Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Vivir loco y morir más es una obra teatral de José Zorrilla. Escrita con apenas veinte años, narra la historia de unos jóvenes apasionados y su ansia por vivir con toda intensidad, un artista entregado al alcohol y un drama que mezcla el honor y la venganza en un velado reflejo de la España de la época del autor.-
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 53
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
José Zorrilla
Saga
Vivir loco y morir másCover image: Shutterstock Copyright © 1905, 2020 José Zorrilla and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726562057
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
El ponche
Habitación de PABLO ROMÁN, de aspecto casi miserable; una mesa, sillas, papeles, dibujos, y en un caballete un retrato sin concluir. Unos floretes colgados en la pared.
ALBERTO sentado, y ROMÁN en pie, por la escena.
ROMÁN
(Señalando en la mesa una moneda de oro.)
Es el último doblón.
ALBERTO
Suerte, por cierto, cruel.
ROMÁN
Brindemos juntos con él
a nuestra separación.
Mañana, lo mismo que hoy,
5
traerá sus horas el día;
nos queda nuestra alegría
en el alma, Alberto.
ALBERTO
Estoy
de ello penando en extremo.
¿No hay más remedio, Román?
10
ROMÁN
Los días vienen y van,
y que no ha de llegar temo
el mío.
ALBERTO
La suerte acaso
te guarda mejor fortuna.
ROMÁN
Es tardía, es importuna,
15
y en impaciencia me abraso.
¡ Tantas horas de esperar,
tantos días de dolor,
aguardando otro mejor
que jamás ha de llegar!
20
¡Y soñando gloria y nombre
sentado al dintel de un cielo,
arrastrarse por el suelo
bajo la planta del hombre!
No más, Alberto, por Dios,
25
hoy es nuestra despedida:
tal vez otra en esta vida
nos hallaremos los dos.
ALBERTO
Román, ¿y así se abandona
tanto afán, tanta esperanza?
30
¿Sin amargura se alcanza
esa soñada corona?
Trabaja, sufro y espera,
que en el sufrir y esperar
está acaso el encontrar
35
esa fama venidera.
ROMÁN
Decidido, Alberto, estoy;
de nosotros olvidados,
ó famosos ó ignorados,
bebamos alegres hoy.
40
Nuestro es el día presente,
de los necios el mañana,
la vida es corta y liviana
para todos igualmente.
Soñé desde que nací
45
esos fantasmas de gloria,
y hoy no encuentro en mi memoria
un recuerdo para mí.
Todo en la tierra es vacío;
la amargura y el placer,
50
y mañana, y hoy y ayer,
presa son del tiempo impío.
Riamos, pues, y cantemos,
el alma de llanto ajena,
que tal vez la será en pena
55
el tiempo que no gocemos.
(Un momento de pausa.)
Mira, mil veces pensé
que sólo al cuerpo convida
con ocio y placer la vida;
pero al alma, ¿para qué?
60
Este cuerpo es un encierro,
del otro mundo antesala;
vida el cielo le señala,
muere, y acaba el destierro.
Si el cuerpo no ha de vivir,
65
acertado, a fe, es dejar
al ánima descansar,
y al cuerpo inútil morir.
ALBERTO
¿Y tu entusiasmo, Román?
¿Tu ambicioso pensamiento?
70
ROMÁN
Borrándose con el viento,
las cosas del mundo van.
Ambición tuve de ser
grande, y dejar en la historia
famosa y alta memoria,
75
pero esto, Alberto, era ayer.
Hoy hallé mi corazón
menos osado, más frío.
Juzgué ese afán desvarío,
y lugar di a la razón.
80
ALBERTO
A tu razón extraviada,
y a tu ambición no cumplida.
ROMÁN
Y, francamente, esta vida
no creo merezca nada
El mundo es jaula de locos,
85
los más locos gozan más;
mas son pocos.
ALBERTO
Y ¿no harás
por ser, Román, de los pocos?
El mundo será ilusión,
locura será cual dices,
90
mas si hay tristes y hay felices.
algunos mejores son.
Si el poder y la riqueza,
el orgullo y la hermosura,
son por cierto una locura,
95
en la locura hay grandeza.
Ese sublime entusiasmo
que ayer existía en ti,
hoy, ¿no te merece, di,
nada?
ROMÁN
A lo más un sarcasmo;
100
porque hoy veo más que ayer,
y esos fantasmas de oro,
esos sueños que hoy adoro,
mañana he de aborrecer.
En fin, yo quiero reir,
105
cantar, beber y esperar
el día en que ha de acabar
nuestra misión de sufrir.
Ese es mi último doblón,
y hoy es nuestra despedida,
110
si ha de ser en esta vida
de eterna separación...
ALBERTO
¡Ah! ¿Estás loco?
ROMÁN
Loco estoy.
ALBERTO
¿eterna ha de ser? ¿Por qué?
ROMÁN
No hablemos más: no lo sé;
115
pero un día grande es hoy.
(Sale por la puerta del fondo.)
ALBERTO.
ALBERTO
¡Maldita ambición de ser
más de lo que puede un hombre!
¡Maldita ambición de un nombre
con que no hemos de poder!
120
Sí, ¡maldita esa locura,
bastarda pasión impura,
de querer ganar la altura
sin pisar un escalón!
Apagóse su osadía,
125
y hoy es un último día...
¡Ay! ¡Para volar tenía
alas en el corazón!
Y, por cierto, él es poeta,
grande el alma como el mundo;
130
mas por no ser el segundo,
a la nada se sujeta.
ALBERTO y ROMÁN.
ROMÁN
Pues, señor, ponche tenemos.
Con él la memoria ahoguemos;
cuando borrachos estemos,
135
en nada hemos de pensar.
¿A qué ese abatimiento?
yo quiero verte contento;
si, al fin, placer y tormento
con el tiempo han de acabar.
140
(Llaman a la puerta.)
¡Hola! ¡Otro interlocutor!
Sin duda ha errado el camino.
(Alto.)
A la puerta del vecino,
si sois un acreedor.
JULIÁN
(Dentro.)
Abre, soy yo.
ROMÁN
(Abriendo.)
¡Tarambana,
145
aguardaras a mañana!
Con esa voz de campana,
¿por qué no gritas: «¡Abrid!»?
Van a traer la ponchera.
JULIÁN
Más a tiempo no viniera
150
a descomunal quimera
contra los moros, el Cid.
ROMÁN, ALBERTO y JULIÁN.
JULIÁN
Y ¿á qué santo es la función?
ROMÁN
A mi mudanza de vida.
JULIÁN
Con esa resolución,
155
la difunta Inquisición
se diera por bien servida.
Una conversión tamaña,
eco hallará en toda España.
(Riéndose.)
¡Pues debajo del sayal,
160
no será mala cucaña
este infolio de moral!
ROMÁN
Pero, hombre, ven, óyeme...
JULIÁN
¿Qué más tienes que añadir?
ROMÁN
Mira, de hoy más no seré...
165
JULIÁN
¿Pues no lo acabo de oir?
No digas más. ¿Para qué?
ROMÁN
¡Loco! Ya no hay poesía
ni bellas artes en mí.
ALBERTO
¡Locura es la tal porfía!
170
ROMÁN
Este es el último día
que estamos juntos así.
JULIÁN
¿Esa es pulla?
ROMÁN
No, por cierto.
JULIÁN