canales,
dejándote, avergonzadas.
¡Oh! ¡Por Dios, que es gran placer
el orgullo en la hermosura!
mariana
Revélase á tal pintura
cuanto tengo de mujer;
porque….. lo has a livinado,
si, todas somos lo mismo:
orgullo, amor, egoísmo,
guarda el corazón cerrado.
¡Oh! Y frenéticas de amor,
hay momentos en que diéramos
cuanto amor hallar pudiéramos,
por un chal, por una flor.
(Pensativa.)
Mas…..
jacobo
¿En qué piensas, mi vida,
que, con secretos enojos,
se agolpa el llanto á tus ojos?
mariana
Si esa pasión fué fingida;
si pasado un mes, un año,
fastidiado al fin de mí…..,
dímelo, Jacobo, aquí:
¿me matará un desengaño?
jacobo
¿Qué dices, Mariana?
mariana
Mira,
tal vez en este momento
en mil locuras consiento;
mas mi amor me las inspira.
Yo puedo, por no perderte,
mirando á tu vanidad,
mostrarme por la ciudad,
satisfecha con quererte.
Aquí tus propios amigos,
mas que su necio murmullo
harto le pese á mi orgullo,
serán de tu amor testigos.
Si lo quieres, por tu dama,
por tu sierva pasaré:
todo, sí, lo arrostraré,
que nada pesa á quien ama.
Mas si tras tanta pasión,
tras tanto envilecimiento,
traidor otro pensamiento
te asaltara el corazón;
si un día, tal vez, villano,
como á esclava me despides,
entonces, ¡oh! no te olvides
de que he tenido un hermano.
jacobo
(Aparte.)
Altiva es la muchachuela,
y ¡juro á Dios que me place!
De viento castillos hace;
mas ardimiento revela.
(Alto.)
Estás de sueños, Mariana,
y de quimeras hablando;
¿por qué siempre recelando
estar hoy para mañana?
mariana
Con ese temor no puedo,
Jacobo, celosa soy;
siempre tras tu sombra voy,
mas de perderla con miedo.
Mozo, audaz, enamorado,
hoy todo el amor lo vence;
mas temo que te avergüence,
rico y noble, lo pasado.
jacobo
Avergonzarme, y ¿de qué?
¿De adorarte, vida mía,
cuando altares alzaría
para prendas de mi fe?
mariana
Mas deliramos, ¡por Dios!
¿Y mi hermano?
jacobo
No dará
dónde el escondite está,
si lo queremos los dos.
mariana
Él descubre cuanto pasa,
Jacobo, en toda Venecia.
jacobo
En poco su vida aprecia
si acierta con esta casa.
mariana
Es valiente.
jacobo
Y noble soy.
mariana
Es celoso.
jacobo
Y soy amante.
mariana
Él te seguirá constante.
jacobo
Yo tras él constante voy;
y aparta todo recelo,
que, pues yo te guardo aquí,
no tendrán rastro de ti
ni las estrellas del cielo.
mariana
Mas fuera lance cruel
que, por guardarme de más,
celándote de él, quizás
dieras más pronto con él.
jacobo , solo.
Me siento cada vez más hechizado,
más orgulloso cada vez me siento,
y cuanto más me arriesgo enamorado,
más crecen imposibles á mi intento.
Jorge, Maffei y Tiépolo, decían:
«Nada conseguirás de esa altanera»;
y de un empeño tan tenaz reían
y ha reído á su vez Venecia entera.
¡Oh! La verán de mi pasión vencida,
avergonzados la verán, lo juro…..;
mas ¿dónde? En esta cámara escondida,
en este negro calabozo obscuro.
Heme aquí vencedor, á quien condenan
á esconder con vergüenza su victoria,
pues que opuestas razones hoy me ordenan
callar á un tiempo y pregonar mi gloria.
(Llamando.)
Pedro…..
jacobo y pedro
pedro
Señor…..
jacobo
¿Has oído?
pedro
Alguna cosa entendí,
y por cierto que no vi
galán más comprometido.
jacobo
¿Me ama?
pedro
Con el alma toda.
jacobo
Y ¿en todo consentirá?
pedro
Eso, el tiempo lo dirá,
y todo el mundo en la boda.
jacobo
¿Qué estás de boda diciendo?
pedro
¡Cómo, pues! ¿No os casaréis?
jacobo
No.
pedro
Pues vos os lo veréis,
que yo por mí no lo entiendo.
jacobo
Basta de chanzas por hoy,
y un buen consejo me da.
pedro
Yo, señor, no alcanzo ya
otro alguno, por quien soy.
jacobo
¿Eso respondes, por Dios?
¿Acaso, bribón, no fuiste
quien robarla propusiste?
pedro
¿Por qué lo aceptasteis vos?
Dijisteis que era tan bella,
que era tan irresistible,
que dabais por imposible
vivir un punto sin ella.
Dijisteis que por su amor
daríais el Paraiso…..,
y juzgué que era preciso
dárosla al cabo, señor.
No hallo de que os irritéis
porque os serví, causa alguna;
dijisteis, es mi fortuna…..
En la mano la tenéis.
jacobo
Eso siempre se habla así….,
pero se entiende de modo…..
pedro
Es que yo lo entiendo todo
como me lo hablan á mí.
jacobo
Ponte, Pedro, en la razón,
y hablemos claros: testigos
quiero á todos mis amigos
hacer de mi posición.
Todos me dieron en ojos
con mi amante vanidad,
y ahora me importa, en verdad,
pasársela por los ojos.
pedro
Pues casaros no queréis,
por imposible lo tengo.
jacobo
En lo difícil, convengo.
pedro
Vale más que lo dejéis.
jacobo
¿Dejarlo? ¡Por vida mía,
que estás de sobra importuno!
¿Pescador hubiera alguno
que á tal se resolvería?
¿Dejarlo cuando ya está
toda Venecia en acecho,
y si no dan con lo hecho
van á los alcances ya?
Me apedrearan en Rialto,
y á fe que lo mereciera,
que al menos, confesar era
que vivo de aliento falto.
pedro
Si tan decidido estáis,
yo sé en ello lo mejor:
dad desde hoy á vuestro amor
cuanto escándalo podáis.
jacobo
¿Eso propone?
pedro
Sois noble,
esperáis grandes riquezas,
y á empezar vuestras gran lezas
tenéis con derecho doble.
Si fuerais un gondolero,
un soldado, ya se ve,
contra ello clamara, á fe,
el Dux y el Estado entero.
Pero en vos no será nada,
yo sé que os lo aplaudirán;
á lo más, lo más, dirán
que es una calaverada,
y tenéis tantas á cuenta,
que poco importa una más.
jacobo
No me ha importado jamás
por una ni por sesenta.
Mas fuera necia locura
sin extrema precaución,
dar tamaña ostentación
á tan audaz aventura.
Pero aun con suerte leal,
sería ese intento vano:
ese maldito de hermano,
¿no tiene en los sesos sal?
pedro
Con oro…..
jacobo
Será altanero,
y si en honra no ha nacido,
¿qué villano no ha creído
que fué siempre caballero?
pedro
Si vano el oro desprecia,
con acero se le paga.
jacobo
¡Vil, te atreves…..
pedro
¡Oh, si hay plaga
de acreedores en Venecia!
En no pudiendo cobrar,
el que primero se atreve,
ó el deudor mata al que debe,
ó el otro al que ha de pagar.
jacobo
Y ¿tal, villano, propones
á Jacobo Dagolino?
pedro
Cada cual va á su camino,
y hay quien le anda á tropezones.
Consejo me habéis pedido,
y os he dado mi consejo;
á voluntad os lo dejo
y nada habemos perdido.
Quisisteis pronto llegar,
y por el atajo eché;
si torpe el camino erré,
aun se puede remediar.
jacobo
Hacer de una muchachada
un lance tan criminal,
nunca, Pedro, pensé tal.
pedro
Perdonad…..
jacobo
Va perdonada.
pedro
Pero cosa tan mezquina
hallar un acreedor es,
que se encuentra á dos por tres
á vuelta de cada esquina.
jacobo
¿Aun piensas, infame, en ello?
pedro
Luego, anda tanto matón,
tanto hidalgo valentón
que riñe por un cabello…..;
y en fin, no es, señor, mi intento
dudar un punto de vos,
mas, aquí para los dos,
me da este asunto tormento.
Tengo un no sé qué…..
jacobo
Despacha,
¿tienes, miedo?
pedro
Acaso, acaso…..;
y me temo algún mal paso
al fin con esa muchacha.
jacobo
Acaba y no me atormentes;
¿qué temes, di, qué recelas?
pedro
Todas esas muchachuelas
son tan ligeras de mientes,
que si á sospechar llegara
que es vuestro amor, amor puro,
sólo amor…..
jacobo
¿No estás seguro
tal vez de que lo arreglara?
¡Oh! Nada hay ya que temer;
presa en mis lazos cayó,
y el medio poseo yo
de guardar á una mujer.
pedro
No confiéis demasiado,
que tal vez la confianza,
á muchos, con la esperanza
en las manos ha dejado.
Sin darla que sospechar
no podéis, en mi opinión,
cerrarla puerta y balcón
prohibiéndola mirar.
Y una seña á una ventana,
á media noche un gemido,
un guante, un papel caído,
puede perderos mañana.
jacobo
Si llegase á tal extremo,
mi espada, ¿no va conmigo?
pedro
Todo el cielo me es testigo
de que por vos nada temo.
Mas cosa que desatina
tener acreedores es,
y es fácil, á dos por tres
hallar uno en cada esquina.
Y bueno es pensar en ello
cuando anda tanto matón,
tanto hidalgo valentón
que riñe por un cabello.
jacobo
No vas del todo sin tino,
y algo pesan tus razones.
pedro
Si es mejor dar tropezones
que no dar con el camino.
Porque si el maldito hermano
quisiera reñir con vos,
sé muy bien que entre los dos
lo arreglarais mano á mano.
Pero eso de consentir
en ponerse de vigía,
toda una noche y un día,
para no veros venir;
eso de andar destacado
buscando siempre un objeto,
y no dar con un sujeto,
y volver desatinado
corriendo de Ceca en Meca,
para venir á parar
en que acaban de sacar
un cadáver del Giudecca,
yo, señor, siento temello,
mas lo temo y me aniquilo.....
(Tengo la vida en un hilo
mientras Bernardo ande en ello.)
jacobo
Mas otro medio no ocurre,
una enfermedad, un viaje,
la variación de paraje,
la necesidad…..; discurre.
pedro
Pues, señor, no doy con él:
mientras que viva el hermano,
cuanto se haga será en vano.
jacobo
¡También es lance cruel!
pedro
No paséis por ello pena;
lo haremos entre los dos,
y yo arreglaré con Dios
nuestra cuenta mala ó buena.
Yo buscaré á Juan Dandolo,
y por corta cantidad,
esta noche en la ciudad
hallará á Bernardo solo.
Juan sabe bien su papel;
beberán juntos quizás,
y unas palabras no más
tendrá en la calle con él.
jacobo
Y yo he de pagar....
pedro
No, no:
vos me hacéis adivinar
dónde oro queréis dejar,
y de allí os lo quito yo.
Y con esto, de contado,
vos nada tenéis que hacer,
y yo habré de responder
á más, de haberos robado.
jacobo
¡Imposible!
pedro
Pues mirad
que temo por vuestra vida
al demonio está vendida;
tened de ella caridad.
Y á más, ¿qué adelantaréis
con tenerla aquí encerrada,
cuando nadie creerá nada
por mucho que lo contéis?
jacobo
Pero al menos, si eso fuera,
por ejemplo, en desafío…..
pedro
Si así es mejor, no porfío;
que sea de esa manera.
Mirad por ese balcón.
(Va á una ventana.)
¿Veis en aquel esquinazo
un embozado, que un brazo
posa en el guardacantón?
jacobo
Lo veo.
pedro
¿Le conocéis?
jacobo
No, por cierto.
pedro
Es Juan Dandolo:
parece puesto allí sólo
para que vos le llaméis.
(Coge de una mesa la bolsa.)
Vuestra bolsa os he cogido;
de un salto en la calle estoy:
llamo, pide, cuento, doy,
y negocio concluído.
(Vase de repente.)
jacobo
Tente, Pedro….. (Y ¡vive Dios,
que al cabo razón le sobra!
El se atribuye la obra;
él responda por los dos.)
jacobo , y vuelve pedro
pedro
Aquí le tenemos.
jacobo
No verle me importa.
pedro
Pues bien, retiraos.
jacobo
¡Con tiento, por Dios!
pedro
Será, lo prometo, conferencia corta.
Llevaos adentro la niña con vos;
cuidado que astuta la trampa sospeche.
jacobo
De mí te confía.
pedro
Podéisla contar
un cuento bien largo, que el tiempo aproveche.
Si no, dadla celos y hacedla rabiar.
pedro. bernardo con máscara y distinto traje del que usó en el acto anterior.
bernardo
En vela he pasado la noche y el día:
¡ay de ellos, si necios la guardan aquí!
pedro
Entra.
bernardo
¿Qué me quieres?
pedro
De grande cuantía
á darte un encargo te llamo.
bernardo
Pues di.
pedro
La máscara deja; sepamos quién eres.
bernardo
Si cumplo contigo, no importa quién soy.
pedro
¿Que arriesgue un secreto á tu mascara quieres?
bernardo
Mi rostro es muy feo; mi nombre te doy.
Yo soy Juan Dandolo, mi cifra es aquésta;
más señas no tengo que aqueste puñal:
ve, pues, si te basta, y el oro me apresta:
si es grande el empeño, será el premio ignal.
pedro
Empeño….. no hay mucho: la muerte de un hombre
se quiere en secreto.
bernardo
¿Es noble?
pedro
Tal vez.
bernardo
¿Del pueblo?
pedro
Artesano.
bernardo
Veamos su nombre.
pedro
Veamos si aceptas.
bernardo
Me sobra altivez.
Si es pobre y plebeyo, me niego del todo,
que indigno es por ello gran suma exigir,
y es mengua miserias ganar de ese modo.
pedro
Pecó.
bernardo
Que se enmiende; dejadle vivir.
pedro
A un noble ha ofendido; que muera le cuadra.
Ve si has de matarle.
bernardo
Cobarde es, á fe.
pedro
¡Cobarde?
bernardo
¿No sabes, á un perro que ladra,
con qué se castiga?
pedro
¿Con qué?
bernardo
Con el pie.
pedro
Es perro que muerde.
bernardo
¿Valiente?
pedro
Y de bríos.
bernardo
Pues ve si le nombras.
pedro
Si aceptas me di.
bernardo
Ya estás importuno: los bravos son míos;
huelgo en que resistan.
pedro
¿Qué dices?
bernardo
Que sí.
pedro
¿Lo juras? ¿Palabra me empeñas?
bernardo
La empeño.
pedro
Si dudas sabiendo…..
bernardo
Jamás dudé yo.
pedro
Pues toma.
(Le alarga un bolsillo.)
bernardo
Que excuso dirás á su dueño.
pedro
Son doblas y en oro.
bernardo
Después, ahora no.
pedro
Bizarro eres.
bernardo
Ya lo ves.
pedro
En tal caso, ¿está acabado
el negocio?
bernardo
De contado;
mas dime el hombre quién es.
pedro
Pues tu palabra te aprieta,
quitarás la luz del cielo
á Bernardo Caravello,
espadero en la Piazetta.
bernardo
(Aparte.)
Aquí estaba, no mentí;
mis celos fueron leales:
mas no son tantos los males
cuando me tienen aquí.
¡Vive Dios! …..
pedro
¿Dudando estás?
bernardo
No, pero en verdad que siento
que me cueste un juramento,
un Caravello no más.
pedro
Luego ¿le conoces bien?
bernardo
Como á mí mismo, y me pesa.
pedro
Pues ve que nos interesa
que presto muerte le den.
bernardo
Se la darán.
pedro
Por si acaso,
y pues que su nombre sabes,
calcula antes que le acabes
la dificultad del caso,
y aprecia tu intrepidez.
bernardo
Casi de balde lo hiciera,
que he pensado en que muriera
ese hombre, más de una vez.
pedro
(Mostrando la bolsa.)
Cien doblones.
bernardo
Hartos son,
y aun temo no merecellos.
pedro
¿Dónde?
bernardo
(Con intención.)
Aquí; vendré por ellos
cuando traiga la razón.
pedro
Conque......
bernardo
Pronto morirá.
pedro
¿Cuándo?
bernardo
Antes de media hora,
que sé que en acecho ahora
á pocos pasos está.
pedro
Doble el premio será así,
y no temas ser muy cruel.
bernardo
Pronto doblarán por él…..
(como no doblen por ti).
(Vase.)
pedro . Luego jacobo
pedro
Estamos al cabo, la cosa está hecha,
podremos al menos seguros vi vir.
¡Qué diablo! La cuenta será un poco estrecha,
que cuanto más tiempo, más hay que añadir.
jacobo
¿Está concluído?
pedro
Sin duda; es asunto
que notas no admite ni en contra ni en pro.
jacobo
Conque el pobre mozo…..
pedro
Contadle difunto.
jacobo
Por valiente pasa.
pedro
Decid que pasó.
Ya con Caravello su odio es antiguo,
y en pagar su muerte le hicimos merced;
en sitio le tiene seguro y contiguo.
jacobo
¿Lidiarán acaso?
pedro
Lo harán de una vez.
jacobo
¿Le diste las doblas?
pedro
Tomarlas no quiso,
y os pide disculpa.
jacobo
¿De balde lo hará?
No quiero esa cuenta; pagarle es preciso:
su causa y la mía tal vez mezclará,
y yo con un bravo que mata en la sombra
no pienso hacer nunca mi causa común.
pedro
Es hombre de garbo; valiente se nombra.
jacobo
Es vil asesino, cobarde…..
pedro
Según.
El tiene su fama, su pueblo y su gente,
y hay quien sus hazañas le canta también.
jacobo
Jamás un infame podrá ser valiente,
y á mí me interesa que el oro le den.
pedro
Dijo que en cumpliendo, por ello vendría
jacobo
Dáselo, y que nunca lo vuelva á ver yo.
pedro
Si no por su infamia, ¿de vos qué sería?
jacobo
Yo hallara algún medio.
pedro
Pudiera que no.
En fin, como quiera, seguros estamos;
no estéis por tan poco cabizbajo así:
ya os dije denantes, que si ambos pecamos,
yo llevo las cuentas por vos y por mí.
jacobo
¡Bellaco! …..
pedro
Y al cabo, señor, es lo cierto
que en ello ganamos á medias los dos:
yo, hablando de veras, en miedo del muerto,
y vos, por mis cuentas, el miedo de Dios.
jacobo
Ya basta. Apostado le aguarda en la calle;
no vuelva, y Mariana le acierte á encontrar.
pedro
(Inclinándose con aíre socarrón ó hipócrita.)
¿Qué más á este siervo tenéis que mandalle?
jacobo
(Con severidad.)
Que de él en tu vida me vuelvas á hablar.
jacobo
Acaso el menguado, mejor merecía,
por hombre á lo menos, como hombre morir …..;
mas es cuento largo; la culpa no es mía:
bien muerto está el muerto, dejadle dormir.
Ya ahora no es tiempo de duda ó temores;
¿qué importan los medios si llevan al fin?
Desde hoy en el mundo no habrá más que flores:
ábreme, pues, mundo, tu libre jardín.
¡Ven, crédula hermosa, que el mundo te espera,
la gloria te aguarda de un día quizás!.....;
mas breve y liviana, por último es gloria,
y al menos un día dichosa serás.
Por ese momento de triunfo mundano,
la vida vendiera y el alma también …..;
mi casa es muy noble, mi padre ya anciano…..;
gran cosa es mi nombre llevándole bien.
Que me abra Rialto sus arcas de hierro,
que sacie mi orgullo, mi ciega ambición,
y luego, aunque doble la usura por yerro,
y en prendas me pida mi propio blasón.
jacobo y mariana
mariana
¡Tan solo Jacobo aquí,
y tan cabizbajo estás!
¿En qué pensabas?
jacobo
En ti.
mariana
¡Si siempre hicieras así!
jacobo
Y ¿qué pudiera hacer más?
Esclavo de tu hermosura,
ni un punto del pensamiento
puedo borrar tu pintura;
no pienso un solo momento
más que en tu propia ventura.
mariana
Y ¿en qué pensabas ahora
por mi ventura, mi amor?
jacobo
En que está cerca la hora
de que puedas, quien te adora
nombrar doquier sin rubor.
mariana
¡Oh! Loca me has de volver;
tú me engañas.
jacobo
No, en verdad.
mariana
¿Conque pronto?
jacobo
Podrá ser.
mariana
Aun no lo acierto á creer;
no me engañes, por piedad.
Ve que te amo en tal manera,
que consentida ya de ello,
si me faltaras, muriera,
que siento la vida entera
suspendida en un cabello.
jacobo
¡Engañarte! No, por cierto;
y ¿á qué tan raro capricho?
mariana
Si estoy soñando no acierto;
el cielo, sí, me has abierto,
Jacobo, con lo que has dicho.
Repítemelo otra vez.
jacobo
Y otras ciento si lo quieres:
vas á ser en tu altivez
de toda Venecia prez,
y rabia de sus mujeres.
En lo noble y poderoso,
pocos se igualan á mí;
á ti, ninguna en lo hermoso;
tú bella y yo generoso,
¿quién no ha de envidiarnos, di?
Mi amor dirá á mi riqueza;
«Dadla plumas, dadla chales,
cuanto quepa en su grandeza»,
y por ver tanta belleza
se poblarán los canales.
Cuando en mi góndola Real
grite á mis esclavos: «¡Sus,
y al agua!», habrá en el canal
quien te haga venia ducal
como á la esposa del Dux.
mariana
¡Calla, sin aliento estoy
de placer, calla, por Dios!
jacobo
Y tanto á aprestarte voy,
que no ha de haber, por quien soy,
quien goce más que los dos.
mariana
¡Soy, Jacobo, tan feliz,
tan…..
jacobo
Silencio, pasos siento,
y ve que el menor desliz,
nuestra fortuna, infeliz
puede hacer en un momento.
(Va á la puerta.)
¡Una máscara! Sin duda…..
Mariana, déjame solo;
de ese aposento te escuda,
y estáte allí sorda y muda.
(¿Si habrá cumplido Dandolo?)
mariana
¿Tardarás?
jacobo
No; asuntos son
de casa, en que estoy tratando.
mariana
¡No me olvides!
jacobo
Esperando
me queda.
mariana
(Y desde el salón,
puedo esperar escuchando)
jacobo y bernardo
jacobo
(Aparte.)
¡Él es!
bernardo
(Ayudadme, cielos,
á sujetar mi paciencia.)
jacobo
(El cielo la dé prudencia
y no despierte sus celos.)
bernardo
Guardeos Dios.
jacobo
¿Qué me queréis?
bernardo
Vuestro encargo concluí.
jacobo
¿Conmigo habláis?
bernardo
Con vos, sí.
jacobo
¿Acaso me conocéis?
bernardo
Disimular es en vano;
¿no me habéis buscado vos?
jacobo
¿Yo buscaros? No, ¡por Dios!
bernardo
(Hiere y esconde la mano.)
Sabed, pues…..
jacobo
Más bajo hablad.
bernardo
(Aquí está.) Digo que soy…..
jacobo
Más bajo. (Temblando estoy.)
bernardo
Soy…..
jacobo
(Dándole la bolsa.)
Bien, comprendo; tomad.
bernardo
(Sin duda nos puede oir.)
jacobo
(Despidiéndole.)
Es negocio concluído.
bernardo
(Pues á buscarla he venido,
sin ella no he de salir.)
(Alto.)
Ya pueden desde este punto
darle…..
jacobo
Más bajo, ¡por Dios!
bernardo
¿Le habéis muerto acaso vos,
ó teméis aún al difunto?
jacobo
Idos.
bernardo
(Parece que aprieta.)
Me voy, y perded recelo,
que Bernardo Caravello
queda muerto en la Piazetta.
dichos y mariana.
mariana
¡Santo Dios, muerto mi hermano!
jacobo
¡Sal pronto, impostor, de aquí!
mariana
(Con rabia.)
¿Quién mató á mi hermano, di?
jacobo
(Metiendo mano.)
¡Sal pronto, ó…..
bernardo
(Quitándose la máscara.)
¡Tente, villano!
mariana
¡Ay de mí!
jacobo
¿Qué es esto, cielo?
bernardo
¿No lo adivinas tú solo?
Es que viene Juan Dandolo
á vengar á Caravello.
jacobo
Pues bien: quienquiera que seas,
uno ú otro, vivo ó muerto,
que digas al fin te advierto,
de una vez lo que deseas.
bernardo
De una vez te lo diré:
quiero tu vida ó mi honor;
mira tú lo que es mejor,
que sin ambos no me iré.
jacobo
Ve tú lo que bien te está,
y consulta tu ambición.
bernardo
Corazón por corazón,
y honor por honor me va.
Eso te doy á elegir,
y no hay mucho que dudar;
con ella te has de casar,
ó conmigo has de morir.
jacobo
Y ¿sabes…..
bernardo
Todo lo sé,
que como el Dux eres noble,
riqueza posees al doble,
no hay quien te competa, á fe.
Mas sé, aunque es herencia corta,
que tengo honra y tengo hermana,
y pues la tengo villana,
tenerla honrada me importa.
jacobo
Pues mira cómo ha de ser.
bernardo
Todo lo tengo pensado;
darásme un papel firmado,
tomándola por mujer.
jacobo
¿Y mi padre?
bernardo
Morirá,
que está viejo.
jacobo
Mas primero…..
bernardo
Pues no tiene otro heredero,
después de muerto será.
jacobo
(¡No puedo con mi altivez,
por Dios, en trance tan duro!)
bernardo
Ve que mi paciencia apuro.
jacobo
Acabemos de una vez.
No me he de casar con ella
sólo por ser condición.
bernardo
Pues venga tu corazón.
mariana
¡Hermano!
bernardo
Los labios sella.
jacobo
Ven, pues, á beber la hiel
que guarda con tu sentencia.
bernardo
Es vana tu resistencia,
que vienen muchos por él.
A una voz, por la ventana
suben cuatro como yo.
jacobo
¡Villano!
bernardo
Villano ó no,
tu corazón ó mi hermana.
jacobo
Bien está: dame el papel,
y dicta su contenido.
(En la trampa me ha cogido;
mas si yo le cojo, ¡ay de él!)
bernardo
(Dictando.)
Seis meses después de muerto
tu padre, será la boda.
jacobo
¡Gran pena!
bernardo
No es ésa toda.
La condición falta.
jacobo
Es cierto.
bernardo
Y si, esa tregua vencida,
no has salido de tu empeño,
escribe que me haces dueño
de tu honor y de tu vida.
jacobo
(Y hasta entonces, mentecato,
¿quién te ha dicho que tu hermana
no habrá muerto, y será vana
la condición y el contrato?
¡Oh! ¡Me he de burlar de ti!)
bernardo
Firma y cierra ese papel.
Yo me quedaré con él.
jacobo
(Con ironía.)
¿Está bien?
bernardo
Bien está así.
jacobo
Y ahora, en más seguridad,
pues que al fin me casaré,
casa y nombre la pondré,
con decoro, en la ciudad.
bernardo
No lo pienses.
jacobo
¿Cómo no?
bernardo
Guarda tu nombre y tu oro,
que desde hoy, con más decoro
sabré guardártela yo.
Fin de una cena en el palacio Dagolino.— Algunos de los convidados en trajes de máscara, como venidos desde el baile a la mesa.— En el fondo, á lo lejos, el salón del baile.— Música y tumulto.
don ramiro, jacobo, maffei, pedro , en pie, y seis convidados . anina, rosa, inés y otras dos damas.
jacobo
¡Ja, jal Don Ramiro, ¿ya os ata la lengua
mi lacrima?
maffei
¡Bravo!
uno
Las copas tomad.
Dejemos á España; que á fiestas es mengua
llamarla al tumulto de nuestra ciudad.
otro
Dejemos á España; no vale su gente
más que para sangre verter en la lid.
otro
Decid, don Ramiro: y el noble valiente,
después de un combate, ¿no brinda en Madrid?
otro
¿Qué vale que tengan Jerez en España?
otro
Mejor estuvieran sus viñas aquí.
maffei
¿No se hacen botellas?
ramiro
¿Y aquesto os extraña?
Se templan espadas y lanzas allí.
uno
Lo dicho: no hablando de sangre y de guerras,
no hay más en las fiestas de España que hablar.
ramiro
Con sangre regamos allá nuestras tierras
y así hasta el labriego se apresta á lidiar.
rosa
Mas hay, según dicen, jardines floridos.
inés
Y sotos pomposos.
anina
Y dicen también
que al son voluptuoso de blandos sonidos
alegres comparsas de danzas se ven.
ramiro
Hurís no se encuentran acaso tan bellas
cual éstas que agora cercándome están;
mas yo os aseguro, señoras, que entre ellas,
las hay que os causaran un punto de afán.
No hay blondos cabellos, teces de azucenas
con ojos que roban al cielo su azul;
mas hay serafines con teces morenas,
por quien bota buques al agua Stambul.
Brindemos á España, país de placeres,
do ponen los moros su gloria y su edén.
jacobo
Brindemos; mas luego, por nuestras mujeres,
es fuerza que España nos brinde también.
ramiro
Sin duda; no quita el cortés al valiente,
y es noble Venecia, pomposa ciudad.
jacobo
¡A España, señores, á su ínclita gente!
(Brindan.)
ramiro
¡Lacrima y Venecia, que dan libertad!
uno
(Á Inés.)
Inés, ¿no brindasteis?
otro
¿Acaso te dieron
enojo las bellas del suelo español?
No temas, hermosa; yo sé que no vieron,
cual la de tus ojos, la luz de su sol.
jacobo
Pedro, ¿de qué cuba sacaste ese vino,
que no bebe el Conde?
pedro
De la honda, señor.
jacobo
Pues rompe su copa, y en vaso argentino
escánciale Chipre, que lo halla mejor.
uno
(A Rosa.)
¿En qué piensas, Rosa?
rosa
En ti.
el mismo
¡Por mi vida,
que poco en tu mente posar me creí!
Y ¿á quién debo, dime, tan dulce guarida?
rosa
Tu voz, ¿en quién deja pensar si no en ti?
el mismo
Y ¿quién, de una copa tomando su tono,
i oídos pequeños arregla la voz?
Apróntame Chipre, verás cómo entono
y hago gorgoritos como un ruiseñor.
jacobo
Anina, levanta la copa.
anina
Brindemos.
jacobo
Al viento más suave que sopla en el mar.
anina
El brindis extraño.
jacobo
Pues qué, ¿no sabemos
que Giácomo vuelve?
uno
Pues es un azar.
¿Y el joven Guarini?
otro
Son ambos valientes.
otro
El uno á lo menos.
jacobo
Y el otro.
anina
Mas yo…..
el primero
Guarini es bizarro.
otro
Son algo parientes.
otro
Sí; por una deuda que el padre dejó.
uno
Brindemos primero.
otro
Brindemos.
todos
Brindemos.
jacobo
La historia vendrá, de la deuda, después.
uno
Al viento más manso.
otro
Los vasos crucemos.
anina
Mas ved, caballeros…..
jacobo
(Á Inés.)
Las copas, Inés.
(Brindis.)
uno
Ahora, la historia.
anina
Mirad bien, señores.....
otro
Anina, en nosotros secreto estará.
todos
¡La historia!
uno
No hay cosa como unos amores,
tras de quien el diablo por último da.
Mas ved…..
el que ha de contar
Dos palabras.
todos
¡La historia! ….. ¡La historia!
uno
Anina, si al cabo se habrá de saber.
jacobo
Cuanto antes se sepa, más pronto memoria
no quedará de ello.
otro
Por fin ha de ser.
uno
Bogaba en el Lido ligera una tarde
la góndola Diana de Giácomo; en pos,
haciendo en seguirla quimérico alarde,
la iban á lo lejos la pista otras dos.
Giácomo volaba por esos canales,
cada vez bogaba su góndola más.
No tuvo Regatta dos remos iguales,
que siempre las otras llevaba detrás.
Ya casi tocaba la arena olvidada
del puente que presta al palacio ducal,
camino á la cárcel…..; paróse cruzada
la Diana en el medio del largo canal
Ya sólo alumbraba crepúsculo vago,
y sólo confuso se oía el rumor
del ancho canal que desagua en el lago,
y al lejos del puerto discorde el clamor.
Las góndolas iban cercando á la Diana,
cuando ésta, tocando la orilla, posó
en tierra una dama que, huyendo liviana,
á un hombre en la playa por guarda dejó.
Y en vano tras ella á par se lanzaron
dos nobles que guardan las góndolas dos;
la espada, en la orilla, de Giácomo hallaron,
y en la misma noche cenaron con Dios.
todos
¡Giácomo!
uno
¿Y la dama?
el que cuenta
Silencio; la historia
á tanto no llega.
otro
Anina, ¿qué tal?
jacobo
Señores, ya basta; brindad en memoria
de ese que, valiente, venció en el canal.
uno
A Giácomo brindo.
otro
Dios quiera que el viento
le traiga cuanto antes con oro y con bien.
jacobo
Escáncianos, Pedro, licor de Sorrento,
que ofusque á Ramiro de España el edén.
(Brindan. Don Ramiro y otros convidados se levantan.)
¿Os vais, caballeros?
don ramiro
Y el baile, ¿no espera?
jacobo
Lo había olvidado.
otro
(De los que se van.)
Y vos, ¿no venís?
jacobo
Desaire á este lacrima hacer no quisiera.
varios
¡Justo!
don ramiro
Confesaos con él.
jacobo
Bien decís.
(Vanse todos, menos Jacobo y Maffei.)
maffei y jacobo
jacobo
¿Ahí te quedas?
maffei
Ya lo ves.
jacobo
¿No bailas?
maffei
Cosa es por hoy
imposible, porque estoy
no muy seguro en mis pies.
jacobo
No te sirve eso de excusa,
que no hay uno ¡vive el cielo!
que no tropiece en un pelo.
(Se sienta.)
maffei
(Bebe.)
¡Es fuego este Siracusa!
Qué, ¿no te vas?
jacobo
No, ¡pardiez!
Luego iremos al salón.
maffei
Así me harás la razón.
(Bebe.)
Plomo hirviendo es tu Jerez,
que convierte la alegría
en báquico frenesí.
¡Lácrima, esclavo!
(Bebe)
Esto sí;
esto es néctar y ambrosía.
jacobo
Alegre estás.
maffei
¿Por qué no?.
Y tú desalmado y triste.....
Sin duda que no bebiste.
jacobo
Te equivocas….. ¿Triste yo?
maffei
Mal hicieras ¡Oh, el gozar!
¡Esta es la vida, y reir,
olvidados del morir
y olvidados de pensar;
y aunque mueran en su Abril
mis ilusiones livianas,
y jamás cubran las canas
esta frente juvenill
Sí; porque quiero llevar
al fondo del ataúd
mi risueña juventud,
sin padecer ni temblar.
Llegue en buen hora mi fin,
mas sucumba como fuerte,
y que me encuentre la muerte
á las puertas del festín.
jacobo
Tienes razón: yo comprendo
así la felicidad.
maffei
De amores es nuestra edad,
y el amor crece bebiendo.
Brindemos.
jacobo
Como te cuadre…..
¡Vino!
maffei
A mí.
jacobo
Pues vaya.
maffei
¡Vaya!
A que tanta gloria haya
cual tuvo deudas tu padre.
jacobo
Respeta al que ya murió.
maffei
Y ¿qué dice tanto hebreo
que con ardiente deseo
su fin, tal vez, esperó?
jacobo
Mi fin esperando están.
maffei
¿No pagas deudas?
jacobo
No pago.
maffei
Da esperanzas.
jacobo
Eso hago.
maffei
¿No hay oro?
jacobo
Si ellos lo dan.
maffei
Y ¿apuran mucho?
jacobo
Sí, á fe;
y aunque mi nombre me escuda…..
maffei
¿Quieres pagarlos?
jacobo
Sin duda.
maffei
Y ¿qué te falta?
jacobo
Con qué.
maffei
Yo sé un medio.
jacobo
¿Un medio? ¿Cuál?
maffei
Yo también, á veces, debo…..
jacobo
Adelante….. eso no es nuevo;
mas la paga....
maffei
Ésa es fatal.
Supón que el hebreo apura....
Le pides luego el contrato
en que firmaste, insensato,
con el préstamo la usura.
De la intención peregrina
nada sospecha el hebreo;
vuela en alas del deseo,
y al dar la vuelta á una esquina…..
jacobo
Calla.
maffei
Y así halló su fin,
por ser mi acreedor tan sólo,
á manos de Juan Dandolo,
el buen Isaac Benjamín.
jacobo
¿Tú fuiste?
maffei
¿Qué?
jacobo
¿Sabes, di,
todo el mal que así me has hecho?
El golpe que hirió su pecho,
también me ha alcanzado á mí.
maffei
¿De veras? ¡Lance gentil!
jacobo
Dandolo tiene una hermana.
maffei
¿Hermosa?
jacobo
No es tan lozana
la flor del pintado Abril.
maffei
Está de más la poesía,
y prefiero el canto llano.
jacobo
Por largo tiempo el hermano
ignoró la pasión mía.
Una noche bien fatal,
por tu invención peregrina,
halló Isaac en una esquina
de Juan Dandolo el puñal.
Una prenda de mi amor,
cuando le hirió el hierro impío,
llevaba el triste judío;
vieras allí su furor.
Buscóme, en fin, con deseo
de matarme…..
maffei
El lance es triste;
mas tú no lo consentiste,
á juzgar por lo que veo.
jacobo
Robéle la hermana.
maffei
¡Bravo!
Esas son cuentas más claras.
Siempre pensé te portaras
como quien eres, al cabo.
jacobo
Pero él, que doquier me espía,
cuando más estoy tranquilo,
pronto descubre el asilo
donde oculta la tenía.
maffei
Y ¿en fin?
jacobo
Hizome jurar
que, muerto que el viejo fuera,
su deshonra redimiera
con mi mano en el altar.
maffei
Pero Dandolo murió;
y aunque viviera, no creo
que en tan ciego devaneo
cayeras.
jacobo
Nunca; eso no.
maffei
La danza empieza otra vez…..
Y de esa promesa insana,
¿aun no ha venido su hermana
á reclamar? …..
jacobo
No, ¡pardiez!
maffei
¿Piensas que vendrá?
jacobo
Lo espero.
maffei
Y ¿qué harás?
jacobo
Aun no lo sé.
Diréla que ya olvidé
hasta si he jurado.
maffei
Pero…..
(Vanse hablando: el teatro queda solo un instante.)
mariana en traje de máscara.
No está….. Cuidadosa
la sala crucé,
buscándole en vano
cien veces y cien.
Estoy fatigada…..;
aquí esperaré,
que apenas ya pueden
tenerme mis pies.
(Se deja caer en una silla.)
La noche está obscura:
horror, lobreguez,
del cielo encapotan
el ancho dosel.
Silencio de muerte
se nota doquier,
canales y plazas
durmiendo á la vez;
la brisa no sopla,
que duerme también…..
La noche es de cierto
terrible y cruel.
¡Si en vano este tiempo
llorando aguardé
con ciega esperanza
de loca altivez!
¡Si tantos delirios
y tanto amor fiel
habrán de hallar sólo
desprecio y desdén!
Entonces, amores,
piedad de mujer,
yo dentro del pecho
guardaros sabré.
Amor, si á mis plantas
rendir no le ves,
la miel de tus flores
conviértase en hiel.
¡Ay, que si insensatos
burlaron mi fe,
de cierto la noche
terrible ha de ser!
(Pausa.)
¡Oh breves instantes
de plácido bien,
que fuisteis á un tiempo
mi vida y mi ser!
Amantes delirios,
tornad otra vez,
y al alma agitada
su dicha volved.
Mas ¡ay! que la noche
es horrible…..; aquel
fué un tiempo de gloria
que no ha de volver.
Me abraso….. ¡Cuál late
violenta mi sien! …..
Mas ¡Cielos! ¿Me engaño
Jacobo…..; si, es él.
mariana y jacobo
jacobo
;Oh, talle celestial!
mariana
Me ha visto.
jacobo
¿Qué haces
aquí tan sola en apartada estancia?
¿Cánsate el son de báquicos clamores,
ó acaso esperas misteriosa cita
del mortal que rebosa en tus amores?
mariana
Lo has acertado….. Es eso.
jacobo
¿Si? Perdona…..
Cedo el puesto al galán.