La verdad de la mentira - Pedro Muñoz Seca - E-Book

La verdad de la mentira E-Book

Pedro Muñoz Seca

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Beschreibung

La verdad de la mentira es una comedia teatral del autor Pedro Muñoz Seca. Como es habitual en el autor, la pieza se articula en torno a una serie de malentendidos y situaciones de enredo contados con afilado ingenio y de forma satírica en torno a las convenciones sociales de su época. En este caso, la historia se articula en torno a los tejemanejes de una familia rica para conservar su fortuna ante la amenaza de la miseria.-

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Seitenzahl: 115

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Pedro Muñoz Seca

La verdad de la mentira

COMEDIA EN TRES ACTOS

Estrenada en el TEATRO DE LA PRINCESA de Madrid, el 31 de diciembre de 1918

Saga

La verdad de la mentira Pedro Muñoz SecaCover image: Shutterstock Copyright © 1918, 2020 SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726508093

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Esta obra es propiedad de su autor, y nadie podrá, sin su permiso, reimprimirla ni representarla en España ni en los países con los cuales se hayan celebrado, o se celebren en adelante, tratados internacionales de propiedad literaria.

El autor se reserva el derecho de traducción.

Los comisionados y representantes de la Sociedad deAutoresEspañoles, son los encargados exclusivamente de conceder o negar el permiso de representación y del cobro de los derechos de propiedad.

_________

Droits de representation de traduction et de reproduction reservés pour tous les pays, y compris la Suede, la Norvege ét la Hollande,

_________

Queda hecho el depósito que marca la ley.

A Mateo Puyal y Lalaguna, a quien mucho quiere,

El Autor.

REPARTO

PERSONAJES ACTORESFABIA Sra. Guerrero. HORTENSIA Srta. L. de Guevara. BARONESA Sra. Salvador. SALOMÉ Torres. FLORA Srta. Hermosa. LAURA Intilini. MARGARITA Pacello. ALVARO Sr. Díaz de Mendoza y Guerrero (F.). GUILLERMO Díaz de Mendoza y Guerrero (C). MARQUÉS Díaz de Mendoza (F.) VÍCTOR Santiago. VERDEJO Valentí. DALMACIO Juste. BARÓN Carsi. DAVID Cirera. BUITRAGO Guerrero. PITTER Capilla. BAUTISTA Corona. CRISTÓBAL Vico.

____________

ACTO PRIMERO

Salón en casa de Fabia. Muebles riquísimos y del gusto m á s exquisite. En el foro galería de cristales que se pierde a la derecha. Una puerta en cada lateral. Es de día. La acción en Madrid. Epoca actual.

_________

(Al levantarse el telón están en escena fabia , el marqués y bautista . Febia es una señora como de cuarenta y tres años, muy elegante, muy vistosa y muy apetitosa. El Marqués raya en los sesenta, pero se conserva muy bien y aún coquetea. Bautista es un criado de librea muy pálido, muy tieso y con cara de estar medio dormido. )

Marqués Bien. ¿Y qué le ha contestado a usted?

Bau. Lo que acabo de decir al señor Marqués.

Marqués ¿A mí? Pero si a mí no me ha dicho usted nada.

Bau. Ah, ¿no?

Marqués Vamos a ver, vamos a ver, no involucremos las cosas. Usted le dió el recado de que le aguardábamos a las cinco. ¿No?

Bau. Sí, señor.

Marqués ¿A él mismo?

Bau. A él mismo.

Marqués ¿Pero al mismo señor?

Bau. Al señor, no señor, porque yo no vi al señor, sino a otro señor, señor Marqués.

Marqués ¿Pues no decía que le había dado el recado a él mismo?

Bau. Al mismo que me recibió.

Marqués ¿Pero quién le recibió?

Bau. El mismo que me recibió esta mañana.

Fabia No te canses, Octavio. (Al Criado. ) Puede retirarse, Bautista. (Bautista hace mutis por la derecha. )

Marqués Escucha, ¿pero qué criado es este?

Fabia Ya lo ves, una calamidad.

Marqués Sí, parece que está como atontado.

Fabia Y menos mal que no se ha dormido durante el interrogatorio. Le he conservado a mi servicio hasta ahora porque me daba lástima; yo creía que ese atontamiento era producido por alguna enfermedad, pero me ha dicho tu hijo Alvaro que no hay tal enfermedad, sino que se pone inyecciones de morfina.

Marqués ¡Bah! Alguna mentira de Alvaro...

Fabia ¡Qué sé yo! Pero es rarísimo, porque está siempre como en babia y se duerme con una rapidez que parece increible; y es claro, hace cada atrocidad... Lo de anoche fué espantoso.

Marqués ¿Qué hizo?

Fabia Que como tuve comida le dije que ayudara a los del comedor y se durmió en el memento en que servía agua de seltz a Lacasa, el Almirante. Excuso decirte cómo lo puso.

Marqués ¡Qué barbaridad!

Fabia Tanto, que Medina que tiene con él una gran confianza le dijo: «Mira, Lacasa, vete a tu ídem y sécate.»

Marqués Pues sí que es un criado para un avio. ¿Y crees tú que habrá dado a Víctor nuestro recado?..

Fabia Por si acaso yo encargué a tu hijo Alvaro que dijese tanto a Víctor como a Guillermo que esta tarde sería la reunión.

Marqués Nada de esto ocurriría si Víctor viviera en mi casa y no en el Ritz. Créeme; me está poniendo en ridículo. A todo el mundo le extrañará que mi hermano después de residir treinta años en Inglaterra, venga a Madrid a pasar unos días y se instale en un hotel.

Fabia ¡Bah! Todo el mundo sabe que tu hermano Víctor estuvo siempre un poco chiflado. Lo esencial es que hayamos conseguido que volviese; yo no las tenía todas conmigo.

Marqués ¡Oh! Yo, sí. Desde que acordamos que Guillermo viniera a España para ponerse al frente de la mina, pensé que Víctor se vendría tras él. Guillermo es lo único que él quiere en el mundo. La prueba es que hasta ahora no he podido arrancarselo. Y no puedo quejarme, que al fin el ha sido quien lo ha educado y quien ha conseguido hacer de Guillermo un hombre superior.

Fabia No creo que haya sido Víctor, sino la ley de las compensaciones. Tu hijo es un muchacho de un equilibrio perfecto y un hombre así tenía que llegar antes o después a una familia de desequilibrados como la nuestra.

Marqués ¿De desequilibrados?

Fabia Sí, querido Octavio, lo eres tú, y no te enfades; lo es Víctor, lo fué vuestro hermano Marcelo, mi pobre marido, y lo soy yo misma, por contagio.

Marqués Eso no, Fabia; tú representas el sentido práctico de la familia. A mí, sacándome de las cosas ligeras, de la diplomacia, de la política...

Fabia La política sobre todo. Es tu obsesión.

Marqués Y ahora más que nunca. Me ha prometido Buitrago, solemnemente. hacerme ministro en cuanto le encarguen de formar gobierno.

Fabia ¡Hola!

Marqués Y que no ha de tardar mucho porque ayer tarde se hablaba ya de crisis en el Cangreso.

Fabia Pues eso sería una gran fortuna para todos.

Marqués Figúrate. Nada más que de pensarlo me esponjo. ¡Ver realizado el ideal de mi vida!... ¡Ser ministro por fin!... Y ahora he de conseguirlo, no lo dudes: estoy de suerte. Me salen las cosas a la medida de mis deseos. Ya ves, hacía falta ampliar el capital de nuestra sociedad para intensificar la producción de la mina y gracias a tu talento y a tu habilidad mi hermano Víctor y don David Quiroga, van a aportar el dinero necesario: soñaba yo con que se muriese Mondejar que es el otro buitraguista ministrable que podía disputarme la cartera y ayer, gracias a un providencial vuelco de automóvil, se ha fracturado una pierna y, claro, si la crisis es inmediata como espero, aunque el pobre se desespere y vote no podrá jurar. Nada, que estoy de suerte.

Fabia Pues no es eso solo. Hay algo más.

Marqués ¿Algo más?

Fabia Que lo de Guillermo y la hija de don David Quiroga lleva buena traza. Hortensia es por todos conceptos el mejor partido de Madrid. Claro que Guillermo vale también mucho.

Marqués ¡Oh! La que se lleve a Guillermo se lleva un hombre admirable, excepcional.

Fabia Se lleva un modelo.

Marqués ¡Una joya!

Alv. (Que ha entrado en escena por el foro y ha oída estas últimas palabras. ) Es poco. Se lleva un tesoro: el orgullo de la familia.

Fabia ¡Ah! ¿Eres tú, buena pieza?

Alv. Yo, que vengo a unirme al coro de alabanzas en honor de mi hermano, pero, caramba, cantémoslo de una vez y acabemos.

Fabia ¿Estás celoso?

Alv. Bien sabes que no, tía Fabia. Nunca tuve envidia. Reconozco todo su mérito y hasta le cedo mis derechos de primogenitura. Me declaro Esaú sin lentejas. Pero lleva unas horas en Madrid y ya estoy hasta la coronilla de oirle llamar santo. Por eso condenaron los atenienses a Aristides, por no estar siempre oyéndole llamar el justo.

Marqués ¡Caracoles! ¿De dónde has sacado ese rasgo de erudición griega?

Alv. Ayer a las tres y media de la madrugada estaba dando una conferencia en Maxim’s sobre ese tema tu amigo Paco Robles.

Marqués ¿A las tres y media? Pues yo estuve hasta las cuatro y no le ví.

Alv. Bueno, si no eran las tres y media, serían las cinco, es igual.

Fabia Pero hombre, ¿que nunca has de decir una palabra de verdad? Vamos a ver, en serio, ¿has dicho alguna verdad en tu vida?

Alv. Siempre que te llamo mi tía predilecta.

Fabia Entonces menos que nunca, porque eso me lo dices antes de pedirme dinero.

Alv. ¿Y crees que hoy vengo?... No, tía, no. Estando mi padre presente yo no le haría jamas la ofensa de pedirte a ti...

Marqués No, hijo, no, si a mí no me ofendes. Pídele cuanto quieras, yo me haré el distraído...

Alv. ¡Qué gran corazón! Tengo a quien salir. Pero en fin, aunque estoy necesitadísimo, no vengo a pedir nada a nadie, (A Fabia. ) Vengo a decirte que he cumplido tu encargo cerca de Guillermo y del tío Víctor y a comunicarte que no cuentes conmigo para la reunión de esta tarde, porque tenemos elección de nueva junta en el Club; es una lucha reñidísima y no quiero faltar.

Marqués ¡Ah, no, no! Tienes que asistir, hijito, ¿qué diría el tío Víctor?

Alv. No me hables del tío Vítor, porque rifamos. ¡Buen timo me ha dado el tío Víctor!

Fabia ¿Eh?

Marqués ¿Un timo?

Alv. Figúrate que yo le escribí, cuando supimos que venía a España; y él me contestó diciéndome que me traería un regalito. Creo que era lícito pensar que el regalo de un tío archimillonario sería digno de él. ¿Pues a que no aciertas lo que me ha traído? ¡¡Un violín!! (R í en Fabia y el Marqués. ) ¡¡Un violín!! Le he puesto una carita… El creyó sin duda que yo al ver el violín me iba a poner a bailar: sí, sí.

Marqués ¡Como él es tan aficionado a la música!

Fabia Quien sabe si será un Stradivarius, es decir, una verdadera joya…

Alv. (Viendo el cielo abierto. ) (¡Caramba!) No, si me ha dicho que es... eso. Un… ¿cómo has dicho?

Fabia Un Stradivarius.

Alv. Eso; un Stradivarius, un ejemplar casi único. Creo que vale una fortuna, pero yo le doy por tres mil pesetas al primero que quiera comprármelo.

Fabia ¿Estás loco?

Marqués Hombre, un recuerdo de tu tío...

Alv. ¡Bah! Tú en mis circunstancias harías lo mismo, papá.

Marqués Quita, quita. Yo, en menos de cinco mil pesetas...

Alv. Las razas degeneran. Tía Fabia, ¿te con viene el negocio?

Fabia Te hago una proposición.

Alv. Veamos.

Fabia Yo te hipoteco—te hipoteco nada más—esa joya y te anticipo esas tres mil pesetas.

Alv. Tuyo es.

Fabia Pero con una condición...

Alv. Aceptada.

Fabia Que has de asistir a la Junta de esta tarde.

Alv. Eso no puede ser. A las cinco tengo un partido de tennis y antes tengo que llegarme a ver cómo sigue el pobre Pepe Villamil que está en cama gravísimo.

Marqués ¿Pepe Villamil? ¡Pero si le he visto yo esta mañana!

Alv. ¿A qué hora?

Marqués A las doce.

Alv. ¡Qué bárbaro! Todavía no se ha acostado.

Fabia Mira, eres el embustero más grande que he conocido en mi vida...

Alv. ¡Tía Fabia!...

Fabia Anda, sube a tu casa a buscar el violín. No te doy el dinero sin que me lo traigas. Y ya sabes: tienes que asistir a la reunión. No cobras hasta después.

Alv. Me rindo, puesto que eres más fuerte y porque me hacen muchísima falta esas cuatro mil pesetas.

Fabia Tres mil.

Alv. Ya sera algo más. No creo que pretendas hacer conmigo un negocio usurario. Hasta ahora. (Vase por el foro. )

Fabia Es el tarambana más simpático que he visto.

Marqués El polo opuesto a su hermano. Aquel no ha dicho jamas una mentira, y éste en cambio no ha dicho nunca una verdad. Claro que Guillermo se ha educado al lado de Víctor, y Víctor estará todo lo chiflado que se quiera, pero no ha mentido tampoco en su vida.

Fabia ¡Pero mira que la ocurrencia de traerle al muchacho un violín! Está completamente perturbado. ¡Claro! ¿Qué se puede esperar de un solterón que se pasa los años encerrado en un castillo de Escocia haciendo vida de asceta e inventando juegos de naipes?

Marqués No, mujer; juegos de naipes, no; solitarios, que es cosa muy distinta. Ha inventado ciento noventa y nueve solitarios. Como que una vez llegó a ponerse en las tarjetas: «Víctor Gumara de los Ríos, solitarista.»

Fabia Es un tipo notable. ¡Mira que lo del odio a los botones tiene gracia!

Marqués Esa ha sido una de sus manías de siempre. Yo no le he conocido un botón jamás. Hasta en la ropa interior usa cintas o presillas o imperdibles.

Fabia ¡Qué cosa más rara! Y escucha: ¿ha sido siempre tan premioso para hablar?

Marqués Sí; en eso tampoco ha variado. Antes de pronunciar la primera silaba ha lanzado siempre ese gruñido tan suyo y ha dicho luego «de que»... (Ríe Fabia. ) Cuando se marchó de España le llamaba Don Deque todo el mundo.

(Voces dentro. )

Fabia (Yendo hacia el foro. ) ¿Eh?...

Marqués ¿Quién?

Fabia Me parece... Sí; es tu primo Dalmacio que viene con Alvaro.

Marqués Bajaré entonces esos papeles y el libro de actas, porque ya los otros no tardarán.

Fabia Sí; son ya más de las cinco.

Marqués Y a ver cómo les dices lo de... Porque conviene que ni don David ni Víctor se enteren.

Fabia Descuida.

Marqués Vuelvo en el acto. (Se va por la derecha pr í mer término. Por el foro entran en escena alvaro y dalmacio . Alvaro trae el violín dentro de su correspondiente estuche. Dalmacio es un cincuentón algo ordinariote. )

Dal. (Riendo.